2/7/20

Amor Carmesí

Hola, Hola!!!!!!
¿Cómo están todos?
Espero que la estén pasando bien durante ésta cuarentena, entiendo que para muchas personas es una situación difícil, pero hay que ser fuertes y velar no sólo por nuestra salud sino también por la de nuestros seres queridos.
La semana pasada fue mi cumpleaños y la pasé muy bien con mi familia, también durante ésta cuarentena mi colección del manga de Katekyo Hitman Reborn ha crecido un poco más X'D
Bueno, no me alargo más y que disfruten mucho de éste capítulo 13!!!!
Muchas gracias siempre por su apoyo, en verdad que sus comentarios me hacen muy feliz!!!!
Y cómo siempre éste serial va dedicado a Yojhannah Tomatito!!!!!!




Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan

Capítulo 13

*Daiki*

- Creo que ya es hora de que vayamos por tus cosas a la casa cural – dice Keito mirando el reloj que está en la sala.

- Sí, será mejor hacerlo antes de que anochezca.

- ¿Vas a mudarte también? – Pregunta Rysouke.

- Sí, va a quedarse aquí en mi casa – responde Keito sonriente.

- Veo… - Dice Ryosuke, cambiado su expresión a una de molestia.

- ¿Pero sabes? Creo que con Hikaru y Ryutaro bastará, es más que todo sólo ropa y otros objetos personales – digo rápidamente.

- ¿Pero estás seguro?

- Por supuesto que sí, además Ryosuke ha venido aquí a hablar contigo ¿no es así?

- Lo que tenía que decir ya lo he dicho, no es necesario que me quede.

- A mí no me molestaría que te quedaras un poco más – dice Keito.

- Bueno, entonces los dejaré por ahora – digo saliendo rápidamente de la casa, sin dejar de esbozar una enorme sonrisa.


*Keito*

- Que molesto es – dice Ryosuke dando un suspiro.

- En verdad que estoy muy contento de que vuelvan a hablar normalmente, jamás pensé que eso volvería a pasar – sonrío - ¿algo pasó?

- No pasó nada en particular – dice desviando la mirada.

- Vamos, dime, no se lo diré a nadie.

- No molestes – dice apartándose de mí.

- Lo extrañabas ¿verdad?

- No voy a hablar de eso contigo, creo que es mala idea que me quede.

- Por favor quédate – digo tomando con delicadeza una de sus manos – hace mucho que no estamos solos tú y yo.

- ¿Pero qué dices? Nos vemos casi a diario.

- Pero no de la manera en que yo quisiera – digo acercando mi rostro al suyo, dándole un dulce beso en la frente.

- Keito... sabes que yo…

- Tranquilo, lo sé y no me importaría esperar más tiempo por ti – digo acariciando su rostro.

- Joven Ryosuke ¿le gustaría probar de la tarta de fresas que he hecho? – Dice Kaoru-chan llevando dicha tarta sobre una bandeja.

- Claro que sí, muchas gracias – dice tomando un trozo de ésta – está delicioso – dice alegremente, tomando luego otro pedazo.  

- Lo consientes demasiado Kaoru-chan – sonrío al ver cómo éste se va junto con la bandeja a la sala del comedor.

- Es que el Joven Ryosuke siempre ha sido muy lindo desde niño – sonríe – me acuerdo cuando venía junto con el Joven Daiki a quedarse los fines de semana para jugar contigo.

- Es verdad, siempre ha sido muy lindo.

- Lamento mucho todo lo que ha tenido que pasar.

- Yo también – suspiro – pero ya no se puede devolver el tiempo, me hubiese gustado estar ahí para ayudarle y que fuera feliz, aún si era al lado de otro.

- Pero todavía tienes oportunidad Amo Keito, no te rindas tan fácilmente.

- ¿De qué tanto hablan ustedes dos?

- ¡De nada! – Exclamo nerviosamente, temiendo que haya escuchado algo.

- Estaba hablando con el Amo Keito de que debería preparar galletas para los invitados – dice Kaoru-chan alegremente - ¿quisieras ayudarme Joven Ryosuke?

- Quizás…

- Entonces está decidido – dice tomando a Ryosuke por los hombros, llevándoselo hacia la cocina.


*Yuya*

-¿Seguro qué no te duele? – Pregunto preocupado mientras seco el cabello de mi precioso Yuri, luego de haber tomado un baño juntos.

- Sí, estoy bien, no te preocupes – sonríe dulcemente.

- Te amo tanto – digo acercando mi rostro al suyo para besarlo, siendo tiernamente correspondido.

- Y yo te amo ti, muchísimo – sonríe.

- Vamos a alistarnos rápido que pronto se hará de noche – digo besando su frente, levantándome de la cama para comenzar a vestirme ante la atenta mirada de mi amado.

- Eres hermoso – dice levemente sonrojado.

- No más que tú – sonrío – es mejor que te vistas antes de que quiera hacerte algo, de nuevo.

- La verdad es que no quisiera irme – dice haciendo un adorable puchero.

- Yo tampoco quiero que te vayas – digo acariciando su rostro, si por mí fuera lo mantendría siempre a mi lado, así fuera contra su voluntad, pero no quiero presionarlo, al menos no ahora.

- Pero si no lo hago mis hermanos se preocuparán – dice mientras comienza a vestirse.

- No te preocupes, ya tendremos tiempo para estar juntos, por la eternidad si es posible.

- ¿Por la eternidad?

- Claro, en el caso de que quisieras ser un vampiro al igual que yo – acaricio su mejilla - ¿No te gustaría?

- Sobre eso…

- No tienes que responderme ahora – sonrío llevando mi mano hacia su cabeza – cuando decidas convertirte en uno, sólo dímelo y te lo concederé.

- ¿Es doloroso? – Pregunta curioso.

- No te voy a negar que lo es, pero el dolor es soportable.

- ¿Y tú quisieras que me convirtiera en uno?

- Por supuesto que sí, pasar una eternidad juntos – digo besando sus labios al estar ya ambos completamente vestidos.

- Lo pensaré…

- No te sobre esfuerces pensando en ello, esperaré el tiempo que sea.

- Gracias – responde sonriente.

- Te amo – sonrío y escucho el relinchar de los caballos afuera indicando que ya estaba el carruaje esperando por nosotros. - ya es hora de irnos – digo dando un último beso antes de salir.


*Yuri*

Subimos al carruaje y éste comenzó a andar deprisa de vuelta al pueblo de dónde vengo. Al llegar a la entrada de mi casa nos despedimos con un fuerte abrazo y un apasionado beso. Entro a ésta y voy directamente a mi habitación, tirándome sobre la cama, con todo lo ocurrido en éste día dando vueltas por mi cabeza.

- ¿Qué debería hacer? – Susurro a la nada, sintiéndome eufórico por la experiencia de haber tenido mi primera vez con Yuya, de tan sólo recordar lo dulce y lujurioso que fue durante éste, de sentir sus labios y manos recorrer todo mi cuerpo, las palabras tan hermosas que me dedicaba, sin duda será un momento que recordaré por siempre, pero a la vez me siento preocupado por la revelación de saber que es un vampiro, de la proposición de convertirme en uno y estar juntos por la eternidad, pero me asusta también pensar en ese lado oscuro que ha de tener, aquel del que temo saber la respuesta.


*Kota*

- Ah, se me ha escapado una buena presa – digo con algo de decepción, pensando en el precioso chico de cabellos negros que había encontrado aquella tarde

- ¿Todavía no has encontrado nada interesante? – Pregunta de repente Yuya, sentado sobre la rama de un árbol.

- ¡Me has asustado! – Exclamo.

- ¿Cómo que te has asustado? Tú das más miedo que cualquier otra cosa – dice sonriente, al mismo tiempo que baja del árbol

- Que gracioso estás hoy.

- Sólo estoy feliz.

- Parece que ese niño resultó ser una maravilla en la cama.

- Realmente lo ha sido – sonríe - aún para haber sido su primera vez, se ha desempeñado muy bien – dice alegre y un tanto sonrojado.

- ¿Y dónde está ahora?

- Lo he dejado en su casa.

- ¿En serio? Pensé que después de tomarlo ibas a encerrarlo en una jaula para siempre – río divertido.

- Créeme que ganas no me han faltado, pero he decidido esperar un poco más.

- Eso es muy caballeroso de tu parte.

- ¿Y cómo te ha ido? Me sorprende que no hayas conseguido algo ya.

- De hecho había encontrado una presa realmente preciosa, pero no pude obtenerla porque un imbécil llegó e interrumpió mi cacería.

- Que desafortunado.

- Pero igualmente volveré por ella en otro momento, no me rendiré hasta conseguirla, aunque de una vez te advierto que no pienso compartirla contigo.

- Está bien, haz lo que quieras – sonríe – ya que estamos hablando de presas ¿Qué tal si buscamos algunas? Tengo mucha hambre.

- Está bien, hace mucho que no cazamos juntos – sonrío, comenzando a caminar junto con mi compañero en busca de algo para comer y también para pasar el rato.

CONTINUARÁ...