1/10/16

SPECIAL LOVE

Hola, muy buenas tardes <3
En el día de hoy les traigo un Oneshot muy especial, que he escrito con mucho amor y cariño para alguien que es muy importante en mi vida, que aunque todavía no nos conozcamos en persona, nuestros corazones siempre están conectados y en verdad estoy muy agradecida con Dios por ponérmela en mi camino, en verdad que te adoro San-chan <3 ya llevamos 5 años de conocernos y cada día me siento más ansiosa por ir a visitarte, estoy trabajando muy duro para lograrlo >///<
Espero que les guste este Oneshot y de una vez les digo que de éste saldrá un serial, que si todo sale bien lo comenzaría a publicar en el 2018, así que espero paciencia de su parte X///D
Muchas gracias por sus lindos comentarios y espero traerles pronto el capitulo 27 de Father's Love.



Tema: Special Love
Extensión: Oneshot
Parejas: OkaJima
Autora: Akari-chan


- Que aburrido… - suspiro con desgano mirando por el balcón de la ventana de mi cuarto, viendo a la gente correr de un lado para el otro con adornos, flores y demás cosas para éste día tan especial, el día en el que mi hermano mayor y también Rey de este reino, se casará con la persona que ama.

Salgo de mi habitación en busca de algo con que entretenerme, ya que por más que quiera ayudar con las cosas de la boda, ninguno de los sirvientes me lo permite, siempre con la bendita excusa de que esas labores no han sido hechas para los príncipes como yo.

- Me gustaría que estuvieras aquí – digo en un susurro, pensando en mi persona especial, aquel chico que tanto me desvela.

- ¡Yuto! – Exclama mi hermano Daiki abalanzándose sobre mí, haciendo que caigamos ambos al suelo.

- Dai-chan ¿pero qué te pasa? – Digo molesto y un poco adolorido por el golpe.

- Es que pensaba que estabas enfermo o algo, ya que no habías salido de tu habitación en todo el día, pero estoy tan feliz de que te encuentres bien – dice alegremente.

- Estoy bien, así que quítate de encima – digo viendo cómo éste se levanta rápidamente, ayudándome a ponerme de pie - ¿no deberías de estar con Inoo-san?

- Kei está ayudándole a Yuya con su traje – dice haciendo puchero, sé lo mucho que le gusta estar con su novio y lo entiendo, yo también quisiera estar ahora con el mío.

- No te preocupes, cuando termine todo este alboroto podrás estar con Inoo-san – digo sonriente, alborotando sus cabellos.

- Soy mayor que tú, yo debería de hacer eso – dice haciendo otro puchero, ligeramente molesto.

- Pero yo soy más alto.

- Eso no es justo, entiendo que Yuya lo sea porque es el mayor ¿pero tú?

- Príncipe Daiki, hasta que te encuentro – dice Hitomi-chan acercándose a nosotros, respirando agitada.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué vienes tan apurada? – Pregunta Daiki un poco preocupado.

- Es que Yuri necesita verte, está muy nervioso – dice ella sonriente.

- ¿Y por qué está nervioso? Si mi hermano lo adora.

- Eso lo sabe, es que le causa temor ser observado por tanta gente y pidió que viniera a buscarte.

- Ya veo, entonces iré de inmediato – dice sonriente – Yuto ¿vienes?

- Es mejor que sólo vayas tú, es tu mejor amigo de todos modos.

- Pero no quiero que te quedes solo – dice preocupado.

- Estaré bien, no te preocupes.

- Nos veremos en la ceremonia entonces – dice dándome un cálido abrazo.

- Con su permiso – dice Hitomi-chan comenzando a caminar rápidamente junto con mi hermano.

Suspiro nuevamente y retomo mi camino hacía los jardines del castillo, allí en dónde lo conocí a él. Sonrío al recordar lo torpe y temeroso que era cuando éramos niños, aunque en ocasiones todavía lo es, lo amo tanto y me hace tanta falta ¿por qué no vuelves pronto?

- ¿Pensando nuevamente en él? – Pregunta Hikaru, el hechicero del reino y mi mejor amigo en el mundo.

- Hikaru… - digo abrazando fuertemente a mi amigo.

- ¿Por qué siempre te pones así cuándo él no está cerca? – Pregunta divertido.

- Simplemente no puedo soportar estar lejos de él, ya han pasado 4 meses desde que se fue.

- ¿Pero te ha escrito?

- Claro que lo hace y yo también, pero no es lo mismo Hikaru, yo lo quiero aquí conmigo.

- Pero él está en una misión importante, volverá en cuanto menos te lo imagines – sonríe amablemente.

- Pero lo quiero ya – digo con desgano.

- ¡Hikaru! – Exclama alguien muy conocido por ambos, corriendo hacia nosotros, abrazando a mi amigo, al mismo tiempo que lo besa en los labios.

- Pensé que no vendrías – dice Hikaru besándolo de vuelta.

- No iba a perderme la boda de Yuyan por nada, además también tenía muchas ganas de verte – dice Ryosuke abrazando por el cuello a mi amigo.

- A mí también me alegra mucho verte Ryosuke – digo al ver cómo éste me ignora.

- Lo siento Yuto – sonríe despegándose de mi amigo, para abrazarme a mí, Ryosuke es el príncipe del país vecino con el cual tenemos buenas relaciones y también es un gran amigo nuestro y novio de mi mejor amigo.

- No pasa nada, hace mucho que no veías a Hikaru, es normal que el resto del mundo desaparezca cuando estás con él.

- ¿Y tú novio? – Pregunta mirando hacia todos lados.

- Está en una misión, volverá dentro de una semana – digo desanimado.

- Ya veo… Hika-chan, quiero ver a Yuyan – dice Ryosuke tomando a Hikaru por el brazo.

- No creo que tenga tiempo para recibir visitas ahora – dice Hikaru.

- Vayan, mi hermano estará muy feliz de ver a Ryosuke.

- Gracias Yuto, vamos Hika-chan – dice tomándolo de la mano.

- Nos vemos más tarde - dice Hikaru yéndose junto con su novio en busca de mi hermano.

Sonrío volviendo con mi camino, adentrándome cada vez más en los jardines, disfrutando del agradable aroma que desprenden las flores, ese olor que tanto me recuerda a él. Sigo caminando viendo más adelante bajo de un árbol a Yabu-san comiéndose prácticamente a besos a su prometido Ryutaro, así que trato de hacer el menor ruido posible para que no me noten.

- Creo que es mejor que vaya a alistarme – digo resignado, encaminándome de nuevo a mi habitación.

Al llegar a ésta me recuesto en mi cama, mirando al techo, con mis pensamientos sumidos en una sola persona, pasando por mi cabeza cada momento vivido con él, sus besos, sus abrazos, sus caricias…

- Te extraño Keito – digo en un susurro, cerrando los ojos.

- Yo también te extrañé – escucho su voz de repente, haciéndome sentar en la cama del susto, viéndolo de pie en la puerta de mi habitación.

- ¡Keito! – Exclamo sorprendido y levantándome rápidamente de la cama, corro hasta sus brazos, dándole dulces besos sobre su rostro - ¿cómo es que estás aquí? ¿No qué ibas a llegar la siguiente semana? – Pregunto extrañado de verlo tan pronto.

- Quería darte una sorpresa, me alegra que Ryosuke no te dijera nada.

- ¿Él lo sabía? – Pregunto todavía más sorprendido.

- Sí, de hecho me vine con él – dice rodeando mi cintura con sus brazos.

- Eres malo – digo sin querer separarme de él, abrazándolo con la misma intensidad con la que él lo hace.

- Lo siento, no quería hacerte sufrir – dice comenzando a caminar hasta la cama, recostándome suavemente en ella.

- Keito… No te vuelvas a separar así de mí – digo rodeando su cuello con mis brazos, sintiendo su respiración chocar contra mi rostro – me has hecho mucha falta en las noches – digo por fin rozando mis labios con los suyos, completamente ansioso de fundirlos en un apasionado beso que no demoró en llegar.

- No lo volveré a hacer, todos estos meses sin poder tocarte han sido una tortura – dice volviéndome a besar, paseando sus manos por debajo de mi camisa, llevándolas hasta mis tetillas, apretándolas un poco hasta ponerlas duras. Rodeo mis piernas alrededor de su cintura, sintiendo ese placentero roce entre nuestros miembros, saliendo suspiros de mis labios cada que los separamos para tomar aire.

Cambiamos de posiciones quedando yo arriba, quitándome la estorbosa camisa y de inmediato desabotonar la de mi amado, tocando con deseo esa piel que tanto extrañaba, notando esas pequeñas cicatrices adornando su cuerpo, aquellas pruebas de sus constantes entrenamientos y batallas, mi amado es un caballero real y diariamente está arriesgando su vida, por proteger la nuestra.

- No llores – dice haciéndome caer en cuenta de las lágrimas que empapan mis mejillas.

- Es que si te llega a pasar algo yo…

- No me va a pasar nada – dice sentándose, besando dulcemente mis labios – es mi trabajo proteger al reino, pero más que todo a ti – besando mi frente – además estamos en tiempos de paz, no hay de qué preocuparse – sonríe dulcemente.

- Te amo, te amo, te amo – digo volviendo a capturar sus labios, tumbándolo nuevamente sobre la cama, besando y lamiendo la piel de su cuello, pecho, abdomen, queriendo borrar con eso aquellas marcas en su cuerpo.

Llevo mi cabeza hasta su entrepierna, notando el bulto que se hace bajo el pantalón, me relamo los labios y quito sin pensar más aquella estorbosa prenda, viendo por fin lo que tanto he anhelado volver a tener dentro de mí. Le doy una ligera lamida, recorriendo con mis labios la extensión de ésta, disfrutando de escuchar sus gemidos y más al adentrarlo completamente en mi boca, siguiendo el mismo vaivén hasta sentir su semen mojar mi cavidad.

Me levanto de la cama para quitarme el resto de mi ropa, ante la atenta mirada llena de deseo de mi amado, volviendo rápidamente hasta sus brazos, siendo rodeado por estos, de ese calor que tanto me conforta.

- ¿Ya te he dicho que amo tus piernas? – Dice acariciándolas con descaro, pasando levemente sus uñas por ellas.

- Keito… Dejarás marcas… - digo en un jadeo.

- Pero a mí me gusta marcar lo que me pertenece – dice mordiendo suavemente mi cuello, sin dejar de aruñar mis piernas, haciendo más notables aquellas marcas rojizas.

- No tienes por qué hacerlo… – Digo tomando una de sus manos, llevándola hasta mi miembro que se encuentra totalmente erecto – todo mi ser es tuyo…

- Lo sé, pero me encanta hacértelo de todos modos – apretando un poco mi miembro – ver tus reacciones cuando te miras en el espejo, el cómo te masturbas de tan solo pensar en que esas marcas fueron hechas por mí.

- Keito… no sigas… - jadeo al sentir su dedo pulgar apretarse contra mi glande.

- ¿Con qué no quieres que siga? – Pregunta mirándome con curiosidad, sabe exactamente a qué me refiero, pero siempre se hace el que no sabe y eso me molesta, pero en estos momentos siento que no vale la pena reclamarle.

- Métemela Keito, no me hagas sufrir más – digo moviendo mis caderas, intensificando el roce entre nuestros miembros.

- Yo tampoco creo poder aguantar más – dice haciendo que me ponga en cuatro, dejando mi trasero delante de él, dirigiendo su lengua hasta mi entrada y lubricándola con su saliva, preparándome para lo que vendrá a continuación – Yuto… ¿Está bien si lo hago ahora? – dice rozando la punta de su miembro con mi entrada.

- Hazlo ya… - Digo jadeante, disfrutando de sentirlo entrar en mí, sintiendo ese dolor que al principio es molesto, pero que pronto me llevará a ese placer que tanto quiero.

Keito comienza a moverse lentamente, intensificando cada vez más sus embestidas, al mismo tiempo que mis jadeos y gemidos se hacen mucho más sonoros, temiendo por momentos ser escuchados por alguien de afuera. De un momento a otro Keito sale de mi interior y ante mi queja, me voltea dejándome boca arriba, abriendo a plenitud mis piernas, entrando bruscamente en mí, llegando a ese punto que tanto me vuelve loco de placer.

- Te… amo… Yuto… - Jadea embistiéndome con cada vez más fuerza, mientras llevo mis brazos hacia su espalda, apegándolo más a mí, quiero estar lo más unidamente posible a él.

Las embestidas no cesaron hasta sentir su semen mojar mi entrada y el mío derramarse entre nuestros cuerpos, jadeando exhaustos, con nuestros sudores mezclándose, felices de por fin volver a estar juntos.

- No vayamos a la boda – digo sonriente, quiero seguir estando así con él.

- Tenemos que ir, es la boda de tu hermano – dice dando un suave beso en la punta de mi nariz.

- Está bien, pero esta noche no te dejaré dormir – sonrío divertido, viéndolo levantarse de encima de mí.

- Tomaré el riesgo – dice volviéndome a besar – pero primero hay que tomar un baño – dice tomándome en sus brazos, alzándome como si fuera una princesa.

- Asegúrate de lavar muy bien todo mi cuerpo – digo con picardía, lamiendo su mejilla.

- Lo haré – sonríe, caminando hasta mi cuarto de baño, sintiéndome realmente feliz de tenerlo nuevamente a mi lado, porque mi vida no es la misma sin él a mi lado.

FIN

2 comentarios:

  1. Awwww son tan lindos *A* Me encanta el okajima, y este oneshot fue super super tierno ♥

    ResponderEliminar
  2. Fui la unica que al leer el titulo se puso a cantar la canción de JUMP?! xD "Special love! special love!"

    Debo admitir que cuando apareció el Hikayama dije "Buuuaajj Dx" jaja lo siento pero no los veo de esa forma xD

    2018 F*ck!

    Muy lindo Shot! *w*

    ResponderEliminar