31/1/18

Father's Love

Hola muy buenas noches 😄
En mi país todavía es 31 de enero 😋
Espero que todos hayan tenido un genial inicio de año y muchas gracias por querer compartir este nuevo año conmigo 😘
Aquí la publicación mensual de siempre, espero les guste 💓
Y como siempre este hermoso fic es dedicado a mi querida amiga Mari 💗
Muchas gracias por todo su amor y apoyo a este fic 😍


Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 40

*Yasuda Shota*

- Yoshi – susurro mientras acaricio la mejilla de mi esposo, quién está dormido entre mis brazos, sin intenciones de soltarme.

- Cinco minutos más – dice abrazándome con un poco más de fuerza.

- Pero tenemos que ir a trabajar – sonrío, apartando unos cabellos de su frente.

- ¡No vayamos!

- ¿Pero qué dices? – Río ante tal barbaridad.

- Que no vayamos – dice acomodándose sobre mí – quiero que estemos así por siempre – dice dándome un dulce beso en los labios.

- ¿Pero quién va a pagar las cuentas? ¿Quién le dará de comer a los niños?

- Ellos ya se la pueden arreglar sin nosotros – sonríe.

- Pero todavía son unos bebés – sonrío también, rodeando su cuello con mis brazos. Reímos casi a carcajadas por tales ocurrencias, dándonos leves besos en el rostro.

- Bueno, la verdad es que todavía son muy pequeños como para dejarlos por su cuenta – dice mi esposo.

- Aunque la propuesta de quedarnos aquí es tentadora – sonrío acariciando su mejilla – igual tenemos que ir a trabajar.

- Está bien – dice con desgano levantándose de mi encima – pero con una condición – dice sonriendo con picardía.

- ¿Cuál? – Pregunto sonriendo de la misma manera.

- Que nos bañemos juntos – dice cargándome en sus brazos, sintiéndome un poco avergonzado – trata de no hacer mucho ruido – dice sin  borrar esa sonrisa de su rostro – llevándome hasta el cuarto de baño que se encuentra en nuestra habitación.


*Ryutaro*

- Aish ya comenzaron esos dos – digo tratando de taparme los oídos con mi almohada, pero es imposible ignorar los sonidos provenientes del cuarto de mis padres.

Así que rápidamente salgo de mi cuarto, bajando rápidamente hasta el primer piso encontrándome con la persona más despreciable del mundo, con esa sonrisa de idiota que siempre lleva en su rostro.

- ¿Por qué tienes esa cara? ¿Acaso viste un monstruo?

- Y uno muy feo – digo haciéndome a un lado para alejarme de él e ir hasta la cocina, ahora viendo a mi hermano con su novio tan acaramelados como siempre ¿Es que no les preocupa que nuestros padres los vean así?

- Ya dejen de hacer eso – digo con fastidio.

- ¿Hacer qué? – Pregunta mi hermano inocentemente, dándole otra cucharadita de cereal al bobo de su novio.

- Ser tan cursis – digo con repulsión - además nuestros padres podrían verlos.

- ¿Y qué pasa? No creo que se vayan a molestar por que estemos saliendo – dice Yuya, tomando la mano de mi hermano.

- Aish – suspiro molesto.

- En vez de estar criticando las relaciones ajenas deberías de ponerte tu uniforme – dice el violador, recibiendo una mirada asesina de mí parte.

- Eso es cierto Ryu-chan, ya pronto tenemos que ir a la escuela – dice mi hermano que ya está perfectamente vestido con su uniforme.

- Pero… - Suspiro nuevamente y sin decir más me voy directamente a mi cuarto, rezando porque ya mis padres hayan terminado su “labor” de cada mañana.


*Okura Tadayoshi*

- Gracias por traerme mi amor, pero no deberías hacerlo – dice mi adorable esposo mientras lo dejo al frente de la agencia de publicidad en la que trabaja.

- ¿Por qué no? Si me queda de camino al trabajo.

- Porque podrías llegar tarde y no quiero que te regañen o algo.

- Te preocupas demasiado – digo besando su frente – voy justo a tiempo.

- Está bien – sonríe, tomándome de ambas manos, poniéndose un poco de puntitas y dándome un pequeño beso en los labios - ¿Quieres que después del trabajo vayamos a algún lado?

- ¿Me estás proponiendo una cita? – Sonrío alegre, mientras que él asiente con la misma alegría, con su rostro sonrojado.

- Sí, quiero que vayamos a cenar a un lugar bonito y luego a dar un paseo.

- Entonces saldremos esta noche – sonrío besando su frente.

- Ya debes de irte o llegarás tarde – dice dándome un fuerte abrazo.

- Está bien – digo correspondiendo a su abrazo – nos vemos en la noche – digo dándole otro dulce beso en los labios.

- Que tengas un lindo día – dice al separarnos.

- Lo mismo – sonrío acariciando su rostro.

- Te amo – dice con un hermoso sonrojo en sus mejillas.

- Yo también te amo – digo dándole un último beso antes de subirme en la motocicleta, esperando a que entre a su lugar de trabajo, para luego finalmente seguir mi camino hacia el mío.


*Ryutaro*

- Ustedes dos son muy molestos – digo viendo al par de bobos enamorados dándose besitos de vez en cuando mientras caminan ¿Es que no se cansan?

- Entonces no nos veas – dice Yuri volviendo a besar a su novio.

- Si pudiera caminar con los ojos cerrados claro que con gusto lo haría.

-  Entonces ve adelante – dice deteniéndose junto con el bobo de su novio, esperando a que yo me adelantara, seguido por el violador de menores.

- ¿Por qué estás tan molesto? – Pregunta haciéndome rabiar más.

- Eso a ti no te importa – digo caminando más rápido. Solo quiero llegar a casa y encerrarme en mi habitación.


*Kota*

- ¿Por qué está así? – Pregunto preocupado, viendo como Ryutaro se aleja cada vez más de nosotros.

- Debe ser porque Yuto dijo que no podía salir con él hoy – dice Yuri tranquilamente – es tan necio.

- ¿Acaso le gusta? – Pregunta mi hermano, haciéndome sentir un poco tenso.

- No es eso, es solo que pienso que Ryutaro trata de huir de algo o quizás de alguien.

- ¿Pero de quién va a querer huir?

- Estoy pensando en tonterías – sonríe – pero trataré de hablar nuevamente con él.

- No te preocupes tanto, a lo mejor y no es algo grave.

- Tienes razón mi amor, quizás estoy exagerando un poco.

- Él es así de raro siempre, no sé qué les sorprende – digo apresurando mi paso, queriendo en lo profundo estar cerca de Ryutaro.


*Ryutaro*

- Ryutaro ¿qué es lo que te pasa? – Pregunta mi hermano mirándome con preocupación, entrando a la habitación.

- ¿Qué haces aquí?

- Te recuerdo que ésta también es mi habitación.

- Pensé que te habías mudado a la de tu novio.

- No me cambies el tema – dice haciendo puchero - ¿qué te pasa?

- No me pasa nada.

- ¿Cómo qué no? Estás muy raro desde que volvimos de Okinawa.

- Ya te he dicho que no ha pasado nada – digo ya fastidiado, de tan solo pensar en que ese flacuchento violador de menores me ha besado me dan escalofríos - ¿Además por qué lo preguntas?

- Pues porque soy tu hermano y estoy preocupado por ti – dice mirándome serio – además no me parece bien que quieras todo el tiempo estar en casa de Yuto.

- Pero es nuestro amigo, no veo nada de malo en querer pasar el tiempo con él.

- Lo sé, pero recuerda que tiene novio y él es muy celoso.

- Pero si no hacemos nada malo.

- Pues sea como sea, ya sabes que a Ryosuke se le da por inventarse dramas – suspira – Dime la verdad ¿Te gusta Yuto?

- ¡Por supuesto que no!

- ¿Entonces?

- No es de tu incumbencia.

- Papá está preocupado también.

- Dile que no me pasa nada.

- Definitivamente es imposible hablar contigo.

- ¿Entonces por qué no me dejas en paz?

- Porque eres mi hermano y te quiero.

- Si me quieres tanto entonces déjame solo.

- Ryu…

- ¿Y sabes una cosa más? Les diré a nuestros padres lo de tu relación con Yuya.

- ¿Me estás amenazando?

- No, solo que ya es tiempo de que ellos lo sepan – digo enfadado – así que vete de mi habitación.

- Está bien, me iré – dice también molesto – pero ni creas que con eso vas a hacer que nos separemos – dice finalmente saliendo de mi habitación. Suspiro profundamente antes de acostarme sobre mi cama, pensando en lo que acababa de decir, ¿estará bien decirles eso?


*Okura Tadayoshi*

Puedo ver desde lejos a mi amado esposo, esperándome en la esquina de siempre; con su cuerpo temblando un poco por causa del frío. Ya se acerca el invierno y como es costumbre se le ha olvidado traer su abrigo. Camino un poco más rápido, tratando de que no pueda verme entre la multitud de gente que camina a mi alrededor. Llegando finalmente a él, rodeándolo en un cálido abrazo.

- ¡Yoshi! – Dice exaltado - ¡Me asustaste!

- Lo siento – digo abrazándolo con más fuerza, sintiendo su cuerpo helado – pensé que sería romántico llegar de sorpresa.

- Es muy romántico, pero no lo vuelvas a hacer – sonríe - ¿Cómo te fue en el banco? – Pregunta volteando a verme, con esa sonrisa que me enamora cada día más.

- Bien, lo de siempre – suspiro – entregar dinero, recibir dinero, la gente quejándose por cualquier cosa – digo apegándome más a él – pero definitivamente este es mi momento favorito de cada día – digo quitándome el abrigo para ponérselo a él, seguido de un dulce y fugaz beso en los labios.

- Mi amor, te enfermarás – dice preocupado, haciendo puchero.

- Estaré bien – sonrío, tomando su mano.

- Estás calentito – dice alegremente, tomando la mía con fuerza.

- ¿Y cómo te fue a ti? – Pregunto mientras comenzamos a caminar.

- Hoy el día estuvo muy ajetreado, como se acerca la navidad es todo un caos ahora.

- Me imagino, en el banco también será igual dentro de unos días.

- Estoy agotado – dice recostando un poco su cabeza en mi hombro.

- Yo también lo estoy – sonrío – en ese caso será mejor ir a casa.

- Lamento que no podamos tener nuestra cita.

- No te preocupes, el estar contigo en la cama arropados hasta el cuello se me hace una cita maravillosa.

- A mí también me gusta.

- Entonces vamos a casa, cenamos, nos tomamos un baño caliente y luego si a la cama.

- A dormir.

- Sí, claro, a dormir.

- Bueno, unas cuantas caricias no estarían de más – sonríe pervertidamente aunque en su rostro es bastante notable su cansancio.

- Solo será un poco, también me encuentro muy cansado como para eso.

- Si nos quedamos dormidos en pleno acto, pues ésta vez no habrá castigo.

- Eso suena alentador – reímos por tan absurda conversación que tenemos.

- Vamos por mi motocicleta al parqueadero, lo dejé ahí pensando que sí íbamos a salir.

- En verdad lo siento… - Dice apenado.

- Ya te dije que no te preocuparas, así sea haciendo nada, si estás a mi lado todo es fantástico – sonrío ampliamente, sosteniendo con más fuerza su mano. Yasu es lo que más amo en mi vida.


*Ryutaro*

Respiro profundo, esperando pacientemente en la sala de estar la llegada de los jefes de la familia, mis padres. Sé que quizás pueda dañar la relación de mi hermano y el bobo de su novio, pero supongo que es lo mejor, no está bien que nuestros padres estén al margen de la situación y me parece correcto que se enteren de lo que sucede con ese par de idiotas enamorados, puede que no se lo tomen a bien, pero sin duda es lo mejor.

Dirijo mi mirada hacia las escaleras, en donde están mi hermano y hermanastros sentados, expectantes a lo que sucederá cuando nuestros padres crucen la puerta de entrada. Tal vez no lo aparenten, pero puedo notar algo de preocupación y de angustia en sus rostros. No pienso que nuestros padres sean unos tiranos, pero quizás las cosas cambien demasiado de ahora en adelante para todos.

- ¡Estamos en casa! – Dicen ambos al entrar por la puerta, mirándome extrañados de verme ahí sentado.

- Hijo ¿nos estabas esperando? – Pregunta mi padre entrando a la sala junto con papá Yoshi.

- Si – suspiro – tomen asiento – digo viendo como ellos se sientan en el sofá, mientras que yo lo hago en el sillón que queda al frente de éste - quiero comentarles sobre algo sumamente importante y que creo que ustedes deberían saber.

- ¿Pasa algo en la escuela? – Pregunta papá Yoshi.

- No, en la escuela voy bien.

- ¿Entonces qué sucede? – Dice mi papá mirándome preocupado.

- Si Ryu-chan, dinos que es eso tan importante – dice papá Yoshi mirándome con la misma expresión. Trago algo de saliva al verlos tan angustiados, quizás esto les llegue a afectar más de lo que pienso.

- Es sobre Yuri y Yuya, ellos…

- ¡No me digas que han terminado!

- Sé que… ¡Esperen! ¿Qué?

- Y tan bonita pareja que hacían – dice papá entristecido.

- ¿De qué están hablando? – Pregunto mirándolos sin entender nada.

- ¿No nos estás diciendo que han terminado? – Pregunta papá Yoshi.

- ¡No! – Exclamo todavía atónito por la reacción tan inesperada de ambos - ¿ustedes lo sabían?
- Claro que lo sabíamos ¿acaso pensaron que no nos íbamos a dar cuenta? – Dice mi papá con un rostro lleno de total alegría.

- Se le nota demasiado a ese par de tortolitos – dice papá Yoshi sonriendo también.

- ¿En verdad les parece bien? – Pregunta mi hermano entrando a la sala junto a su novio y el violador de menores.

- ¿Y están de acuerdo? – Pregunta ahora el bobo de su novio.

- No podemos estar más felices – dice mi papá levantándose junto a papá Yoshi, abrazando ambos a la feliz pareja.

- Pensé que no les agradaría la noticia – dice mi hermano nerviosamente.

- ¿Por qué no nos iba a gustar? Si ambos hacen una pareja divina.

- Además es bonito saber que todo queda entre familia – dice papá Yoshi alegremente.

- Sería lindo que Ryu y Kota también se juntaran – dice mi papá con ilusión, haciéndome sentir un escalofrío por dentro.

- Eso no va a pasar – digo seriamente, mientras veo sonreír al violador de menores ¿Por qué ésta familia no puede ser normal? 

CONTINUARÁ...