30/12/23

COMPASS ROSE - Capítulo 26

 Hola, hola!!!!!

¿Cómo están todos? Espero que muy bien y si no es así les mando un super fuerte abrazo de oso y espero que éste nuevo capítulo les saque una sonrisa. 

Primero que todo, feliz navidad y segundo les deseo un bonito y próspero año 2024. 

Muchas gracias a todos por acompañarme un año más, leyendo mis ocurrencias, lo digo todo el tiempo pero no puedo evitar estar agradecida con todo el amor que le dan a mis escritos y el saber que al menos leerlos les da algo de felicidad me calienta mucho el corazoncito, en verdad que no tengo palabras para agradecerles lo feliz que me hacen. 

Tal y como lo dije en la publicación anterior, me tomaré unas vacaciones en enero, así que no habrá nuevo capítulo sino hasta febrero del próximo año, pero para enero les estaré publicando el segundo y último especial de Seduciendo a mi profesor, ya está terminadito, así que espérenlo con ansias. 

Que disfruten de éste último capítulo del año!!!! 




Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan


Capítulo 26

*Hikaru*

- Hikaru, no esperaba verte tan temprano – dice Kota acercándose al encontrarnos en el pasillo.

- Yo tampoco pensaba hacerlo tan pronto, pero los chicos insistieron en que los acompañara al pueblo y pues la verdad no pude negarme.

- Es verdad, el príncipe Ryosuke estaba muy entusiasmado de ir a los campos.

- Sí, se veía muy interesado…

- ¿Vas al despacho del Rey?

- Sí, no lo he saludado hoy.

- Entonces te acompaño, justo voy para allá también – sonríe mientras retomamos el camino hasta dicho lugar.

- ¿Se puede saber dónde estabas Kota? – Pregunta Kei al poner un pie en el despacho – Dijiste que nos ayudarías con el trabajo en el lugar de Yuri.

- Sí, lo dije, pero yo también tengo trabajo que hacer – digo mostrándole la montaña de papeles que llevo en las manos.

- Ya Kei, no le riñas, ya falta poco para terminar por hoy – sonríe el Rey mientras dirige su mirada hacia nosotros – Hikaru, que gusto verte.

- Igualmente su majestad – digo haciendo una reverencia – quería venir a saludarle y a decirle que los príncipes y los demás chicos han regresado con bien al castillo.

- ¿Viniste con ellos?

- Sí señor – sonrío – ya están todos en el gran salón celebrando la llegada del príncipe de Ichigoland, el príncipe Daiki espera que todos podamos asistir.

- Ya en un momento bajamos – dice el rey estirando un poco sus brazos - ¿cómo te fue en los campos? ¿Pudieron solucionar lo de la plaga?

- Sí su majestad, esperamos que mañana ya se note alguna mejoría, tengo que ir todos los días a checar cómo va progresando.

- Está bien, si necesitas cualquier otra cosa por favor pídelo.

- Muchas gracias su majestad – sonrío agradecido – de momento iré a mi habitación para cambiarme e ir a la fiesta.

- Aquí te esperaremos para bajar todos juntos.

- Entonces trataré de no tardar demasiado – digo haciendo una nueva reverencia antes de retirarme con cierta prisa del lugar.

En realidad preferiría no asistir porque he tenido un día muy agotador en el campo, lo cual es verdad, pero también quisiera poder evitar estar cerca del príncipe Ryosuke ya que su sola presencia me hace sentir muy nervioso y no quisiera que alguien lo notara, pero tampoco quiero que piensen que lo odio o algo.

- Ni cuando estaba interesado en Kota era tan complicado – digo desordenando un poco mis cabellos ¿Qué me está haciendo ese muchacho?


*Keito*

- ¡Esto está delicioso! – Exclama el príncipe Yuto mientras prueba una de las tartaletas, se ve tan lindo - ¿quieres probar? – Pregunta ofreciéndome un poco de la suya.

- No tienes por qué molestarte príncipe, yo puedo tomar otro – río nerviosamente.

- Pensé que querías de la mía, como no me despegabas la mirada – ríe divertido.

- ¿Tan obvio estoy siendo? – Murmuro.

- ¿Dijiste algo? – Pregunta curioso.

- No, no es nada príncipe – digo mientras tomo una de las tartaletas, llevándola hacía mi boca y degustándome completamente de su sabor – ¡Está muy rica! – Exclamo también asombrado.

- ¿Ves? Te lo dije – dice con una amplia sonrisa, haciéndome sonrojar por lo bello que es.

- Chicos, vamos a bailar – dice el príncipe Daiki mientras va de la mano con el príncipe Ryosuke hacía el centro del salón, comenzando a bailar sonrientes, esta podría ser una gran oportunidad para acercarme un poco más a él.

- Príncipe…

- ¡Yuri vamos a bailar! – Dice yendo hacia el más pequeño de todos, llevándole entusiasmado a la pista de baile.

- Creo que sólo quedamos nosotros – dice Ryutaro con una amable sonrisa – ¿bailamos? – Pregunta extendiéndome una de sus manos, la cual tomo con delicadeza, yendo hacia donde están los demás.


*Kei* 

- Su majestad, no me lo vaya a tomar a mal, pero me sorprende mucho que quiera asistir a la fiesta – dice Hikaru mientras vamos de camino al gran salón.

- ¿Por qué lo dices?

- Porque casi siempre prefieres seguir trabajando, inclusive hay que llevarte casi a  rastras para que asistas a tu propia fiesta de cumpleaños – dice Kota.

- ¿Acaso no son ustedes los que me dicen que debería salir más de mi despacho? – Pregunta mirándonos confundido.

- No tiene nada de malo que lo hagas, estamos muy sorprendidos y felices de que te tomes un tiempo para descansar y despejar un poco tu cabeza de tantas obligaciones – digo esbozando una sonrisa.

- Igual considero que es un poco exagerado hacer una fiesta para tan pocas personas – dice Kota.

- Eso fue porque el príncipe Daiki no quería que el príncipe Ryosuke se sintiera incómodo si había gente que no conocía - digo recordando aquella conversación sobre la fiesta que había tenido con mi príncipe.

- Además tranquilo, la organicé de manera en que no quedemos en la bancarrota cuando finalice – dice Hikaru orgulloso – aunque lo más costoso fueron las rosas, pero no te preocupes por ello, eso fue por mi cuenta.

- Me sorprende tanta amabilidad con el príncipe de Ichigoland – dice Kota mirándolo con curiosidad.

- Lo hice por el príncipe Daiki, porque fue muy amable de pedirme que lo ayudara.

- Si tú lo dices…

- ¿Qué tanto murmuran ustedes? – Pregunta el Rey.

- Nada su majestad – decimos al unísono, llegando por fin al gran salón, viendo a los chicos danzando alrededor de éste, sintiendo una ligera molestia en todo mi ser al ver a mi príncipe bailando con aquel otro príncipe.

- Que no se te noten los celos - dice Kota cerca de mi oído.

- ¿Cómo puedes decirme eso cuando tu prometido está bailando con otro? ¿No te dan celos a ti también?

- No, para nada, si Ryutaro quiere estar a mi lado lo decidirá él – dice con una sonrisa, viendo como el recién nombrado deja a su pareja de baile para acercarse a mi amigo con una amplia sonrisa de oreja a oreja.


*Yuya* 

- Hermano viniste – dice Daiki acercándose junto con los demás presentes, haciendo todos una ligera reverencia.

- No sean tan formales conmigo – digo con una amable sonrisa – esta fiesta es para el príncipe Ryosuke, así que él tiene que ser el centro de atención.

- Muchas gracias su majestad, me conmueve tanta amabilidad de parte de todos, pero tú eres la máxima autoridad en éste reino, así que como tal te debemos respeto.

- Espero que estés disfrutando de ésta.

- Por supuesto que sí, todo es muy agradable.

- Me alegra escuchar eso – sonrío – nuevamente te digo que espero que disfrutes de tu estadía.

- Claro que lo haré su majestad, muchas gracias – dice volviendo junto con mi hermano a donde estaban antes para seguir bailando.

- Yo iré a comer – dice Kei seriamente, siendo acompañado por Hikaru. 

- Su majestad ¿no piensa bailar? – Pregunta Yuri al quedar sólo nosotros dos.

- ¿Quieres que bailemos? – Pregunto sonriente.

- Me encantaría – dice con una hermosa sonrisa adornando su rostro.

- De momento puedes seguir con lo que estabas haciendo y en un rato bailaré contigo, quiero probar los bocadillos primero.

- Está bien su majestad, lo estaré esperando – dice reverenciándose antes de retirarse y volver a como estaba antes con mi hermano Yuto.

Me encamino directamente hacia la mesa, tomando uno de los apetitosos bocadillos para llevarlo a mi boca, maravillándome del delicioso sabor que tiene, dirigiendo luego mi mirada hacia la pista de baile, en donde Kota ha comenzado a bailar junto a su prometido, mientras que Hikaru y Kei me acompañan en la mesa.

- ¿No piensan bailar ustedes también?

- Estoy algo cansado del trabajo en el campo – dice Hikaru, tomando una de las sillas para sentarse.

- Y yo pues… No tengo ganas por ahora – dice Kei sin apartar la mirada de la pista de baile.

- Yuri se ha convertido en un precioso jovencito – dice Hikaru mirando con orgullo a su hijo, a lo que yo asiento levemente, posando mis ojos en él quién sigue bailando con mi hermano, haciéndome sentir algo extraño – no sé si debería decir esto, pero tal parece que el joven príncipe está interesado en Yuri.

- ¿Eso crees? – Pregunta Kei sorprendido.

- Tal parece, pero también puedo estarme equivocando, estoy pensando en hablar con él a ver si es cierto.

- No lo vayas a hacer si no estás completamente seguro.

- Sí, su majestad, por eso no lo he hecho todavía.

- ¿Y Yuri sabe algo? ¿Está interesado también? – Pregunto un tanto curioso.

- Si te soy sincero, creo que si está interesado en alguien, pero no creo que sea el príncipe.

- Ya veo… - Susurro pensativo ¿Por qué debería de interesarme?

- Sea quién sea esa persona debería considerarse afortunada– dice Kei.

- Eso es verdad, Yuri es un chico asombroso y no lo digo porque sea mi hijo – sonríe – ha traído mucha felicidad a este castillo.

- En eso tienes toda la razón – digo mirando enternecido al pequeño que baila con una enorme sonrisa en su rostro. ¿Quién podría ser aquel que capta la atención de Yuri? Suspiro profundamente sintiéndome algo extraño por esos pensamientos que rondan por mi cabeza y de repente mi cuerpo comenzó a moverse por sí solo y cuando quise darme cuenta, ya estaba en medio del salón, frente a los dos jóvenes quienes se detuvieron para mirarme sorprendidos.

- ¿Necesitas algo hermano? – Pregunta Yuto con curiosidad.

- Siento si los interrumpo…

- No te preocupes – sonríe – justo estaba hablando con Yuri de cambiar de parejas, Keito ha quedado solo y pues me da algo de pena verlo así – dice mirando hacia el chico que está en una esquina del salón.

- ¿Entonces no hay problema si quiero bailar con Yuri?

- Claro que no – ríe divertido – de hecho él estaba esperando por ti.

- ¡Yuto! – Exclama Yuri avergonzado.

- Nos vemos en un rato – dice escabulléndose rápidamente hacía donde está el solitario chico.

- ¿En serio esperabas por mí?

- Un poco… - Susurra desviando un poco la mirada.

- ¿Me concederías ésta pieza? – Pregunto extendiendo mi mano, siendo tomada por la de él.

- Encantado su majestad – dice con una gran sonrisa, pudiendo notar un leve color rosa en sus mejillas. En verdad que Yuri es un jovencito precioso – ¿Si pudieron terminar con el trabajo de hoy?

- Sí, tu padre ayudó un poco – sonrío mientras comenzamos a movernos lentamente – pero pudimos terminar a tiempo para venir aquí.

- Me alegro tanto – sonríe.

- Aunque he de decir que siempre que no estás me haces mucha falta – digo, avergonzándome luego por decir aquello.

- Y en cambio yo no dejo de pensar en que quisiera poder ayudarte – ríe al mismo tiempo que su sonrojo se intensifica un poco más.

- ¿Podríamos no hablar de trabajo al menos por lo que queda de la noche? – Pregunto sosteniendo con un poco más de firmeza su cintura, mientras él asiente animadamente sin borrar aquella bella sonrisa, haciéndome sentir completamente a gusto a su lado.

 
*Daiki*

- Pensé que ibas a invitarlo a bailar – dice Ryosuke burlonamente mientras seguimos bailando.

- Y en verdad quería hacerlo, pero se ve algo molesto – digo volviendo a mirar  hacia donde está él, con su ceño levemente fruncido - ¿estará molesto por algo?

- ¿Por qué no le preguntas? Ustedes son muy cercanos ¿cierto?

- Lo somos, pero hay ocasiones en las que siento que él me evita, por alguna razón.

- De igual manera pienso que deberías invitarlo a bailar a ver si cambia un poco su semblante terrorífico.

- No digas eso, él no es terrorífico – digo inflando un poco mis cachetes – él es una muy buena persona, es muy amable y atento.

- Si tú lo dices – suspira profundo.

- Que él no te haya mostrado su mejor faceta, no quiere decir que sea malo.

- Espero que en algún momento podamos acercarnos un poco más.

- Y de seguro lo harán, sólo dale tiempo – digo sonriente – así que por ahora, seguiré tu consejo y le invitaré a bailar ¿Qué piensas hacer mientras tanto?

- Pues… - Suspira – quisiera agradecerle al señor Hikaru por lo de la fiesta, le invitaría a bailar, pero lo veo bastante agotado.

- Entonces vamos juntos – digo mientras lo tomo del brazo para dirigirnos hacia la mesa en donde se encuentran ambos hombres.

- ¿Están disfrutando de la fiesta? – Pregunta el Señor Hikaru para luego bostezar un poco, Ryosuke tiene razón, se ve muy cansado.

- Sí, ha quedado todo tal y como lo esperaba – sonrío – muchas gracias señor Hikaru.

- No es nada príncipe – sonríe - ¿te gustaron las rosas?

- Sí, son hermosas – dice mi amigo sonriente.

- Bueno, los dejaré para que puedan hablar tranquilamente – digo yendo con prisa hacía donde está el Kei, hablando con la señora Hitomi.

- Señor Kei – digo al llegar hacia donde está él, tomándolo del brazo posesivamente, sonriendo al sentir el pequeño sobresalto que acaba de dar por la sorpresa.

- Pri… Príncipe… ¿Sucede algo?

- Quiero bailar contigo – digo mirándolo con mis ojitos de cachorrito que tanto he ensayado frente al espejo durante años.

- Pero… ¿No estabas ocupado con el príncipe Ryosuke?

- Sí, pero ya no – sonrío – quiero bailar contigo, por lo que resta de la noche si es posible.

- Príncipe…


*Kei* 

- Por favor, baila conmigo ¿sí? – Dice añadiendo un tierno puchero a su hermoso rostro.

- Está bien, está bien – digo dejándome llevar por sus encantos – lamento que nuestra conversación se viera interrumpida señora Hitomi.

- No pasa nada mi señor – sonríe dulcemente – ve a bailar tranquilo con el príncipe.

- Muchas gracias señora Hitomi – dice mi príncipe antes de llevarme a la pista de baile, en donde comenzamos a bailar de inmediato – Kei ¿por qué estabas molesto hace un rato? Desde que llegaste tienes cara de pocos amigos.

- Lamento que me viera en un estado tan deplorable príncipe – río nervioso – pero no estaba molesto, sólo un poco estresado por el trabajo de hoy – cosa que en parte es verdad, pero obviamente no puedo decirle que estaba celoso de verlo bailando con ese príncipe.

- Entonces ¿Ya te sientes mejor? ¿No estás enojado?

- Ahora estoy mucho mejor príncipe – sonrío completamente embelesado de estar tan cerca de mi príncipe, teniendo en primer plano su bella sonrisa, la cual hace que mi corazón se acelere y no desee nada más en estos momentos.


*Ryosuke* 

- Quería agradecerte personalmente por lo de la fiesta – digo tomando asiento a su lado – Daiki me dijo que le habías ayudado con ella.

- No podía negarme ante la petición del príncipe, se veía muy entusiasmado – dice mientras da un gran bostezo, recostando su cabeza en mi hombro de repente, haciéndome estremecer por tal cercanía.

- Hika…

- Sólo un par de minutos – dice con su voz totalmente cansada, mientras que yo trato de no hacer ningún movimiento para no incomodarlo, notando luego que se ha quedado profundamente dormido.

- ¿Tuviste un día muy agotador? – Pregunto más para mí mismo, acomodándonos de manera en la que pueda recostar su cabeza sobre mí regazo y así verlo dormir tan hermosa y plácidamente, mientras acaricio sus cabellos. 


CONTINUARÁ...

30/11/23

COMPASS ROSE - Capítulo 25

 Hola, Hola!!!!!

¿Cómo están todos? Espero que muy bien y si no es así les mando un super fuerte abrazo de oso y que éste nuevo capítulo les saque una sonrisa. 

Primero que todo, un muy feliz cumpleaños a nuestro querido Yuri, que en el día de hoy ha cumplido 30 añitos, no puedo creer que ya todos sean unos hermosos treintañeros, como pasa el tiempo de rápido jajajajaja Espero que los haya cumplido muy feliz. 

Para ser la primera vez escribiendo un Hikayama (?) (nunca supe como se llama ésta pareja) estoy amando muchísimo, son muy lindos ambos en ésta historia, aunque todas las parejas tienen su encanto. 

Muchas gracias como siempre por sus lindos comentarios y apoyo a mis historias, con que una sola persona las lea y disfrute me doy por bien servida. No saben lo mucho que me conmueve que me escriban que estaban pasando por un mal momento pero que leer uno de mis fics les ha hecho un poco el día. En serio muchas gracias, nos leemos en diciembre!!!!



Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan


Capítulo 25

*Daiki*

Hemos estado por lo menos una hora en los campos, dando pequeños paseos por los alrededores, mientras que Ryosuke se ha escabullido hacía donde está el señor Hikaru para hablar con él, no pensé que le fascinaran tanto las plantas.

- Daiki ¿ya podemos irnos? – Pregunta Yuto en voz baja, sosteniéndose de mi brazo, mientras se inclina para hablarme muy cerca del oído – tengo hambre.

- Tú sólo piensas en comida – río divertido.

- Soy un adolescente en crecimiento, tengo que alimentarme muy bien – dice con una amplia sonrisa.

- Por favor, no necesitas crecer más Yuto – digo entre risas – justo estaba pensando en que ya es hora de irnos, recuerda que todavía tenemos lo de la fiesta sorpresa de Ryosuke.

- Es verdad – asiente animadamente.

- Chicos, ya es hora de irnos – digo mientras nos acercamos a los recién nombrados.

- Es verdad, quedamos de ir al pueblo – dice Ryosuke algo desanimado, cosa que me preocupa un poco.

- ¿No quieres ir?

- No, no es eso – sonríe – es sólo que me siento a gusto aquí, pero si ya tenemos que irnos pues no pasa nada.

- Entiendo, el campo suele ser muy relajante.

- En eso tienes razón – dice el señor Hikaru sonriente – pero considero que es mejor que se vayan ahora para que puedan alcanzar a hacer lo que necesitan.

- ¿No quisieras venir con nosotros? – Pregunta Ryosuke algo ilusionado.

- Sería un honor, pero tengo todavía algunas cosas que hacer por aquí.

- Ya veo…

- Pues si es por nosotros mi Señor te puedo decir que puedes retirarte – dice uno de los campesinos – podemos encargarnos perfectamente de lo que haga falta.

- Totalmente – dice otro de ellos.

- Pe… Pero me gustaría poder culminar esto por mí mismo.

- Entonces… ¿No vienes? – Pregunta Ryosuke con algo de desilusión en su mirada, no pensé que en verdad apreciara tanto al Señor Hikaru.

- Ve con ellos mi Señor – dice el campesino con una amplia sonrisa – nosotros nos encargaremos del resto – dice mientras los demás presentes asienten animadamente.

- Está bien, iré – dice suspirando resignado – pero no sin antes darles unas últimas indicaciones ¿me permitiría hacerlo príncipe?

- Por supuesto – respondo alegre – mientras tanto iremos yendo hacia los carruajes.

- Espérenme allá – dice volviendo nuevamente hacia los campesinos, siendo Yuto el primero en encaminarse hacia ellos – no pensé que te agradara tanto el Señor Hikaru – digo al sostener ahora el brazo de mi amigo Ryosuke, siguiendo a los demás.

- Es una persona agradable y muy inteligente – dice con una gran sonrisa – creo que se puede aprender mucho de él.

- En eso tienes razón – sonrío – es sólo que me sorprendió ver que eres tan cercano a él.

- No lo soy tanto como quisiera, pero así está bien por ahora.

- ¿Qué quieres decir con eso? – Pregunto curioso.

- Quizás te lo diga algún día – sonríe ampliamente, llegando por fin al carruaje, viendo a lo lejos que el Señor Hikaru viene de camino a nosotros.


*Kei* 

- ¿Se puede saber por qué estás tan de mal humor? – Pregunta el rey dejando lo que está haciendo para mirarme con cierta molestia.

- No estoy de mal humor su majestad – digo terminando de acomodar algunos libros en la estantería - ¿Por qué lo pregunta?

- Porque llevas desde que se fueron los chicos con el ceño fruncido.

- ¿En serio? – Pregunto mientras me regaño internamente por hacerlo tan notable para el rey.

- Sí ¿en serio no estás molesto por algo? ¿Algo relacionado con los chicos? ¿Con el príncipe Ryosuke más específicamente?

- ¿Cómo se le ocurre decir eso su majestad?

- Sólo digo – suspira – desde que te dije que él vendría a quedarse por un tiempo has estado comportándote extraño.

- Eso no es cierto su majestad – digo tratando de fingir demencia.

- Kei, te conozco desde que nacimos – dice mirándome fijamente – sé muy bien el cómo te comportas cuando algo te molesta y estoy casi seguro que algo tiene que ver el príncipe. ¿Todavía tiene que ver lo del compromiso?

- Su majestad…

- Entiendo que aprecies mucho a mis hermanos y que no estés de acuerdo con los matrimonios arreglados ¿pero al menos podrías dejar que ellos decidan si quieren hacerlo o no? No puedes decidir por ellos Kei.

- Lo sé su majestad y en verdad lamento mucho mi comportamiento – digo haciendo una leve reverencia, el rey tiene razón y Kota me ha reñido mucho por eso también.

- Está bien, pero si quieres seguir sintiéndote enojado no lo hagas al frente de mí al menos.

- ¿Tanto te molesta verme enojado? – Pregunto divertido.

- No sólo eso – dice señalando la estantería – trabajas muy mal cuando estás enojado – ríe - se supone que tienes que ordenar los libros por orden alfabético y los has puesto todos revueltos.

- Lo… Lo siento mucho su majestad – digo apenado, retirando los libros de la estantería.

- En momentos como estos me hace falta Yuri – dice dando un largo suspiro.

- Entonces no lo hubieses dejado ir con los príncipes su majestad.

- No quiero que él pierda momentos agradables de su vida por estar trabajando aquí. 

- Su majestad… ¿No ha pensado en eso para ti también?

- Tengo una responsabilidad enorme con el reino Kei.

- Lo sé y lo entiendo su majestad, ha hecho un gran trabajo desde que quedó al mando, pero no olvides que también tienes una vida ¿No has pensado en casarte? ¿En traer al mundo un príncipe heredero?

- Ahora no tengo tiempo para eso Kei – ríe – además el príncipe heredero no necesariamente tiene que ser mi primogénito, cualquiera de mis hermanos tiene la misma posibilidad si se me adelantan, si yo soy el rey es porque mi padre era hijo único y como su primogénito tenía que tomar su cargo. 

- Pero deberías de considerarlo Yuya, no te lo digo como un súbdito sino como tu amigo de toda la vida.

- Créeme que siempre lo estoy considerando y por lo mismo pienso que no es momento todavía.

- ¿No hay alguien que te guste?

- De momento no – dice volviendo su mirada hacia sus papeles.

- ¿Seguro?

- Totalmente seguro.

- ¿Ni siquiera un poquito? - Digo mirándolo fijamente, buscando algo que me indique que está mintiendo, pero no veo nada fuera de lo normal.

- Ni siquiera un poquito – sonríe.

- No puede ser eso cierto su majestad, alguien debe captar su atención, aunque sea un poco.

- Kei – dice volviendo su mirada hacia mí -  me alegra que ya estés más relajado y que te preocupes por mi vida amorosa, pero hay mucho trabajo que hacer todavía y necesito que lo hagas eficientemente ¿de acuerdo?

- Sí Señor – digo haciendo una reverencia antes de volver a mi posición inicial.

- De todos modos muchas gracias – dice con una linda sonrisa.

- No es nada su majestad, somos amigos después de todo – sonrío - trataré de no perturbarlo con mis cosas.

- Si quieres hablar algún día de eso no dudes en hacerlo.

- Lo haré… - Suspiro profundamente, volviendo con mis quehaceres ¿estaría bien decirle al rey sobre mis sentimientos por el príncipe Daiki? ¿Pero qué ganaría con hacerlo? No es como si estos fueran correspondidos, de hecho no debería ni enojarme por la posibilidad de que llegue a enamorarse de ese príncipe.

- Kei.

- ¿Señor?

- Estás volviendo a fruncir el ceño.

- Lo siento.


*Ryosuke*

Al llegar al pueblo, fuimos como por obra del destino a la pastelería a la que Hikaru me llevó por primera vez cuando nos conocimos, reviviendo en mi cabeza cada bello momento de ese día. Pudiendo notarlo algo nervioso y tratando de evitar en todo lo posible el hacer contacto visual conmigo mientras hablaba con Yuri, pero lejos de molestarme su intento de indiferencia, me hace feliz pensar que todas esas reacciones son porque algo le provoco en su interior.

Luego de merendar dimos un pequeño paseo por el pueblo, viendo que algunas cosas han cambiado, quizás no tan notoriamente, pero puedo reconocer que algunas tiendas ya no están. Volviendo tiempo después al castillo.

- Yo iré al saludar al rey – dice Hikaru al llegar a la entrada del castillo.

- ¿No vas a venir con nosotros? – Pregunta Yuri.  

- En un momento vuelvo con ustedes – dice acariciando los cabellos de éste – es sólo que me sabe mal no ir a saludar al rey, además de que necesito tomar un baño.  

- Lo entiendo – dice con una sonrisa – dile por favor que ya hemos vuelto al castillo.

- Se lo diré – sonríe – nos vemos más tarde chicos – dice antes de hacer una reverencia para retirarse, notando que todo se vuelve oscuro de repente.

- Que... ¿Qué sucede? – Pregunto asustado, sintiendo un ligero peso sobre mis ojos.

- No te asustes, no va a pasar nada malo – dice Daiki tranquilamente, mientras termina de colocar la venda.

- ¿A dónde me llevan? – Digo notando que comenzamos a caminar.

- Ya pronto lo verás – dice alegremente, siendo mi guía durante el tiempo que vaya a permanecer a oscuras, deteniéndonos pasos después, mientras siento que retiran con cuidado la venda de mis ojos, abriéndolos poco a poco notando hermosas rosas decorando todo el salón - ¿Y esto? – Pregunto maravillado por lo hermosas que son, nunca había visto rosas tan bellas en mi vida.

- Quisimos prepararte una fiesta de bienvenida al reino – dice Daiki emocionado.

- Ay, no se hubiesen molestado – digo sonriente, mientras los músicos que están en una de las esquinas del salón comienzan a tocar una dulce melodía.

- No es ninguna molestia – dice Yuto – aunque dale el crédito a Daiki quién fue el de la idea.

- ¿En serio? Muchas gracias – lo abrazo dulcemente.

- Pero no puede hacerlo sin la gran ayuda del Señor Hikaru – dice con una enorme sonrisa – ha sido él quién escogió las rosas.

- ¿Es eso cierto? – Pregunto asombrado y con mi corazón latiendo rápidamente – son bellísimas.

- Me alegra que te gusten – sonríe – dijo que había escogido las de mejor calidad.

- Es muy detallista – sonrío enternecido ¿estaría bien que me ilusione aunque sea un poco?

- No olvides agradecerle cuando vuelva.

- No lo haré – digo sintiendo mis mejillas arder – ¿el Rey también vendrá?

- Sí, pero dijo que cuando acabara con sus deberes.

- Está bien, muchas gracias – digo abrazándolo nuevamente.

- ¿Quieres comer algo? Hoy el menú es todo con fresas.

- Con razón huele tan delicioso – digo viendo hacía la gran mesa en donde se encuentran los bocadillos, en donde ya están los demás chicos degustando de estos, va a ser una noche muy divertida. 


CONTINUARÁ...




30/10/23

COMPASS ROSE - Capítulo 24

 Hola hola!!!!

¿Cómo están todos? Espero que muy bien y de no ser así les mando un super fuerte abrazo de oso y que éste nuevo capítulo les saque una sonrisa. 

Pensaba publicar esto mañana pero ya lo he terminado así que está bien hacerlo ahora jajajajajaja. 

Después de mucho tiempo por fin me animé a ver Hunter x Hunter, aprovechando que lo han subido con doblaje a Netflix, a pesar de que ya sé qué pasa porque mi hermano ya lo vio años atrás no dejo de sorprenderme, es una gran historia, espero su autor pueda darle un buen final en el futuro. 

Me alegra saber que les ha gustado Let me in, me gusta mucho como quedó mi primera incursión en el Omegaverse, si estoy pensando en una historia con esa temática, pero con otros personajes, tengo tantas historias en mi cabeza, pero la vida y el tiempo no me dan, pero espero poder presentarles todas en el futuro, así que de mi parte tendrán fanfics para rato. Así que por ende Love Fool que es el serial de EXO que haré para Wattpad comenzará a publicarse el año que viene. 

También he estado pensando en la posibilidad de si ir pasando algunas historias de aquí a Wattpad, pero no estoy completamente segura, tampoco es que quiera dejar de publicar aquí en el blog, tengo tan bonitos recuerdos de aquí, pero no sé ¿Qué opinan ustedes?

Creo también que quizás me tomaré unas pequeñas vacaciones en enero, así que posiblemente no habrá capítulo de Compass Rose, pero obviamente no los dejaré sin leer alguito, así que espero terminar pronto el segundo especial de Seduciendo a mi profesor. 

Muchas gracias siempre por su amor y apoyo a mis historias, no saben lo feliz que me hacen!!!!
Eso es todo por ahora, espero que disfruten del capítulo, estoy amando escribir Hikayama, nos leemos en el siguiente mes!!!!! 



Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan


Capítulo 24

*Keito*

- Bien, eso es todo, muchas gracias – digo al verificar que todo el equipaje está en la habitación que le corresponde al príncipe. Al parecer es la misma en la que estuvo la primera vez que vinimos a éste reino, en la que hay una puerta que conecta con la que será mi habitación.

- Cualquier cosa que necesiten no duden en hacérnoslo saber – dice una de las empleadas.

- Entendido – sonrío - gracias nuevamente – digo viendo como el personal sale de la habitación – voy a ir a buscar al príncipe, creo recordar donde queda el despacho del rey.

Pero al parecer mi memoria no es tan buena porque tuve que preguntarle a un par de empleadas en donde quedaba, que vergüenza doy, tengo que ser más atento, pero tampoco es mi culpa, la primera vez que vine todavía era un niño…

- ¡Keito! – Exclama el príncipe a mis espaldas – justo estaba buscándote – dice alegremente, siendo acompañado por el príncipe Daiki y dos personas más, que reconozco al instante a pesar del tiempo que ha pasado desde la última vez que los vi, siendo abrazado por estos.

- Cuánto tiempo sin verte Keito – dice el ya no tan pequeño Ryutaro al separarnos luego de unos largos segundos.

- Lo mismo digo – dice el pequeño Yuri, que al parecer sigue siendo tan dulce como cuando era niño.

- Sí, demasiado tiempo – sonrío realmente alegre por volver a ver a mis antiguos compañeros de juegos.

- Me alegra mucho verte de nuevo Keito – dice el príncipe Daiki con una enorme sonrisa.

- A mí también me alegra mucho príncipe – sonrío haciendo una leve reverencia - ¿Van para algún lado?

- Sí, justo para eso estaba buscándote para que nos acompañes a los campos.

- ¿A los campos? – Pregunto un tanto extrañado.

- Sí, los chicos me han invitado a dar un paseo por estos – dice un poco nervioso, pero al mismo tiempo puedo ver un gran brillo en sus ojos.

- Está bien, los acompañaré y estaré a cargo de su seguridad.

- Muchas gracias Keito – dice el príncipe Daiki sonriente – por ahora esperemos a que baje mi hermano Yuto, dijo que quería cambiarse de ropa.

- De acuerdo – respondo con una amable sonrisa.

- Iré a pedir un carruaje para que nos lleve – dice Yuri comenzando a caminar hacía el gran portón del castillo.

- Te acompaño – dice Ryutaro poniéndose a su lado, caminando ambos rápidamente. 

- A pesar de que Yuri no quería venir con nosotros se ve muy entusiasmado – dice el príncipe Daiki divertido.

- ¿No pensaba venir? – Pregunto curioso.

- Yuri trabaja para mi hermano desde hace varios años, es casi imposible salir con él a no ser que mi hermano le insista en que debe salir a divertirse.

- Ya veo, es bastante responsable – digo sorprendido.

- Lo es, en verdad que le ha sido de gran ayuda a mi hermano, claro, junto al Señor Kei por supuesto – dice con una linda sonrisa.

- Más parece que Yuri no se quiere separar de tu hermano – dice el príncipe Ryosuke entre risas.

- Lo aprecia mucho, eso es verdad.

- ¿De qué tanto hablan? – Pregunta una nueva voz cerca de nosotros, estábamos tan ensimismados en nuestra conversación que no nos habíamos dado cuenta de su presencia. Quedándome completamente embelesado por su gran hermosura.

- Yuto me asustaste - dice el príncipe Daiki después de haber dado un pequeño brinco.

- Lo siento, no era mi intención – sonríe apenado, haciéndolo lucir mucho más lindo.

- Sé que ha pasado tiempo ¿pero te acuerdas de Keito?

- Claro que me acuerdo – sonríe ampliamente – nunca podría olvidar al niño que encontré llorando en el jardín.

- Yuto, no seas así – dice el príncipe Daiki un tanto molesto.

- ¿Pero por qué? ¿Acaso no es verdad? – Pregunta mirándome a los ojos, haciendo que me sienta más nervioso de lo que estoy.

- Lo… Lo es…– Sonrío tímidamente.

- ¿Ves? No tenías por qué regañarme – dice haciendo un adorable puchero.

- Pero de todos modos mide tus palabras – dice Daiki en modo de regaño.

- En verdad no me molesta que el príncipe se acuerde de mí por eso, de igual manera de esa forma fue que nos conocimos.

- Sí y lo entiendo, pero me pareció algo grosero.

- Perdóname hermano, no lo volveré a hacer – dice abrazándolo con algo de fuerza para después acercarse a mí - es un gusto verte de nuevo Keito.

- El gusto es mío príncipe… - Digo haciendo una leve reverencia, sintiéndome nervioso al tenerlo tan cerca.

- Ya el carruaje está esperándonos afuera – dice Yuri volviendo junto con Ryutaro.

- Entonces ya vámonos – dice el príncipe Daiki tomando del brazo al príncipe Ryosuke, caminando todos hacía la salida del castillo, mientras mi corazón no deja de palpitar rápidamente por todo lo acontecido minutos atrás.

 
*Hikaru*

- Buenos días Señor Carlos – digo después de bajar del carruaje, es demasiado temprano en la mañana, apenas comienzan a salir los primeros rayos del sol, pero no hay mejor momento que éste para iniciar un gran día de trabajo.

- Señor Hikaru, no lo esperábamos tan pronto – dice éste con una enorme sonrisa, haciendo una leve reverencia.

- Es mejor actuar prontamente ¿cómo ha seguido? – Pregunto de inmediato acercándome a las plantaciones.

- De momento no ha avanzado mucho a comparación de ayer Señor.

- Entiendo – digo mirando una de las plantas con sumo cuidado, viendo algunas manchas un tanto oscuras sobre estas – parece que no es muy fuerte, pero es mejor erradicarla lo más pronto posible antes de que empeore – traje algunos líquidos para fumigar, no son nocivos para la plantas así que no te preocupes por ello.

- Tranquilo Señor, si lo hemos llamado es porque confiamos en usted.

- Entonces manos a la obra – digo con una sonrisa. Arremangando una de las mangas de mi túnica.

- ¿Pero Señor va a hacerlo así? – Pregunta el señor Carlos preocupado.

- ¿Así cómo? – Pregunto extrañado.

- Así vestido.

- ¿Qué tiene de malo mi ropa?

- Que son prendas muy elegantes y costosas Señor, sería un desperdicio si se malograra.

- Eso no importa, de verdad…

- Siempre traemos algo de ropa extra por si acaso, espera un momento – dice el Señor yendo rápidamente al carruaje que está a pocos metros de donde estoy, trayendo consigo lo que parece un par de prendas y unos zapatos – Por favor, usa éste mi Señor.

- No es necesario…

- Por favor – vuelve a decir de manera suplicante.

- Está bien, iré a cambiarme al carruaje – digo con resignación, entrando nuevamente a éste y después de hacerlo rápidamente salgo de éste completamente listo para poner manos a la obra – ¿Así está mejor?

- Muchísimo mejor mi señor – dice con una amable sonrisa.

La mañana transcurrió normalmente, pudiendo dar un mejor diagnóstico de la plaga y comenzando rápidamente a erradicar ésta con la ayuda de los amables campesinos. Me gusta mucho el trabajo del campo y el haberme dedicado a la botánica me acerca muchísimo más a éste.

- Señor Hikaru, se acerca un carruaje real – dice uno de los campesinos, haciendo que levante un poco mi cabeza para visualizar mejor éste que se acerca rápidamente - ¿habrá pasado algo? – Pregunto en casi un susurro, acercándome al camino, deteniéndose el carruaje a pocos metros de mí, saliendo de éste mi pequeño y adorado hijo.

- Papi – dice viniendo hacía mí para darme un abrazo.

- Yuri, te vas a ensuciar – digo sin poder evitar que lo haga.  

- No importa – sonríe – sólo quería saludarte porque no lo pude hacer ésta mañana porque saliste en la madrugada.

- Gracias – sonrío enternecido - ¿y a qué se debe tu visita? ¿Pasó algo en el castillo?

- No, no es nada de eso – dice apartándose un poco, volviendo mi mirada hacía el carruaje, viendo al joven Ryutaro salir de éste, seguido de un chico que se me hace que lo conozco pero no me acuerdo de qué, los príncipes Yuto y Daiki y… - El príncipe Ryosuke llegó hace poco junto con su caballero Keito y quiso venir a conocer los campos, junto con los príncipes.

- Ya… Ya veo… - Digo nerviosamente, tratando de apartar mi mirada de éste.

- Me alegra tanto verlo después de tanto tiempo Señor Hikaru – dice con una enorme sonrisa y con sus ojos destellantes ¿cómo puede ser incluso más hermoso de lo que era años atrás?

- Es un gusto tenerlo de vuelta en el reino príncipe - Digo tratando de mantener la compostura, haciendo una reverencia ante él.

- Gracias, para mí es todo un gusto estar aquí nuevamente – sonríe – hay muchas cosas que amo en éste reino – dice mirándome fijamente, haciéndome estremecer un poco.

- Espero tu estadía en el reino sea agradable.

- De eso puedo estar seguro.

- Mira esto Ryosuke – dice el príncipe Daiki, alejándolo de mi lado, cosa que agradezco porque ya estaba sintiéndome ahogado ante su mirada.

- ¿Papi estás bien? – Pregunta Yuri preocupado – te pusiste pálido de repente.

- Quizás estoy algo cansado de tanto trabajo que he tenido hoy.

- Deberías descansar un poco, el sol a estas horas sigue siendo un poco fuerte.

- Quizás debería hacerlo – sonrío acariciando sus cabellos – por cierto ¿quién es el otro chico?- ¿Te refieres a Keito? ¿Acaso no te acuerdas de él? – Pregunta un poco burlón.

- Ah sí, el hijo del señor Kenichi.

- Ese mismo, ahora es el caballero real del príncipe Ryosuke.

- Ya veo, no lo reconocí – digo apenado – ha cambiado mucho, antes parecía un niño torpe y temeroso – digo mientras vemos como se tropieza con una piedra.

- Bueno, sigue siendo algo torpe – dice Yuri entre risas, acompañándolo también.

 

*Ryosuke*

- ¿Y qué te parecen los campos Ryosuke? – Pregunta Daiki mientras caminamos un poco por los alrededores.

- Son hermosos – digo llevando mi mirada hacía Hikaru, quién ríe de algo junto con Yuri. Mi corazón dio un gran vuelco al verlo después de tantísimos años, pensando que aun con su ropa embarrada de lodo no deja de verse atractivo, confirmando así que ni el tiempo ni la distancia habían sido capaces de apaciguar mis sentimientos, sino todo lo contrario, son mucho más intensos ahora.

- Estás mucho más feliz ahora – dice Daiki sonriente.

- ¿Eso crees?

- Sí, tal parece que aprecias mucho al Señor Hikaru.

- Es una gran persona – digo volviendo mi mirada hacia él – me agrada mucho – digo sintiendo mis mejillas enrojecerse un poco.

- Puedo notarlo – ríe con cierta picardía ¿será que estoy siendo demasiado obvio?

- Cualquier cosa que estés pensando no es lo que crees – digo bajito.

- Yo no estoy pensando nada – dice afianzando su brazo al mío mientras seguimos caminando, admirando las preciosas vistas.


CONTINUARÁ...