Feliz Halloween, día de muertos, día de las brujas o aquí en mi país que también le dicen día de los niños.
Les traigo el día de hoy un Drabble, basado en algo que escribí para la escuela cuando estaba en segundo de bachillerato (Iba a cumplir 12 años) En ese tiempo lo que escribí fue muy cortito, pero con éste fic lo he extendido considerablemente, es como un volver a mis raíces, de aquellos tiempos en los que no era muy consciente de que podría escribir como lo hago ahora, espero que les guste y como siempre, muchas gracias por sus comentarios, por su amor y su apoyo, espero traerles pronto el capítulo 28 de Father's Love <3
Y una pregunta, ¿Cuál de los fics que he escrito ha sido su favorito?
Tema: DEAR.
Extensión: Drabble
Parejas: InooDai, AriYama (?)
Autora: Akari-chan
Yo era su protector, lo más parecido en el mundo a un
ángel guardián, aquel que velaba día y noche por su bienestar, pero ni siquiera
me acerco un poco a ser un “Ángel”, de hecho, ni siquiera sé que soy realmente.
¿Un ser vivo? ¿Un ser muerto? ¿Seré acaso un fantasma? ¿O quizás un monstruo?
Creo que nunca llegaré a saberlo, pero desde que tengo uso de razón, había
estado siempre cuidando de mi querido Daiki, mi hermoso y bien amado Daiki.
Lo había visto crecer, dar sus primeros pasos,
escuchar sus primeras palabras, también lo había visto reír, llorar, siempre
había estado a su lado, aunque él ignorara mi presencia y estos sentimientos
que había hecho crecer dentro de mí.
Siempre deseé que me viera con esos enormes y
preciosos ojos, que me viera sólo a mí ¿Cómo se sentiría tocar su piel? ¿Besar
sus labios? ¿Oler su aroma? Hubiese querido poder disfrutar de todas esas
cosas, que él me hubiese amado tanto como todavía lo hago yo.
Pero ya jamás podría saberlo, ya nunca podría darle
respuestas a todas esas preguntas, había hecho algo terrible y no había peor
castigo que el de saber que jamás lo volvería a ver.
Mi Daiki había conocido a un chico en el pueblo, un
chico un poco más alto que él, de cabellos negros, un poco ondulados, con una
piel tan blanca como la nieve y con una sonrisa de tonto que nunca supe por qué
había llamado tanto la atención de mi amado.
Ambos comenzaron a frecuentarse más seguido y en lo
que en un principio sólo eran conversaciones sobre cosas cotidianas, se fueron
convirtiendo poco a poco en palabras llenas de amor, en dulces besos, en
caricias cada vez más profundas. Se escabullían todos los días a las
profundidades del bosque que rodeaba al pueblo, entregándose a sus más
profundos deseos, a esa pasión tan desmedida con la que hacían el amor.
Aquel chico tenía todo lo que yo siempre había querido
y anhelado, podía tocarlo, besarlo, sentir su aroma recorrer sus fosas nasales,
podía hacerlo casi perder la consciencia de tanto placer y yo en verdad que
odiaba eso.
¿Cómo alguien que llevaba tan poco tiempo conociendo a
Daiki podía tener tales privilegios? ¿Por qué él y no yo? No podía negar que
aquel chico era bueno, que ese tal Inoo Kei amaba con devoción a mi Daiki ¿Y
cómo no hacerlo? Si mi amado era lo más perfecto del mundo. Y lo que me
enloquecía era saber que yo no era el que le provocaba todas esas sensaciones y
un día, sin querer, todo se salió de control.
Se besaban apasionadamente en medio del bosque, su
lugar favorito y también testigo de su amor, así como también lo era yo, quién
los observaba, sintiendo la furia incrementarse en mi interior, queriendo poder
hacer algo para acabar de una vez por todas con mi sufrimiento y de repente,
como si mis plegarias hubiesen sido escuchadas, de la tierra comenzaron a brotar
las raíces de los árboles que estaban alrededor, atrapando con estás sus
cuerpos, viéndolos forcejear, por primera vez sonreí de verlos en esa
situación, quería que sintieran un poco del dolor que yo sentía en mi corazón.
Las raíces más delgadas rodearon sus cuellos, apretándolos hasta asfixiarlos y
fue en ese momento en que volví en sí.
Me desesperé al verlos a ambos inertes en el suelo,
mientras las raíces volvían a sus lugares de origen, dejando ambos cuerpos casi
abrazados, como aquellas veces en las que compartían la misma cama en la noche,
durmiendo apaciblemente ¿Pero qué había hecho? Me preguntaba a cada instante,
yo no quería eso, yo no quería hacerle daño a lo que más quería, pero no podía
ni siquiera auxiliarlo, era un completo inútil.
Me quedé horas sentado a su lado, viendo lo hermoso
que aún era estando muerto, queriendo poder tocarlo aunque fuera solo esa vez,
pero después de lo que había hecho no podía esperar tener tanta suerte. De
repente vi unas luces venir desde los árboles, viendo a un grupo de hombres
llegar a dónde estábamos, viendo con dolor y tristeza la cruel escena,
llevándose ambos cuerpos de vuelta al pueblo, para ser velados y enterrados al
día siguiente.
La gente dedujo que habían cometido suicidio, ya que a
pesar de que se amaban tanto, su relación era prohibida y muy mal vista ante la
sociedad, así que no quisieron indagar más sobre tan extraña muerte.
En cambio yo, ya no tengo a quién amar, ya no tengo a
esa persona que hacía que mi existencia valiera la pena, ya no está aquel que
me hacía sonreír cuando él lo hacía o querer abrazarlo cuando estaba triste, ya
no podía estar con él, ya no lo vería de nuevo. Me maldigo a mí mismo por lo
que hice, si no hubiese sido por mi rabia y mis celos estúpidos, mi Daiki
seguiría aquí, aunque fuera feliz con Inoo y no conmigo.
Lo he arruinado todo, me merezco ésta soledad que me
consume.
FIN
;A;
ResponderEliminarFue muy triste... aunque completamente hermoso a la par... ;A;
Y sobre los fics... creo que yo me quedó con Father's love *A*
Por la imagen, supongo que quien está narrando es Ryosuke, ¿no?
ResponderEliminarEl final fue triste, pero al menos estarán juntos en el más allá(?)
Ps: Exijo secuela con Yuto xD