Así que con mucho amor les traigo hoy por fin el capítulo 19 de este fic que tanto amo escribir >w<
Muchas gracias por sus comentarios y como siempre este fic está dedicado a mi querida amiga Mari y un saludo especial a Shizuka y a mi hija Luz Pamela que les encanta Yamajima :D
Capítulo 19
*Nishikido Ryo*
Abro los ojos lentamente, sintiendo un agradable calor
abrazar mi cuerpo desnudo y sonrío al recordar lo sucedido la noche anterior
con la persona que me abraza tiernamente por la espalda, todavía durmiente,
tocando con su aliento la piel de mi nuca, haciéndome estremecer por tal
contacto. En este momento me siento inmensamente feliz, completo, aquel vacío
que siempre había estado en mi corazón fue llenado con su amor, sus besos, sus
caricias y me sonrojo de tan solo pensar en lo que hemos hecho.
- Buenos días – dice mi amado todavía un poco
adormilado, abrazándose un poco más a mi cuerpo.
- Buenos días – digo volteándome para quedar cara a
cara con él, pero cierto dolor en mi parte trasera hace que salga un quejido de
mis labios.
- ¿Te duele mucho? – Pregunta preocupado, ahora con
los ojos totalmente abiertos.
- Solo un poco, estaba tan feliz que ni me acordaba de
ese dolor – digo tímidamente.
- ¿Pero seguro que podrás caminar bien?
- Supongo que sí, a no ser que quieras cargarme
- Con gusto lo haré.
- ¿En serio?
- Claro que es enserio, yo soy el que te ha dejado en
esa condición y tengo que hacerme responsable.
- Subaru no digas cosas vergonzosas – digo recibiendo
un dulce beso de su parte.
- Creo que se nos ha hecho tarde, tenemos que alistarnos
– dice Subaru levantándose de la cama, dejándome ver nuevamente su cuerpo
desnudo, cosa que hace que me avergüence más de lo que estoy.
- ¿Por qué te pones nervioso? No es la primera vez que
me ves así – dice con burla, haciéndome sentir un poco patético – Ven vamos a
bañarnos juntos – dice sacándome de la cama, sobre sus brazos como si fuera una
damisela.
- Subaru… - Susurro escondiendo mi rostro en su pecho,
sintiendo una mezcla de vergüenza y felicidad inundar mi corazón.
*Keito*
- Keito…
- ¿Sí? – Respondo con desgano.
- ¿Te arrepientes de estar conmigo? – Pregunta Hikaru
con preocupación, nos encontramos solos en la parte trasera del Instituto,
donde está la vegetación.
- No digas tonterías, jamás me arrepentiría de estar
contigo, además no llevamos ni un día de novios como para pensar siquiera en
eso ¿por qué lo dices?
- Es que te veo como ausente, como si tu cabeza
estuviera en otra parte.
- Hika-chan, no te voy a mentir, pero si hay algo que
me preocupa.
- ¿Y qué es? – Pregunta curioso.
- Hasta que no esté seguro no podré contártelo, pero
apenas lo sepa serás en primero en saberlo, te lo prometo – digo sonriente,
dándole un beso en los labios.
- Está bien, pero ya sabes que si algo te preocupa
puedes decírmelo que para eso soy tu novio, aunque… - Dice mirándome de manera
lujuriosa – para otras cosas también lo soy – dice al mismo tiempo que me
acuesta sobre el césped, acomodándose él encima de mí.
- Todavía falta para que termine la hora de descanso,
así que podemos jugar un ratito – digo para luego ser besado nuevamente por él,
aunque no deja de salir de mi cabeza esa foto en la que están mi Padre y
Maru-sensei muy jóvenes y cariñosos, como si hubiesen sido algo más que simples
amigos.
*Ryosuke*
- Ryosuke ¿estás enfermo? – Pregunta Kento con
asombro, tocando mi frente.
- Estoy bien.
- No, claro que no estás bien, por primera vez en
mucho tiempo no tienes cara de amargado, estoy seguro de que algo te pasa – dice
Fuma.
- Ya te dije que estoy bien, por cierto ¿dónde está
Hikaru?
- Hikaru está con su novio – responde Kento.
- ¿Novio? ¿Cuál novio?
- Ya sabes, el chico nuevo, Yokoyama Keito.
- ¿Acaso no le gustaban las mujeres? – Pregunto
confundido, con lo que se jactaba de lo mujeriego que era.
- A nosotros también nos sorprendió, pero vieras lo
entusiasmado que está con él.
- Que bien, me alegro mucho por él – digo recostando
mi cabeza en el pupitre.
- ¿Seguro que estás bien? – Pregunta nuevamente Kento.
- Solo me duele un poco la cabeza, iré a caminar un
poco a ver si se me quita – digo levantándome de mi asiento, para luego salir
del salón.
No he dejado de pensar en ese beso y ese te amo que me
dijo Yuto y eso hace que mi corazón lata muy rápido, quiero verlo, quiero
escuchar nuevamente esas palabras salir de su boca, quiero que me vuelva a besar,
que me tenga nuevamente entre sus brazos ¿Desde cuándo mis sentimientos por él han cambiado?
*Shibutani Subaru*
- Subaru ¿no crees que sería mejor que nos fuéramos en
un taxi? – Pregunta Ryo caminando con dificultad.
- Sabes muy bien que a ésta hora el tráfico es
terrible, además el restaurante no queda muy lejos de aquí – digo tratando de
sonar serio.
- Pero duele… - Susurra Ryo en un quejido mientras
trata de caminar lo más normal posible camino al restaurante.
- Te dije en el Hotel que te cargaría, pero tú no
quisiste – digo un poco preocupado, pero la verdad es que verlo caminar así se
me hace gracioso.
- Por supuesto que no iba a permitirlo, sería muy
vergonzoso – dice totalmente sonrojado por lo apenado que está.
- De todos modos mi propuesta de llevarte sobre mi
espalda está en pie, así que cuando quieras me avisas – digo caminando un poco
más rápido, dejándolo a él atrás.
- Subaru… no me dejes aquí… - Me detengo al escuchar
su voz y volteo para ver sus ojos suplicantes porque vuelva nuevamente a su
lado, así que me acerco dejando mi espalda al frente de él, agachándome un poco
para luego sentir un peso extra sobre mi cuerpo, al mismo tiempo que rodea mi
cuello con sus brazos y yo sostengo cada una de sus piernas, comenzando a
caminar con él sobre mi espalda, bajo la mirada de todas las personas que pasan
a nuestro alrededor.
- Ahora todos nos están mirando – dice ocultando su
rostro en mi espalda, mientras que yo no dejo de reír por ésta situación.
*Murakami Shingo*
Toda la mañana ha sido como un jardín de rosas a mí
alrededor y todo por aquel beso en la mejilla que me ha dado Uchi-san, aunque
no logro entender por qué me siento tan feliz por eso o por qué lo hizo ¿será
que él es...? Bueno, nunca he tenido nada en contra de los homosexuales, pero
ahora que lo pienso nunca lo he visto con una chica ¿y si es así? ¿Será que yo
le gusto? No, no creo que eso sea posible, aunque si yo fuera homosexual sí que
me fijaría en alguien tan guapo como él ¿Pero qué estoy pensando? ¿Acaso
también me siento atraído por él? No me entiendo ¿qué sucede conmigo?
Respiro profundo tratando así de aclarar mis
pensamientos, desde el primer momento que lo vi mi corazón no ha dejado de
saltar de alegría con su sola presencia, con escuchar su voz y el saber que
siempre que puede él está a mi lado, acompañándome con esa sonrisa nerviosa que
hasta ahora se me hace de lo más hermosa, que idiota soy ¿por qué hasta ahora
me estoy dando cuenta de todo esto? ¿Será que él también siente lo mismo que
yo?
*Nakajima Yuto*
- Yuto ¿cuándo podremos ver a Ryosuke? – Pregunta Yuri
al mismo tiempo que pica mi mejilla derecha con su dedo, mientras que Ryutaro
hace fila para comprar nuestro almuerzo.
- No lo sé, tendría que preguntarle primero – digo con
pesadez.
- ¿Todavía lo amas? – Pregunta entre curioso y
divertido, desde la primaria Yuri sabe de mis sentimientos por Ryosuke, así que
no hay caso en ocultarle eso.
- Si, pero no estoy muy seguro de sus sentimientos –
suspiro.
- ¿Por qué están tan serios? – Pregunta Ryutaro ya con
nuestros almuerzos en sus manos.
- Solo le preguntaba a Yuto cuando podíamos ver a
Ryosuke – dice Yuri sonriente.
- Sería genial si pudiéramos encontrarnos con él –
dice Ryutaro animado.
- Hablaré con él entonces – digo no muy seguro de
poder hacerlo.
- Llámalo para que nos pongamos de acuerdo de una vez
– dice Yuri entusiasmado.
- No lo sé.
- Vamos, llámalo.
- Está bien, está bien, lo llamaré – digo sacando mi
teléfono del bolsillo, con mi mano temblando por los nervios.
*Ryosuke*
Escucho el timbre de mi celular mientras camino de
vuelta al salón, quedándome estático de tan solo ver el nombre de la persona
que me está llamando en la pantalla ¿Qué querrá? ¿Será conveniente contestarle?
Pero no lo dudo más y rápidamente contesto a su llamada.
- Aló – contesto nervioso.
-
Hola Ryosuke ¿estás ocupado?
- Si lo estuviera no te hubiese contestado – digo
tratando de sonar sereno, pero la verdad es que estoy hecho todo un manojo de
nervios.
-
Bueno, Yuri y Ryutaro están muy ansiosos de verte así que están proponiendo que
nos veamos todos juntos un día de estos.
- ¿Los cuatro juntos?
-
Si, como cuando éramos niños.
- Está bien, podemos ir el sábado si les parece bien –
digo también con entusiasmo, aunque me incomoda de cierta forma que Ryutaro
vaya también y menos sabiendo que a Yuto le gusta.
-
Muy bien, aquí pensaremos el lugar de encuentro y la hora.
- Me parece bien, ya me dirás luego que acordaron,
adiós – digo colgando rápidamente, sin dejarle oportunidad de despedirse, mi
corazón late como loco de tan solo haber escuchado su voz.
*Kota*
Había sido un día largo y pesado en la universidad así
que al llegar casa lo único que quería era comer, ducharme y finalmente dormir,
pero nuestros Padres han llegado temprano del trabajo así que eso solo
significa que cenaremos todos juntos, como la hermosa familia que somos.
- ¿Y cómo estuvo su día? – Pregunta Papá Yasu con una sonrisa, aunque puedo notar que está
levemente cansado, tuvo que haber sido un día duro para él también.
- Estuvo muy bien, de hecho quedamos de vernos con Yuto
y Ryosuke en el parque de diversiones éste sábado – responde Yuri alegremente,
Ryutaro también se ve muy feliz, su sonrisa es preciosa.
- Eso suena divertido - dice mi Papá.
- Hace mucho que no vamos a uno ¿no es así Kota? –
Dice mi hermano, haciéndome dar una gran idea.
- Sí, creo que deberíamos de ir también, claro, si no
les molesta – digo mirando como el rostro de Ryutaro cambia a uno de molestia.
- Esa es una gran idea – dice Papá Yasu – es bueno que
pasen más tiempo juntos, como hermanos.
- Me encanta la idea, por mi está bien que vengan con
nosotros – dice Yuri mirando sonrojado a Yuya.
- Yuri… - Ryutaro lo mira con súplica, pero éste lo
ignora.
- Entonces está decidido, Yuya y yo iremos con ustedes
– digo sin dejar de sonreír, disfrutando de ver la cara molesta de mi hermanito
y la de los dos tortolitos.
*Murakami Shingo*
Respiro profundo, pensando una y otra vez en lo que
voy a decir y hacer en cuanto vea a Uchi-san, no sé si sea el momento o el
lugar indicado para hacerlo, pero simplemente no puedo esperar un segundo más,
tengo que decirle mis sentimientos.
Así que espero nuevamente detrás de la puerta, como el
acosador que dice que soy mi hijo, quién no deja de reírse y de preguntarme que
es lo que me sucede, pero tampoco es momento de decirle que de la noche a la
mañana a su Padre le gusta otro hombre y en verdad no sé cómo llegaría a
tomarlo, pero llegará el día en que tendré que decírselo.
Ya son pasadas las diez de la noche, así que no debe
de tardar en llegar, Hikaru al parecer ya está durmiendo, así que no se dará
cuenta de nada, cosa que me alivia un poco y de repente escucho pasos acercarse
y abro un poco más la puerta para así verlo a él llegando con su semblante un
poco agotado, por un momento dudé en si debía decirle, pero ya que me había
armado de valor para hacerlo, no debía de desaprovechar la oportunidad.
- Buenas noches Uchi-san – digo saliendo rápidamente,
asustándolo un poco.
- Murakami-san, me asustaste – dice poniendo su mano
sobre su pecho.
- Lo siento, no era mi intención asustarte, necesito
decirte algo, algo importante – digo firmemente mirándolo a los ojos, dejando
ver la rosa que tenía escondida en mi espalda, acercándola a su rostro.
- ¿Y esa rosa? – Pregunta confundido y estoy seguro de
que se ha sonrojado.
- Es para ti Uchi-san.
- ¿Para mí? ¿Pero por qué?
- Porque me gustas, en verdad me gustas mucho y no
estoy seguro de tus sentimientos por mí, pero quiero que me des una oportunidad
– digo haciendo una reverencia, totalmente apenado de decir lo que acabo de
decir.
- ¿En serio te gusto? – Pregunta con sus mejillas
sonrojadas, por dios es tan lindo.
- Si, desde que te conozco se podría decir – río
nervioso - ¿qué dices? – extiendo un poco más mi brazo para acercarle la rosa,
la cual él toma con delicadeza.
- Acepto – dice abalanzándose a mis brazos al mismo
tiempo que me da un dulce beso en los labios – lo, lo siento ¿voy muy rápido? –
Pregunta separándose apenado.
- No, para nada – sonrío volviendo a juntar mis labios
con los suyos.
- ¿Quieres pasar a tomar algo y para ver a Mii-chan? –
Pregunta tomando mi mano a lo que yo solo asiento, dejándome llevar hasta su
apartamento.
*Okura Tadayoshi*
- Yasu… - susurro cerca al oído de mi esposo durmiente
– Yasu… - se remueve un poco pero sigue sin abrir los ojos – Yasusu…
- No me llames así… - dice un poco molesto, abriendo
poco a poco sus ojos.
- Lo siento, pero es que si no te llamo así no te
despiertas – digo besando su frente.
- Todavía es temprano… - dice mirando el reloj.
- Es que tengo ganas – digo acariciando su cintura, al
mismo tiempo que comienzo a besar su cuello.
- ¿Ganas de qué? – Dice todavía adormilado.
- Hoy es sábado, no tenemos que trabajar y los niños
saldrán de casa ¿sabes lo que eso significa?
- Lo sé... – dice ahora sonriente, comenzando a
besarme primero despacio y luego con más deseo – Yoshi, me gustaría proponerte
algo – dice acomodándose sobre mí.
- ¿Qué quieres? – Pregunto acariciando sus piernas.
- Lo he pensado mucho y la verdad es que me gustaría
entrar en ti – dice con una sonrisa maliciosa.
- ¿EH? No, definitivamente no – digo tratando de
quitármelo de encima, pero es muy fuerte.
- Por favor Yoshi – dice sosteniendo mis muñecas con
sus manos y acomodando su cadera entre mis piernas, frotándose descaradamente
contra mi miembro que por tal acto comienza a endurecerse – te va gustar tanto
como a mí – dice volviéndome a besar, pero a pesar de que quiero resistirme no
dudo en corresponderle.
- ¡PAR DE VIEJOS PERVERTIDOS DEGENERADOS! – Grita
Ryutaro a todo pulmón haciendo que mi esposo y yo nos quedemos estáticos.
- ¿Qué sucede Ryutaro? – Pregunta Yuri.
- ¿Qué fue eso? – Pregunta Kota llegando junto con
Yuya.
- Son unos depravados.
- Ryutaro, están casados, es normal que quieran tener
sexo ¿qué quieres que hagan? ¿Qué jueguen ajedrez? Vámonos – dice llevándose a
Ryutaro con él.
- Papá, yo tenía otro concepto sobre ti, pero si a ti
te gusta estar debajo, pues está bien – dice Yuya yéndose también.
- Siento mucho el incidente – dice Kota haciendo una
reverencia - pueden continuar – dice finalmente, cerrando la puerta.
- Creo que deberíamos dejarlo…
- Ah no, claro que no, de esto no te escapas hoy –
dice volviendo a sonreír ahora con más malicia, sosteniendo un poco más fuerte
mis muñecas y aumentando el roce de nuestras entrepiernas.
- Por favor… Yasu… ¡NO!
CONTINUARÁ...