1/7/19

Amor Carmesí

Hola Hola 😃
He querido traerles una sorpresa hoy y se trata del primer capítulo de mi nuevo serial que llevará por nombre "Amor Carmesí"💖
Estoy muy feliz de traerles por fin ésta historia, ya que lleva muchísimos años en mi cabeza, inclusive desde antes de publicar mi primer Fanfic, pero siempre lo estuve posponiendo hasta que por fin llegó el día de sacarlo a la luz💪
Espero que les guste y de una vez les digo que éste será muy diferente a todo lo que he publicado antes y pues éste fic se lo dedicaré a Yojhannah Tomatito 💗



Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 1

- “El día que yo muera ¿Qué harás? – pregunté, mirando fijamente al ser que estaba delante de mí, me miró tan dulcemente y luego de besar mi frente respondió:

- Dejaría de existir en el mismo instante en el que cierres tus ojos para no despertar jamás”

Otra vez ese sueño, el mismo de todos los días, despierto empapado por un sudor frío, no pudiendo evitar que mis lágrimas salgan al recordar aquello, su ausencia me mortifica, pero ya no puedo hacer nada, sólo me queda esperar morir para ver si aunque sea en la eternidad volvería a estar junto a él, pero solo sabe Dios cuándo me llegará la hora, aunque ya prácticamente estoy muerto en vida.


*Yuri*

Me despierto al sentir los rayos del sol sobre mi rostro, sonriendo al recordar que el día de hoy no tengo que ir a la escuela, así que aprovecharía para salir y visitar a mí hermano Daiki. Me voy rápidamente al cuarto de baño y luego de ponerme la ropa, bajo a desayunar, encontrándome con mi hermano Ryosuke, que ya está sentado en su asiento habitual.

- Buenos días – digo al entrar a la sala del comedor, sentándome de inmediato sobre la silla que me corresponde, al mismo tiempo que una de las empleadas pone mi desayuno sobre la mesa.

- Buenos días, Yuri – responde mi hermano - ¿Para dónde vas tan temprano? Que yo sepa, hoy no tienes clases.

- Iré a visitar a Daiki y luego a dar un paseo por ahí – respondo.

- Pero si ya lo visitas todos los días, por un día que no vayas no creo que pase algo – dice con algo de molestia.

- Si él viviera con nosotros no tendríamos este problema.

- Pues él es el problema – dice levantándose de su asiento – procura no llegar muy tarde, he escuchado que han desaparecido personas últimamente.

- No te preocupes, sé cuidarme solo.

- Lo digo por si acaso – dice finalmente saliendo de la sala, dejándome solo.

Después de desayunar salgo de la casa, respirando el aire fresco de la mañana, hace un buen tiempo para caminar y no dudo en hacerlo. Desde que tengo uso de razón he vivido siempre en éste pueblo, mis padres murieron cuando tenía cinco años, quedando a cargo de mis hermanos mayores Daiki y Ryosuke, ambos son mellizos y diez años mayores que yo, pero por alguna razón que desconozco aún, ellos están peleados y realmente son pocas las veces en las que nos reunimos los tres, pero cada vez que intentamos hacer una reunión termina entre golpes e insultos.

Sonrío al ver que ya estoy cerca de mi destino, así que entro apresuradamente a ese lugar completamente lleno de gente, buscando un lugar en donde sentarme, pero es realmente inútil, así que tengo que quedarme de pie hasta que de por finalizada la ceremonia.

- ¡Yuri! – Grita mi hermano al verme después de que la mayoría de la gente se ha ido, para luego abrazarme fuertemente, él siempre es así de cariñoso conmigo.

- Lamento haber llegado tarde a la misa – digo en modo de disculpa.

- No te preocupes, de que hayas venido es lo importante – dice revolcando mis cabellos.

- Creo que ser el hermano menor del Sacerdote del pueblo no es garantía de que llegue siempre temprano.

- No sabes lo mucho que me alegra que vengas.

- Lo haré todos los días sin falta, aunque preferiría que volvieras a vivir con nosotros – digo haciendo puchero.

- Ya sabes que eso es imposible, no quiero que vivas en un ambiente de guerra.

- ¿Por qué se odian tanto?

- Eso es algo que no te puedo responder.

- Los dos siempre me dicen lo mismo – digo desilusionado.

- Es sólo un problema entre nosotros dos y no tienes nada que ver con eso.

- Está bien – respondo con resignación.

- ¿Ya desayunaste?

- Sí, antes de venir lo hice, aunque no me importaría merendar algo – digo sonriente.

- Entonces ayúdame a limpiar la iglesia y vamos a la cafetería que queda cerca, venden unos postres riquísimos.

- Claro que sí – digo sin dejar de sonreír, quiero tanto a mi hermano, el mayor de los tres, comenzando a limpiar junto con éste, con la ayuda de su monaguillo, Ryutaro.

- Ryu-chan, si viene alguien dile que estaré aquí de nuevo al medio día.  

- Sí, Padre.

- ¿Quieres que te traiga algo?

- No, así está bien, que la pasen bien – dice haciendo una reverencia.

- Entonces vámonos – dice mi hermano, yendo ambos a la cafetería.

Mi hermano tenía razón, los postres son deliciosos y el café exquisito, nos quedamos hablando por un buen rato, hasta que llegó la hora de volver a la iglesia, quedando mi hermano en ésta, ya que tenía muchos compromisos que atender, nos abrazamos y después de despedirnos, seguí con mi camino.

Almorcé en mi restaurante favorito y me pasé toda la tarde en la Biblioteca, me encanta el silencio que habita en ésta y por eso es de mis lugares preferidos para ir en mis días libres. Al ver que ya se ha hecho de noche, tomo prestados unos libros que necesito y me dispongo a salir, tengo que llegar temprano o mi hermano Ryosuke se molestará.

- Disculpa, se te cayó esto – escucho a alguien hablar detrás de mí, así que volteo para verlo, quedando totalmente embelesado por lo hermoso que es.

- ¿Eh?

- Que se te cayó esto – sonríe nuevamente mostrándome el libro que tenía en su mano.

- Gra… gracias – digo entrecortadamente, tomando el libro rápidamente ¿por qué me comporto así?

- Debes tener más cuidado, perder un libro es algo terrible – sonríe.

- Si y más cuando el encargado de la Biblioteca es un monstruo – río nerviosamente – muchas gracias – digo haciendo una reverencia, dispuesto a salir de allí.

- Espera, no me has dicho tu nombre.

- No creo que sea necesario que te lo diga.

- ¿Por qué? – Pregunta curioso - quizás nos volvamos a ver en algún momento – dice sonriente, haciéndome sentir cierto escalofrío.

- ¿Eres nuevo en el pueblo? Jamás te había visto.

- Si, llegué hace dos meses – sonríe - no evadas mi pregunta, me encantaría saber el nombre de tan precioso muchacho – dice haciendo que me sienta más nervioso de lo que estoy.

- Arioka Yuri, ese es mi nombre.

- Takaki Yuya, espero verte pronto, Yuri – dice tomando mi mano, dándole un delicado beso, acto que me hace sonrojar demasiado.

- Yo… yo también – digo nerviosamente, saliendo casi corriendo de la Biblioteca.

Camino lo más rápido que puedo, sintiendo como mi corazón late rápidamente, sintiéndome un estúpido por sentirme así con alguien que acabo de conocer y del que no sé absolutamente nada a excepción de su nombre. Llego a casa con la respiración agitada, siendo recibido por mi hermano.

- Pensé que ya no ibas a llegar, iba a salir a buscarte – dice molesto.

- Pero tampoco es que sea muy tarde – digo mirando el reloj, son las 8:00 p.m.

- Mejor vete a dormir que mañana tienes que ir a clases – dice subiendo las escaleras, entrando a su habitación.

- Si, mamá – digo de manera burlona.

Subo hasta mi habitación, quitándome la ropa para darme un relajante baño y después ponerme mi pijama, acostándome sobre mi cómoda cama, teniendo solo un pensamiento en mi cabeza.

- Takaki Yuya…

CONTINUARÁ...