31/3/19

Father's Love

Buenas buenas 😁
Puede que ya sean pasadas la media noche cuando publique el capítulo, pero no quería irme a dormir sin publicarlo 😅
Espero les guste y de una vez les informo que éste es el antepenúltimo capítulo del serial 😓
Muchas gracias a todos por sus comentarios, ya sean aquí o en Facebook, en verdad que me hace muy feliz leerlos 💗
Y como siempre éste va dedicado a mi querida amiga Mari 💕



Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 52

*Kota* 

No había ni un solo día desde que vi por primera vez a Ryutaro en el que no pensara en él y al tener claros mis sentimientos desde aquella vez que lo besé en Okinawa aquellos pensamientos se intensificaron y deseo más que nada el que me corresponda de la misma manera.

Estamos en el comedor, desayunando tranquilamente, mirándolo de reojo mientras lleva otra cucharada de cereal con leche a su boca, comiendo con seriedad debido a mi presencia, me gustaría muchísimo que pudiera dedicarme una sonrisa.

- Ya me voy – dice levantándose rápidamente y tomando su bolso.

- Espérame – dice Yuri levantándose también – nos vemos en la tarde – dice dándole un fugaz beso a mi hermano, yéndose junto a Ryutaro.

- Yo también tengo que irme, quedé de encontrarme con unos amigos para estudiar para un examen ¿No te molesta ir solo?

- Claro que no, ve y estudia – digo sonriente.

- Está bien, hasta luego – se despide con una sonrisa.

- ¿Ya se fueron? – Pregunta papá Yasu saliendo de la cocina – bueno, igual te lo puedo decir a ti.

- ¿Decirme qué?

- Tu papá y yo vamos a ir al matrimonio del hijo del jefe del banco donde trabaja y la boda será en Nagoya, así que estaremos un par de días fuera de casa.

- Ya veo, ¿entonces quieres que me haga cargo?

- Exactamente, ya que eres el mayor de todos te encargo que cuides de ellos y de la casa.

- No te preocupes, está todo en buenas manos – sonrío.

- Muchas gracias, nos iremos en un par de horas así que pórtense bien – dice alegremente volviendo a 
la cocina, creo que puedo utilizar esto para hablar tranquilamente con Ryutaro.


*Okura Tadayoshi*

- Mi amor, te dije que yo me encargaba de empacar – dice mi esposo entrando a la habitación.

- Pero no quiero que hagas todo, quiero sentirme útil – digo haciendo un puchero, a lo que él sonríe.

- Pero recuerda lo que te dijo el Doctor.

- Que no me esforzara mucho, lo sé mi amor – suspiro - ¿Pero sabes qué es lo que más extraño hacer?

- ¿Comer todo lo que se te antoje? – Ríe.

- Además de eso – digo abrazándolo dulcemente.

- ¿Y qué es entonces? – dice correspondiendo mi abrazo, apoyando su cabeza en mi pecho, me encanta ésta diferencia de altura.

- Extraño hacerte el amor, así como nos gusta – digo avergonzado de dejar salir tales palabras de mi boca, aunque no debería de estarlo, porque él es mi esposo.

- Yo también lo extraño – dice levantando su rostro también avergonzado.

- Espero que para nuestro aniversario de bodas ya esté en óptimas condiciones – sonrío dándole un beso en la frente - ¿falta algo más por empacar?

- Yoshi nos vamos por un par de días, no creo que sea necesario llevar tantas cosas.

- Entonces así está bien – digo sonriente, apartándome un poco de él para cerrar la maleta, esto será como una mini luna de miel.


*Kota* 

- ¡Pasé el examen! – Dice Yuya corriendo hacia mí, dándome un fuerte abrazo, haciendo que caigamos al suelo.

- Felicidades – digo adolorido.

- Lo siento – dice ayudándome a levantar ante las miradas de todos los que pasan a nuestro alrededor.

- No te disculpes, entiendo tu emoción – sonrío – por cierto, nuestros padres se van de viaje hoy.

- ¿En serio? ¿Tan de repente?

- Sí, supongo que se les había pasado el avisarnos.

- ¿Y por cuánto tiempo?

- Papá Yasu me dijo que sería por un par de días, así que yo estoy a cargo de ustedes.

- No te preocupes que de mi parte no haré ningún alboroto – sonríe – así que de una vez te informo que quedé de encontrarme con Yuri en la estación de Shibuya y llegaremos hasta tarde en la noche.

- Bueno, pero no lleguen tan tarde, recuerda que es menor de edad todavía – sonrío – no olvides decirle lo de nuestros papás.

- Sí señor – dice sin dejar de sonreír – nos veremos hasta la noche – dice comenzando a correr hacia la salida de la universidad.

- Creo que me quedaré solo con Ryutaro – digo esbozando una sonrisa.

- ¡Kou-chan! ¡Kou-chan!

- ¿Sayuki? – Digo mirando a la chica que venía corriendo hacia mí, respirando agitada al detenerse, es una compañera de mi carrera – no era necesario que corrieras.

- Lo siento Kou-chan – dice dedicándome una sonrisa.

- ¿Necesitas algo?

- Sí – dice sonriente – si no es mucha molestia… ¿Podrías explicarme algo sobre la clase de finanzas?

- ¿Tiene que ser ya? Pensaba en ir a casa ahora…

- Por mí no hay problema en ir hasta tu casa.

- ¿Segura? – Digo dando un profundo suspiro mientras ella asiente – está bien, vamos – digo comenzando a caminar juntos.


*Ryutaro*

- ¿Vas a salir con Yuya? – Pregunto a mi hermano mientras le sostengo el uniforme, apoyando mi espalda en la puerta del cubículo de uno de los baños de la estación en donde está él.

- Sí, por eso me estoy cambiando de ropa – dice alegremente.

- ¿Entonces voy a quedarme en casa solo con ese? – Digo sintiendo un escalofrío de tan solo pensarlo.

- ¿Y por qué te preocupa tanto? – Dice empujando la puerta, haciendo que me retire para poder salir ya vestido.

- Es que no me agrada…

- ¿No pensaste en salir con Yuto?

- Sí, le dije a Yuto, pero dijo que tenía una cita con Ryosuke.

- ¿Y no tienes más amigos?

- No.

- Que aburrido eres – suspira - igual no te vas a quedar solo con Kota, nuestros padres estarán allá.

- Tienes razón – digo sonriendo aliviado.

- Yuyan ya debe de estarme esperando, por favor ve con cuidado Ryu-chan.

- Sí, que les vaya bien – digo viendo como éste se va corriendo alegremente, sólo me quedaré a solas con el violador de menores por un par de horas hasta que lleguen mis papás, así que no creo que vaya a ser tan malo.

Llego a casa, encontrándome con que ya está en ella el violador de menores y no sólo eso, está con una chica que al juzgar por su minifalda y su escote un poco pronunciado, diría que no es muy decente que digamos, aunque no debería de juzgar a nadie por su forma de vestir, pero me parece inadecuado que venga así vestida a una casa ajena o acaso… ¿Será su novia?

- ¡Hola Ryutaro! – Dice éste alegremente al verme, quería pasar desapercibido, pero no ha sido así.

- ¿Por qué te acercas? – Digo fastidiado.

- No seas grosero, saluda a la invitada.

- ¿Y a mí qué me importa?

- Ryutaro…

- Bienvenida a ésta casa – digo haciendo una rápida reverencia, recibiendo una por parte de ella – Si llega a ser muy molesto sólo sal de aquí lo más rápido que puedas y no vuelvas – digo sonriente - listo ¿ya me puedo ir?

- Tengo que decirte algo sobre…

- Lo que me tengas que decir me lo puedes decir después, no está bien que dejes a tu invitada sola.

- Está bien, te lo diré después, puedes irte.

- Gracias – digo yendo a mi habitación alegremente, al menos hay alguien que lo mantendrá ocupado un rato hasta que lleguen mis papás.


*Kota*

- ¿En qué habíamos quedado? – Pregunto tomando nuevamente mi libro y sentándome al lado de Sayuki.

- ¿Ese es tu hermanito?

- Sí.

- Es una lindura.

- Lo es – sonrío al recordar su cara de enojo.

- Pero como que no le agradó verme.

- Él es así siempre, no te preocupes.

- Me pregunto cómo será el resto de tu familia…

- Sayuki, siento decirte esto pero viniste a estudiar, no a conocer a mi familia – digo secamente.

- Lo siento…

- Así que concéntrate en lo verdaderamente importante – digo un poco molesto, ya que por culpa de ella no podía estar ahora con Ryutaro.


*Ryutaro*

Bajo a la cocina por algo de comer, pasando obligatoriamente por el pasillo que da a la sala, viendo al violador de menores explicándole algo a esa chica, pero por lo que veo ésta no tiene intenciones de ponerle atención a lo que dice, sólo se le queda viendo como babosa. Así que sigo mi camino hacia la cocina, preparándome un sándwich y sirviéndome un enorme vaso de jugo de naranja, al terminar de comer vuelvo a pasar por ahí, viendo cómo estos se ríen de algo, mientras ella posa una de sus manos en la rodilla del violador de menores, acto que me hace sentir enojado.

- Acaso… ¿Será su novia? – digo bajito y sacudo un poco mi cabeza para no pensar en tonterías aunque… Él había dicho que estaba enamorado de mí… ¿Por qué iba a tener una novia? ¿Acaso es mentira todo eso que me decía?

Me escondo en el marco de la entrada, viéndolos detenidamente, pudiendo notar el claro interés que tiene la chica en él, aunque no podría decir lo mismo del contrario… ¿Pero a mí qué me debería de importar? Por mí muy bien que tenga una novia, así dejará de fastidiarme.

Voy a mi habitación nuevamente, sintiendo un revoltijo en mi estómago ¿será que lo que acabo de comer me ha caído mal? Me acuesto sobre la cama, pensando en dormir a ver si se me pasa, pero termino dando vueltas sobre ésta, pensando en lo que acababa de ver minutos antes.

- ¿Por qué me siento así?


*Kota* 

- Kou-chan, estoy aburrida – dice Sayuki estirando sus brazos.

- ¿Aburrida por qué? Viniste a que te explicara esto y en toda la tarde no me has puesto atención.

- Claro que lo he hecho – dice sonriente, acariciando nuevamente mi rodilla con una de sus manos – eres muy guapo.

- ¿Y eso qué tiene que ver?

- Que me gustas – dice acercándose a mí, queriendo besar mis labios pero aparto mi rostro del suyo rápidamente.

- Sayuki, por favor – digo levantándome del sofá.

- ¿No te gusto? – Pregunta inocentemente.

- Claramente no – digo ya fastidiado, había perdido mi tiempo con ella y por nada.

- Pero podríamos intentarlo – dice acercándose nuevamente a mí y abrazándome por el cuello con su rostro muy cerca al mío.

- Sayuki, en verdad no estoy interesado – digo intentando apartarla.


*Ryutaro*

Bajo nuevamente al primer piso, en busca de un medicamento que me pueda ayudar con el malestar en mi estómago y al pasar por la sala me encuentro con una escena que hace que me moleste muchísimo más, aquella chica estaba muy cerca del violador de menores y sin pensarlo si quiera los separo bruscamente.

- ¡ERES UNA DESVERGONZADA! – Grito completamente molesto.

- ¿Pero qué te pasa? - Dice ella tratando de zafarse de mi agarre en su brazo.

- ¡Ésta es una casa decente y las personas sinvergüenzas como tú me enferman! – Digo tomando sus cosas y llevándola directo a la salida de la casa.

- Kou-chan ¡ayúdame!

- Lo siento, pero no puedo hacer nada contra ese demonio – dice sonriente y sin dudarlo más saco a aquella chica de la casa, cayendo en cuenta de lo que acababa de hacer - ¿Qué fue eso?

- ¿Qué fue qué?

- Lo que acabas de hacer – dice acercándose a mí.

- ¡Nada! Es solo que pensé que en cualquier momento ibas a hacer cochinadas con ella y podrían llegar nuestros padres y…

- ¿En serio fue por eso? – Pregunta tomando mi cintura entre sus brazos, tomándome por sorpresa.

- ¡Suéltame!

- No hasta que me respondas el por qué lo hiciste.

- Yo no tengo por qué justificar mis acciones contigo.

- ¿Estabas celoso?

- ¡No!

- ¿Por qué será que no te creo? – Dice sonriente, aprovechando la cercanía para besarme de una manera lenta - ¿En verdad vas a seguir insistiendo en que no te gusto?

- Si… - Respondo temeroso ¿por qué no puedo hacer nada para alejarlo de mí?

Vuelve a besarme con la misma lentitud, llevándome sobre sus brazos a la sala y acostándome suavemente sobre el sofá, quitándome la ropa sin recibir ninguna negativa de mi parte, por más que me decía en mi cabeza que saliera corriendo de ahí mi cuerpo no reaccionaba y hasta mi dolor de estómago se había ido.

- Nuestros padres llegarán en cualquier momento – digo temeroso.

- No te preocupes por eso, se han ido y vuelven en un par de días.

- ¿Qué?

- Lo que te acabo de decir.

- Pero… - No puedo decir nada más porque comienza a besar mi cuello.

- Sé que ésta es tu primer vez – dice sonriéndome con ternura, haciéndome sonrojar – así que seré lo más gentil posible, aunque las ganas que te tengo son demasiadas – sonríe nervioso – pero no quiero hacerlo sin saber de tus propios labios lo que sientes por mí – dice mirándome ansioso por mi respuesta.

- Yo… - Me quedo mirándolo por unos momentos, buscando aquello que en verdad quería decirle y mandando mi razón a volar lo beso desesperadamente en los labios, dejándome llevar por lo que estaba sintiendo en esos momentos.


*Yasuda Shota* 

Habíamos llegado al hotel en horas de la tarde, aprovechando que había suficiente tiempo para dormir un rato ya que el viaje había sido algo agotador y al despertar nos alistamos para ir a la boda, la cuál era bastante ostentosa debido a la clase social de los novios. Luego de eso fuimos a la recepción de ésta que fue en un hotel cercano a la iglesia, en donde pasaban   varios meseros, con diferentes platillos, bebidas y pasa bocas sobre las bandejas que llevaban.

- Que tortuoso es esto – dice Yoshi mirando toda esa comida pasar y no poder ni siquiera probarla, pero el Doctor todavía no había autorizado que ya pudiera comer con normalidad.

- Creo que no debimos de haber venido – digo preocupado de verlo así.

- No te preocupes, ya estoy resignado – dice bebiendo de su agua.

- ¿Quieres que nos vayamos? Me gustaría caminar contigo por ahí – digo dándole un dulce beso en los labios.

- Vamos, esto ya me está aburriendo de todos modos – me dice al oído. Fuimos a despedirnos de su jefe y de los recién casados, saliendo del recinto y sintiendo el aire fresco de la noche recorrer nuestros cuerpos.

- Que delicia – digo alegremente, caminando tomado de la mano de mi esposo - ¿deberíamos de llamar a los niños?

- Mejor hagámoslo mañana, ya es algo tarde y de seguro están durmiendo, además no te preocupes, Kota está con ellos y es un chico muy responsable.

- Eso es verdad, están en muy buenas manos – sonrío.

- Eso no lo dudes, no deberías de preocuparte tanto – sonríe también, besando mi mejilla, y recorriendo ambos los alrededores de la ciudad, pensando en volver nuevamente pero con los niños en alguna otra ocasión.


*Yuya*

- Sabía que entre mi hermano y Ryutaro estaba sucediendo algo, pero no pensé que a tal extremo – digo al ver ambos cuerpos durmientes y desnudos sobre el sofá de la sala.

- Pero no podemos negar que se ven muy lindos juntos – dice Yuri mirándolos enternecido – Ryu-chan ya es todo un hombrecito.

- Nuestros padres se pondrán muy contentos cuando se enteren – digo sonriente.

- Deberíamos de arroparlos, si no lo hacemos podrían tomar un resfriado – dice Yuri yendo rápidamente por una cobija y poniéndola encima de ellos cuidando de no despertarlos – Listo.

- Vamos a dormir ya, estoy agotado – digo abrazándolo por la espalda, besando dulcemente su cuello, habíamos pasado una tarde y noche bastante agitada y en verdad que necesitaba dormir para recobrar fuerzas.


*Ryutaro*

Despierto al sentir un peso sobre mí, mirando a mi alrededor; dándome cuenta de que no estaba en mi habitación y peor aún, que estaba desnudo y todavía para empeorar más, que ese peso que sentía sobre mí era nada más y nada menos que el violador de menores en las mismas condiciones que yo, así que del susto lo aparto de mí, haciendo que caiga del sofá, logrando que se despierte.

- Auch – dice adolorido, levantándose lentamente del suelo completamente desnudo, haciendo que dirija mi mirada a otra parte, llegando de golpe a mi mente lo ocurrido en la noche anterior - ¿Estás bien? – Pregunta acariciando mis cabellos, sentándose en el sofá muy cerca de mí.

- No te me acerques – digo avergonzado y molesto conmigo mismo por haberme dejado hacer todas esas cosas.

- Anoche no me decías lo mismo – dice sonriente, ganándose una mala mirada de mi parte.

- Eso… Sólo fue un desliz.

- Sí, claro – dice acomodándose sobre mí, besando mis labios dulcemente – desde ahora eres mi novio, así que no voy a aceptar ninguna negativa de tu parte – dice dedicándome una sonrisa de victoria, cosa que me molesta demasiado, pero mi cuerpo y mente ahorita no tienen ánimos de pelear. 

CONTINUARÁ...