Por fin pude terminar este capi XD he estado con tantas cosas en la cabeza que se me hacía difícil escribir, pero aquí está :D como siempre este serial es dedicado a mi querida Mari <3
Espero que les guste y muchas gracias por sus comentarios...
Me siento muy emocionada por lo que vendrá en este fic *o*
Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan
Capítulo 12
*Yuri*
No hay nada más triste que vivir en la misma casa con
el chico que me gusta y no poder acercarme demasiado a él, ya que tengo un
escolta las veinticuatro horas del día ¿Es qué mi hermanito no tiene una cosa
mejor que hacer? Siempre tratando de controlar mi vida, debería él ocuparse de
la suya o más bien conseguirse un novio que de verdad falta le hace.
- Ya vámonos Yuri que llegaremos tarde – dice Ryutaro
con su tan natural tono molesto saliendo de nuestro cuarto.
- En seguida voy – digo terminando de sujetarme los
zapatos y tomando mi mochila para luego salir de la habitación encontrándome
con Yuya.
- Buenos días Yuri – dice brindándome una cálida
sonrisa, es tan guapo.
- Buenos días – respondo con un leve sonrojo en mis
mejillas.
- ¿Vas a la escuela o vas a una cita?
- A la escuela ¿por qué lo preguntas? – Sonrío
nervioso.
- Es que te ves muy hermoso el día de hoy – dice
acercándose un poco más a mí, posando una de sus manos en mi mejilla
acariciándola con delicadeza, me siento tan feliz.
- ¡YURI! ¡VÁMONOS! – Dice Ryutaro tomándome del brazo
llevándome casi a rastras hacía la salida ¿por qué tenía que llegar en un
momento tan bonito?
- ¡Ryu suéltame! – Exclamo molesto al salir de casa,
soltándome de su agarre.
- Yo no quiero llegar tarde a la escuela por tu culpa
– dice sin voltear a mirarme.
- Entonces ve solo, no tienes por qué esperarme.
- ¿Y dejarte solo con él? Nunca.
- Eres un tonto – digo sacando un poco mi lengua, me
molesta tanto, pero aun así es divertido verlo enojado y en cuanto a Yuya
hallaré una manera de estar a solas con él.
*Yuya*
- Ese Ryutaro me saca de mis casillas – digo dándole
un fuerte golpe a la pared, cosa de la que me arrepiento ya que casi me
fracturo la mano.
- No te desquites con la pared que no tiene la culpa
de tu desgracia – dice Kota divertido.
- Pero es que Yuri me gusta mucho y es frustrante no
poder acercarme como quiero a él y todo por culpa de su hermanito.
- Se me hace muy divertido verte así de desesperado.
- Pues para mí no es divertido.
- Está bien, está bien, veré que puedo hacer para que
tú y Yuri puedan estar a solas, pero tranquilízate.
- ¿Lo dices en serio? – Digo ilusionado.
- Claro, en cuanto haya una oportunidad no la
desaprovecharemos, pero tienes que comportarte y esperar.
- Gracias hermano – lo abrazo fuertemente.
*Yuto*
Suspiro profundamente frente al portón del nuevo
Instituto en el cuál hoy comenzaré mis clases, en verdad que la noticia del
divorcio de mis padres no me tomó por sorpresa, pero muy en el fondo de mi
hubiese querido tener una mejor relación con mi Madre, pero eso ya no podría
ser, al menos por ahora.
- Muy bien, es hora de comenzar de nuevo – digo
cruzando finalmente aquel portón, mirando todo a mi alrededor.
- ¡YURI! ¡DEVUÉLVEME MI MOCHILA! – Me volteo al
escuchar aquel grito, sintiendo como algo choca conmigo y me tira de inmediato
al suelo.
- Lo siento ¿estás bien? – Pregunta el chico que se
encuentra encima de mí que de un momento a otro empieza a sonrojarse.
- Ryutaro ten más cuidado cuando corres.
- Pues no estaría corriendo si no me hubieras quitado
la mochila – dice molesto.
- Chicos, si quieren discutir háganlo pero por favor
déjenme ponerme de pie.
- Perdón – se levanta el chico que está sobre mí y
también me ayuda a levantarme.
- Gracias, ahora si discutan todo lo que quieran –
digo siguiendo con mi camino, pero de repente siento que sostienen mi brazo -
¿ahora qué pasa?
- Lo siento pero… ¿No nos hemos visto antes? –
Pregunta el más bajito de los tres - Yuto, tú eres Yuto ¿verdad?
- Sí, ese es mi nombre ¿pero cómo lo sabes? – Pregunto
confundido.
- ¿Acaso no te acuerdas de nosotros? - Dice con algo
de tristeza.
- Espera un momento, creo que si – los miro
detenidamente, recordando los nombres que anteriormente había escuchado, Yuri y
Ryutaro – ¿ustedes son los hermanos Yasuda? – Pregunto sorprendido - no sé cómo
no me di cuenta – digo abrazando a Yuri fuertemente.
- Es una gran sorpresa verte de nuevo, has cambiado
tanto – dice Yuri correspondiendo a mi abrazo.
- Lo mismo digo, no pensé que fuera a encontrarme con
ustedes ¿desde hace cuánto no nos veíamos?
- Desde que terminamos la primaría, después de eso tu
y yo nos fuimos a distintas secundarias y pues no nos vimos más – dice Yuri
alegremente, en cambio Ryutaro no decía nada, se había quedado estático.
- ¿Sucede algo Ryu? ¿No te alegra ver a Yuto? –
Pregunta Yuri a su hermano.
- Estoy muy feliz, es que estoy muy sorprendido – dice
tímidamente.
- Ryu-chan a diferencia de ti ha crecido mucho ¿no
crees? – Digo con una risa burlona, haciendo que Yuri hiciera uno de sus
afamados pucheros.
- Apenas nos volvemos a encontrar y ya te burlas de mí
– dice tratando de sonar molesto, pero eso sin duda lo hace ver más adorable,
pero nuestro encuentro fue interrumpido por el sonido de la campana del colegio
– ya van a comenzar las clases, espero que te toque en el salón en donde estoy,
si no es así nos encontramos en la cafetería – dice para después tomar la mano
de su hermano e irse junto con él, así que mientras veo como se alejan,
comienzo a caminar nuevamente hacía la sala de maestros.
*Maruyama Ryuhei*
- Buenos días Maru- sensei – volteo a ver al chico que
siempre me saluda con mucho entusiasmo y siendo también abrazado por él, aunque
no entiendo mucho el por qué se porta así conmigo, ya que no veo que sea así
con otros maestros.
- Buenos días Yokoyama-kun – digo alegremente.
- Llámame Keito – dice con una sonrisa.
- No creo que eso sea muy conveniente.
- Por favor, aunque sea hazlo cuando estemos solos,
así como ahora – dice mirándome de una manera muy tierna, es un chico tan
adorable.
- Está bien, pero no creo que la gente vea con buenos
ojos que un alumno y su maestro se tengan esas confiancitas, hasta yo pienso
que es raro.
- Creo que tienes razón, pero es que no puedo
evitarlo, siento que eres como un Padre para mí, a pesar de que apenas llevamos
unos meses de conocernos.
- Entonces ¿soy como un Padre para ti? – Pregunto
entre confundido y entusiasmado.
- Así es, aunque bueno, mi relación con mi verdadero
Padre es muy buena, así que tú eres como mi segundo Papá, en verdad no creas
que es por otra cosa – dice apenado.
- Muy bien, eso me tranquiliza más, tú también eres
como un hijo para mí, de seguro y te llevarías muy bien con mi hijo Daiki.
- ¿Tienes un hijo?
- Claro que sí, él es un poco mayor que tú y ya está
en la Universidad.
- Espero conocerlo algún día – dice alegremente.
- Seguro que sí – sonrío – iré a mi oficina, tu ve a
tu salón que ya hace rato sonó la campana.
- ¡Cierto! Nos vemos más tarde Maru-sensei – dice para
después comenzar a correr.
- Hasta luego Yoko… Digo, Keito-kun.
- Tú debes ser Maruyama-san.
- Si, ese soy yo.
- Es un gusto por fin conocerte – dice tomando mi mano
animadamente y agitándola en modo de saludo – Yo soy Aiba Masaki y soy el
Maestro de Biología.
- Mucho gusto – digo sonriente.
- He oído hablar mucho de ti, así que me sentía muy
ansioso por conocerte ya que cuando llegaste yo estaba en vacaciones.
- Ya veo, espero que podamos ser buenos compañeros.
- Yo también lo espero – dice sonriente – veo que
estás ocupado así que nos veremos en otra ocasión – dice haciendo una reverencia
y seguir con su camino, pero que persona tan extraña.
*Hikaru*
Estúpido Yokoyama-kun, no puedo dejar de sentirme
enojado de verlo tan cariñoso con Maruyama-sensei ¿Pero qué quiere de mí? ¿Y
por qué me molesta tanto? A mí me gustan las mujeres, LAS MUJERES así que no
tiene caso el pensar en un niño idiota como él.
- Buenos días Murakami-kun – dice el idiota
alegremente.
- ¿Qué tienen de buenos? – digo molesto, de tan solo
pensar en eso me da coraje.
- ¿Por qué te portas así conmigo? Si yo siempre me he
portado muy bien – dice con algo de inocencia, haciéndome sentir nervioso.
- Eres molesto – digo para después comenzar a correr
de ahí y no me importa si luego tengo un castigo de mil años por parte de mi
Padre, pero tengo que huir de aquí, al menos por lo que queda del día.
Aprovecho el descuido del vigilante para trepar con
gran agilidad el portón principal, corriendo lo más rápido que pueden mis
piernas al salir por fin de ahí, llegando hasta un centro comercial que queda
cerca del Instituto, siendo observado por todos los que pasan por mi lado, de
seguro pensarán que soy un delincuente ya que llevo el uniforme puesto. Me
siento en uno de los banquitos que hay en todo el lugar, mirando a cada persona
que pasa al frente de mí, esas hermosas chicas con sus minifaldas y algunas con
unos escotes bastante llamativos, pero no siento nada, no me producen esas
mismas sensaciones que me provoca él.
*Ryutaro*
No puedo describir muy bien lo que ahora siento en
estos momentos, pero mi corazón no ha dejado de latir desde el momento en que
caí encima de Yuto, él había sido compañero de mi hermano en la primaria y
desde entonces siempre lo he admirado, pero al salir ellos de ésta, yo me quedé
solo y nunca más volvimos a saber de él.
- Ryutaro, gracias por esperarnos - dice mi hermano,
quién lleva a Yuto sujetado de la mano, me da tanta envidia que mi hermano sea
tan abierto con los demás.
- ¿Cómo encontraste a Yuto tan rápido?
- Pues no lo creerás pero casualmente Yuto estudiará
en la misma clase que yo, como en los viejos tiempos – dice alegremente.
- Que bien – digo con algo de emoción.
- Esto me produce tanta nostalgia – dice Yuto con
alegría, pero a pesar de verlo con ese semblante, sé que algo malo le pasa, lo
puedo ver en su mirada - ¿Y qué han hecho en todo este tiempo? – Pregunta con
mucho interés.
- Pues nuestra Madre murió hace cinco años – digo con tristeza,
en verdad que la extraño mucho.
- Lo siento mucho.
- Ha sido muy duro para nosotros, pero hace poco
nuestro Padre volvió a casarse y vieras los hermosos hermanastros que tenemos –
dice Yuri con emoción.
- Y yo que pensaba que Yuri había dejado de ser tan
coqueto – dice Yuto burlonamente.
- No ve la hora de tirársele encima a uno de ellos –
digo molesto – por eso por ningún motivo dejo que se quede solo con alguno de
ellos.
- Yo solo quiero estar encima de mi Yuyan, yo solo
tengo ojos para él.
- ¿Yuyan? ¿Desde cuándo lo llamas así?
- Ya, tranquilos chicos – dice Yuto tratando de calmar
la situación - ¿Y cómo les va con su Madrastra?
- ¿Madrastra? Padrastro más bien – digo viendo la
expresión sorprendida de Yuto.
- Que vueltas que da la vida – dice sin salir todavía
de su asombro.
- Pues con Okura-san nos llevamos muy bien, se aman
mucho – dice Yuri y pues es verdad ellos en verdad se adoran – Ya basta de
hablar de nosotros ¿qué has hecho tú en todo este tiempo?
- Pues mis Padres se divorciarán y pues me vine a
estudiar a este Instituto.
- ¿Y el chico que siempre estaba contigo? ¿Ryosuke se
llamaba? – Pregunta mi hermano y noto como la expresión de Yuto cambia a una de
tristeza.
- En verdad que no quiero hablar de eso.
- Está bien – dice mi hermano sacando su almuerzo –
comamos rápido antes de que suene la campana, vamos a olvidar nuestras
tristezas con comida.
- Si eso fuera tan fácil – digo empezando a comer,
seguido por los demás.
*Uchi Hiroki*
- Hikaru-kun ¿no deberías de estar estudiando? –
Pregunto al ver al hijo de Murakami-kun en el centro comercial.
- Si, debería…
- ¿Tienes algún problema? – Pregunto al mismo tiempo
que me siento a su lado, apoyando una de mis manos en su hombro – sé que no
hablamos mucho pero si tienes algún problema puedes contármelo.
- En verdad que no es nada.
- No se lo diré a nadie, ni siquiera a tu Papá, verás
que te sentirás muy bien al soltar todo eso que llevas por dentro.
- ¿En verdad no se lo dirás a nadie?
- Te lo prometo, si quieres vayamos por unas malteadas
y hablamos más cómodos – digo tomando su brazo llegando hasta una de mis
cafeterías favoritas, pedimos nuestra orden y Hikaru-kun comenzó a contarme
sobre un chico de la escuela que le pone los pelos de punta - ¿Y no será que te
gusta ese chico?
- ¡Claro que no! – Exclama totalmente sonrojado y pues
yo creo que si le gusta.
- Bueno, digamos que no te gusta ¿has hecho algo al
respecto?
- No, cada vez que se me acerca salgo corriendo.
- Creo que lo mejor sería que lo enfrentes, si sigues
huyendo no solucionarás nada.
- Pero no sé cómo hacerlo.
- Solo espera en un momento en el que ambos estén
solos, habla con él y dile todo eso que te molesta.
- ¿Crees que funcionará?
- Quizás no, pero al menos inténtalo.
- Lo haré, muchas gracias Uchi-san.
- No es nada Hikaru-kun, cuando necesites hablar con
alguien ya sabes que puedes contar conmigo.
- Uchi-san ¿puedo pedirte un favor?
- Sí, claro.
- ¿Puedo quedarme contigo hasta que llegue mi Papá?
- Por supuesto, yo hablaré con él para que no te castigue.
Salimos de la cafetería y fuimos juntos de compras,
almorzamos juntos y luego fuimos a mi apartamento en donde nos quedamos el
resto de la tarde viendo televisión.
- ¡HIKARU!
- Ya llegó – dice Hikaru con algo de temor, salimos
del apartamento encontrándonos con la expresión furiosa de Murakami-kun y a
pesar de estar enojado se ve muy guapo.
- ¿Sabes lo preocupado que he estado? Te escapas del
colegio y ni siquiera respondes mis llamadas ¿pero qué demonios te está
pasando? – Dice enojado y preocupado y siento como Hikaru se esconde detrás de mí
abrazando mis piernas, eso es muy adorable.
- Murakami-kun, tranquilízate, encontré a Hikaru-kun
en el centro comercial y ha estado conmigo todo este tiempo.
- ¿Y por qué no me llamaste?
- Porque no tengo tu número, lo siento.
- Ah, cierto – dice para luego suspirar profundamente –
Hikaru entra y espérame en la sala, tenemos que hablar muy seriamente – Hikaru
velozmente se apartó de mí y entró como alma que lleva el diablo al
apartamento.
- Murakami-kun por favor no lo castigues.
- Eso es lo menos que se merece, le voy a prohibir
hasta respirar.
- Por favor, él no lo hizo con mala intención,
perdónale por esta vez, estoy seguro de que no lo hará otra vez – digo con voz
dulce, tratando así de ablandarlo un poco y creo que está funcionando.
- Bueno, lo haré porque tú me lo pides, pero si vuelve
a hacer algo igual no se lo perdonaré.
- Gracias Murakami-kun – digo abrazándolo fuertemente,
siendo correspondido.
CONTINUARÁ...
Me reí con Hikaru en este capítulo xD
ResponderEliminarOtra cosa, ¿Ryutaro siente algo por Yuto? Si es así, asadadadasddas (Ok, miento, aún espero que el YamaJima se reconcilie) 7w7
Estaré esperando el siguiente capítulo~ ^^
Jajaja pobre Hikaru, Keito lo esta volviendo loco xD
ResponderEliminarAjaam... asique Kota se va a hacer cargo de Ryutaro ewe
Me da entre pena y risa Hikaru... jajajajaja Ryu-chan con Yuto me gusta ~ así quizás Yama-chan aprenda. JUM.
ResponderEliminarSeguiré leyendo ~