28/2/22

COMPASS ROSE - Capítulo 4

 Hola hola!!!! 

Primero que todo muchas gracias siempre por todo su apoyo y sus bellos comentarios. 
Me alegra saber que a pesar de las adversidades seguimos adelante y en espera de que las cosas mejoren.
También le deseo pronta recuperación a nuestro querido Hikaru y sé muy bien que los chicos serán pacientes, lo esperarán y apoyarán durante ese proceso. 

Respondiendo a los comentarios de Yojhannah Tomatito, siempre tengo algo de temor al escribir historias con una gran diferencia de edad entre los personajes porque entiendo que a mucha gente les causa repelús el tema, más si se involucran niños, pero en lo personal, muchas cosas de las que escribo no están ligadas a mi moral y creencias. Es solamente un gusto que tengo al leer y escribir, aunque si creo que me pasé bastante en una parte de "Seduciendo a mi profesor" pero no se preocupen que en ésta historia todos van a crecer (?) También quiero decir que no soy muy fan de escribir en el celular, menos un fanfic, pero admiro mucho a la gente que lo hace, es una habilidad grandiosa, así que mucho ánimo con tus escritos!!!!

Y para terminar, aquí les dejo las edades de los personajes principales que han salido hasta ahora: 

Kota 25 años
Hikaru y Kei 22 años 
Yuya 20 años
Daiki 12 años
Yuri y Yuto 8 años 
Ryutaro 5 años

Nos leemos en el mes siguiente!!!! 



Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan


Capítulo 4

*Yuri*

- Co… ¿Cómo te llamas pequeño? – Pregunta el rey luego de haberse quedado en silencio por unos segundos, agachándose un poco para quedar a mi altura, permitiéndome apreciar mucho mejor su hermoso rostro, sintiéndome inquieto ante aquello.

- Yu… Yuri… - Respondo nerviosamente, ocultando mi rostro tras las ropas del señor Kota.

- ¿Yuri? Qué bonito nombre – dice con una amable sonrisa – yo me llamo Yuya, es un gusto conocerte – dice acercándome su mano.

- Yo… El gusto también es mío… – digo acercando tímidamente mi mano a la suya, juntándolas finalmente, recibiendo un tierno beso sobre ésta, haciendo que me estremezca un poco.

- ¿Puedo pedirte un favor?

- Cla… Claro…

- ¿Puedes salir un momento al pasillo? Necesito hablar con Hikaru y Kota en privado.

- Sí… Sí señor – digo apartando mi mano de la suya rápidamente.

- Hitomi, por favor permanece a su lado hasta que lo vuelva a llamar.

- Sí su majestad – dice una señora acercándose a mí – ven conmigo pequeño, te mostraré el jardín – dice dulcemente, volteo a ver al señor Kota y al señor Hikaru en busca de su aprobación.

- Ve con ella – dice el señor Hikaru sonriente, mientras el señor Kota asiente sin cambiar la expresión seria de su rostro. Así que haciendo caso a la petición del rey, salgo de aquel lugar junto con aquella señora, no sin antes hacer una reverencia ante los presentes.

 

*Kota*

- ¡¿QUÉ HICIERON QUÉ?! – Exclama nuestro rey y amigo completamente sorprendido, diría que casi en Shock.

- Lo… Lo que acaba de escuchar su majestad – dice Hikaru nerviosamente.

- ¿Tienen idea de lo peligroso que hubiese sido si algo salía mal?

- Lo entendemos su majestad, pero no podía dejar a ese niño indefenso a manos de algún degenerado.

- ¿Y crees que los demás presentes no pensaron lo mismo de ustedes?

- Pues quizás… pero eso no me preocupa, lo importante es que pudimos salvar a Yuri del cruel destino que le esperaba.

- Hikaru, yo sé que eres alguien de buen corazón, pero inclusive en el pasado te acompañé un par de veces a ese lugar y nunca te habías sentido conmovido ni siquiera por un niño.

- Pero es que ésta vez es diferente…

- ¿Y qué es lo que lo hace diferente?

- Siento que él es especial – dice con firmeza.

- No será que… - Dice mientras dirige su mirada hacia mí – ¿No será que ese niño es hijo tuyo Kota?

- ¡¿QUE?! ¡Claro que no! – Exclamo molesto ¿por qué tienen que pensar eso?

- Bueno, es que ya sabes…

- ¿Podrían dejar de pensar ambos que soy un pervertido e irresponsable? ¿Además por qué piensas eso de mí y no de Hikaru?

- Es que míralo, es Hikaru – dice con obviedad.

- ¡Oye! – Exclama el recién nombrado con molestia – más respeto hacia tus mayores.

- Eso debería decirte yo – digo con burla – además con la única persona que deseo tener hijos es con mi amadísimo Ryutaro y si no es con él no sucederá. 

- En todo caso, Kota no es el papá, ni yo tampoco, pero…

- ¿Pero? – Dice el rey expectante - ¿Qué intenciones tienen con ese niño?

- Queremos criarlo como nuestro hijo, que viva aquí en el castillo, que sea educado a la par con los príncipes, claro, si su majestad lo permite.

- ¿Eso es lo que quieren? – Pregunta el rey con seriedad.

- Sí su majestad – digo mirándolo fijamente – por favor permita que Yuri sea criado bajo nuestra custodia, le prometemos que no causará ningún problema.

- Bueno, no parece ese tipo de niño, igual si se trata de traviesos ya tenemos a Daiki – dice el rey sonriente.

- Eso es verdad, es un niño muy inquieto, pero también muy inteligente – dice Hikaru.

- Hitomi dijo que llevaría al niño al jardín, tráiganlo de vuelta.

- ¿Eso quiere decir que aceptas que se quede? – Pregunta Hikaru con ilusión.

- Sí, pero que no vuelva a suceder – dice demandante.

- Muchas gracias su majestad – dice Hikaru yendo a abrazarlo en agradecimiento.

 

*Yuri*

- ¡Es enorme! – Digo mirando el jardín asombrado, tan verde y lleno de flores de muchísimos colores.

- ¿Te gusta? – Pregunta la señora Hitomi con una amable sonrisa.

- Es precioso – digo sin dejar de sonreír – me gustan mucho las flores, en mi antigua casa solía plantar margaritas junto con mi mamá… - Digo en casi un susurro, sintiendo un dolor en mi pecho, estaba tan concentrado en otras cosas que había olvidado por completo a mis padres.

- ¿Qué te sucede querido? – Pregunta la señora al verme llorar.

- Mamá y papá… - Digo entre sollozos, siendo abrazado por ella.

 

*Hikaru*

- ¿Qué sucede? – Pregunto al escuchar a Yuri sollozar, acercándome más a ellos, siendo de inmediato abrazado por éste – ya mi niño ¿por qué lloras?

- De repente comenzó a hablar de su madre y se puso a llorar – dice doña Hitomi preocupada por la situación - Lamento si hice mal en traerlo acá.

- Tranquila doña Hitomi – digo sonriente - éste pequeñín ha tenido que pasar por muchas cosas en tan poco tiempo – digo alzándolo en brazos, acariciando suavemente su espalda para tratar de calmarlo.

- Extraño a mi mami… - Dice bajito.

- Lo sé mi niño – digo con dulzura, me duele verlo en ese estado – está bien llorar cuando se necesita, pero te tengo una muy buena noticia – digo viendo como el pequeño se aparta un poco, todavía con sus ojos llorosos.

- Que… ¿Qué cosa?

- Que el rey ha aceptado que te quedes con nosotros – digo felizmente.

- ¿De verdad? – Dice comenzando a limpiarse las lágrimas con sus tiernas manitas.

- Claro que es verdad, creo que le caíste muy bien – sonrío.

- El rey es muy bueno – dice con un ligero sonrojo en sus mejillas, sorprendiéndome un poco por ello.

- ¿Ya te sientes mejor?

- Sí, un poco…

- Vamos nuevamente a dónde se encuentra el rey, quiere hablar contigo – digo comenzando a caminar hacia dicho lugar, cargando a Yuri entre mis brazos. Encontrándonos al llegar a los dos príncipes mirándonos con curiosidad.

 

*Yuri*

- ¿Quiénes son? – Pregunto en un susurro que sólo pudo escuchar el señor Hikaru.

- Son los hermanos del rey, los príncipes Daiki y Yuto – responde también en un susurro cerca de mi oído.

- Quiero bajar.

- A sus órdenes – dice con una sonrisa, dejándome en el suelo con cuidado, encontrándome nuevamente frente a frente con el rey.

- ¿Estuviste llorando? – Pregunta con preocupación, acercándose para mirarme mejor – tienes los ojos un poco rojos.

- Sí… - Respondo tímidamente, bajando la mirada ante su cercanía.

- Kota me estuvo hablando de lo ocurrido y me siento muy apenado por todo lo que tuviste que pasar, en verdad lo lamento mucho – dice acariciando levemente mis cabellos.

- No tiene que preocuparse por mí su majestad…

- Mi trabajo como rey es el de velar por el bienestar de todos los habitantes de mi reino ¿si no puedo hacer eso qué clase de rey sería? - Pregunta elevando mi rostro para que pueda verlo fijamente, sonriéndome dulcemente.

- Me siento agradecido por su amabilidad – digo desviando un poco la mirada, me siento un poco nervioso ante su presencia.

- Con quienes tienes que estar agradecido siempre es con Kota y Hikaru que han sido los que te han sacado de ese lugar.

- Sí su majestad – digo volteándome un poco para ver a mis salvadores, no me alcanzará la vida para agradecerles todo lo que han hecho por mí.

- ¿Ya podemos acercarnos? – Pregunta el niño más grande, rompiendo el ambiente que se había creado entre el rey y yo.

- No seas impaciente Daiki – dice el rey con un poco de molestia – por favor, cuando crezcas no seas como él – dice bajito - quiero presentarte a mis hermanos, ellos a partir de hoy serán tus compañeros en éste castillo – dice haciendo señas para que se acerquen, cosa que hicieron de inmediato, apoyando sus curiosas miradas sobre mí.

- Yo soy Daiki, encantado de conocerte – dice el más grande con una gran sonrisa.

- Y yo soy Yuto – dice el menor también sonriente - ¿Cómo te llamas?

- Mi nombre es Yuri.

- ¿Qué edad tienes? – Pregunta el mayor.

- Ocho años – respondo.

- Tenemos la misma edad – dice el menor con alegría.

- ¿Es verdad eso de que eres hijo de Kota y Hikaru? – Pregunta el chico llamado Daiki, mirándome expectante.

- ¡DEJEN DE DECIR COSAS EXTRAÑAS! - Exclaman los recién nombrados con molestia.

- Ni en mis peores pesadillas quisiera tener hijos con alguien como él – dice el señor Hikaru asqueado.

- Lo mismo pienso – dice el señor Kota – no es nuestro hijo de sangre, pero a partir de hoy será parte de nuestras familias, así que os ruego que puedan llevarse bien.

- Puedes confiar en ello – dice Daiki – aunque veo que el más emocionado por el nuevo integrante es Yuto.

- Vamos a ser amigos por siempre – dice Yuto con emoción mientras toma mis manos y da pequeños saltitos – ¿podemos ir a jugar? – Pregunta mirando con súplica al rey quién lo mira con ternura.

- Está bien, pero recuerden venir a tiempo para la cena – dice dedicándole una sonrisa a su hermanito – hoy la cena será en honor al pequeño Yuri – dice fijando su mirada en mí, siendo arrastrado de inmediato por Yuto hacia algún lugar del castillo.  



*Hikaru* 

Al llegar la hora de la cena no pude evitar sentirme aliviado de ver a Yuri tan contento al lado de los príncipes, conversando sobre por qué a éste no le gustan las berenjenas, riendo todos los presentes al ver su rostro arrugarse al verlas tan de cerca. Pensando en que todo esto hará mucho más fácil el que se adapte rápidamente a su nueva vida en éste reino.

- Por cierto ¿dónde va a dormir Yuri? – Pregunto tiempo después de terminada la cena al ver al príncipe Yuto y a Yuri cabeceando por el sueño que tienen.

- Pues lo de menos es que se le asigne una habitación, pero pienso que lo mejor es que por ahora duerma contigo, bueno, si no tienes algún problema con ello – dice el rey.

- No hay ningún problema, de hecho justo estaba pensando en lo mismo, el pobrecillo ha tenido que pasar por tanto, no quiero dejarlo solo al menos por un tiempo – digo tomando al pequeño Yuri en brazos, mientras el rey hace lo mismo con su hermano más pequeño.

Nos despedimos de camino a nuestras habitaciones, siendo acompañado al final por Kota, ya que su cuarto queda seguido al mío, entrando a éste y acomodando a Yuri sobre mi cama, cobijándolo con mucho cuidado de no despertarlo.

- Parece un angelito – digo sonriente.

- Lo es – dice Kota acariciando los cabellos de éste – si ocurre algo no dudes en avisarme.

- No va a pasar nada – digo entre risas, es gracioso verlo como un padre preocupado – pero tendré en cuenta tu propuesta.

- Buenas noches – dice mientras hace una pequeña reverencia, la cual correspondo de la misma manera, viéndolo salir de mi habitación. 


CONTINUARÁ...