25/9/19

Dance the night away

Hola Hola 💖
Hoy traigo un fic bastante especial y que quiero dedicarle a mi preciada amiga Kaoru que está cumpliendo años 😍
La verdad se lo tenía debiendo desde hace mucho tiempo pero el principal problema ha sido que no es una pareja que yo shippee (?) así que me costó algo de trabajo, pero aquí está y espero te guste mi bella Kaoru, hecho con mucho amor para ti 😉
Y pues espero la siguiente semana tener listo el capítulo de Amor Carmesí, que ya está en proceso de elaboración 💕
Mucas gracias por sus comentarios y todo el apoyo y pues espero que les guste 💟


Tema: Dance the night away
Extensión: Oneshot 
Parejas: OkaBu (?) 
Autora: Akari-chan


- Yabu-senpai… – susurro viendo con detenimiento al nombrado, grabando en mi memoria cada gesto de su rostro, cada  movimiento de su cuerpo y cada gota de sudor que se escurre por su cuerpo.

Desde que entré a esta academia de baile simplemente nunca he dejado de mirarlo. Y a pesar de llevar más de un año aquí, nunca he tenido el valor de establecer ni siquiera una pequeña conversación con él, nunca pasa más de un “Hola” y un “Hasta luego”.

- Si lo miras tanto lo vas a desgastar – dice mi amigo Ryosuke, haciéndome dar un pequeño brinco del susto.

- No me asustes – susurro nuevamente – sólo quiero aprenderme bien los pasos de ese baile.

- Sí claro – sonríe - ¿Qué piensas hacer ésta noche?

- Pues la verdad no he pensado en nada.

- ¿Quieres venir conmigo a una fiesta? – Sonríe – Yuri también irá.

- No gracias, creo que me quedaré ensayando un poco más – digo pensando en que pronto tendríamos una presentación y quería hacerlo perfectamente.

- ¿No habías dicho que no tenías planeado nada?

- Pues lo acabo de planear.

- Que aburrido eres.

- ¿Además para qué quieres que vaya? Si siempre me dejan de violinista.

- Está bien – dice volviendo hasta donde está su novio, abrazándolo por la espalda y dándole un dulce beso en la mejilla, me hace muy feliz verlos juntos.

Se acabó el tiempo de receso y continuamos con la clase, sin dejar de mirar de vez en cuando aunque fuera de reojo a mí amor secreto y sin darme cuenta ya había terminado la clase y ya todos se encontraban recogiendo sus cosas.

- ¿En serio no quieres venir con nosotros? – Pregunta Yuri.

- No gracias, que les vaya muy bien - digo sonriente.

- Nos vemos mañana entonces – dice Ryosuke tomando de la mano a su novio para después salir del salón.

Esperé a que se fueran todos para comenzar a bailar, le di play a la grabadora y comencé a moverme ampliamente y con mayor libertad en el salón. De cierto modo me hace sentir más desinhibido el estar solo, puedo equivocarme sin temor a que alguien me mire y me juzgue, en verdad que me agrada éste sentimiento.

Al terminar la música escuché unos aplausos venir desde la puerta que da entrada al salón, sonrojándome de sobremanera al ver a mi espectador, dedicándome aquella dulce sonrisa que tanto me ha enamorado.

- No pensé que estabas por aquí todavía – dice entrando al salón acercándose a mí.

- Es que… Quería practicar un poco más… ¿Desde cuándo estabas observándome?

- Desde que empezaste.

- ¿En serio? – Pregunto sorprendido – no me había dado cuenta…

- ¿Te molesta si te acompaño? – Pregunta sonriente.

- En verdad que no quisiera molestarlo Yabu-senpai – digo apenado.

- Claro que no es molestia, igual no es que tenga algo que hacer ahorita.

- Pero…

- Además quiero ayudarte con algunos pasos que vi que se te dificultan.

- No creo que…

- Ya te dije que no me molesta, para mí es un gusto enorme el poder ayudarte.

- ¿Harías eso por mí? – Pregunto con algo de ilusión.

- Por supuesto.

- Gracias – digo, sintiendo su mano derecha revolver un poco mis cabellos.

- Bueno, primero que todo el baile es un poco sensual y pues…

- ¿Pues?

- Pienso que estás un poco tieso en ese aspecto.

- ¿Tieso? – Pregunto un poco avergonzado de que me haga esa observación.

- Sí, esto… Creo que deberías de soltarte un poco más - dice sonriente.

- ¿Soltarme? – Sigo mirándole todavía confundido.

- No te preocupes, te explicaré – dice poniéndose detrás de mí, tomando suavemente mis caderas, haciéndome temblar por el contacto, comenzando a mover las suyas junto con estas, casi rozándose mi trasero con su…

- Lo… ¡Lo siento! – Digo apartándome bruscamente de él, completamente sonrojado.

- Debí preguntarte antes de tomarme tal libertad – dice sonriendo amablemente, sintiéndome muy tonto por reaccionar así.

- No pasa nada, es sólo que me tomó mucho por sorpresa.

- ¿Pero lograste entender a qué me refería? – Asiento todavía sonrojado, avergonzado por todo lo que estaba pasando. Seguimos practicando hasta que se dieron las diez de la noche, hora en la que cierra la academia.

- Okamoto-kun ¿Quisieras ir a cenar conmigo? – Pregunta con una enorme sonrisa, mientras siento que mi corazón late aceleradamente.

- No quiero ser una molestia Senpai – digo apenado.

- Claro que no es ninguna molestia – sonríe.

- Se lo agradezco mucho Senpai – digo haciendo una reverencia.

- No tienes que ser tan formal conmigo – ríe acariciando mi cabello – puedes decirme Kota.

- Pero…

- Entonces hagamos un trato, yo te llamaré Keito y tú a cambio me llamarás por mi nombre.

- Me parece bien – asiento alegremente.

Fuimos a tomarnos una ducha y luego de cambiarnos salimos finalmente a cenar. No podía estar más feliz en esos momentos y cómo ésta, muchas noches más pasaron en las que comenzamos a conocernos mucho más y a disfrutar de la compañía del otro. Llegando por fin el día de la tan esperada presentación, por la cual habíamos estado todo éste tiempo preparándonos, resultando ésta en todo un éxito.

- Keito estuviste genial – dice Yuri abrazándome fuertemente.

- Gracias – sonrío completamente orgulloso.

- Deberíamos ir a celebrarlo – dice Ryosuke emocionado.

- Pues la verdad no sé…

- Por mí no hay problema de que vayamos – dice Kota al acercarse a nosotros, habíamos quedado de salir  solos después de la presentación.

- ¿Estás seguro? – Pregunto un poco decepcionado, en verdad que quería estar a solas con él.

- Será divertido – sonríe acariciando mi cabeza, dedicándome nuevamente su hermosa sonrisa.

Llegamos a la discoteca que mis amigos normalmente frecuentan y al entrar a ésta estos dos ya se habían perdido entre la gente que se hallaba en la pista de baile. Kota me sonrió y tomando mi cintura me llevó a la pista de baile, comenzando ambos a bailar, demasiado cerca, cosa que de cierto modo me hacía sentir muy nervioso.

Bailábamos apaciguadamente, sin importar el ritmo que tuviera la música, disfrutando de tenerlo tan cerca y sólo para mí en esos momentos, nos miramos por un instante, uno que para mí fue bastante largo y de ser posible me hubiese quedado así toda la eternidad.

- ¿Estás bien? – Pregunta de repente cortando tan preciado momento para mí.

- ¿Eh? – Lo miro confundido.

- Es que estás bastante rojo – dice muy cerca de mi oído, ya que el volumen de la música está demasiado alto e impide poder hablar normalmente, haciéndome estremecer entre sus brazos.

- Kota… - cierro mis ojos completamente avergonzado, mientras que él levanta mi rostro haciendo que lo vuelva a mirar.

- Me gustas – dice sin rodeo alguno, besando dulcemente mi frente.

- ¿Eso es cierto? – Pregunto muy cerca de su oído también, bastante emocionado por su confesión, jamás había pensado que algo así sucedería, solamente en mi imaginación.

- Desde el primer día que entraste a la academia.

- ¿Tanto tiempo? – Asiente  sonriendo ampliamente - ¿No es broma cierto?

- ¿Por qué iba a mentirte con algo tan serio? – Dice besando ahora mi mejilla.

- Es que no lo puedo creer – digo abrazándome más a él, muy feliz.

- ¿Entonces aceptarías ser mi novio? – Dice mirándome con ilusión a lo que yo sólo asiento alegremente, dándole un dulce beso en la mejilla, recibiendo luego un cálido beso en los labios de parte de él, siendo correspondido de inmediato.

Terminando la noche entre dulces besos mientras bailábamos sobre la pista de baile.

FIN

2/9/19

Amor Carmesí

Hola Hola 💗
Aquí vuelvo con un nuevo capítulo de éste su Serial, "Amor Carmesí"😃
En verdad estoy muy contenta por el recibimiento que ha tenido, soy muy feliz de leer sus comentarios siempre 💖
Muchas gracias y como siempre éste va dedicado a Yojhannah Tomatito 💟




Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 3

- Quiero obsequiarte algo – dijo él alegremente, al mismo tiempo que se quitaba el rosario que siempre llevaba colgando de su cuello.

- Pero si esto es tuyo… De tu madre… - Dije mirándolo confundido.

- Sé lo mucho que adoras a Dios y al igual que mi madre siento que mereces tenerlo más que yo.

- Pero es lo único que te queda de ella – dije mirándolo con tristeza.

- No sé si lo que me ocurrió fue por obra y gracia de él, pero de no ser por eso no estaría aquí ahora, amándote como un loco – dijo besando mis labios dulcemente – Nada me haría más feliz que tú lo tengas.

- Gracias – sonreí sintiendo mi rostro enrojecer, lo amaba demasiado y que me regalara algo tan preciado para él me hacía sentir especial.


*Yuri*

Ha pasado una semana desde que lo vi en la Biblioteca, una semana entera pensando en él, anhelando volver a verlo en cualquier lugar por el que camino.

- Yuri ¿irás a la fiesta de cumpleaños de Yuka? – Pregunta mi hermano al verme en la sala leyendo un libro.

- Sí ¿por?

- Es para que le lleves esto de parte de nuestra familia – dice acercándome una caja rosada con un hermoso moño color rojo - Ella es la hija del Alcalde, sería de mala educación que no fuera un representante de la familia a la fiesta.

- ¿No irás conmigo?

- No puedo ir, tengo muchas cosas que hacer e investigar – suspiro profundo al escuchar eso, quería al menos pasar un momento de esparcimiento junto a mi hermano – ya habrá otro momento para salir juntos.

- Está bien – digo resignado.

- Pórtate bien y por favor no hables con extraños.

- Pero si la mayoría que van a ir a la fiesta son extraños – digo haciendo puchero.

- Sólo no lo hagas y punto.

- Iré a alistarme, que te vaya muy bien con el trabajo – digo dándole un abrazo.

- Gracias – sonríe correspondiendo a éste – voy a necesitar mucha suerte.

- Lo conseguirás – sonrío y luego de despedirnos voy rápidamente a mi habitación, comenzando a desvestirme para irme a bañar, será una noche muy larga y aburrida.


*Ryosuke*

- ¿Han encontrado algo? – Pregunto al entrar a la oficina, en donde ya se hallaban Keito y Hikaru entre un montón de papeles.

- Primero se dice buenas tardes – dice Hikaru sin despegar la vista de uno de los documentos.

- Buenas tardes – digo casi a regañadientes - ¿Han encontrado alguna pista?

- No, nada – dice Keito seriamente.

- Según los reportes de la policía no se encontraron pisadas cerca al río, como si los cuerpos aparecieran de la nada – dice Hikaru.

- Ellos vuelan – digo dando luego un pesado suspiro.

- Y tampoco tenemos idea de cómo son – dice Keito.

- Deberíamos averiguar en los registros de la gente que ha llegado al pueblo en los últimos meses – digo serio.

- Esa es muy buena idea Ryosuke – dice Keito levantándose para acariciar mi cabello, cosa que me apena mucho.

- ¡No soy un niño! – Exclamo un poco molesto.

- Lo siento, pero es que te ves muy tierno – sonríe – creo que ya es algo tarde para ir al registro, tendremos que ir temprano en la mañana.

- Es cierto – suspiro – ¿ya leyeron todos los documentos?

- No hemos llegado ni a la mitad – dice Hikaru.

- Entonces manos a la obra – digo finalmente sentándome en la silla de mi escritorio y comenzando a leer uno de los muchos reportes que hay sobre éste.


*Yuri*

Me miro por enésima vez en el espejo, creo que me he arreglado mucho para ir a un lugar al que desde un principio no deseo ir, pero tengo que hacerlo, por compromiso.

- Joven Yuri, el carruaje ya está listo – dice el mayordomo asomando su cabeza por la puerta de mi habitación.

- En un momento bajo – digo abotonando el último botón de mi chaleco, me pongo el saco y voy directo al carruaje.

El recorrido hacia la mansión en dónde se celebraría la fiesta se me hizo enormemente eterno, tanto que al pisar la entrada de ésta ya me quería devolver a casa. Entré al salón en dónde ya se encontraba el tumulto de gente y la hermosa cumpleañera con un precioso vestido rosado.

Me acerqué a la cumpleañera, entregándole el regalo que me había dado mi hermano para ella y con una sonrisa la felicito por cumplir un nuevo año de vida, ambos estudiamos en el mismo colegio así que de cierto modo habíamos tenido una que otra conversación, ella recibió el regalo con mucha alegría y me agradeció por haber asistido. Luego de eso uno de los sirvientes me lleva a la mesa que está reservada para mi familia, con tres sillas alrededor de ésta. Suspiro profundo al recordar que Daiki se encuentra de viaje y que por ende no había podido asistir al igual que Ryosuke.

- ¿Te molestaría si te acompaño? – Siento mi cuerpo helarse al escuchar esa voz, sacudiendo mi cabeza un poco, pensando que estoy comenzando a enloquecer - ¿No te acuerdas de mí? – Pregunta nuevamente esa voz, haciendo que ladee mi rostro hacía la dirección de dónde proviene ésta encontrándome con su bello rostro muy cerca al mío.

- Eres… - Mi rostro comienza a sonrojarse por la cercanía, así que me levanto de mi asiento estrepitosamente apartándome así de él.

- ¿Te he asustado? – Pregunta notándose un poco apenado.

- No… No es eso… Es sólo que no esperaba verte por aquí – respondo nerviosamente.

- Siento mucho si lo hice, pero no pude evitar acercarme al verte entrar por la puerta – sonríe, tomando mi mano como la otra vez y besándola dulcemente – estoy muy feliz de verte nuevamente.

- Esto…

- ¿Te parece bien si salimos al jardín?

- ¿Eh? ¿Por qué? – Pregunto un poco alterado, me siento estúpido al comportarme así.

- Para conversar un poco más tranquilamente, hace mucho ruido aquí – dice con total serenidad, todo lo contrario a mí.

- Cla… Claro – digo tratando de sonreír con más naturalidad.

Él sonriente me toma de la mano, sintiendo mi corazón latir rápidamente a cada paso que damos. Nos sentamos en una de las bancas del jardín, siendo iluminados únicamente por la luz de la luna, que brilla esplendorosa entre un millar de estrellas en el cielo.

- Estás hermoso hoy – dice acariciando mi mejilla con una de sus manos.

- Takaki-san…

- Llámame Yuya – dice besando ahora ésta, muy cerca de mis labios, haciéndome temblar un poco.

- Yuya… Yo…

- Lo siento si estoy siendo un poco atrevido – dice apartándose un poco de mí.

- No te disculpes, es sólo que…

- Lo sé, soy un extraño que conociste en la Biblioteca.

- No es eso… - Sonrío tratando de tranquilizarme, no puedo seguir comportándome como un idiota. 

- ¿Sabes? Durante todos estos días no he dejado de pensar en ti, de lo mucho que quiero estar a tu lado, quizás estoy apresurando las cosas pero mis intenciones contigo van más allá de una amistad.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- ¿Me permitirías pretenderte?

- ¿Quieres ser mi pretendiente? – Pregunto sintiendo una extraña e inmensa alegría en mi corazón.

- Sí – sonríe – no quiero que te sientas obligado, esperaré pacientemente hasta que me aceptes como tu pareja – dice alegremente, acercando sus labios a los míos, uniéndolos en un fugaz roce, sintiendo mi corazón agitarse por la emoción de mi primer beso - ¿entonces me aceptas cómo tu pretendiente?

- Acepto – sonrío, volviendo a juntar mis labios con los suyos, sintiéndome más relajado al estar con él.

Continuamos la conversación amenamente, riendo y hablando de casi cualquier cosa, besándonos a cada tanto, queriendo que estos momentos duraran para siempre, pero tenía que volver a casa o si no mi hermano se molestaría.

- ¿Ya te tienes que ir?

- Sí, ya debe estar el carruaje afuera esperando por mí.

- ¿Podemos vernos mañana?

- Claro – respondo alegremente – puedes pasar por mí a la salida del colegio.

- Estaré allí mañana – dice dándome un beso en la frente – que pases buena noche – besa mis labios dulcemente y luego de un fuerte abrazo nos despedimos uno del otro, ansiando que ya sea mañana para volverlo a ver.


*Yuya*

- En verdad no puedo creer que hayamos tenido que volver a éste pueblucho, me trae tan malos recuerdos – dice mi amigo Kota mirándome con total desaprobación.

- En primer lugar, yo no te pedí que vinieras conmigo y si te molesta tanto estar aquí bien puedes irte.

- Lo siento, no es para que te enojes – dice haciendo puchero – por cierto, te ves muy alegre ¿Pasó algo interesante ésta noche? – Pregunta sonriéndome de manera pícara.

- No es lo que tú piensas – digo mientras toco mis labios, recordando el dulce roce de los suyos - pero si estoy bastante satisfecho – digo esbozando una sonrisa de victoria, vengo por lo que es mío y no voy a permitir que me lo arrebaten de nuevo.

CONTINUARÁ...