30/6/21

Amor Carmesí - Capítulo 23

Hola Hola!!!!!
Por fin he llegado a fin de mes con un nuevo capítulo de ésta historia. 
¿Cómo han estado? Espero que bien!!!! Si no están pasando por un buen momento les mando un super fuerte abrazo y muchos ánimos 💕
Pasé un muy agradable cumpleaños junto a mi familia, muchas gracias por sus felicitaciones y buenos deseos 💖
Con referente al capítulo de hoy éste viene siendo el Antepenúltimo de ésta historia, espero sea de su agrado y en verdad muchas gracias por todo el amor y apoyo que ha recibido, tengo en mente muchas historias más que espero también amen!!!!
Y como siempre éste fic va dedicado a Yojhannah Tomatito y le mando un saludo especial a Rou-chan. 



Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 23

*Yuri*

- ¿Eh? ¿Pero qué dices? – Digo tratando de apartarme de su agarre sin éxito alguno.

- Lo que acabas de escuchar ¿No quieres ser cómo yo? La pasaríamos tan bien juntos – dice volviendo a besar mi mejilla, dando luego una lamida sobre ésta, haciéndome sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo.

- ¿Ser como tú? – Pregunto con algo de temor - ¿deseas que sea un vampiro?

- Sí – sonríe ampliamente – mi mayor deseo es que tú y yo estemos juntos por siempre ¿no te parece maravilloso?

- Sería maravilloso… Pero no puedo aceptar algo así… – Digo temeroso y más al ver una expresión de disgusto en su rostro.

- ¿Acaso no me amas lo suficiente como para aceptar una eternidad a mi lado? – Pregunta molesto, tomándome fuertemente de los hombros.

- ¡Claro que te amo! – Exclamo algo adolorido – te amo muchísimo… Pero no puedo dejar de pensar en todo el daño que has causado y no quiero hacerlo yo también si me convierto en vampiro.

- ¿Y qué es lo que propones? – Dice suavizando un poco el agarre – porque a eso viniste ¿cierto?

- Quiero que cambies, que no lastimes a nadie más, no sé mucho sobre vampiros pero supongo que hay otros medios por los cuales se pueden alimentar y…

- Presentía que me dirías una estupidez como esa – dice con burla.

- ¿Acaso no es verdad?

- Claro que estás en lo correcto amor mío – sonríe, liberándome de su agarre – incluso supe de un vampiro que bebía la sangre de gente enferma o totalmente desahuciada, incluso sé de algunos que beben sangre de animales.

- Entonces si es posible… – suspiro aliviado de pensar que hay alguna posibilidad

- Pero nada de eso es divertido.

- ¿Divertido? ¿Te divierte hacer lo que haces con las personas?

- Por supuesto que sí – sonríe ahora de manera siniestra – me encanta el hecho de ver sus rostros llenos de terror, escuchar sus corazones bombear con frenesí, justo como tú en éste momento – dice acercando su rostro al mío, haciéndome estremecer por el miedo – pero a ti no te lastimaría Yuri, al menos no de esa manera.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- No es nada de lo que debas preocuparte – sonríe besando mis labios.

- ¿Y no hay manera de que cambies de opinión?

- ¿Por qué insistes tanto con eso? Ya te dije que eso no me causa diversión.

- Pero mi hermano me prometió…

- ¿Qué te prometió? ¿Que no me harán daño siempre y cuando haga lo que ellos digan? Nada bueno se puede esperar de los cazadores.

- Mi hermano Daiki es una persona amable y justa, si él me dio su palabra es porque es verdad.

- ¿Y en verdad crees en eso?

- Por supuesto que lo hago, es mi hermano y sé que él nunca me traicionaría – digo con plena confianza.

- Ay mi querido Yuri – dice entre risas - ¿No lo sabes verdad?

- ¿Saber qué? – Pregunto, mirándolo confundido.

- ¿Pensaste que eras el primero en tu familia en enredarse con un vampiro?

- ¿Cómo así? – Pregunto desconcertado.

- Para no hacértelo tan largo, sólo diré que tu hermano, el que está allá afuera – dice en un susurro, como si me estuviera contando un secreto -  tuvo una relación con un vampiro y el otro hermano que tienes lo mató frente de sus ojos.

- ¡Eso no es cierto! – Exclamo horrorizado ¿En serio Ryosuke hizo eso?

- Oh, claro que lo es – sonríe – por eso no se puede confiar en los cazadores, no dudan ni un segundo en dar la apuñalada en la espalda.

- No te creo… ¡Estás mintiendo!

- Deberías preguntarle a tu hermanito cuando salgas, fue un gran acontecimiento – dice tomándome nuevamente entre sus brazos - pero antes  - besa mi mejilla - tengo que convertirte.

- ¿Eh? Pero si ya te he dicho que no quiero… - Digo completamente asustado, temblando entre los brazos de éste, sin opción de huir.

- Aquí el que decide eso soy yo y si no se puede por las buenas, tendré que hacerlo por las malas, ya luego me lo agradecerás – dice acercando su rostro a mi cuello, tengo miedo…

 

*Daiki*

- ¿Cuánto tiempo ha pasado? – Pregunta Hikaru muy preocupado.

- Unos diez minutos – digo mirando mi reloj de bolsillo.

- ¿Habrá sido buena idea dejar a Yuri a solas con ese loco? – Pregunta Fujigaya, igual o más preocupado que Hikaru, aunque la verdad no los culpo, yo también tengo los nervios de punta.

- Ya sea buena idea o una muy mala, ya no hay por donde retroceder – suspiro - Yuri quería esto y lo menos que podía hacer era cumplir con mi palabra, aun sabiendo lo peligroso que podría ser para él.

- ¿Crees que lo convenza de que se rinda? – Pregunta Hikaru.

- Si te soy sincero, no lo creo…

- ¡DAIKI! – Mi cuerpo comenzó a moverse al momento de escuchar ese desgarrador grito y seguido por mis compañeros tumbamos la puerta de un solo intento, viendo a aquel vampiro a unos pocos milímetros de morder el cuello de mi hermano, así que con gran agilidad me acerco a ellos dejando el filo de mi guadaña casi rozando el cuello de éste.

- ¡Alto ahí monstruo! – Grita Fujiaya apuntando hacia el vampiro – si te mueves aunque sea un milímetro no dudaré en clavarte una de estas en tu cabeza – dice con fiereza, nunca había visto así a nuestro jefe de la policía.

- No me hagas reír – dice soltando una carcajada – pensé que ya te habías rendido oficial, Yuri me pertenece y así te quieras hacer el héroe no conseguirás nada con él.

- La verdad eso me importa muy poco, lo único que quiero es que dejes de hacer de las tuyas.

- Suelta a Yuri – digo seriamente – si no lo haces, ya sabes lo que podría pasar – digo amenazante, viendo cómo éste deja ir a Yuri.

- Yuri ¿estás bien? – Pregunto mirándolo de reojo.

- Hermano…

- ¿Te alcanzó a morder? – Pregunto sin apartar mi vista del vampiro.

- No…

- Está bien, ve a dónde Hikaru para que te revise y luego de eso váyanse rápidamente de aquí.

- Ni lo pienses, no vamos a dejarte aquí solo con éste – dice Fujigaya.

- Estoy de acuerdo con Fujigaya-san – dice Hikaru.

- Muy bien, hagan lo que mejor les parezca, siempre y cuando se mantengan a salvo, así que ve con Hikaru – le digo a mi hermanito brindándole una sonrisa.

- Prométeme que vas a estar bien – dice con lágrimas cayendo por sus mejillas, todo esto debe ser muy difícil para él.

- Lo estaré, no te preocupes por eso – acaricio su cabeza, para luego ver como se dirige hacia dónde está mi amigo.

 

*Yuri*

Corro rápidamente entre sollozos hacia donde está Hikaru, siendo abrazado protectoramente por él.

- Tranquilo, ya estás a salvo, Daiki se encargará de todo – dice dando suaves palmadas sobre mi espalda.

- ¿Te encuentras bien Yuri? – Pregunta Fujiaya-san acercándose a nosotros, sin apartar la vista de dónde estaban Yuya y mi hermano, apuntado su ballesta hacia el primero.

- Sí, estoy bien… - Digo en un susurro, enterrando mi rostro en el pecho de Hikaru, sintiendo el frenético latido de su corazón, igual que el mío, no quiero que mi hermano resulte lastimado por mi culpa, aunque una parte de mí tampoco quiere que Yuya sea herido o peor aún, termine muerto.

 

*Daiki*

- ¿Quieres que te ayude? – Pregunta Fujigaya, quién no había abandonado su posición inicial.

- Conmigo bastará – digo, esquivando un ataque sorpresa del enemigo, quién aprovechó la oportunidad al ver que mi compañero había bajado la guardia.

- Eres bastante rápido – ríe - pensé que estarías oxidado.

- La verdad es que nunca dejé de entrenar – sonrío.

- Me encanta escuchar eso, me siento honrado de encontrarme contigo.

- Creo que no deberías de estarlo, dadas las condiciones en las que te encuentras – digo volviendo a amenazar su cuello con el filo de mi guadaña.

- Ya entiendo por qué Inoo se fijó en ti, eres precioso - dice tranquilamente – y un tanto altanero.

- ¿Lo conociste? – Pregunto sin dejar de estar alerta a todo movimiento que hace.

- Por supuesto que sí ¿cómo podría olvidar a tremenda belleza?

- Estoy seguro de que te mandó a volar apenas te conoció – río con sorna, disfrutando de ver su rostro un poco molesto.

- ¿Cómo puedes estar seguro de eso?

- Eres todo lo que Kei odiaba, por eso puedo estar completamente seguro.

- Es una pena que ya no esté en éste mundo – sonríe – me hubiese gustado tanto verlo una última vez – suspira - ¿no te gustaría acompañarlo? – Dice tomando la guadaña por el palo de ésta – ¿y darle un saludo de mi parte?

- Dudo mucho que él quiera recibir algún saludo tuyo ¿por qué no mejor le mandas una carta desde el infierno? – Digo tomando con fuerza mi guadaña, tratando de quitársela, es más fuerte de lo que calculé.

- Bueno, al parecer si estás algo oxidado – dice tirándome junto con la guadaña al suelo y con una velocidad imperceptible a mis ojos, toma mi arma y con ésta corta una de mis piernas, haciéndome retorcer del dolor. 

CONTINUARÁ...

1/6/21

Amor Carmesí - Capítulo 22

 Hola Hola
¿Cómo han estado todos? 
Creo que así como voy, tendré que volver a publicar a principios de mes 😅
Pero bueno, aquí les traigo por fin el capítulo 22 de éste serial 💖
Que ya falta poquitico para que termine, en serio 😋
He estado pensando en nuevas historias, sobre todo para la cuenta de Wattpad que la tengo más abandonada, tengo que terminar Cherry Blossom!!! 😂
En éste mes cumpliré 30 años, estoy muy ansiosa y emocionada por eso 💗
Ya que vamos terminado éste serial ¿Cuál es su personaje favorito? 
El mío es Daiki, aunque también me gustó mucho escribir a Kota 💕
Y como siempre éste fic va dedicado a Yojhannah Tomatito y también a Rou-chan, que en verdad amo leer sus comentarios!!!!! Muchas gracias siempre por ellos, no saben lo feliz que me hacen. 
Espero les guste y les mando un abrazo super fuerte 💟




Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan



Capítulo 22

*Yuya*

Viajé durante muchísimos años solo, disfrutando de los placeres que aquella nueva vida me ofrecía y la cual no me aburría en lo absoluto. Nunca me había sentido tan pleno, tan maravilloso y de cierto modo sentía que debía de agradecérselo a aquella mujer, pero nunca logré encontrarla. Quería saber por boca de ella el motivo de haberme convertido en un vampiro, pero no pude tener respuesta a esa pregunta que nunca le hice personalmente. Así que seguí mi camino con total normalidad, conociendo a quién sería mi compañero de ahí en adelante, Yabu Kota.

Nuestro primer encuentro ocurrió en una fiesta organizada por un adinerado Conde en honor a los dieciséis años de su primogénita. Una hermosa chica de cabellos rizados y tan negros como la noche, contrastando bellamente con el color blanco de su piel, era como ver a una muñeca de porcelana. Pero claramente ésta celebración tenía otras intenciones y podía suponer que ésta era con fines de encontrarle un buen pretendiente con quién casarla.

Por un momento pensé en el hecho de convertirla en mi presa, pero lo descarté de momento al percatarme de la presencia de un par de vampiros, que miraban con la misma fiereza que yo a esa hermosa chica. Me quedé observándolos por buen rato, hasta que decidí acercarme a ellos.

- Veo que tenemos el mismo objetivo – dije al estar ya a pocos centímetros de ellos, quedando cautivado ante la belleza de ambos.

- Justo le estaba diciendo a Kota que había alguien más como nosotros en ésta reunión – dijo uno de ellos, extendiéndome una de sus manos – Yo soy Totsuka Shota – dijo con una amable sonrisa y él es mi pareja, Yabu Kota.

- Es un placer – dijo el recién nombrado esbozando una gran sonrisa.

Luego de esa pequeña charla y como si nuestras mentes hubiesen estado conectadas desde aquel encuentro, me acerqué a la cumpleañera, quién al verme no dudo ni un segundo en dirigirme la palabra. Hablamos durante largo rato y aprovechando que todos estaban distraídos, salí junto con ella hacía el enorme jardín, llevándola a lo más profundo de éste, en donde aquellos dos nos esperaban, dándonos el festín de nuestras vidas con aquella jovencita.

Nunca había pensado en la posibilidad de formar equipo con algún otro vampiro, pero ellos eran especiales y algo me decía que tenía que estar cerca de ellos. Al pasar el tiempo llegué a tener mejor afinidad con Kota, quizás porque habíamos sido convertidos casi a la misma edad y tenido vidas similares cuando éramos humanos, aunque a diferencia de mí, éste estaba comprometido, según él, con la mujer más horrible de su pueblo, un acuerdo ruin que su padre había hecho con los de ésta para casarlos y así ampliar sus riquezas. Pero meses antes de que se pudiera perpetuar la unión él conoció a Tottsu, un vampiro de más de doscientos años, quién había sido convertido por una vampiresa que se apiadó de él luego de verlo desangrarse en medio de la calle. Kota se enamoró como un loco de éste después de haber pasado una noche apasionada juntos y sin importarle nada que éste fuera una criatura sobrenatural pidió ser cómo él y Tottsu quién había quedado maravillado con Kota no dudó ni un segundo en hacerlo. Huyendo juntos de ese pueblo para jamás volver, no sin antes acabar con su propia familia y la de su prometida.

También conocimos a un excéntrico vampiro llamado Inoo Kei. Era un ser sumamente precioso y con un aroma bastante peculiar. Llegué a pensar en la posibilidad de hacerlo mi pareja apenas lo vi sentado en una cafetería, tomándose un café, pero éste se negó rotundamente.

- ¿Por qué no? Nos divertiríamos mucho juntos – dije un poco insistente.

- Lamento mucho decepcionarte, pero no tengo interés en viajar y mucho menos de entablar una amistad con personas como ustedes, si es que se les puede llamar de esa manera – dijo secamente sin siquiera mirarme.

- ¿Acaso te crees mejor que nosotros?

- No es que me crea mejor, simplemente no comparto la ideología de vida que tienen ustedes, no disfruto de hacerle daño a la gente y puedo darme cuenta de ello por tu olor.

- En verdad que eres raro – reí burlonamente.

- Ese es el mejor cumplido que me han hecho – rió mirándome por primera vez – así que te pido el favor de que te retires, tu solo olor me enferma – dijo volviendo a apartar su vista de mí y haciendo caso a su petición me retiré de ahí rápidamente. A pesar de esa apariencia tan delicada que tenía, por sólo la manera en cómo me miró pude intuir que sería peligroso si me quedaba uno segundo más ahí.

Muchísimos años después nos enteramos que Inoo Kei mantenía una relación clandestina con un famoso cazador, ayudando también a éste en sus misiones, muriendo tiempo después a manos del hermano de su amante, que final tan desgraciado para alguien tan especial como él.

Pasó el tiempo y no hacía más que admirar el infinito amor que se expresaban mis dos compañeros. Ambos se amaban incondicionalmente y era algo que se podía vislumbrar en sus miradas, sus actos y sus palabras, aunque de vez en cuando tuve participación en sus encuentros sexuales, disfrutando todo lo que podía de ellos. Pero toda esa felicidad se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos, todo por culpa de los despreciables cazadores.

Kota sufrió muchísimo al perder a su ser amado, había escuchado de parte de ellos que para un vampiro eso era lo peor que podía pasarle y al ver a mi amigo en ese estado pude darme cuenta de eso. Pero poco a poco pudo reponerse y ser el mismo de antes, pero con una sed de venganza incalculable y que prometió cobrársela a ese maldito cazador, convirtiéndose en un ser más sádico de lo usual, pero eso era algo que me encantaba de él.

 

- Me pregunto qué estarás haciendo ahora – sonrío mirando hacia la ventana, sobresaltándome un poco al percibir cierto aroma familiar cerca de la mansión, un olor a durazno – Yuri… - Vuelvo a olfatear para estar más seguro, confirmando que si es él, percatándome también de otros olores alrededor de éste, uno de ellos también conocido – Así que ya se han dado cuenta – sonrío para mis adentros, quería evitar éste encuentro, pero si no me queda de otra tengo que salir y enfrentarlos, no permitiré que me arrebaten a Yuri.

 

*Yuri*

- ¿Estás seguro de esto Yuri? – Pregunta Hikaru preocupado.

- Me lo han preguntado tantas veces que siento que ya comienza a molestarme – respondo con una sonrisa nerviosa.

- Lo siento – dice haciendo una reverencia – es que no puedo evitarlo, es como si te condujéramos a la boca del lobo.

- No tienes por qué preocuparte, ya he estado ahí varias veces…

- Bueno, no es momento de estar discutiendo – dice mi hermano Daiki, dándome una linterna - ¿Estás listo?

- Sí… - Respondo un poco temeroso.

- Vas a estar bien, nosotros estaremos contigo – dice revolviendo un poco mis cabellos.

- Creo que lo mejor sería que se quedaran aquí, no quisiera que los descubriera.

- A éste punto ya debe saber que estamos acá – dice mirando hacia la mansión – puedo sentir que se acerca… - Y justo como dijo mi hermano, a los pocos segundos se encontraba Yuya frente a nosotros

- Yuya… - Susurro al verlo, queriendo acercarme a él pero mi hermano me sostiene un poco fuerte del brazo.

 

*Daiki*

- Yuri mi amor ¿Qué te trae por acá? – Pregunta aquel ser sonriendo de oreja a oreja – Al parecer vienes acompañado – dice mirando a los presentes – debí intuir que tarde o temprano sucedería esto – suspira – después de todo me enamoré del hermano de unos cazadores.

- Veo que no eres nada tonto.

- Ese es mi Don – ríe - Por cierto, es un gusto por fin conocerte – dice haciendo una leve reverencia - me siento tan halagado de estar frente a tan grande eminencia – dice en un tono burlón.

- Ojalá yo pudiera decir lo mismo – digo serio – se las arreglaron muy bien para engañar a mi olfato.

- Teníamos que tomar precauciones, tu nombre es muy famoso entre nuestra especie.

- Gracias, me siento muy halagado de ser tan famoso entre ustedes.

- ¿Y a qué debo el honor de su visita? – Pregunta sin dejar de observar a Yuri, que está temblando un poco.

- Yuya yo… – Susurra soltándose de mi agarre, caminando rápidamente hacia donde se encuentra su amado – necesito hablar contigo.

- ¿Hablar? ¿De qué? – Pregunta curioso.

- Sobre nosotros… De lo que pasará de aquí en adelante… - Dice completamente nervioso.

- ¿Y qué es lo que va a pasar? ¿Vas a dejar que me maten?

- No, por supuesto que no…

- ¿Podemos hablar a solas? – Pregunta mientras me mira, esperando atento mi respuesta.

- No sé si deba confiar en alguien como tú – digo tratando de mantenerme sereno ante la situación. No puedo evitar sentirme un poco asustado por la presencia tan hostil de ese sujeto.

- Por favor hermano, déjame hablar con Yuya a solas – dice Yuri sin apartar la mirada de él.

- Pero Yuri…

- Él no me hará daño ¿verdad? – Dice dirigiéndose a él.

- Claro que no – dice acariciando delicadamente su mejilla derecha.

- Está bien – suspiro – les daré quince minutos para que hablen.

- ¿Y qué sucederá pasado el tiempo?

- No lo sé exactamente, eso dependerá de ti.

- Que considerado eres – sonríe.

- Agradece que estoy conteniendo mis ganas de cortarte la cabeza – digo sosteniendo fuertemente mi guadaña.

- Daiki por favor… – dice Yuri volteando a mirarme, puedo ver algo de temor en su rostro.

- Bien, vayan y hablen – digo ya resignado – si pasados los quince minutos no salen, entraremos a la fuerza.

- Vamos adentro Yuri – dice tomando a mi hermano de la cintura, ignorándonos completamente, entrando ambos a esa enorme mansión.

- ¿Estás bien con eso Daiki? – Pregunta Fujigaya-san, mirando con preocupación la escena.

- Si te soy sincero – suspiro - no estoy para nada tranquilo, ese sujeto es muy peligroso.

 
*Yuya*

- Mi hermoso Yuri, estoy tan feliz de que estés aquí – digo comenzando a repartir besos sobre su rostro – sentía que no podía seguir esperando hasta mañana para tenerte entre mis brazos – digo comenzando a acariciar su cuerpo.

- Yuya… ¿Qué haces? Tenemos que hablar de algo muy serio – dice apartándome con algo de rudeza, puedo ver el miedo en su mirada.

- ¿Ya lo sabes? ¿Sobre lo que hice? – Asiente temeroso - ¿Y qué es lo que piensas? ¿Eso cambia en algo lo que sientes por mí?

- No es eso… Es que… La verdad no sé qué pensar… - Dice preocupado.

- No tengas miedo de mí, yo no te haría daño – digo besando su frente.

- Pero le hiciste todo eso a esas mujeres, es horrible sólo de pensarlo.

- ¿Y qué querías que hiciera? Tengo que alimentarme de algún modo.

- Pero…

- Amor mío – digo sosteniéndolo fuertemente entre mis brazos - ¿No quisieras ser cómo yo? ¿Vivir juntos eternamente? – Pregunto besando luego su mejilla, disfrutando de sentir su cuerpo temblar. 

CONTINUARÁ...