8/4/14

Musekinin Hero

Hola a todos :D
Aunque un poco atrasadito, aquí les traigo el capítulo 6 de este fic, que se pone cada vez más emocionante *____* espero que les guste y como siempre este fic va dedicado a Mimi-chan y Wen-chan, las quiero mucho y que lo disfruten :D




Tema: Musekinin Hero
Extensión: Serial 
Parejas: Takanoo y otras...
Autora: Akari-chan


Capítulo 6

Pasaron un par de días, en los que Takaki-kun y yo nos la pasábamos la mayoría del tiempo juntos, él muy amablemente en sus ratos libres me ayudaba con el trabajo que me correspondía y de hecho lo hacía muy bien, me animaba mucho tenerlo a mi lado, sin duda era un buen amigo, pero no podía evitar sentirme nervioso al tenerlo cerca.

- No entiendo por que no pides un ascenso, además el puesto de jefe de personal está vacante ¿no te interesa? - pregunté para luego tomar un poco de jugo, habíamos ido a almorzar juntos -.

- No me hace falta, me gusta lo que hago.

- Pero deberías considerarlo.

- Lo pensaré - me sonrió dulcemente, poniendo su mano sobre mis cabellos, alborotándolos por completo -.

- ¡No hagas eso! - exclamé fingiendo estar enojado -.

- Te ves muy lindo cuando te enojas.

- Cuando me veas realmente enojado, no me veré tan lindo.

- Está bien, cuidaré de que no te enojes.

- Por cierto Takaki-kun ¿tienes algo que hacer hoy en la noche? - pregunté, esperando a que su respuesta fuera negativa -.

- No, no tengo nada ¿por?

- Es que me gustaría saber si quisieras ir a beber conmigo esta noche, hace mucho que no lo hago y que mejor compañía que la tuya - le dije en un tono demasiado seductor que ni yo mismo me explicaba el por qué o decía de tal modo -.

- Por supuesto que si, me encantaría - volvió a sonreír y seguimos en nuestra agradable plática, en verdad me sentía muy bien a su lado -.

Gemía y movía mis caderas incontrolablemente al ritmo de las embestidas de mi amante, quién al mismo tiempo mordía y succionaba una de mis tetillas, haciéndome gritar por la excitación, lo amaba demasiado, aunque reconocía que al principio solo estaba con él por el dinero, pero de un momento a otro me comencé a enamorar de él, de como me trataba y me decía dulcemente que me quería, aunque sabía que estaba con alguien más, pero eso pronto iba a cambiar, Kota sería solo mío y lo conseguiría como fuera.

- Te...te amo - gemía muy cerca de mi oído, haciéndome estremecer, besándome apasionadamente, embistiendo cada vez más fuerte y rápido, cambiando de posición, dejándome en cuatro sobre la cama, sintiendo como volvía a penetrarme hasta llegar al tan ansiado orgasmo, corriéndose dentro de mi, pero yo no estaba satisfecho, necesitaba más y él con mucho gusto me lo daba; me dejó nuevamente boca arriba sobre la cama, introduciendo de inmediato mi miembro en su boca, succionando como si se tratara de un dulce o algo parecido, mordiendo un poco la punta al llegar a ella, hasta por fin correrme dentro de su cavidad, acompañado de un sonoro jadeo -.

- Me alegra que hayas aceptado venir - dijo mientras se acostaba nuevamente sobre mi -.

- De no haber sido por que eres amigo del dueño de la cafetería, no hubiera venido - sonreí dulcemente, rodeando su cuello entre mis brazos, acercando un poco más nuestros rostros -.

- Okura es un buen amigo, además de que me debe algunos favores, aunque no tiene ni idea de que tipo de relación tenemos y es mejor que no lo sepa por que me mata - rió -.

- ¿Y qué le dijiste para que me dejara venir contigo?

- Le dije que Inoo estaba enfermo y que necesitaba a alguien que lo suplantara - ese nombre, me hervía la sangre de tan solo escucharlo, así que sin poder evitarlo una expresión llena de molestia invadió mi rostro - No te pongas así.

- Sabes que no me gusta que lo nombres.

- ¿Estás celoso? - preguntó con esa sonrisa traviesa que tanto me gustaba, pero que me molestaba a la vez -.

- Ya sabes como me siento al respecto - dije intentado alejarlo de mi cuerpo, pero no podía, odiaba que fuera más fuerte que yo -.

- Yo te amo a ti y lo mío con Inoo no es nada serio.

- Pero aún sigues con él - reclamé -.

- Es mi asistente, es obvio que esté casi todo el tiempo conmigo.

- Pero ustedes han tenido mucho más que eso - dije, mientras sentía como unas cuantas lágrimas salían de mis ojos -.

- Ryu por favor no llores - me miraba preocupado, acariciando mi rostro y besando esas lágrimas que acababan de salir -.

- ¿Lo quieres? - pregunté, temiendo en cual sería su respuesta -.

- Si, lo quiero, es una gran persona, pero de quien estoy enamorado es de ti, de hecho ya hace meses que no me acuesto con él.

- ¿Es eso cierto? - pregunté dudoso -.

- Claro que si, no deseo hacer esto con otra persona que no seas tu - dijo a la vez que tomaba nuevamente mi miembro con una de sus manos -.

- Quiero ir a la playa - dije retirando su mano de donde estaba -.

- No, mejor quedémonos aquí - dijo haciendo puchero -.

- Pero yo quiero ir - lo besé apasionadamente, moviendo un poco mi cadera, haciendo una deliciosa fricción entre nuestros miembros - vamos, quiero revolcarme contigo en la arena ¿no te gustaría? - le sonreí, recibiendo otra sonrisa de su parte, lo había conseguido, así que sin esperar más nos vestimos y salimos del hotel en donde nos hospedábamos para ir a la playa, me encantaba que cumpliera mis caprichos -.


Ya llevaba media hora recorriendo toda la empresa, en busca del incompetente de Nakajima-san, necesitaba que firmara unos papeles, pero como siempre, de un momento a otro desaparecía sin decir nada y ni el teléfono contestaba, en verdad que eso me molestaba.

- Chinen-kun ¿a dónde vas con tanta prisa? - me detuve al ver que el presidente me hablaba -.

- Yamada-sama - me reverencié - estoy buscando a Nakajima-san pero no lo encuentro, ¿usted de casualidad sabe en donde está? - pregunté, al parecer ellos eran amigos así que seguramente me podía ayudar a localizarlo -.

- Si no estoy mal, seguramente debe estar en el piso de publicidad.

- ¿Y qué hace él allá? - pregunté confundido -.

- Solo ve a donde te dije - sonrió -.

- Muchas gracias - volví a reverenciarme, pero antes de irme no pude evitar preguntarle algo - por cierto, Yamada-sama, perdona si soy algo imprudente, pero me gustaría saber ¿cuáles son sus intenciones con Daiki? - pregunté, Dai-chan era uno de mis mejores amigos y me preocupaba que sufriera por causa de quién estaba al frente mío -.

- Creeme que son muy buenas - dijo bastante seguro -.

- Pues te estaré vigilando, puedes ser el presidente de esta empresa, pero si lo sigues molestando y lo haces sufrir, te la verás conmigo - y sin decir nada más me alejé de él, tenía que encontrar a Nakajima-san -.

Bajé por las escaleras ya que el ascensor últimamente no estaba funcionando bien y tenía miedo de quedarme atrapado en él, llegué hasta el piso de publicidad, era la primera vez que iba y me sorprendí de lo colorida y un tanto desordenada que se veía, debido a los papeles y grandes carteles que ahí mismo hacían, miré a mi alrededor buscando a la persona que necesitaba, pero no lo veía por ningún lado.

- Siento interrumpir, pero me dijeron que aquí podía encontrar a Nakajima-san ¿sabes dónde puedo ubicarlo? - le pregunté a uno de los muchachos que estaban dentro del lugar -.

- Sí claro, entrá por la siguiente puerta a la derecha, ese es el estudio de fotografía - dijo amablemente -.

- Muchas gracias - le respondi y me encaminé hacia aquella puerta, preguntándome que hacía alguien como él en un lugar como ese. Entré a la habitación, encontrándome a Nakajima-san demasiado concentrado, tomándole fotos a un modelo muy atractivo, descubriendo por fin cual era el otro trabajo que tenía, por un momento el enojo que tenía por no encontrarlo se me había ido, concentrándome solamente en verlo a él, no podía negarlo, pero se veía muy guapo -.

- Muy bien, es todo por hoy - dijo de repente, haciendo que el modelo se retirara del lugar - ¡Oh! Yuri, que sorpresa verte por acá - sonrió al verme, pero yo nuevamente al recordar de porqué estaba allí, puse mi tan acostumbrado rostro de molestia -.

- Te estuve buscando por toda la empresa, pero como el señor no se dignaba a contestar el celular.

- No exageres que tampoco es para tanto.

- ¿Que no exagere? no sabes cuanto tiempo valioso me has hecho perder.

- Lamento mucho que hayas perdido ese tiempo tan valioso que utilizas viendo a ese amiguito tuyo que ¿cómo se llama? ¿Takaki? - dijo en tono burlón, haciéndome enojar -.

- Yo hago con mi tiempo lo que se me da la gana, eso a ti no te interesa.

- ¿A qué viniste? supongo que es algo muy importante ya que te molestaste en venir hasta acá.

- Vengo a que firmes estos papeles - dije al mismo tiempo que le daba los papeles en la mano -.

- ¿Quién te dijo en donde estaba? - preguntó mientras buscaba una silla para continuamente sentarse sobre ella y comenzar a firmar -.

- Yamada-sama, él me lo dijo - suspiré profundo, necesitaba tranquilazarme ya que con enojarme no conseguiría nada, aunque tenía unas ganas enormes de irme de ese lugar -.

- Nunca me hubiera imaginado que este fuera tu otro trabajo.

- Hay muchas cosas que todavía no sabes de mí - sonrió -.

- ¡Nakajima-sama! ¡Nakajima-sama!

-¿Qué sucede Yasuda-san? - le preguntó Nakajima-san a la persona que lo llamaba con tanta urgencia -.

- La modelo que habíamos contratado para la sesión de hoy, está enferma así no puede venir.

- ¿Y ahora qué hacemos? necesitábamos tener todas esas fotos para hoy, no podemos retrasar lo de la nueva linea de ropa  - dijo preocupado -.

- ¿Línea de ropa? ¿Por qué rayos una empresa que se supone es de cosméticos va a tener línea de ropa? - pregunté, no entendía nada -.

- Cierto, tu no sabes nada, Chinen-kun este es Yasuda-san y es el diseñador de la primera línea de ropa en la que ha estado trabajando la empresa últimamente.

- Mucho gusto, Chinen Yuri - dije haciendo una reverencia -.

- Igualmente, Yasuda Shota.

- Lo único que podemos hacer es encontrar un reemplazo.

-Ya he llamado a otras modelos que conozco, pero están ocupadas, aunque se me ocurre otra idea - dijo de repente mirándome como si estuviera examinándome -.

- ¿Qué? - preguntó Yuto sin entender -.

- Chinen-kun ¿alguna vez te han dicho que pareces una chica? 

- Si, en el colegio... ¡Espera! ¿No es lo que estoy pensando verdad?

- Por supuesto que es lo que estás pensando - y sin esperar ni siquiera mi opinión me tomó de la mano y a rastras me llevó hacia el camerino -.

- Yasuda-san en verdad no creo que sea necesario hacer esto - dije asustado, no estaba ni con el humor ni las ganas de aquello y lo pero de todo ¿y si alguien me reconocía? -.

- No te preocupes que quedarás tan diferente que nadie te va a reconocer, si eso es lo que temes - dijo mientras me guiñaba un ojo y comenzaba a maquillarme, realmente no quería hacer eso -.


CONTINUARÁ...