29/4/22

COMPASS ROSE - Capítulo 6

Hola Hola!!!!!!

Espero que estén muy bien y de no ser así les mando un super fuerte abrazo 💕
Hoy les traigo el capítulo 6 de éste hermoso serial, quería esperar a publicarlo mañana, pero las ganas me pudieron más así que lo haré ahora mismo 😂

El nuevo single de JUMP pinta demasiado bien y me da dolor pensar en que Hikaru no va a estar, aunque fue muy considerado de su parte que apareciera en una de las portadas y también en sus fotos de perfil, pero aunque me entristece me siento a la vez tranquila, deseo que el tratamiento vaya muy bien y que podamos verlo nuevamente, espero logre hacerlo antes de que empiecen las actividades del 15 aniversario, pero todo depende de cómo evolucione, así que demos nuestras mejores vibras desde aquí. 

También Okura Tadayoshi de Kanjani8 va a tomarse un descanso ya que se ha sentido mal últimamente, deseamos su pronta recuperación 💟

Y otro que se fue de hiatus fue el manga de Black Clover 😂 Al parecer sólo será por 3 meses, mientras el mangaka toma un descanso y comienza a planear el acto final, así que a esperar juiciosamente su regreso.

¿Hay algún manga/anime/dorama/serie/telenovela que estén viendo últimamente? Yo estoy viendo Bleach y de vez en cuando Rebelde Way por Netflix jajajajajaja X'D 

 Y para no alargarme más muchísimas gracias por sus bellos comentarios, siempre los leo con muchísima ilusión y me agrada mucho conocerlas un poco más. 

Nos leeremos en el siguiente mes!!!!! 



Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan




Capítulo 6

*Hikaru*

- Por cierto Yuri – digo mientras peino el cabello de éste, por todo el ajetreo se me había olvidado preguntarle algo esencial - ¿cuándo es tu cumpleaños? – Pregunto notando la mirada de sorpresa del pequeño en el reflejo del espejo frente a nosotros.

- Es el 30 de noviembre – responde luego de pensarlo un poco, a veces es muy común que los niños no suelan recordarlo.

- ¿En serio? – Pregunto entusiasmado mientras el pequeño asiente – mi cumpleaños es el 2 de diciembre – digo alegremente – dos días después del tuyo.

- ¡Eso es genial! – Exclama emocionado - Entonces deberíamos de celebrar nuestros cumpleaños juntos – dice el pequeño con ilusión.

- Esa es una muy buena idea – digo sonriente – todavía faltan varios meses para aquello, así que tenemos tiempo de sobra para celebrarlo como se debe – digo dedicándole una gran sonrisa, dejándolo perfectamente peinado para bajar a desayunar.

Y así, rápidamente pasaron cinco meses desde que trajimos a Yuri a éste reino y no puedo sentirme más aliviado de verlo tan feliz y tan cómodo en éste. En un inicio a Kota y a mí nos preocupaba el que no pudiera sentirse a gusto dadas las circunstancias por las que había llegado aquí, pero nos alegramos tanto de que no resultara así y verlo tan contento es la mayor de nuestras alegrías.

Pero el momento de mayor satisfacción para ambos fue cuando un día de repente comenzó a llamarnos papá y aunque Kota no lo demuestre mucho estoy seguro de que eso lo hace muy feliz al igual que a mí. Haciendo por fin el trámite para que Yuri quedara registrado legalmente como nuestro hijo.

El otoño está próximo a terminar y junto con éste llega el cumpleaños número nueve del pequeño Yuri y como habíamos acordado en aquella ocasión celebraríamos nuestros cumpleaños juntos, aunque claro que el gran protagonista sería él.

En el verano pasado habíamos celebrado el cumpleaños del príncipe Yuto, quién tuvo un enorme festejo en su honor, varios niños de la nobleza fueron invitados, entre ellos el pequeño Ryutaro, siendo esa la primera vez que Yuri y él se encontraban, forjándose una linda amistad entre ambos quienes se la pasaron jugando junto con el príncipe en toda la celebración.

- ¿Por dónde debería de comenzar? – Pregunto para mis adentros mientras miro nuevamente la lista de algunas cosas que quiero comprar para la fiesta, entre esas el regalo para Yuri, pero lo que menos me esperaba en esos momentos era resultar en el suelo con algo o más bien alguien encima de mí.

- Lo siento… - Dice ese alguien en un susurro, a quién no le puedo ver muy bien el rostro ya que está cubierto en su mayoría por una caperuza negra - ¿Quieres venir conmigo?

- ¿Eh? ¿A dónde? – Pregunto más que consternado, siendo ayudado por éste a levantarme del suelo bajo las miradas curiosas de los transeúntes, para luego comenzar a correr como locos por las calles del pueblo, deteniéndonos finalmente dentro de un callejón, respirando agitados por aquella maratón que acabamos de hacer - ¿Pero qué rayos te pasa? – Pregunto al por fin regular mi respiración - ¿Acaso eres un secuestrador? ¿Un ladrón? O quizás… ¿Un asesino? – Digo completamente asustado, comenzando a temblar de sólo pensar que quisieran hacerme daño, todavía soy muy joven para morir. 

- ¡No soy nada de eso! – Exclama apartándose la caperuza, quedándome atónito al ver su hermoso rostro.

- Esto… - Me quedo mirándolo por no sé cuánto tiempo, nunca había visto a éste chico en el reino ¿será extranjero?

- Lo siento mucho, no era mi intención asustarte – dice haciendo una reverencia – es que acabo de llegar y no conozco a nadie de por aquí.

-¿Y por eso te me tiraste encima?

- Oh no, es sólo que estaba huyendo de alguien – dice sonriente ¿cómo puede decir eso y poner esa cara? – Pero no te preocupes, no es peligroso.

- ¡¿Cómo quieres que no me preocupe?! – Exclamo entre enfadado y nervioso.

- No voy a hacerte daño ¿acaso parezco alguien que podría hacerlo?

- A simple vista no, pero ya sabes que los lobos se disfrazan de ovejas – digo con desconfianza.

- Eres muy divertido – dice éste chico con una gran sonrisa - ¿Quieres ser mi acompañante en el día de hoy?

- ¿Tu acompañante? – Pregunto confundido.

- Sí, como ya te he dicho antes ésta es mi primera vez en éste reino y me gustaría conocerlo un poco mejor.

- Para eso están los guías, no entiendo por qué me pides eso – digo queriendo salir de ese lugar, pero aquel chico se atraviesa en mi camino.

- Por favor, acompáñame – dice sujetando mis manos, mirándome fijamente.

- Pero… ¿Por qué yo?

- Porque pienso que eres una buena persona.

- ¿Y si no lo soy?

- Pues correré el riesgo – dice sin apartar su mirada de mí, haciéndome sentir algo inquieto.

- Está bien… - Digo resignado – pero yo también tengo cosas que hacer, así que…

- Te acompañaré a hacer tus cosas – dice rápidamente, mirándome con completa ilusión – en serio, muchas gracias – dice haciendo otra reverencia.

- No es nada – digo desviando un poco la mirada, siento que se me va a salir el corazón si lo sigo mirando.

- Ryosuke – dice sonriente.

- ¿Eh?

- Ese es mi nombre ¿cuál es el tuyo? – Pregunta curioso.

- Hi… Hikaru – respondo todavía nervioso.

- ¿Hikaru? Ese es un nombre muy lindo – dice con una cálida sonrisa.

- Gracias… ¿A dónde quieres ir primero? – Pregunto tratando de cambiar de tema.

- Quiero ir a una pastelería – dice tomándome del brazo – quiero probar el mejor pastel de fresas que tengan – dice mientras comenzamos a caminar así de juntos, éste va a ser un día muy largo.

 

*Yuya*

- ¿Cómo van los preparativos para el cumpleaños de Yuri? – Pregunto mientras reviso unos documentos que están sobre mi escritorio.

- Va todo muy bien – responde Kei mientras acomoda unos libros en el librero – jamás pensé en ver a Kota tan dedicado en algo que no sea para Ryutaro.

- Creo que a todos en el reino nos sorprende – río un poco – aunque Hikaru no se queda atrás.

- Es normal, el pequeño Yuri es como un hijo para ambos – dice sonriente – ya sabemos qué esperar cuando tengan hijos propios.

- Eso no lo dudes, sus cumpleaños serán todo un acontecimiento – sonrío sin apartar mis ojos de aquel documento – por cierto Kei, hay algo de lo que me gustaría hablar contigo.

- ¿Qué sería? – Pregunta acercándose.

- Como sabrás, nuestra relación con el reino de Ichigoland está yendo por muy buen camino.

- Así es su majestad, todo gracias a que has continuado con la gestión que su difunto padre le encomendó.

- Ésta mañana me llegó ésta carta de parte de la reina – digo al mismo tiempo que se la entrego para que la lea.

- Ya veo… - Susurra mientras lee rápidamente aquel papel - ¿Un compromiso? – Pregunta mirándome con confusión.

- En mi último viaje lo comentamos y nos pareció una buena manera de enlazar ambos reinos.

- ¿Piensa usted casarse con alguien de ese reino?

- No, yo no soy el que va a comprometerse.

- ¿Entonces quién?

- Verás, aquel chico es el hermano menor de la reina, tiene quince años así que entre los dos pensamos que lo ideal sería que se comprometiera con Daiki…

- ¡Esto tiene que ser una broma! – Exclama Kei con notable molestia, haciéndome sobresaltar por la sorpresa.

- ¿Pero por qué te pones así? – Pregunto un poco confundido, no entiendo éste accionar de mi amigo y consejero real.

- ¿Por qué no mejor eres tú el que se casa con ese chico?

- Porque yo no acepté…

- ¿Y te parece bien que Daiki lo haga sólo porque tú no quisiste? – Dice mientras estampa sus manos sobre el escritorio. 

- Kei, entiendo que aprecies mucho a mi hermano, pero no tienes por qué comportarte así y menos por algo que a ti no te incumbe – digo serio.

- Lo siento su majestad, es sólo que Daiki es un niño todavía y…

- ¿Pensarías lo mismo si se tratara de Yuto? – Pregunto mirando con curiosidad a mi amigo, quién me mira sorprendido.

- Su majestad yo…

- No tienes que preocuparte por eso, el compromiso se dará a cabo en caso de que ambas partes muestren interés romántico en el otro, de lo contrario no se hará – suspiro – por eso no acepté el compromiso, no tengo interés en casarme todavía y menos con un mocoso – río divertido – aunque él tampoco se vio muy interesado en eso.

- Ya veo…

- De momento queremos que se conozcan y si se gustan más adelante hablaríamos de algún posible compromiso, de lo contrario no pasaría nada, no es de nuestro agrado hacer que se casen si no están enamorados.

- Siento mucho el haberme comportado así – dice reverenciándose – no volverá a pasar – dice apenado.

- Lo dejaré pasar sólo porque es la primera vez que actúas de esa manera, pero para la próxima tendré que reprenderte.

- Y está en todo su derecho su majestad, no es propio del consejero tomar ese comportamiento tan hostil contra usted.

- Espero que no vuelva a pasar – digo con seriedad, pero luego le dedico una sonrisa – quieres mucho a Daiki ¿verdad?

- Sí, es como un hermano para mí…

- Me alegra mucho saber que Daiki cuenta con el cariño de alguien como tú, pero no te lo tomes tan literal, ni siquiera yo soy tan celoso con mis hermanos.

- Mis disculpas su majestad – sonríe un poco - ¿necesita que lo ayude con algo más?

- Sí, por favor tráeme éste libro – digo mientras anoto el nombre de éste en un pedazo de papel -  debe estar en la biblioteca.

- Sí su majestad, con mucho gusto se lo traigo – dice yendo hacia la puerta.

- Kei.

- ¿Sí?

- No le comentes nada de esto a Daiki.

- No lo haré su majestad.

- Y por último – digo mirándolo fijamente - la próxima vez espera a que termine lo que tenga que decirte.

- Sí señor – dice saliendo rápidamente del lugar, totalmente avergonzado, espero no volver a ver a Kei tan molesto, me ha dado mucho miedo.

 

*Ryosuke*

No entiendo muy bien el por qué, pero desde que había visto a Hikaru caminando a unos cuantos metros de mí no pude evitar querer acercarme a él, separándome de las personas que me acompañaban para caminar en su dirección, pero terminé tropezando con algo y por ende caí encima suyo, así que asustado y apenado por la situación salí corriendo junto con él.

- Huele muy bien – digo sin haberme despegado todavía de su brazo, al parecer no le molesta porque no me ha dicho que me aparte.

- Eso es porque ya estamos cerca – dice con una sonrisa, llegando ambos al frente de lo que parece una pastelería.

- Es preciosa… - digo en un susurro, extasiándome del olor a pan y bizcochos recién horneados.

- Los pasteles de aquí son los mejores del reino ¿entramos?

- ¡Claro que sí! – Exclamo entusiasmado, entrando juntos al local.

- Señor Hikaru no esperaba verlo tan pronto por aquí – dice al parecer uno de los empleados acercándose a nosotros - ¿viene a pedir otro piso para el pastel?

- Oh no, con seis está más que perfecto – dice amablemente.

- Veo que viene muy bien acompañado – dice mientras me mira con curiosidad.

- Él acaba de llegar al reino y me ofrecí a acompañarlo para que lo conozca un poco.

- El señor Hikaru es siempre tan amable – dice sonriente - ¿Qué quieren probar?

- Yo quiero pastel de fresas – digo sin titubear – y un té verde.

- ¿Y usted señor Hikaru?

- A mí tráeme un té de jazmín.

- ¿Sólo eso?

- Sí por favor.

- Ya en un momento se los traigo, tomen asiento por favor – dice el señor yendo hacia la cocina.

- Oye.

- ¿Sí?

- ¿Qué es eso de otro piso para el pastel? – Pregunto curioso, ¿será un tipo de saludo extraño de éste lugar?

- Sobre eso… - Dice pensativo – es un pastel de cumpleaños.

- ¿Para quién?

- Para el cumpleaños de mi hijo y el mío – dice tranquilamente y por primera vez desde que salimos del callejón me aparto rápidamente de él - ¿es usted casado? – Pregunto sintiéndome avergonzado.

- No, por supuesto que no.

- ¿Entonces es viudo? ¿Divorciado?

- No soy nada de eso – ríe divertido – Yuri es un niño que adopté junto con un amigo, es un chiquillo muy dulce.

- Ya veo – suspiro aliviado y un tanto feliz por lo que acabo de escuchar, tomando asiento seguido de él, esperando a que llegue nuestro pedido que no demoró en llegar.

- ¿Entonces cumplen años el mismo día?

- La verdad es que no, pero si están demasiado cerca y Yuri insistió en que lo celebráramos juntos.

- Eso es muy lindo – digo enternecido, dándole una probada al enorme trozo de pastel que me han traído - ¡Delicioso! – Exclamo embelesado.

- Te dije que aquí estaban los mejores pasteles del reino – dice dedicándome una preciosa sonrisa, haciendo que mi corazón de un pequeño vuelco.

- Muchas gracias – digo para después degustar otro bocado del exquisito pastel – ¿vives aquí desde hace mucho tiempo? – Pregunto queriendo saber un poco más de él.

- Desde que nací, mi familia es de las más antiguas de éste reino - ¿Y tú de dónde vienes? – Pregunta dándole luego un sorbo a su té.

- De muy lejos – digo dando otra probada a mi postre – de tan lejos que ya ni me acuerdo como se llama el lugar de donde vengo.

- ¿Viajas mucho?

- Sí, desde muy pequeño, siempre es divertido conocer nuevos lugares y también a personas interesantes – digo sin despegar mi mirada de él.

 

*Hikaru* 

Pasamos el resto de la tarde recorriendo gran parte del pueblo, conversando sobre diversas cosas mientras aquel chico llamado Ryosuke me acompañaba a comprar lo que necesitaba para la fiesta al igual que el regalo para el pequeño Yuri. Mis piernas comienzan a doler, pero tal parece que a éste muchacho no se le acaba la energía nunca.

- Muchas gracias – dice deteniéndose de repente.

- ¿Eh? ¿Gracias por qué?

- Por acompañarme hoy, ha sido muy divertido.

- Ha sido un día extraño pero no puedo negar que me he divertido mucho también y debo agradecerte por ayudarme a escoger el regalo de Yuri.

- No es nada, espero que le guste – dice sonriente – me gustaría quedarme un poco más contigo, pero de seguro mis compañeros deben estar muy preocupados por mí.

- ¿Ya te vas? – Pregunto con un poco de tristeza - ¿Quieres que te acompañe?

- No es necesario, ya has hecho mucho por mí y de seguro debes de estar muy cansado – sonríe.

- Es verdad, pero podríamos tomar un carruaje…

- Así está bien – dice acercándose lo suficiente para darme un beso en la mejilla, dejándome perplejo ante tal acto – nos veremos pronto, te lo prometo – dice brindándome una cálida sonrisa antes de comenzar a correr, desapareciendo así de mi vista.

- ¿Qué fue eso? - Susurro mirando hacía aquella dirección por largo rato – que chico tan extraño – río nervioso – Yuri debe estar preocupado, es mejor que vuelva al castillo – digo para mí mismo, deteniendo con una seña un carruaje que viene pasando. 

CONTINUARÁ...