26/7/15

Father's Love

Hola a todas >w<

Hago esta entrada rapidita ya que tengo que comenzar a trabajar XD
Espero que les guste mucho este capítulo y como siempre va dedicado a mi amiga Mari <3
Muchas gracias >3<


Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 10

*Hikaru*

- Por favor Hikaru, dime que te pasa – dice mi Papá, mirándome preocupado, entiendo que lo esté por cómo me he comportado últimamente, pero no quiero hablar sobre eso con él, no debo.

- No es nada Papá, es solo que estoy agotado.

- ¿Agotado? ¿Por qué?

- He tenido que estudiar mucho para los exámenes – digo apresuradamente, aunque no era del todo una mentira.

- Bueno, he de considerar que tus calificaciones han subido bastante ¿pero no crees que se te está yendo la mano con eso?

- Es que quise hacerte caso en eso de ser más responsable – digo nerviosamente.

- Eso me alegra mucho hijo, que por fin quieras sentar cabeza, pero no exageres.

- Trataré de no ser tan exagerado – digo sonriendo nerviosamente – ¿puedo irme a mi cuarto?

- Claro, pero piensa en lo que te dije, está bien que mejores en tus notas, pero no quiero que enfermes.

- Gracias Papá – digo finalmente, dirigiéndome rápidamente hacia mi habitación, no sé hasta cuando podré soportar todo esto, necesito ayuda, pero no sé a quién contarle lo que me sucede, me da mucha vergüenza.


*Shibutani Subaru*

- ¿Estás seguro de lo que me estás pidiendo? – Pregunto realmente sorprendido por lo que me acaba de decir mi hijo.

- Si Papá, ya no quiero estar más ahí.

- ¿Pero por qué? ¿Te hicieron algo?

- No quiero hablar de eso, pero no te preocupes, no es algo grave – lo miro fijamente, notando sus ojos rojos e hinchados al parecer de tanto llorar, aunque quiero saber qué es lo que realmente le sucede, no quiero presionarlo.

- Está bien, siempre has sido un buen estudiante y de seguro no habrá inconveniente en que vayas a otro Instituto, pero a tu Madre no le va a agradar, ya sabes cómo es ella.

- Gracias Papá – dice abrazándome fuertemente.

- ¿Qué es lo que no me va a agradar? – Y hablando del rey de roma…

- Lo que no te va a agradar es que nuestro hijo Yuto ha decidido cambiar de Instituto – digo de inmediato, tampoco es que se lo fuera a ocultar.

- ¿Qué dijiste?

- Lo que escuchaste.

- ¿Y así tan tranquilo me lo dices?

- La decisión ya está tomada, así que ya no hay vuelta atrás.

- Yo me iré a mi habitación – dice Yuto haciendo una reverencia.

- Tú no te vas a ningún lado – dice mi esposa molesta.

- Déjalo que se vaya – digo serio, viendo como mi hijo se va casi corriendo.

- Lo consientes demasiado ¿cómo es posible que hayas permitido tremenda estupidez?

- Pues a diferencia de ti, yo si me preocupo por nuestro hijo.

- ¿Pero es que no te das cuenta? No hay mejor Instituto en este país que ese.

- Pero Yuto no quiere estar ahí.

- A mí no me importa si se siente bien o mal en ese lugar, lo que quiero es que se gradúe de un Instituto de gran categoría como el que está dejando por sus niñerías.

- Pues si no te parecen las decisiones que tomo y no te interesa lo que sienta nuestro hijo, porque la verdad nunca te ha interesado, pues divorciémonos y acabemos con esta farsa. Al fin y al cabo no más te casaste conmigo por conveniencia.

- Ni creas que te voy a dar ese gusto.

- Si lo que te preocupa es el dinero, te lo seguiré dando pero con una condición.

- ¿Y cuál sería esa condición? – Pregunta realmente interesada, con tal de seguir recibiendo el dinero que le doy, aceptaría cualquier cosa.

- Que me dejes la custodia de Yuto.

- Lo pensaré, pero no te prometo nada – dice con una leve sonrisa en el rostro, esa es una buena señal de que aceptará.


*Yuto* 

Salgo hasta llegar a un parque que queda a pocas cuadras de mi casa, desde que tengo uso de razón mi Madre nunca se ha comportado como tal conmigo y aunque al principio eso me lastimaba mucho, aprendí a vivir con ello, además mi Padre se esfuerza por darme ese amor y comprensión que ella no me da, así que por el momento todo está bien para mí.

- Ryosuke… - digo su bello nombre para después dejar salir un suspiro, viendo con nostalgia aquel lugar en el que tantas veces venía a jugar con él, en donde ambos éramos los mejores amigos del mundo y nos prometíamos que nuestra amistad sería eterna, pero de un momento a otro todo aquello se derrumbó.

Corría rápidamente por los pasillos de la escuela, buscando a mi amigo Ryosuke, hacía unos minutos lo había visto corriendo, se veía triste y eso me preocupaba, así que me detuve al escuchar por fin unos sollozos que provenían de uno de los salones de clase, así que entré en él, buscando con la mirada en donde podría estar, hasta que por fin lo vi, sentando en un rincón.

- Ryosuke ¿Qué te pasó? – Pregunté al ver a mi amigo que no paraba de llorar.

- Yu… to… - dijo entrecortadamente, abrazándome fuertemente.

- ¿Por qué lloras? ¿Alguien te lastimó?

- Me duele el corazón – dijo aferrándose más a mi cuerpo.

- ¿El corazón? – Pregunté sin entender muy bien a que se refería.

- Si…eso del amor es una mierda.

- ¿Pero por qué dices eso?

- La persona que me gusta me rechazó – dijo separándose de mí, todavía con sus ojos llorosos.

- ¿Quién? – Pregunté un poco dolido y un tanto molesto, desde hacía mucho que estaba perdidamente enamorado de mi amigo y el saber que le gustaba alguien y que éste lo había rechazado, me hacía sentir un sinfín de emociones.

- Eso ya no importa.

- Si no te importara no seguirías llorando.

- Yuto… es que lo amo tanto – dijo volviendo a derramar lágrimas por sus ojos.

- Ryosuke… - en esos momentos no sabía exactamente que tenía que hacer ¿cómo ayudar a una persona con el corazón roto y más si esa persona es la que amo? En verdad que estaba entre la espada y la pared.

Lo abracé nuevamente, tratando así de consolarlo, pero sus lágrimas no dejaban de salir y ya podía sentir parte de mi camisa empapada, estuvimos así por unos cuantos minutos hasta que tomé su rostro entre mis manos, a pesar de tenerlo hinchado de tanto llorar no dejaba de verse adorable y en ese momento algo arriesgado pasó por mi mente y aunque no estaba muy seguro de hacerlo acerqué lentamente mi rostro al suyo, fundiendo mis labios con los suyos en un dulce beso.

- ¿PERO QUÉ HACES? – Dijo Ryosuke al mismo tiempo que me daba un fuerte empujón, definitivamente no era la reacción que esperaba.

- Ryosuke… yo te amo – no había más caso en ocultarlo, pero al decir aquellas palabras su rostro se tornó mucho más molesto.

- Si todo esto es una broma, no me gusta.

- No lo es, yo en verdad te amo y me duele mucho verte así por alguien que no te merece.

- Pero yo no te amo, tu eres mi mejor amigo y esto que acabas de hacer es lo peor que pudiste haber hecho.

- Lo siento, me dejé llevar por lo que siento por ti – dije suplicante, tratando de acercarme a él, pero me esquivaba.

- ¡TE ODIO! ¡TE ODIO! ¡TE ODIO! ¡NO QUIERO SER MÁS TU AMIGO! – Gritó fuertemente saliendo corriendo del salón.

Ya han pasado cuatro años desde que pasó aquello y desde ese entonces nada volvió a ser como antes, la persona que amo me odia y yo sigo como un tonto enamorado de él, pero supongo que ya es hora de olvidar estos sentimientos que me atormentan cada día, me siento agotado.


*Rysouke*

- ¿Es cierto eso de que Yuto se fue del Instituto? – Le pregunta Fuma a Kento, aquel tema ya me tiene cansado.

- Ya dejen de preguntar lo mismo – digo molesto.

- Pues no se me haría raro que tú tuvieras algo que ver con eso – dice Kento.

- Pues que se vaya o no, no es problema mío, él puede hacer lo que se le venga en gana.

- Al menos pensé que su salida te alegraría, pero sigues igual de amargado – dice Fuma.

- Y estoy feliz ¿acaso no se me nota?

- Si tú lo dices – dicen ambos al unísono.

- Me iré a caminar un poco – me levanto de mi asiento y comienzo a caminar sin rumbo fijo, hasta que veo a mi amigo Hikaru caminando muy sumido en sus pensamientos, en verdad que se veía muy preocupado últimamente – Hika-chan, hace mucho que no hablo contigo – digo acercándome rápidamente hacía él.

- Ho... hola Ryosuke.

- Vamos a un lugar más tranquilo – digo al mismo tiempo que lo tomo del brazo y caminamos juntos hasta la parte trasera del Instituto.

- ¿Y de qué quieres hablar conmigo? – Pregunta nerviosamente.

- Es que estás muy raro últimamente y aunque no lo creas estoy preocupado.

- No me pasa nada.

- Claro que te pasa algo y no descansaré hasta que me lo digas – digo desafiante.

- Pues tu eres la persona menos indicada a quién contarle lo que me pasa.

- ¿Acaso tiene que ver con eso del amor?

- Tal vez sí.

- Pues en ese caso no me interesa, igualmente no quiero que te alejes tanto de nosotros.

- Gracias.

- Vamos a comprar algo de comer, tengo hambre – digo comenzando nuevamente a caminar junto con mi amigo.


*Uchi Hiroki*

- Hace tanto que no dormía tan bien – digo estirando mis brazos al salir de mi apartamento, por fin mis horarios intensivos de trabajo han terminado y lo mejor para celebrarlo es con un buen descanso.

- Ese muchacho me va a sacar las canas

- Murakami-san ¿te pasa algo? – Pregunto preocupado, no es normal verlo con ese semblante.

- Hola Uchi – sonríe levemente – pues me siento preocupado por Hikaru.

- ¿Tu hijo?

- Exacto, aunque no me lo quiera decir sé que algo le preocupa, pero no encuentro la forma de que me lo diga, creo que en verdad le hace falta una figura materna.

- Perdón por lo que voy a preguntar ¿pero qué pasó con ella?

- No es algo muy bonito que digamos, pero ella no quiso hacerse cargo de él desde que supo que estaba embarazada, todavía éramos muy jóvenes cuando pasó eso, pero desde que nació me dispuse a hacerme cargo de él costara lo que costara.

- Ya veo…

- Siento mucho contarte esas cosas.

- No te preocupes, es bueno saberlo, así te conozco más y si quieres yo puedo hablar con él, quizás sea un poco mayor pero no hace mucho pasé por esa etapa.

- ¿En verdad harías eso por mí? – Dice mirándome directamente a los ojos, tomando mis manos con las suyas.

- Por ti hago lo que sea – digo totalmente embelesado, lo quiero tanto.

- Gracias Uchi, creo que no hay mejor persona en quien confiarle a mi hijo que tú.

- Me alegra mucho que confíes en mí.

- Bueno, tengo que irme a trabajar, en verdad te lo encargo muchísimo – dijo para luego abrazarme e irse al Instituto, una vez escuché que si querías conquistar al padre tenías que ganarte al hijo y en estos momentos era una oportunidad que debía de aprovechar.


*Nishikido Ryo*

- Ya hace falta poco para tu aniversario y ya está casi todo listo – digo tratando de verme lo más emocionado posible aunque en verdad me estaba muriendo por dentro.

- Sobre eso… cancela todo.

- ¿Eh? – Digo bastante sorprendido.

- Que lo canceles, no habrá fiesta de aniversario.

- ¿Pero por qué? – Bueno, he de decir que esto me alegra.

- Yo… - suspira – me voy a divorciar.

- ¿Divorciar? – No sé cómo reaccionar ante esto ¿por qué él haría algo así? O ¿por quién?

- Si, la verdad es que ya no soporto esta vida que tengo y menos cuando estoy enamorado de otra persona.

- Así que es por otra… - Digo en un susurro pero que él pudo escuchar.

- Y no es cualquier persona.

- Por favor no digas más, no quiero saberlo – digo comenzando a liberar algunas lágrimas, me duele mucho que haya otra persona en su vida.

- Ryo en verdad perdóname por lo que voy a hacer pero no lo puedo aguantar más – dice abrazándome fuertemente al mismo tiempo que me besa dulcemente, dejándome totalmente en shock, separándose al ver que no respondía.

- Lo siento… - dice alejándose de mí, pero a pesar de lo desconcertado que estoy, lo tomo de la mano y lo vuelvo a acercar a mí, volviendo a juntar sus labios con los míos, no sé qué va a pasar después, pero no quiero que este sueño termine.

CONTINUARÁ...

7/7/15

Father's Love

Hola a todas :D
Lamento mucho la demora, pero es que he estado bastante ocupada con algunas cosas >__< pero aquí estoy nuevamente, trayéndoles este nuevo capi que para ser sincera me costó un poco escribirlo ya que nunca había escrito algo así de esta pareja, pero espero que les guste >w<
Muchas gracias por sus lindos comentarios y por todo su apoyo y como siempre este fic va dedicado a Mari-chan que te prometo que ya habrá más SubaRyo XD
Que lo disfruten :D




Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 9

*Okura Tadayoshi*

El día de la boda llegó y junto con ella, los nervios y la felicidad no se hicieron esperar, recordando momentos vividos hace mucho tiempo, de los cuales jamás pensé que volvería a experimentar con otra persona.

Nos casamos en una pequeña capilla a las afueras de la ciudad, siendo acompañados únicamente por nuestros hijos y por el Sacerdote que oficializaría nuestra unión. Aunque queríamos que nuestros padres y demás familiares nos acompañaran en este día tan importante, no se pudo, ya que para ellos lo que acabábamos de hacer era una completa abominación.

Tomé entre mis brazos a mí ahora esposo y lo besé dulcemente, siendo aplaudidos por nuestros escasos y valiosos acompañantes, sintiéndonos seguros, felices, capaces de afrontar cualquier problema que se nos presentara. Al finalizar la ceremonia, nos fuimos junto con nuestros hijos a cenar en nuestro restaurante favorito,

- Este es un pequeño regalo de mi parte – dijo Yuri, acercándonos una pequeña caja envuelta en papel regalo.

- Gracias ¿Pero qué es? – Preguntó Shota.

- Ábranlo cuando lleguen al hotel, les será de mucha utilidad - dijo Yuri con una sonrisa algo traviesa, haciéndome sentir un escalofrío en todo mi cuerpo.

- Gra… Gracias – digo nerviosamente.

- Bien, creo que ya es hora de que dejemos a los recién casados a solas – dijo Kota levantándose de su asiento.

- Pero yo no me quiero ir todavía – dijo Ryutaro inflando sus mejillas, se ve tan adorable.

- No seas necio Ryu, nos tenemos que ir ya ¿o es que te vas a quedar mirando? – Dijo Yuri un poco molesto, haciendo que casi escupiera lo que estaba bebiendo.

- Pues no, pero…

- A mí no me molesta si se quedan un rato más – dijo Shota, con esa hermosa sonrisa que tanto me enamora.

- A mí tampoco – dije.

- Claro que no, nosotros ya nos vamos – dijo Yuri tomando del brazo a su hermano – que se diviertan – dijo finalmente, llevándose casi a rastras a Ryutaro.

- Que pasen buena noche – dijo Kota, para luego hacer una reverencia y así salir junto con Yuya del restaurante.


*Yuri*

- Yuri, Ryutaro, esperen – dijo Yuya quién venía junto con su hermano Kota.

- ¿Qué quieren? – Pregunta Ryu con molestia. No me gusta que se comporte así con la gente y menos con el chico que me gusta, aunque creo que ese es el problema.

- Nos preguntábamos si quieren ir con nosotros a algún otro lado, ya que oficialmente somos hermanos, nos gustaría compartir algo de tiempo con ustedes – dijo Kota.

- Claro que me…

- No, Yuri y yo tenemos cosas que hacer – dijo Ryutaro, llevándome consigo, así como había hecho yo para sacarlo del restaurante, alejándonos rápidamente de nuestros guapísimos hermanastros.

- Pero Ryu – lo miro con suplica.

- No te dejaré ir con ellos.

- Por favor.

- No.

- No sé por qué te hago caso, yo soy el hermano mayor, no debería de estar pasando esto – digo cruzando los brazos.

- Serás el mayor, pero todavía sigues comportándote como un niño.

- Un niño que ya ha hecho cosas de adultos – digo, haciendo que mi hermanito se moleste por mi comentario.

- Eres un cochino depravado – dijo dándome un golpe en la cabeza, pero más que sentirme molesto, me causa mucha gracia ver esas reacciones de mi hermano, es tan inocente.


*Yasuda Shota*

- ¿Vamos al hotel? – Preguntó Tadayoshi de repente, después de que se fueron nuestros hijos, ambos nos quedamos en el restaurante, sintiendo como mi rostro se enrojecía de pensar en  lo que vendría – ¿o quieres quedarte un rato más aquí?

- Va… Vayamos – digo nerviosamente, tomando su mano y saliendo juntos del lugar, llegando al hotel en donde nos hospedaríamos y posteriormente a nuestra habitación.

- Yuri dijo que abriéramos esto cuando llegáramos al hotel – dijo Tadayoshi, señalando la caja que nos había regalado Yuri, la cual lleva en una de sus manos.

- Es cierto, quiero saber que es – digo tomando la cajita, abriéndola rápidamente, llevándome una gran sorpresa.

- ¿Te encuentras bien? – Dice mi esposo un poco preocupado, ya que yo no hacía movimiento alguno.

- Esto…

- ¿Sucede algo con el regalo de Yuri?

- Mi… Mira – digo sacando una pequeña botella de la caja, me siento tan avergonzado.

- ¿Es una botella de lubricante?

- No lo digas en voz alta.

- ¿Estás bien? Estás temblando mucho.

- Estoy bien, no te preocupes.

- ¿Seguro?

- Bueno, la verdad es que tengo miedo.

- ¿Lo dices por lo que vamos a hacer ahora? Ni porque fuera la primera vez.

- Claro que no lo es, pero si es la primera vez que haremos el amor y pues eso me asusta.

- ¿Y qué es lo que te asusta?

- Es que no sé cómo asimilarlo, es extraño, te amo y quiero estar contigo, pero no dejo de sentirme así.

- No te preocupes, seré muy gentil contigo.

- ¿Eh? ¿Cómo que serás gentil? Que yo sepa no te he dicho que vaya a ser…

No pude terminar lo que iba a decir, ya que mi esposo comenzó primero a besar mis mejillas, para luego juntar nuestros labios en un fogoso beso, sintiendo como poco a poco va quitándome la ropa, acariciando cada rastro de mi piel al descubierto.


*Okura Tadayoshi*

Aunque sea difícil de creer, yo me encuentro igual o quizás mucho más nervioso de lo que está mi esposo, pero alguno de los dos tiene que tomar el control de la situación y entiendo que todo esto es nuevo para nosotros, pero lo amo tanto, que haré todo lo posible para que esta primera experiencia sea inolvidable para los dos.

Le quito completamente las prendas que tenía puestas en la parte superior, viendo por primera vez su pecho desnudo, el cual comienzo a acariciar suavemente, mientras dirijo mis labios a su cuello, besándolo, mordiéndolo, al mismo tiempo que él con manos temblorosas desabrocha el cinturón de mi pantalón.

- Para haberte negado al principio, estás muy ansioso – río al ver como su rostro vuelve a ponerse rojo.

- Cállate – dice apenado.

- Eres tan lindo – digo, tomando su rostro entre mis manos, besándolo dulcemente, llevándolo hasta la cama y recostarlo sobre ésta, me quito el saco que llevo puesto al igual que la corbata y mis pantalones, quedando solo con mis bóxer y mi camisa completamente desabotonada.

- Me siento tan afortunado – dice Shota bajando la mirada, sin poder todavía controlar sus sonrojos.

Me acomodo sobre su cuerpo, volviendo a llevar mis labios a su cuello para luego posar mi mano sobre su entrepierna, bajando el cierre de su pantalón para luego introducir mi mano dentro de éste, acariciando suavemente su hombría todavía cubierta por su ropa interior, disfrutando de cada gesto que hace con su rostro y de cada jadeo que sale de sus labios.


*Yasuda Shota*

Tadayoshi me hace sentir tan bien, que poco a poco los nervios que tenía al principio van desapareciendo, dejándome llevar por el momento y el gran amor que siento, totalmente dispuesto a hacerlo sentir lo mismo que él a mí.

- Te amo – digo besando sus labios, aprovechando esto para cambiar de posición, quedando yo arriba, me siento sobre su cadera, mientras toco con algo de desespero su pecho descubierto y más al sentir su miembro golpeando mi trasero, haciendo que salga un fuerte gemido de mi boca.

Tadayoshi se sienta, rodeando con sus brazos mi cintura, devorando mis labios en un fogoso beso, al mismo tiempo que nuestras lenguas inician una batalla de la que solo una sería la ganadora, vuelvo a sentir una de sus manos sobre mi pene que ya se encuentra por fuera del pantalón, siendo masturbado frenéticamente hasta correrme sobre ésta, para luego ver como mi esposo lo lame como si se tratara de un manjar.

- No hagas eso – digo avergonzado.

- ¿Por qué? - Dice volviendo a lamer otro poco de mi semen.

- Porque es raro.

- Pareces una quinceañera virgen – se ríe – pero no te preocupes que pronto dejarás de serlo.

Me empuja nuevamente sobre la cama, quitándome por completo el pantalón junto con mi ropa interior, tomando la botella de lubricante que nos había regalado Yuri, untando un poco en sus dedos.

- Abre las piernas – dice al ver que las había cerrado, pero yo como buen esposo que soy, le hago caso, aun sabiendo que lo que vendría dolería horrores.

Siento como introduce lentamente uno de sus dedos en mi entrada, no duele mucho, pero si es realmente incómodo tener algo ahí dentro, pero aquella incomodidad se desvanece cuando siento como sus labios rozan mi miembro y posteriormente lo hace su lengua, haciendo que soltara leves gemidos de placer, pero todo se hizo más placentero cuando lo introdujo en su boca, al mismo tiempo que introduce un segundo dedo, moviendo ambos  de manera circular, sin dejar de succionar mi miembro, haciendo que me corra por segunda vez.

- Ya no puedo aguantar más – dice poniéndose sobre mí, rozando la punta de su miembro con mi entrada, haciéndome estremecer del temor y a la vez del deseo que siento por tenerlo ya dentro y como si me hubiese leído la mente, comenzó a introducirlo lentamente, sintiendo un dolor desgarrador, sujetando fuertemente las sábanas con mis manos, tratando inútilmente de no llorar, pero mis lágrimas no demoraron en salir.

Tadayoshi al verme así, borró con sus besos las lágrimas que habían salido y al estar ya completamente dentro de mí, esperó a que me acostumbrara a esa intromisión, acariciándome y besándome dulcemente, hasta que le indiqué que ya podía moverse y sin dudarlo ni un segundo comenzó lentamente con las embestidas. Rodeo su cintura entre mis piernas, haciendo que entre mucho más en mí, no sé en qué momento aquel dolor que había sentido desde un principio se había ido, pero a cambio de eso siento un placer indescriptible al hacer el amor con él, con la persona que amo, complementándonos a la perfección hasta llegar al tan ansiado clímax, para luego besarnos sin prisa alguna, mientras que él saca su miembro de mi interior y se acuesta a mi lado, abrazándome con las pocas fuerzas que le quedan, susurrándome un te amo antes de quedarse profundamente dormido, sonrío ante aquel acto tan tierno y acurrucándome en su pecho, viajo junto con él al mundo de los sueños, esperando encontrármelo en ellos.


*Ryutaro*

Pasó una semana después de la boda de Okura-san y mi Papá y en el día de hoy nos mudaríamos a nuestra nueva casa, junto con ellos y con nuestros ahora hermanastros, a los cuales no soportaba ni un poquito, pero por la felicidad de mi Papá aguantaría lo que fuera.

- Ya por fin estaremos hoy en nuestra nueva casa ¿no te sientes emocionado Ryu? – dice Yuri muy contento, mientras saca una de las cajas del camión de la mudanza.

- A ti lo que más te alegra es que estarás bajo el mismo techo con ellos – digo molesto.

- No digas eso Ryu, ya era hora de cambiar de ambiente y ésta es una buena oportunidad, aunque lo de vivir con Yuya…

- Mejor no digas nada, porque te tiro esta caja en la cabeza – digo de manera amenazante.

- No te preocupes, me portaré bien – dice haciendo un puchero que lo hace ver muy inocente, pero él es todo lo contrario.

- Hijos que bueno que llegan, hay mucho que hacer el día de hoy, pero primero pasen – dice sonriente, entrando nuevamente a casa después de nosotros, mientras que yo me maravillo por lo espaciosa que se ve la nueva casa, llegando hasta donde al parecer sería la sala.

- Hola Yuri – dicen al unísono mis hermanastros, ignorándome por completo.

- Hola, es un gusto verlos de nuevo – dice Yuri, sonriendo de manera coqueta.

- Bueno, antes de comenzar a entrar las cosas, tenemos que hablar sobre la distribución de las habitaciones – dice Okura-san.

- Si, de hecho hay cuatro habitaciones, una será para Tadayoshi y yo – dice Papá un poco sonrojado – pero no sabemos qué hacer con las tres restantes, así que eso decídanlo entre ustedes.

- A mí me gustaría tener una habitación para mí solo – dice el mayor de mis hermanastros.

- En ese caso, dos de ustedes tendrán que compartir habitación – dice Okura-san.

- Pues a mí no me molestaría compartir habitación con…

- Yuri y yo dormiremos en la misma habitación – digo de inmediato, tomando del brazo a mi hermano, ganándome una mala mirada de su parte, no dejaré que se salga con la suya, aunque eso signifique que tenga que vigilarlo como si de un criminal se tratara.

- Bien, ya que está acordado todo, vamos por nuestras cosas, tendremos un día bastante largo – dice finalmente mi Papá, saliendo todos de la casa.

CONTINUARÁ...