2/6/20

Amor Carmesí

Hola Hola!!!!!
¿Cómo la han pasado ésta cuarentena?
Hoy les traigo por fin el capítulo 12 de éste serial, creo que hace mucho que no incluyo a Ryosuke en la historia, pero ya por fin lo tenemos de vuelta y muy pronto estaremos descubriendo su pasado.
Muchas gracias siempre por sus comentarios y apoyo a lo que escribo, no saben lo feliz que me hace leerlos 💖
Y como siempre éste fic está dedicado a Yojhannah Tomatito💕
Espero lo disfruten 💟



Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 12

*Ryutaro*

- No estoy interesado, tengo mucho que hacer – digo retomando mi oficio.

- Sólo será por un rato – dice insistente, acercándose cada vez más a mí.

- ¡Ryutaro! – Gritan mi nombre a la distancia, suspirando aliviado de ver a Hikaru, notando que el que estaba antes acechándome ha desaparecido.

- ¿Qué sucede? Estás pálido – pregunta preocupado al llegar a mi lado.

- ¿Acaso no lo viste?

- ¿A quién?

- No es nada – digo dando un profundo suspiro, ¿habrá sido producto de mi imaginación? No, aquel hombre extraño era real – El Padre Daiki no está – digo tratando de cambiar el tema.

- Eso lo sé, de hecho vengo de la casa de Keito, me dijo que me adelantara para ayudarte a organizar lo de la mudanza.

-Muchas gracias – digo alegremente, sintiéndome tranquilo con la compañía de Hikaru, pero todavía puedo sentir un escalofrío recorriendo mi ser de tan sólo pensar en ese tipo.


*Yuya*

- Yuri – sonrío viendo su rostro durmiente sobre mi pecho, acariciándolo dulcemente con una de mis manos.

- Un poquito más… - Dice removiéndose un poco, haciéndome sonreír de lo dulce y tierno que se ve.

- Ya pronto tendremos que irnos y recuerda que tengo que decirte algo muy importante – susurro acariciando ahora su cabello, notando cómo poco a poco abre sus ojos.

- Es cierto – dice incorporándose lentamente sobre la cama.

- ¿Te duele? ¿Fui muy brusco? – Pregunto con preocupación.

- Estoy bien – responde con un notorio sonrojo en sus mejillas – fue… fantástico.

- Me alegra escuchar eso – digo besando su mejilla.

- ¿Y qué es eso tan importante que tienes que decirme?

- Sólo quiero que me prometas que lo que te diga no va a afectar nuestra relación.

- ¿Y por qué habría de afectarla?

- Es algo complejo – sonrío acariciando sus cabellos.

- ¿Estás casado? ¿No eres humano? O quizás… ¿Eres un asesino en serie? – Pregunta mirándome fijamente a lo que yo me quedo en silencio por unos segundos, Yuri es más listo de lo que parece, por eso lo amo tanto, pero esto podría acarrear problemas.

- No estoy casado, no soy humano y… – respondo viendo su rostro lleno de asombro.

- ¿Qué eres? – Pregunta con total interés y curiosidad.

- ¿Puedes adivinarlo?

- Lo intentaré – dice mirándome con detenimiento – ¿un hombre lobo?

- No - sonrío.

- ¿Un duende?

- No soy tan pequeño.

- Eso me consta – dice enrojecido – ¡Ya sé! – Exclama emocionado – ¡Eres un vampiro!

- Acertaste – digo sonriente.

- ¿En serio?

- Es en serio mi amor – sonrío de ver su cara de confusión - ¿Quieres ver mis colmillos? – asiente lentamente, dejando salir mis colmillos para que él pueda verlos.


*Yuri*

- Sorprendente – digo tocando uno de ellos con la yema de uno de mis dedos, se ven muy afilados  - Pero si eres un vampiro ¿cómo es que puedes estar bajo el sol?

- No sé quién se habrá inventado eso de que nos hacemos polvo bajo el sol pero es una total mentira – suspiro – aunque si nos debilitamos cuando estamos mucho tiempo bajo él.

- Eso explica el por qué nuestras citas eran bajo techo – sonrío.

- ¿No te asusta saber lo que soy?

- ¿Por qué debería de asustarme?

- Por lo que se sabe de nosotros – dice acostándome sobre la cama, posicionándose encima mientras comienza a besar mi cuello, rozando el filo de sus colmillos sobre la piel de éste, haciéndome estremecer.

- ¿Sobre lo de beber sangre humana? – Pregunto acariciando su espalda desnuda – eso no me asusta, pero... – Dudo, recordando que hace poco no permití que me respondiera la tercera pregunta que le hice en broma, pero ahora que estoy atando cabos podría llegar a ser verdad – ¿Puedo preguntarte algo?

- Lo que quieras – dice besando dulcemente mis labios.

- ¿Tú amigo también es un vampiro?

- Sí – responde acariciando mi rostro. 

- Y… ¿Ustedes tienen que ver con las desapariciones de las chicas del pueblo? – Pregunto sintiendo un nudo hacerse en mi pecho, mientras él me mira con sorpresa.

- ¿En verdad quieres saberlo? – Dice mirándome con seriedad y algo de temor.

- Debería ¿no? – Digo tragando algo de saliva por la preocupación ¿Qué debería hacer si llega a ser cierto?

- Claro que debes saberlo – dice besando mi frente con total cariño – la verdad es que yo…

- No, mejor no digas nada – digo abrazándome a él, sintiendo el calor de su cuerpo sobre el mío, tengo miedo de lo que me pueda responder, no quiero escucharlo.

- Yuri… ¿Me odias?

- ¿Cómo podría hacerlo? – Digo apartándolo un poco para tomar su rostro con mis manos, dándole un dulce beso, sintiendo que nada va a cambiar lo que siento por él, aunque no sé si estoy haciendo lo correcto.


*Ryosuke*

- Ryosuke ¿me permites un momento? – Dice Fujigaya luego de terminada la reunión con el Alcalde.

- Sí, claro.

- Sé que prometí que no te diría nada al respecto pero dada la situación lo haré – dice dando un profundo suspiro – desde hace un tiempo hemos estado trabajando con la ayuda de tu hermano Daiki, apoyado por Hikaru y Keito.

- Ah ¿Eso? Ya lo sabía.

- ¿Pero cómo? Se supone que no debías saberlo – dice mirándome sorprendido.

- Realmente nunca dudé en que Keito y Hikaru lo buscaran, por mucho que supieran de antemano que eso me molestaría.

- ¿Y todavía te molesta?

- Claramente sí, pero aunque no quiera reconocerlo él será de mucha ayuda.

- Entiendo – sonríe – no es un tema que me incumba, pero por favor, por el bien de la misión no peleen.

- Trataré de hacer lo mejor que pueda – digo sintiendo un pequeño malestar en mi interior, tendré que dejar mi orgullo a un lado si quiero que esto funcione.


*Daiki*

- Éste será tu cuarto – dice Keito al entrar ambos a una habitación ubicada en el segundo piso de la casa.

- Me sorprende tanto que puedas vivir en una casa tan grande tú solo – digo viendo con detalle la habitación.

- Es la herencia que me dejaron mis padres, tampoco es que quiera deshacerme de ella, además no estoy completamente solo, aquí también vive el ama de llaves.

- Es una casa muy linda y muy familiar, sería lindo ver a un par de niños correteando por toda ésta – sonrío de sólo imaginarlo, es lo que me produce estar en ésta casa tan acogedora.

- Mientras estoy sentado en el sofá con la persona que amo – sonríe éste también, abrazándome luego por la espalda – sería muy lindo ¿no lo crees?

- Sí lo creo – digo apartándome de él – pero para mí no hay oportunidad de vivir eso tan bonito, al menos tú todavía tienes opción.

- ¿Pero qué puedo hacer cuando esa persona no me corresponde? – dice mirándome fijamente a los ojos.

- Keito…

- Amo Keito, ha llegado visita – dice el ama de llaves Kaoru, entrando estrepitosamente a la habitación.

- ¿Quién? – Pregunta Keito.

- El Joven Ryosuke – dice alegremente la señora.

- Esto es malo – dice mirándome preocupado.

- Ve a recibirlo, yo me quedaré aquí – digo sonriente.

- Está bien – sonríe – mientras tanto ve acomodando tus cosas – dice finalmente, yendo a recibir la inesperada visita, hace mucho que no veo a Ryosuke ¿debería husmear un poco?


*Keito*

- Que alegría verte Ryosuke – digo al bajar las escaleras y verlo sentado en el sofá de la sala, con el ceño fruncido como de costumbre.

- ¿Por qué demoraste tanto?

- Estaba en algo importante ¿a qué se debe tu visita?

- Vengo de la estación de policía.

- ¿De la estación? ¿Encontraron algo?

- Fue el Alcalde a hablar con Fujigaya principalmente, pero éste quiso que estuviera presente también, está muy molesto porque no hemos hecho ningún progreso.

- Es de esperarse, ya van más de tres víctimas y ni rastro de esos seres.

- Así que tendremos que apresurarnos antes de que ocurra otra tragedia y la gente se desespere más de lo que está.

- Estás en lo cierto.

- Así que no queda más remedio que seguir trabajando con él – dice un poco irritado.

- ¿Con quién? – Pregunto confundido.

- Con el que está allá arriba en las escaleras – dice mirando hacia aquel lugar.

- Daiki… - Susurro su nombre, viendo cómo éste baja las escaleras - ¿Pero cómo?

- ¿Acaso pensaban que no me daría cuenta?

- Debí imaginarlo – suspiro resignado.

- Ryosuke yo…

- ¿Por qué no traes puesta tu sotana?

- Eso es porque me he retirado temporalmente del sacerdocio para estar más al pendiente de la misión.

- Será mejor que actúes rápido, no podemos permitir que hayan más víctimas.

- Ryosuke… ¿Estás enfermo? – Digo interrumpiendo su conversación, tocando la frente de éste.

- No ¿por qué? – dice mirándome con el ceño fruncido.

- Porque llevas más de cinco minutos hablando con Daiki y no han comenzado a volar los objetos de mi sala.

- Idiota – dice dándome un pequeño y fuerte golpe en el brazo.

- Oye, eso duele – digo haciendo un puchero.

- No es momento de decir estupideces – dice dirigiéndose a Daiki – no voy a negar que me desagrada todo esto, pero si tengo que trabajar de nuevo contigo por el bien de la población, lo haré.

- Gracias – responde Daiki con una amable sonrisa.

- Nunca esperé vivir lo suficiente como para verlos a ambos hablando como personas civilizadas – digo abrazando a mis dos amigos.

- Eres muy molesto – dice Ryosuke tratando de apartarse sin ningún éxito, estoy tan feliz.  


CONTINUARÁ...