9/11/14

Musekinin Hero

Muy buenas tardes a todos :D

Lamento mucho la demora, pero he estado bastante ocupada últimamente, pero realmente feliz por cosas que me han pasado, entre ellas la confirmación del NaruHina, aunque ya vivía resignada, me alegré demasiado y todavía tengo esa sonrisa de Idiota XD
Y para no alargarme más, aquí les traigo el nuevo capítulo de Musekinin Hero que ya prácticamente le quedan pocos, espero terminarlo para antes de navidad y muchas gracias por leerlo y dejar sus comentarios no saben lo mucho que me alegra y cómo siempre este capítulo va dedicado a Wen-chan y Mimi-chan y también espero que les guste el nuevo diseño del blog a cargo de mi queridísima Lyly que espero que vuelva pronto con sus fics que me encantan y que lo disfruten :D



Tema: Musekinin Hero
Extensión: Serial 
Parejas: Takanoo y otras...
Autora: Akari-chan


Capítulo 12

Nos besamos y acariciamos levemente, sin llegar a nada sexual, aunque tuviéramos unas ganas enormes de hacerlo, no era conveniente ya que no quería que abrieran las puertas de ese ascensor y nos vieron haciendo esas cosas, pero al salir tendríamos todo el tiempo del mundo para entregarnos como era debido.
- Te amo, te amo, te amo – decía entre besos, en verdad que no podía creer todo lo que pasaba en esos momentos, tenía a Daiki nuevamente entre mis brazos, y me amaba a mí, sólo a mí -.
- Yo también – dijo para después volver a capturar mis labios – quiero hacerlo – decía de manera seductora -.
- Cuando salgamos de aquí, iremos a donde quieras y lo haremos todas las veces que nuestros cuerpos resistan – dije de la misma manera, apretando sus nalgas, a lo que él asintió gustoso -.
Seguimos así hasta que escuchamos como abrían la puerta, nos apartamos rápidamente, aunque en verdad no queríamos hacerlo, pero teníamos que mantener las apariencias.
- Yuyan – dijo Daiki, abrazando a su amigo –.
- Me alegra que estés bien – dijo aliviado – pero Inoo-san también y el Técnico – agregó -.
- Muchas gracias – dijo y luego me abrazó – vámonos – dijo al mismo tiempo que lamia el lóbulo de mi oreja -.
- Tenemos que hacer algo importante, muchas gracias – dije haciendo una reverencia y luego tomar de la mano a Daiki, bajando juntos por las escaleras, teníamos un asunto pendiente que atender -.
Llegamos al Hotel que quedaba más cercano a la empresa, pidiendo una habitación y luego subir al ascensor llegando rápidamente a ésta, mientras nos devorábamos a besos, la espera se nos había hecho demasiado larga y no queríamos desperdiciar ni un segundo más.
- Te amo – dije para después arrojarlo sobre la cama, acomodándome sobre él, acariciando su miembro por encima de la tela del pantalón, estaba completamente duro y eso era algo que me calentaba mucho más -.

Me desvestía poco a poco, besando cada rastro de piel que quedaba al descubierto, aunque ya habíamos hecho esto en dos ocasiones, ésta vez se sentía diferente, sin estar en estado de embriaguez y tampoco como una aventura de una sola noche, sino que estaba a punto de hacer el amor con la persona que amaba y estaba en mis cinco sentidos para entregarme completamente a él.
No quería quedarme atrás, así que me dispuse primeramente a quitarle el saco y luego desabotonar rápidamente su camisa, toqueteando su bien formado abdomen, al mismo tiempo que aquel que estaba sobre mí suspiraba por cada caricia que le brindaba. Tomé su rostro entre mis manos, besándolo nuevamente en los labios, profundizando cada vez más el beso, entrelazando mis piernas alrededor de su cadera, sintiendo esa dureza chocar con la mía, mordí su labio inferior, aprovechando esa distracción para dar un giro, quedando encima de él, sentándome sobre su cadera, dando saltitos sobre su miembro que se encontraba todavía preso entre sus pantalones.
Comencé a quitarle primero el cinturón y luego bajé lentamente el cierre de su pantalón, disfrutando de ver su rostro sonrojado, acariciando su miembro por encima de su ropa interior, sacándole leves gemidos de su boca, quitando por completo esa estorbosa prenda junto con sus pantalones, dejándome ver ese pedazo de carne totalmente despierto, me relamí los labios y me acomodé, dejando mi rostro frente a aquel miembro por el que me sentía ansioso de saborear y sin esperar ni un momento más lo introduje en mi boca, succionándolo con fuerza.
- Da… Dai… me… ven… go – decía entre jadeos, al mismo tiempo que sentía ese líquido blanco y viscoso entrar en mi boca, disfrutando de su sabor -.
- Me encantas – dije poniéndome de pie por unos momentos para quitarme lo que me quedaba de ropa, bajo la intensa mirada de mi acompañante -.
- No me molestaría que fueras así a mi oficina todos los días – dijo mientras se sentaba sobre el borde de la cama y me tomaba de la cintura, lamiendo mi abdomen, al mismo tiempo que tomaba mi miembro con una de sus manos y lo masturbaba -.
- Si no hubiera tanta gente de por medio, de seguro que si lo haría – dijo seductoramente -.
- Pues en mi casa podrías hacerlo sin tener que preocuparte de que la gente te vea – dijo apretando una de mis nalgas, para luego acostarse sobre la cama, abriendo sus piernas, se notaba que estaba loco por ser penetrado por mí, pero ese día tenía otros planes -.

- ¿Sabes por qué esa noche fue tan especial para mí? – preguntó Daiki, con un leve sonrojo que lo hacía ver mucho más hermoso de lo que ya era -.
- No ¿Por qué?
- Porque a pesar de que ya había estado con varios chicos antes de ti – decía al mismo tiempo que se sentaba sobre mí, dejando cada una de sus piernas a un lado de mi cadera, tomando mi miembro entre sus manos, volviendo este a ponerse duro – me prometí a mí mismo que solamente una persona tendría tal privilegio y tú has sido el primero y el único que me ha penetrado – dijo finalmente, aprisionando lentamente mi miembro dentro de su entrada, sintiendo ese placer indescriptible que hacía varios años quería volver a sentir -.
Veía como sus lágrimas bajaban, habían pasado muchos años desde aquella vez y era obvio que sin preparación previa, aquello sería doloroso, así que tomé su miembro con una de mis manos comenzando a masturbarlo, mientras que con la otra acariciaba una de sus tetillas, esperando que con eso pudiera relajarse y no pensara en el dolor, cosa que dio resultado ya que poco a poco comenzaba a moverse, lo tomé de la cintura para ayudarlo, entrando muchísimo más en él, hasta sentir como se corría sobre mi pecho, tomando un poco con uno de mis dedos y saborearlo.
- Está delicioso – dije sonriendo lascivamente, cambiando de posición, quedando él debajo de mí, volviéndolo a penetrar, pero esa vez con mucha más fuerza, sacándole gritos de placer, besando y mordiendo su cuello, deleitándome de todo su ser, hasta por fin correrme en su interior, besándolo apasionadamente -.
Salí de su interior, acomodando mi cabeza en su pecho, escuchando los agitados latidos de su corazón, me sentía completo y con una felicidad que no se me quitaría con nada, levanté un poco mi rostro para ver el suyo.
- Te amo – dije tomando una de sus manos y luego lo besé dulcemente -.
- Te amo y ni creas que te vas a escapar de mi tan fácilmente – dijo sonriente, volviéndonos a besar y reiniciando de nuevo ese apasionado encuentro, recuperando el tiempo perdido -.

Después de rescatar al Presidente y a su asistente que habían quedado atrapados dentro del ascensor, volvimos a nuestros respectivos trabajos y como siempre, Takaki-kun se había ofrecido a ayudarme con el papeleo que tenía en mi oficina, aprovechando que tenía algo de tiempo libre en esos momentos, me sentía muy feliz y a la vez nervioso de tenerlo tan cerca de mí y más por los sentimientos que afloraban desde hacía un buen tiempo, quería estar con él de otra manera muy distinta a la de ser amigos, teniendo en infinidad de veces la necesidad de contarle lo que había pasado esa noche en mi apartamento y ese día no era la excepción.
- Takaki-kun ¿te puedo preguntar algo? – pregunté sin retirar la vista de los papeles que tenía en mis manos -.
- Sí, claro – respondió -.
- ¿Qué pasaría si te enteras de algo que hiciste pero que no recuerdas?
- ¿Así como cuando te secuestran los extraterrestres, experimentan contigo y te borran la memoria?
- No exactamente…
- Era broma – dijo sonriente – Pero… ¿a qué se debe esa pregunta?
- No es nada, es solo curiosidad – dije volviendo a lo que estaba haciendo, no tenía el suficiente valor para decirle aquello -.
- Pues últimamente he pensado en algo similar.
- ¿En qué?
- Es algo tonto, pero tengo esa sensación de que debo de recordar algo, algo importante.
- ¿Cómo qué?
- Te he dicho que es solo un presentimiento, uno que viene cada vez que pienso o veo a cierta persona.
- ¿Y puedo saber de quién se trata?
- No te lo puedo decir, es… vergonzoso…
- Vamos, dímelo.
- Pero si te lo digo quizás ya no querrás hablar conmigo – dijo algo triste -.
- No te preocupes, no creo que sea algo tan grave como para dañar nuestra amistad.
- Pero puede que lo haga.
- Ya verás que no.
- Esa persona, esa persona… eres tú Inoo-san – dijo sonrojándose completamente, haciéndome sentir algo cálido dentro de mí al escuchar aquello -.
- ¿Y en qué piensas cuando me ves?
- Eso es lo vergonzoso – dijo apenado - pienso en cosas que no debería de hacer con alguien que solo me ve como un amigo.
- Ya veo – dije, sintiendo en lo profundo de mi ser una felicidad inmensa – Eso quiere decir que… ¿Te gusto? – pregunté ansioso por su respuesta -.
- Te amo – dijo mirándome fijamente, podía ver aquella sinceridad en sus ojos – y si después de esto ya no quieres ser mi amigo, pues lo entenderé – dijo levantándose de su asiento dispuesto a irse -.
- No te vayas – dije poniéndome de pie, acercándome a él -.
- ¿Pero para qué me quedo? si igual sé que me vas a rechazar.
- ¿Y por qué piensas que te rechazaré?
- Porque sé que todavía amas a Yabu-sama.
- Eres un tontito, Yabu y yo tuvimos mucho tiempo de relación, pero después de sus desplantes y de enterarme de que me era infiel, ese amor que sentía ya no está.
- Pero no se pueden olvidar esos sentimientos de la noche a la mañana.
- lo sé y créeme que yo pensaba igual, pero cierta persona se encargó de que creyera en lo contrario – dije tomando su rostro con mis manos y así besarlo por fin, quería demostrarle que mis sentimientos por él eran sinceros y no había mejor manera que esa -.
- ¿Qué fue eso? – preguntó al momento de separarnos por la falta de aire -.
- Lo que haremos de ahora en adelante, como novios – dije volviéndolo a besar, siendo correspondido inmediatamente por él -.

Me sentía totalmente agotado, además de trabajar como asistente de Nakajima-sama, también trabajaba como modelo, por petición de Yasuda-san que me insistió varias veces hasta que por fin logró convencerme, además los únicos que sabían que yo en realidad era un chico eran ellos y mis amigos.
- Terminamos – dijo Nakajima-sama y de inmediato me fui al camerino para cambiarme de ropa – quedaste precioso – dijo éste entrando como si nada -.
- Voy a cambiarme, así que vete – dije molesto -.
- Por eso vine – sonrió – para ver cómo te cambias la ropa, si quieres, prometo no tocarte – dijo al mismo tiempo que se sentaba en uno de los muebles, mirándome de una manera no muy sana -.
- Muchas gracias, pero no te voy a dar ese gusto.
- ¿Y a tu amiguito si?
- Ya te he dicho que eso no te incumbe y si fuera así, estaría gustoso de que fuera él quien me viera desnudo.
- Pero no creo que él desee eso – dijo levantándose de su asiento – tu eres solo su amigo y por lo que sé, él está interesado en otro.
- Tú no sabes nada – dije, sintiendo como mis lágrimas amenazaban con salir, él tenía razón, Yuya jamás se hubiese fijado en mí -.
- Oh mi Yuri, sabes lo que quiero – dijo acercando su rostro al mío – y si aceptas, te prometo que te haré tocar el cielo, además siente como me tienes – dijo tomándome de la cadera y bruscamente juntar su entrepierna con la mía, sintiendo su miembro que estaba completamente duro debajo de su pantalón, sacándome un gemido, para luego besarme, adentrando su lengua en mi boca, quería resistirme pero mi cuerpo se negaba a responder, pero tenía que hacer algo -.
- Eres de lo peor – dije, empujándolo con fuerza, para después darle un fuerte golpe en el estómago, derrumbándolo de inmediato – óyeme bien Nakajima Yuto – tomando mis cosas – juro que jamás me acostaré contigo y que eso te quede muy claro.
- Si tanto me odias… ¿por qué no renuncias? – dijo todavía en el suelo, totalmente adolorido -.
- Porque no quiero huir como un cobarde – dije finalmente, saliendo del camerino, volviendo a buscar un lugar en donde cambiarme y en donde hacerme cargo de lo que tenía entre mis piernas -.

Nos encontrábamos en mi oficina, aprovechando nuestro tiempo de descanso para besarnos y acariciarnos profundamente, con la parte superior de nuestros cuerpos totalmente al descubierto, mientras tenía a Keito sobre mi escritorio, llevábamos tres meses de novios, en los cuales éramos muy felices, pero todavía no habíamos tenido sexo y eso aunque sonara tonto, me preocupaba un poco el hecho de que ambos éramos vírgenes y por ende no quería hacer algo mal.
- Hikaru ¿en qué piensas? – preguntó Keito al verme tan sumido en mis pensamientos -.
- En nosotros – dije dándole un corto beso – en lo que hacemos en estos momentos – pasando uno de mis dedos a lo largo de su pecho, haciéndolo estremecer –.
- Yo también he pensado mucho en eso – dijo sonrojado – en que deberíamos llegar a algo más.
- Ya que será la primera vez de ambos, tenemos que hacer que sea especial, en un lugar adecuado.
- Cualquier lugar está bien, siempre y cuando sea contigo.
- Lo sé – dije besando su frente – pero déjame esto a mí.
- Está bien, espero que sea pronto.
- De eso puedes estar seguro – dije volviendo a lo que estábamos, pensando en qué lugar sería el indicado para ese acontecimiento tan importante -.

Me sentía completamente feliz y a la vez avergonzado por todo lo que había pasado en ese día, oficialmente era el novio del gran amor de mi vida y de tan solo pensar en aquello ya era suficiente para mantener una gran sonrisa durante el resto del día y lo que me avergonzaba era que Inoo-san me había contado lo sucedido aquella noche que me embriagué y de la cual no me acordaba nada, sintiéndome tan apenado de haber hecho esas cosas, pero eso ya no importaba, ahora estaba con Inoo-san y lo haría la persona más feliz del mundo.

CONTINUARÁ...

3 comentarios:

  1. moje mis bragas (?) :'v
    asdasdasdasd al fin el AriYama!!!.... al fin el TakaNo (aunque no me guste)
    HikaTo!!! *^*
    ese chinen!!! dejate follar por Yutooooo!!! bakaaa!!!

    ResponderEliminar
  2. Awwwwwww el ariyama! El ariyama me enamoró de veras! Y el takanooo ~
    Chii tan tozudoooo!
    Espero conti *A*

    ResponderEliminar
  3. DEMASIADO AMOR!! *^*
    todo sería perfecto si Yabu muriera pronto (? XD
    hahahaha ok no

    ResponderEliminar