11/8/21

Amor Carmesí - Capítulo 24

Hola Hola!!!!!!
Primero que todo, perdón por la demora!!!!!
A pesar de que ya se tenga en mente lo que sucederá, a veces me resulta difícil expresar bien lo que quiero escribir y creo que me bloqueé un poco, además de ciertas situaciones que han mantenido mi cabeza ocupada, pero no es nada grave, no se preocupen!!!!
Entre esas cosas están las muchas ideas que tengo para futuros fanfics, tanto para aquí el blog como para la cuenta de Wattpad, que por cierto los invito a seguirme!!!! Publico muy de vez en cuando y ya sólo me falta publicar el último capítulo de Cherry Blossom y estoy pensando en uno de Black Clover y otro de Dr. Stone, que la verdad últimamente shippeo muy fuerte a Tsukasa con Senku XD
Aquí el Link: AkaShiyo624
Y para no alargarme más, les dejo el penúltimo capítulo de Amor Carmesí!!!!
Espero les guste y muchas gracias siempre por su amor y apoyo!!!!
Y como siempre éste fic va dedicado a Yojhannah Tomatito y le mando un saludo especial a Rou-chan. 



Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan



Capítulo 24  

*Fujigaya Taisuke*

- ¡DAIKI! – Un grito desgarrador por parte de Yuri resuena en todo el salón al ver al nombrado tumbado en el suelo, con una herida profunda en una de sus piernas, removiéndose del dolor – Tengo que…

- Yuri, ni se te ocurra acercarte, es peligroso que lo hagas – digo apuntando mi ballesta hacia aquel monstruo, mientras Hikaru sostiene de la cintura a Yuri quién comienza a llorar desconsoladamente – si te mueves aunque sea un poco no dudaré en sacarte el cerebro con una de mis flechas – digo seriamente a aquel ser que sonríe espeluznante ante el sufrimiento de Daiki, no estoy dispuesto a permitir que esa criatura se salga con la suya.

Pero haciendo caso omiso a mi advertencia, aquel sujeto no duda en hacer otro corte con la guadaña a la pierna ilesa de Daiki, momento que aprovecho para disparar una de mis flechas, pero el muy desgraciado logra esquivarla.

- Vaya puntería más mierda tienes – ríe divertido.

- ¡Maldito! – Exclamo molesto, disparando otra fecha, pero vuelve a ser esquivada.

- Ya veo porque Inoo estaba tan encantado contigo Daiki, tu sangre es deliciosa – dice luego de probar la sangre que había quedado en el filo de la guadaña.

- Eres… - jadea Daiki del dolor.

- Tengo que auxiliar a Daiki lo más pronto posible, pero no puedo hacerlo con él ahí – dice Hikaru tratando de sonar lo más sereno posible, aunque presiento que en el fondo está realmente asustado. Aunque él también sea un cazador, sus habilidades es batalla no son bastante buenas.

- Yuri…chicos… huyan de aquí… - Dice Daiki respirando agitadamente, sosteniendo entre sus manos una de sus piernas heridas, tratando inútilmente de parar el sangrado.

- ¿Pero cómo se te ocurre pedirnos algo así? – Pregunta Hikaru desesperado.

- Yo estaré bien… no se preocupen…

- Ustedes los humanos son muy graciosos – sonríe - por más que huyan de mí no crean que van a salvarse, a excepción de mi amado Yuri, claro está – dice jugando con la guadaña entre sus manos.

- ¿Qué es lo que pretendes? – Pregunto sin dejar de apuntar hacia éste.

- ¿Acaso no es obvio? – Ríe – Yuri y yo somos el uno para el otro, así que lo normal es querer pasar toda la eternidad junto a él ¿no es así mi amor? – Pregunta mirando hacia aquel chico que no ha parado de llorar – por eso tengo que eliminar a todo aquel que interfiera en mis planes, aún si se trata de su familia  – dice llevando el filo de la guadaña al cuello de Daiki.  


*Yuri* 

- Yuya por favor… ¡DETENTE! – Grito desesperado, al mismo tiempo que me libero del agarre de Hikaru para ir corriendo hacia dónde está mi hermano, poniéndome en medio de ellos dos, de pie y extendiendo mis brazos hacia los lados.

- Yuri, querido, lamento mucho que tengas que ver ésta faceta tan horrible de mí – suspira – pero no he podido evitar hacerlo, me hierve la sangre pensar que te quieren arrebatar de mi lado – dice sonriente, sin una pizca de arrepentimiento en su mirada ni en sus palabras ¿en verdad éste es aquel Yuya del que me enamoré?

- Si lo que quieres es a mí – digo tratando de tomar valor de algún lado, dirigiendo mí mirada hacia donde se encuentran Fujigaya y Hikaru, quiénes me miran con angustia y puedo intuir que mi hermano me está mirando de la misma manera – entonces llévame contigo… – digo sintiendo mi cuerpo temblar ante su presencia, dándome cuenta de lo hostil que es ésta ¿estaba tan ciego de amor que no podía sentirla? O quizás… ¿Simplemente la ignoraba?

- ¡Yuri! ¿Pero qué haces?

- Fujigaya, por favor, éste no es asunto tuyo…

- ¡Claro que es asunto mío! – Exclama molesto, acercándose un poco más, sin dejar de apuntar hacia Yuya – yo… te aprecio mucho…

- Deberías rendirte, Yuri me ha elegido – dice tomándome sin previo aviso entre sus brazos para después besarme de manera demandante frente a los demás, sintiéndome incómodo y temeroso.

- Yuri ¿estás seguro de esto? – Pregunta Fujigaya con preocupación.

- Estaré bien, Yuya no me hará daño ¿verdad? – Pregunto sin lograr mirarlo a los ojos, tengo mucho miedo.

- Claro que yo nunca te haré daño mi amor, pero ellos no correrán con la misma suerte – dice besando mi frente, haciéndome sentir escalofríos por la frialdad de sus palabras.

- ¿Qué? – Lo miro totalmente desconcertado.

- Lo que acabas de escuchar – sonríe - tengo que eliminar a todo aquel que no desee que estés conmigo, sobre todo a éste policía de cuarta que está interesado en ti – dice haciéndome a un lado.

- ¿Pero por qué?  Te he dicho que me iré contigo – digo tomándolo del brazo, tratando de detenerlo pero éste se zafa fácilmente.

- Ellos tarde o temprano irán tras nosotros, así que prefiero acabar con el problema de una sola vez.

- Eres un maldito – dice Fujigaya disparando otra fecha, clavándola en la mano izquierda de Yuya.

- ¿Ahora ves por qué te lo digo Yuri? – Dice quitando aquella flecha de su mano – cuando acabe con todos ellos nos iremos y seremos muy felices – dice al mismo tiempo que dirige la guadaña hacia Fujigaya.

- Fu…

- ¡Yuri! Toma a Daiki y huye junto con Hikaru – dice esquivando a Yuya, sacando un revolver del bolsillo de su gabardina – afuera hay un carruaje esperando.

- Pe…

- ¡Sólo háganlo! – Dice – no hay tiempo que perder, la vida de Daiki está en peligro.

- E… Está bien – digo yendo hacia mi hermano, viendo que se ha desmayado por la pérdida de sangre, viendo a Hikaru tomar el cuerpo de mi hermano en sus brazos, sorprendiéndome de lo fuerte que es.

- Vamos Yuri – dice comenzando a moverse hacia la salida de la mansión, yendo hacia el bosque encontrándonos con el carruaje y el chofer esperando.

- ¿Pero qué ha pasado? – Dice el señor mirando horrorizado a mi hermano.

- Se lo contaré luego, por el momento necesito que nos lleves rápidamente al Hospital.

- Claro que sí señor – dice el chofer ayudando a meter a mi hermano al carruaje, subiendo Hikaru en éste.

- ¿Qué esperas Yuri? Sube – dice asomando su cabeza por la puerta.

- Lo siento mucho Hikaru – digo bajando la mirada – pero yo me quedaré, no podré estar tranquilo si me voy…

- Yuri…

- Por favor cuida a Daiki – digo haciendo una reverencia.

- Yuri… - Suspira – prométeme que vas a estar bien – dice mirándome preocupado.

- No sé si pueda prometer eso…

- En todo caso, buena suerte y espero que nos volvamos a ver – dice dándome un cálido abrazo, correspondiendo a éste de la misma manera.

- Mejor vete ya, no hay tiempo que perder – digo apartándome del abrazo, mientras veo como Hikaru vuelve a entrar al carruaje.

Devuelvo mi mirada hacia la mansión, escuchando al carruaje moverse, sintiendo mi corazón a punto de romperse en mil pedazos por todo lo acontecido hasta ahora, no sé exactamente qué hacer o qué pensar, todo lo que creía sobre Yuya se desmorona rápidamente, haciéndome dudar un poco del amor que dice tenerme ¿por qué tiene que ser tan cruel? Desde que lo conozco siempre ha sido muy caballeroso y amable, pero ahora que lo pienso… en ocasiones no dudaba en mostrar su lado más siniestro y con lo que ha pasado no cabe duda de ello, tengo que tomar una decisión rápido.

 

*Ryosuke*

Diviso a lo lejos la mansión en donde se encuentra el vampiro faltante, encontrándome en el camino un carruaje que va a toda prisa.

- ¡Ryosuke! – Exclama alguien sacando su cabeza por la ventana de éste, notando que es Hikaru.

- Hikaru ¿qué pasó? – Pregunto bajando del caballo, viendo a mi hermano mayor dentro del carruaje,  herido y tan blanco como un papel, mientras que Hikaru me cuenta rápidamente lo que ha pasado minutos antes.

- Hasta el momento he podido detener la hemorragia, pero hay que llevarlo al Hospital…

- Ryo... – Escucho una leve voz a mi lado, viendo a Daiki despierto.

- Daiki… no te esfuerces, descansa – digo tomando su mano derecha, arrodillándome a su lado.

- Protege… a… Yuri…

- No hay necesidad de que me pidas eso – digo sonriente – lo haré con todo gusto, por lo pronto recupérate – digo poniéndome de pie – y cuando todo esto termine, quisiera que hablemos.

- Gracias… Ryo… - Susurra volviendo a quedarse dormido. Me despido de Hikaru y vuelvo a montar el caballo, ya sólo falta un poco para que llegue, espero no hacerlo demasiado tarde.


*Fujigaya Taisuke*

- Maldición… - Susurro jadeante, sujetando con mi diestra la herida que hay en mi hombro izquierdo.

- Nada mal para tratarse de un policía de cuarta – dice con burla – pero es una lástima que se te hayan acabado las balas y las flechas ¿entiendes que estás en la peor situación posible?

- Desgraciado… - digo esquivando otro de sus ataques con la guadaña, la verdad es que estoy en desventaja, éste sujeto es demasiado escurridizo.

- ¡Fujigaya! – Exclama Yuri entrando nuevamente a la mansión.

- ¿Qué haces aquí? ¡Te dije que huyeras! – Exclamo molesto.

- No pienso dejarte aquí – dice llegando hacia donde estoy - ¿él te lo hizo? – Pregunta mirándome entristecido.

- Yuri…por favor, vete – digo tratando de sonar calmado, no quiero que Yuri resulte lastimado.

- Yuri mi amor ¿qué haces con ese tipo? Con quién deberías estar es conmigo – dice tratando de tomar su brazo pero éste lo evade.

- Yuya, no voy a irme contigo – dice serio, pero puedo notar que está temblando, no sé si por el miedo o porque quizás tenga ganas de llorar, esto no es nada fácil para él.

- ¿Qué? – Pregunta desconcertado.

- Lo que acabas de escuchar… yo…  no quiero ser como tú… – dice sin poder evitar llorar.

- No digas tonterías Yuri – dice acercándose a nosotros, pero yo tomo a Yuri por la cintura con el brazo que tengo ileso.

- ¡Por favor vete! – Exclama empapando mi hombro derecho con sus lágrimas, creo poder entender lo que quiere y lo comprendo.

- Yuri, te estoy dando una orden – dice molesto – no voy a permitir que me lleves la contraria.

- ¿Acaso no lo escuchaste? – Digo sujetando un poco más fuerte a Yuri, me rompe el corazón verlo así - Él no quiere estar contigo, si quieres vivir es mejor que te vayas y nunca vuelvas a buscarlo.

- No me hagas reír imbécil – ríe divertido – en cuanto acabe contigo, convertiré a Yuri en un vampiro y entre ambos asesinaremos a los que han huido, así que ríndete, tú no tienes oportunidad contra mí – dice alzando el filo de la guadaña contra nosotros, escuchando de repente el sonido de un disparo cerca, dando éste en una de sus piernas.

- Quizás él no, pero yo sí puedo hacerlo – dice Ryosuke apareciendo frente a nosotros – lamento mucho la espera, pero Keito quedó muy malherido después de cortarle la cabeza a un despreciable vampiro, me imagino que era tu compañero, que pena.

 

*Ryosuke*

- ¿Qué dijiste? – Pregunta lleno de furia - ¿Qué le hicieron a Kota?

- ¿Acaso eres sordo? – Pregunto haciéndolo enfurecer más – mi compañero lo ha matado salvándome de éste, quizás me acobardé un poco debido a los traumas que ese desgraciado me causó, pero contigo será diferente.

- ¿Piensas matarme al igual que al amante de tu hermano? – Pregunta con burla – ¿quieres que Yuri te odie de por vida?

- Yuri ¿puedo hacerlo? – Pregunto sin dejar de apuntar a nuestro enemigo – por lo que noto él no cambiará si lo dejamos con vida y estoy seguro de que acabará con nosotros en cuanto tenga oportunidad, pero aun así deseo saber qué piensas.

- Ryosuke, no creo que Yuri…

- Hazlo… - Dice en un susurro casi inaudible – pero no quiero estar aquí mientras sucede…

- Está bien – suspiro – Fujigaya, llévate a Yuri lo más lejos que puedas – dice haciendo caso a mi petición, llevándose a mi hermano quién llora desconsoladamente.

- No creas que podrán escapar de mí tan fácilmente – dice abalanzándose contra mí, siendo sujetado por unas cadenas - ¿Qué es esto?

- Se me olvidó decirte – sonrío - me he encontrado a unos cuantos aprendices en el camino y han venido aquí para ayudar, espero no te moleste.

- ¡Desgraciado! ¡Yuri! ¡AYÚDAME!

 

*Yuri*

Varios disparos se escuchan hasta las afueras de la mansión, sintiendo mi corazón romperse en ese preciso momento en el que Yuya exclamó por ayuda.


CONTINUARÁ...