Ya es primero de Diciembre y hoy les traigo el capítulo 6 de éste hermoso serial 💗
Muchas gracias por todo el amor y los preciosos comentarios y teorías que me dejan, me encantan mucho leerlas 💖
Todavía no daré mi despedida del año porque les traeré un pequeño Fic para navidad, de una de mis parejas favoritas de Kanjani8 💕
Espero que les guste mucho el capítulo y como siempre éste va dedicado a Yojhannah Tomatito 😘
Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan
Capítulo
6
*Daiki*
Mi
hermanito y yo subimos a un carruaje para que nos llevara a la iglesia,
hablando muy animadamente sobre lo ocurrido los días que no estuve en el
pueblo, me alegra verlo tan feliz, inclusive más de lo que lo ha estado antes,
me pregunto si hay algún motivo en especial para tal felicidad. Al llegar a la
iglesia fuimos recibidos por Ryutaro quién ayudó a bajar las maletas del
carruaje.
-
Padre Daiki, hay alguien esperándolo en la casa cural.
-
¿Alguien esperándome? – Pregunto sorprendido.
-
Sí, ha estado aquí desde hace más de una hora – dice alegremente.
-
¿Por qué lo has hecho esperar tanto?
-
Le dije que te ibas a demorar un poco más, pero insistió en quedarse.
-
Ya creo saber quién es – digo esbozando una sonrisa y al llegar a sala de estar
de ésta me encuentro con Keito quién me esperaba sentado en el sofá con una
enorme sonrisa.
-
¿Pensé que me iban a salir raíces de tanto esperarte? – dice sonriente
acercándose a mí y dándome un fuerte abrazo.
-
Entonces me hubieses venido a visitar más tarde para que no tuvieras que
esperar tanto – digo sonriente.
-
Veo que Yuri no pudo evitar ser el primero en verte – dice al ver a mi
hermanito entrar con un par de maletas.
-
¡Keito! – Exclama alegremente, acercándose para abrazarlo también – hace mucho
que no vas a casa – dice haciendo un puchero.
-
Lo siento mucho, pero hemos estado muy ocupados.
-
Sí, lo sé, Ryosuke tampoco se lo pasa mucho en casa.
-
Ryutaro, he traído unos pastelitos ¿serías tan amable de preparar el té?
-
Claro que sí Padre – dice felizmente – recibiendo la bolsa con los pastelitos
que había traído.
-
¿Podrían esperarme un poco? Tengo que cambiarme.
-
Claro, aquí te esperamos - dice Keito.
-
No demores tanto, que tengo que hacer un trabajo para la escuela – dice Yuri.
-
Gracias, trataré de no demorarme – digo tomando mis maletas y yendo a mi
habitación.
-
Keito, quisiera preguntarte algo – digo al tiempo que nos sentábamos en el
sofá.
-
¿Qué sería?
-
Lo siento si te pregunto algo tan personal, pero… ¿Alguna vez te has enamorado?
– Pregunto sintiendo mi rostro enrojecer.
-
¿A qué viene esa pregunta? – Ríe divertido.
-
Sólo responde – digo avergonzado.
-
Sí, lo he estado – responde con una sonrisa.
-
¿Y cómo se siente?
-
Es un sentimiento difícil de describir, pero puedo asegurarte que cada vez que
estás al lado de esa persona que amas, se te olvida el resto del mundo.
-
Eso es cierto… - Susurro sintiendo mí corazón latir aceleradamente.
-
Aunque en mi caso, la verdad es que siempre
he estado enamorado de la misma persona – sonríe de manera nostálgica.
-
¿Y qué pasó?
-
Pues fue otro el que se ganó su corazón antes que yo – suspira – pero no te
preocupes, estoy bien al respecto de eso.
-
¿Y esa persona lo sabe?
-
Creo que no tiene sentido que lo sepa ahora – sonríe – ¿estás enamorado? –
Pregunta haciéndome sonrojar más de lo que estoy – he de suponer que tu sonrojo
me lo confirma.
-
Por favor no le digas nada a alguno de mis hermanos – digo apenado.
-
Nada de eso va a salir de mis labios – sonríe - ¿Es alguien de la escuela?
-
Esto…
-
¿Qué es lo que tanto murmuran? – Pregunta mi hermano Daiki al regresar a la
sala.
-
¡No es nada! – Exclamo nerviosamente.
-
Es un secreto entre amigos – dice Keito.
-
¿Y es algo que no le puedes contar a tu hermano?
-
No todavía – digo apenado.
-
Está bien – sonríe acariciando mis cabellos, al tiempo que llega Ryutaro con el
té y los pastelitos servidos en una bandeja, dejándolos sobre la mesita –
Muchas gracias Ryutaro, si quieres puedes acompañarnos.
-
En verdad que no quisiera ser una molestia.
-
Claro que no lo eres – sonríe, sentándonos todos alrededor de la mesita para
merendar.
*Daiki*
-
Ya se me está haciendo tarde para ir a la biblioteca – dice Yuri mirando su reloj
al terminar la merienda – en verdad que quisiera quedarme más tiempo pero es
algo realmente importante.
-
No te preocupes Yuri, los estudios son importantes también – digo levantándome
del sillón para abrazarlo – me alegra mucho que hayas venido a recibirme en la
estación.
-
Siempre será un gusto para mí – dice alegremente – nos veremos luego – dice haciendo
una reverencia luego de despedirse de todos los presentes. Ryutaro también se
retira dejándonos a Keito y a mí solos.
-
Hace mucho que no te veía ese rosario.
-
Siempre lo llevo puesto, sólo que por lo general está debajo de la sotana.
-
Es muy bonito y también muy especial para ti – sonríe.
-
No ha pasado ni un solo día en el que no deje de pensar…
-
Por cierto Padre, antes de que llegaras trajeron éste paquete – dice Ryutaro
llegando de nuevo a la sala con aquel objeto en sus manos.
-
¿Quién lo trajo?
-
Un joven, pensaría que es de la policía porque llevaba puesto el uniforme.
-
Ah, ya sé que es – digo tomándola entre mis manos – muchas gracias Ryutaro,
vuelve a tu habitación.
-
Cómo usted ordene Padre – dice saliendo de la sala alegremente.
-
¿Qué sucede? ¿Por qué la policía te manda eso? – Pregunta Keito confundido.
-
Te voy a contar algo, pero por favor no le digas nada a Ryosuke.
-
¿Y qué es?
-
Decidí que voy a ayudarlos, aunque sea en el anonimato.
-
¿Es en serio? – Pregunta Keito sonriendo alegre.
-
Sí – suspiro - ¿han sabido algo de la chica desaparecida?
-
No hemos encontrado nada todavía.
-
Ya veo…
-
Y tememos que ya sea demasiado tarde para salvarla.
-
No lo dudo – suspiro, sintiéndome algo inquieto.
-
Pero contigo de nuestro lado puedo sentirme más seguro de que podremos dar con
ellos y acabarlos.
-
Te ves muy emocionado para tratarse de algo tan trágico.
-
Es que me siento como en los viejos tiempos.
-
Que esto sea un secreto.
-
¿Se lo puedo contar a Hikaru?
-
Bueno, a él sí – sonrío – Por cierto, ¿qué hablabas con Yuri antes de que
volviera?
-
Es un secreto, estaría mal revelártelo.
-
Que malo – digo haciendo puchero, ya en otro momento le preguntaré a mi
hermanito.
*Yuri*
Llegué
justo a tiempo a la biblioteca, en dónde se encontraban un par de mis
compañeros esperándome para hacer el trabajo, nos quedamos el resto de la tarde
estudiando y terminando éste con éxito. Luego de que ellos se fueron, me quedé
un rato más en ésta, sintiendo una agradable presencia sentándose a mi lado en
la mesa.
-
Pensé que estarías aquí – sonríe acariciando mi mejilla.
-
Yuya… - Sonrío de verlo, en verdad no lo esperaba - ¿me has estado persiguiendo
por todo el pueblo? – Pregunto burlonamente.
-
No, sólo tuve el presentimiento de que te encontrarías aquí y he acertado –
sonríe, tenía muchas ganas de verte, en verdad que no he dejado de pensar en lo
maravilloso del día de ayer.
-
Créeme que yo tampoco – río sintiendo mis mejillas enrojecer.
-
¿Quieres salir a dar una vuelta?
-
Ya he estudiado mucho por hoy, así que me caería bien tomar algo de aire fresco
– digo alegremente, comenzando a guardar mis libros en el bolso, para
seguidamente salir de la Biblioteca, tomado de su brazo.
Nos
dirigimos a un parque cercano, del cual poco a poco la gente se iba yendo ya
que comenzaba a caer la noche. Nos sentamos en una banca, muy juntos,
disfrutando extrañamente del silencio que se había formado entre los dos, sólo
sintiendo el acelerado palpitar de mi corazón y podía asegurar que el de él
también.
-
Yuya, quisiera decirte algo – digo quebrando aquel silencio que nos rodeaba.
-
Puedes decirme lo que quieras – sonríe, besando dulcemente mi frente.
-
Ya no quiero que seas mi pretendiente – digo mirándolo fijamente a los ojos,
notando su mirada llena de sorpresa.
-
¿Por qué? ¿He sido muy atrevido? ¿O he estado yendo muy rápido?
-
No es eso – río al ver su reacción, entre preocupado y asustado – Yuya yo… -
digo mientras voy sosteniendo sus manos – ¡quiero que seas mi novio! – digo
rápidamente, notando sus ojos iluminarse por lo que acabo de decir.
-
Así que era eso – suspira aliviado.
-
¿Qué dices? ¿Aceptas?
-
¿No debería ser yo el que te lo proponga?
-
Da igual quién lo haga primero, creo que para ambas partes sería la misma
respuesta.
-
Y no puedes estar más en lo correcto – dice sonriente, tomando delicadamente de
mi cintura para acercarme más a su cuerpo, al tiempo que sus labios se unen a
los míos en un dulce beso.
-
Te amo Yuya… - Digo sintiendo mi rostro arder por el rubor.
-
Y yo a ti, muchísimo – dice volviendo a besarme de una manera más demandante,
rodeando su cuello con mis brazos, intensificando más éste, sintiéndome
completamente dichoso y más al confirmar que su corazón late con la misma
intensidad que el mío.
CONTINUARÁ...
Pufff te imaginas que luego de esto llegué Ryosuke y se arme la buena, aunque como quiera ya son novios, muchas preguntas me surgen ahora y tendré que esperar al inició del año, así que será un tanto complicado no esperar con ansias, estuvo buenísimo muchas gracias por la dedicatoria ❤️
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