19 abr 2013

~Seduciendo a mi profesor~

Hola Hola :D
Por fin les traigo el capi 9 de este fic *_____* últimamente me están saliendo un poco más larguitos de lo normal XD pero bueno, Mabe-chan espero que sea de tu agrado y también del de las demás lectoras :'D
puede que pal 10 me demore un poco más ya que estoy con un montón de cosas por hacer >___< gracias por sus lindos comentarios.





Tema: ~Seduciendo a mi profesor~
Extensión: Serial
Parejas: Takachii/Inoodai/Yamajima
Autora: Akari-chan


Capítulo 9

Pasó un mes después de lo ocurrido con mi padre; gracias a los medicamentos y a un buen reposo ya estaba como nuevo y de vez en cuando venía a supervisar como iba todo o más bien a vigilar que mis hermanos no hicieran cosas “indecentes” dentro del Instituto, cuando estudiábamos aquí, habían sido muchas las veces en las que papá los encontró teniendo relaciones sexuales, ya fuera en los baños, en las duchas del gimnasio, en los salones vacíos y en la azotea; yo solo los vi en eso un par de veces, en esos casos me quedaba en silencio y me iba, no quería interrumpirlos. Kota se estaba adaptando muy bien a su oficio como director y Hikaru lo ayudaba en lo que pudiera y mi relación con Daiki iba de maravilla, solo que todavía no habíamos tenido una cita formal, pero estaba preparando todo para que fuera perfecta.

- Takaki – dije rompiendo con el incómodo silencio de mí oficina, mientras que Daiki seguía concentrado en el examen que le asigné -.

- Dime – respondiste mirando hacia donde yo estaba -.

- Eres mi mejor amigo y te quiero y también entiendo muy bien tu situación, pero no puedes estar escondiéndote de Chinen a la hora del almuerzo todos los días – dije lo más calmado que pude, toda esta situación me comenzaba a desesperar –.

- Pero no sé qué hacer – dijo desesperado -.

-  Deja de comportarte como niño chiquito y enfréntate a él, dile la verdad y acaba con todo esto – dijo Daiki algo enojado, sin desviar su mirada del examen, sabía que Dai tenía un temperamento fuerte, pero no pensé que se comportaría así justo en ese momento, eso me sorprendió -.

- Tienen razón – suspiró profundo – me disculpo mucho con ustedes, por estar aquí no han podido hacer sus cosas de novios – Dai se sonrojó al escuchar eso y siguió con lo que hacía -.

- No es por eso – en parte si era por eso - sino que es por tu bien Takaki, si no solucionas esto podría ser peor.

- Supongo que no me queda de otra – sonriendo algo resignado -.

- Suerte amigo.

- Gracias, hasta luego – dijo ya saliendo de mi oficina, dejándome solo con mi novio -.

- Dai-chan – lo abracé por la espalda, plantándole un dulce beso en la mejilla – tú también estabas desesperado porque quedáramos solos ¿cierto? – Pude notar cómo te sonrojabas más intensamente, para luego asentir con la cabeza – ya estamos solos, ¿qué quieres hacer? – te liberaste de mi abrazo y te levantaste de tu asiento, tirando del cuello de mi camisa torpemente, te temblaban mucho las manos -.

- Be…bésame – dijiste con voz temblorosa, me encantaba esa forma tan  adorable de pedirme algo, no te quise hacer esperar más y tomándote de la cintura te besé, siendo correspondido de inmediato, necesitaba tanto de estar así contigo, así que aprovecharía los pocos minutos que nos quedaban para sentir tus dulces labios sobre los míos -.


Inoo y Arioka-kun tenían toda la razón, debía dejar de comportarme como un idiota, pero estas semanas habían sido demasiado para mi, Yuri no dejaba de provocarme dentro del aula de clase, me miraba de manera no muy inocente, de vez en cuando se relamía y mordía un poco los labios, haciendo que mis ganas de besarlo se incrementaran y a cada descuido mío me manoseaba, ya fuera mi trasero o mi entrepierna, estar cerca de él era totalmente peligroso para mi, sentía que en cualquier momento podría perder todo el control de mis sentidos.


Me encontraba en los patios del instituto comiendo junto con mis dos mejores amigos; Takaki había decidido esconderse de mí a la hora del almuerzo, me enojaba un poco eso, pero al ver sus reacciones cuando yo estaba cerca, me hacían pensar que mi plan salía a la perfección y que muy pronto Onii-san por fin volvería a ser mío, igualmente aprovechaba esta situación para estar con mis amigos, aunque esta vez notaba el ambiente algo tenso.

- ¿Sucede algo? – pregunté, no soportaba estar así con ellos -.

- Nada – dijo Ryosuke algo enojado -.

- ¿Cómo que nada? No han dicho ninguna sola palabra y eso me desespera.

- Pues pregúntale a Yuto – dijo para luego levantarse rápidamente y recoger sus cosas y casi corriendo se fue sin ni siquiera despedirse -.

- Dime Yuto, ¿qué sucede? – se quedó en silencio, ni siquiera me miraba y así la respuesta cruzó por mi mente – otra vez Keito ¿verdad?

- Si – dijo sin todavía mirarme –.

- Yuto – suspiré, tenía que pensar muy bien en lo que tenía que decir para no lastimarlo – conozco a Keito incluso más de lo que lo conoces tu y él no se acuesta con alguien sin su consentimiento o si está comprometido.

- ¿Cómo es que sabes eso? – preguntó extrañado, mirándome fijamente -.

- Lo sé muy bien, porque Keito en un tiempo me insistió en que fuera su amante pero lo rechacé y dejó ese tema a un lado, así que si terminaste acostándote con Keito es porque tú se lo permitiste, de otro modo él no te hubiera obligado.

- Pero… - mirando hacia el suelo – él quería acostarse con Ryosuke y eso no lo iba a permitir – dijo en voz baja, pero la suficiente para escuchar perfectamente lo que decía -.

- Eres un idiota.

- ¿Eh? – mirándome confundido -.

- Que eres un idiota.

- No lo soy – algo enojado -.

- Si lo eres, eso es solo una forma de excusarte.

- No son excusas, yo amo a Ryosuke y haría lo que fuera por él.

- Claro, como acostarte con tu mejor amigo, vaya forma de protegerlo – reí -.

- No te rías.

- Yuto acéptalo, también te gusta Keito o por lo menos te atrae –creo que eso lo hizo enojar mucho más, ya que tenía una mirada llena de furia -.

- El idiota eres tú al pensar en eso – y sin más se fue, quedándome solo en aquel lugar, disfrutando de mi comida, tenía mejores cosas en que pensar, que ellos se las arreglaran solos -.


Me encontraba acostado sobre el verde césped, admirando el azul del cielo, hacía mucho que no disfrutaba de algo tan simple como eso, pero mi paz se fue al momento de escuchar unos sollozos muy cerca de donde estaba, me levanté para buscar de donde provenía aquel sonido, hasta que encontré a alguien sentado bajo un árbol, abrazando sus piernas, ocultando así su rostro en ellas.

- ¿Te encuentras bien? – pregunté, algo que no podía soportar era ver a alguien llorar, además si era guapo podría pasar un buen rato con él -.

- No es… - levantó su rostro, sorprendiéndose de verme y yo también me sorprendí al ver que se trataba de Yamada – a ti es a quién menos quiero ver – dijo levantándose de inmediato, con la intención de irse, pero no lo iba a permitir, así que lo tomé fuertemente del brazo y lo abracé – Suéltame – dijo tratando de soltarse -.

- ¿Tanto me odias? – levantó su rostro mirándome con odio -.

- ¿Y cómo quieres que esté?

- Pues así – lo besé, sintiendo como tratabas de resistirte, pero no me importaba, serías mío costara lo que costara -.


No podía permitir que sucediera esto, pero Keito era increíblemente mucho más fuerte que yo, así que mis intentos por alejarlo eran totalmente vanos, de vez en cuando apartaba sus labios de los míos para tomar un poco de aire y a fuerzas seguir besándome, era extraño pero una parte de mi no quería que se detuviera, de hecho me gustaba, nunca antes me habían tomado de esa manera tan demandante y además Keito me resultaba demasiado atractivo, así que las ganas de querer evitarlo se me fueron poco a poco, correspondiendo animadamente a lo que me hacía y también de cierta forma sentía que esta sería una buena manera de vengarme de Yuto.

Rodeé su cuello con mis brazos, profundizando mucho más el beso, abriendo un poco más mi boca para dejar que su lengua se encontrara con la mía, para así iniciar una batalla entre estas, mientras seguíamos en nuestro juego me fuiste recostando suavemente sobre el césped, quedando encima de mí, mientras yo abría mis piernas para que te acomodaras mejor; no podía negar que me sentía demasiado bien estando de esa manera contigo, pero ¿cómo sería si fuera Yuto el que estuviera sobre mi? Me enojé al pensar en él y sin querer mordí tu lengua.

- Lo siento – dije al separarnos, viendo cómo hacías señas de que te dolía -.

- No te disculpes – dijo con dificultad, eso me hizo reír un poco – por lo menos ya te hice reír.

- Gracias – sonreí – no eres tan malo como pensé.

- Eso lo dices porque no me conoces realmente.

- Entonces trataré de averiguarlo – dije mientras lo volvía a besar ya de una manera un poco más dulce, en eso sonó el timbre indicando el final de la hora del almuerzo -.

- Tendremos que continuar después – sonreíste, al mismo tiempo que te levantabas y me ayudabas a ponerme de pie, asentí y luego sonreímos y muy cerca el uno del otro caminamos para ir directo a nuestro salón de clase -.


Tenía la cabeza hecha todo un  lío, ¿y si lo que me decía Yuri era cierto? No, no era posible eso, si bien me había acostado con Keito en una ocasión, pero además de eso él era mi mejor amigo, además yo a quién quería era a Ryosuke, así que todo eso me parecía ilógico. Llegué al salón, suspirando aliviado ya que el profesor todavía no había llegado, pero al entrar completamente a él, me encontré con una escena bastante extraña, estaban los dos hablando tan animadamente, haciéndome sentir un poco celoso.

- Es raro verlos tan juntos ¿pasó algo? – dije tratando de ocultar mi enojo -.

- No es nada que te importe – dijo Ryosuke fríamente -.

No puede decir nada más ya que el profesor había llegado, así que sin más remedio me senté y traté de poner atención a la clase, pero no podía concentrarme al notar cómo se miraban y se sonreían, algo estaba pasando y debía averiguar que era.


Me despedí de mis alumnos y rápidamente salí del salón, tenía que hablar con Yuri de inmediato, lo busqué en su aula pero ya se había ido, lo seguí buscando hasta que lo vi caminando por uno de los pasillos.

- Chinen-kun – grité y él al escucharme volteó de una sola vez y se acercó a mí casi corriendo –.

- Takaki sensei que gusto verlo – dijo esbozando una gran sonrisa, sus ojos brillaban de emoción al verme, adoraba esa parte tan adorable de ti, pero lo que te diría te haría entristecer -.

- Necesito hablar contigo – dije, ya no había marcha atrás si no lo decía en ese momento no lo haría nunca, ya que el solo tenerte cerca me hacía dudar de mi decisión -.

- ¿De qué se trata?

- Yuri yo…

- ¡Yuyan! – Sentí un escalofrío al escuchar esa voz y casi sin darme cuenta, ella ya me estaba besando – Yuyan te había extrañado mucho – dijo sin dejar de abrazarme -.

- Haru-chan.

- Sensei, ¿Quién es ella? – preguntó Yuri, mirándome con tristeza y podía ver como sus ojos se humedecían -.

- Disculpa, no me presenté – dijo sonriente – me llamo Tanaka Haruna y soy la prometida de Yuyan – dijo tomando mi mano, hubiera preferido decírselo yo, en vez de que se enterara de esta manera, pero si esto hacía que se alejara de mi, pues supongo que estaba bien -.

- Me tengo que ir, mi chófer me espera – y sin decir más se fue corriendo directo a la salida, me partía el corazón el pensar que sufriría, pero era por su bien -.

- ¿Qué le pasa a ese niño?

- No le pasa nada – dije también con tristeza en mi voz – te invito un café, quiero saber cómo te fue en tus vacaciones - tú solo asentiste y sujetándome un poco más fuerte la mano, salimos del Instituto, en esos momentos me sentía la peor persona del mundo -.


CONTINUARÁ…

Muchas gracias :'D

13 abr 2013

~Weeeek~

Hola Hola :D
Este es un oneshot que planeaba hacer para celebrar el cumple de Yuyan y la graduación de Inoo pero como días antes caí enferma pues no pude hacerlo, pero después de tantos ires y venires aquí está :'D este se lo dedico a Wen-chan ya que amablemente me pidió un fic de esta pareja XD
y como información adicional, haré un serial basado en este oneshot, así que puede que algunos detalles cambien, solo les diré que lo comenzaré a publicar después de que termine ~Seduciendo a mi profesor~ ( a ese todavía le falta XD) pero bueno, espero que les guste :)



Tema: ~Weeeek~
Extensión: Oneshot
Parejas: Takanoo
Autora: Akari-chan


Otro día agotador de trabajo como mensajero de una gran empresa, era bastante duro pero ganaba lo suficiente para pagar mis gastos, pero había algo o más bien alguien que era la razón principal de que mis días de trabajo valieran realmente la pena y aquella persona era Inoo Kei, el asistente personal de un alto ejecutivo del lugar; desde que lo conocí hace dos años al entrar a ésta empresa, no he dejado de observarlo; su resplandeciente y dulce sonrisa me llenaban de muy buen humor a pesar de tener un día horrible.

- Inoo-san – dije casi en un susurro, sin prestar atención de por donde caminaba, ya que las cajas que llevaba en mis brazos obstruían mi vista, tropezándome con quién sabe qué y cayendo al suelo, con todas estás encima de mi -.

- ¿Estás bien? – escuché aquella voz muy cerca de mí, mientras me extendía la mano y sonriéndome dulcemente como siempre lo hacía -.

- Eso creo – reí tontamente, estar cerca de él me ponía bastante nervioso, tomé con timidez su mano ayudándome a levantar, sintiendo lo suave que era, cosa que me hizo sonrojar -.

- ¿Tienes fiebre? – volviste a hablar con esa voz tan dulce, posando tu mano en mi frente, yo solo negué con la cabeza, no podía hablar de la emoción que me daba estar así contigo, era la primera vez que estábamos tan cerca el uno del otro -.

- Gracias – pude decir al fin, soltaste mi mano para ayudarme a levantar algunas de las cajas que estaban en el suelo – no es necesario – dije tomando una que ya habías recogido -.

- Déjame ayudarte – y de nuevo esa hermosa sonrisa que me enamoraba cada vez más, sí, lo amaba, pero había un pequeño problemita -.

- Inoo, ¿puedes venir a mi oficina? – aquella voz era la del problema -.

- Enseguida voy – ladeando un poco el rostro para responderle – ten más cuidado cuando camines Takaki-san, fue un gusto verte – sonreíste y luego te fuiste directo a la oficina de tu jefe, para mí no era un secreto que ellos dos tenían algo más que una relación de trabajo, ya varias veces los había visto en situaciones bastante comprometedoras, eso me entristecía pero no veía posible que alguien tan bello como él se fijara en alguien como yo, así que desistía de la idea de conquistarlo; acomodé nuevamente las cajas sobre mis brazos, dirigiéndome hacía la oficina de correos, a donde tenía que llevarlas.

Llegó el fin de semana y con esto mis amigos Daiki y Hikaru me invitaron a beber a un bar no muy concurrido de la ciudad, era un lugar pequeño, pero acogedor y perfecto para hablar mientras tomábamos unas cuantas cervezas.

- Yuyan, ¿cómo te ha ido con Inoo? – preguntó Daiki -.

- Pues no ha pasado nada, todo sigue igual – dije desanimado -.

- ¿Ya te rindes tan pronto? – dijo Hikaru -.

- No hay manera de competir contra su novio, esa ya es una pelea perdida – bebiendo otro sorbo de mi cerveza -.

- Pero no te rindas sin haberlo intentado todavía – decía Daiki -.

- Ya Dai-chan, ves muchas películas de amor – dijo Hikaru, haciendo que mi otro amigo se ruborizara -.

- Tonto – golpeándolo en uno de sus brazos, haciéndome soltar una gran carcajada -.

- Parecen un par de tortolitos – dije, haciendo que mis dos amigos se sonrojaran intensamente -.

- No digas tonterías – dijeron al unísono -.

- Está bien, no me maten.

- Takaki-san, que sorpresa verte por acá – en ese momento volteé mi rostro para ver al chico del cual hace unos momentos estábamos hablando, al parecer venía solo y eso de cierto modo me alegraba -.

- Lo mismo digo – dije algo nervioso –.

- ¿Me puedo sentar con ustedes? Es que me gusta beber en compañía – sonriendo dulcemente y sentándose justo a mi lado -.

- Hikaru, tenemos que irnos ya – dijo de repente Daiki -.

- ¿Para dónde van? – pregunté -.

- Es que quedamos de encontrarnos en otro lugar con unos compañeros de trabajo.

- ¿Podemos ir con ustedes?

- No, claro que no, se aburrirán – dijo Hikaru – quédense aquí y nosotros nos vamos.

- Hablaremos después Yuyan – dijo Daiki mientras jalaba a Hikaru hacia la salida, todo esto se me hacía sospechoso, pero como me decían ellos, tenía que arriesgarme a conquistarlo -.

Por primera vez no me sentía capaz de dirigirle la palabra, estaba realmente nervioso y hasta las manos me sudaban por esa causa, él solo bebía tranquilamente de su cerveza y de vez en cuando me sonreía, en verdad me estaba comportando como un idiota.

- Tus amigos son extraños – dijiste haciéndome dar un pequeño salto por el susto -.

- No eres el único que lo piensa – reí -.

- Si tú lo dices – riendo - esta es la primera vez que estamos así solo nosotros dos -.

- Nuestros trabajos no nos dejan tiempo para platicar.

- Tienes razón, pero es agradable observar como trabajas tan duramente.

- ¿Tú me observas mucho?

- Casi siempre, cuando no estoy tan ocupado – sonreí alegremente al escuchar eso, mi corazón no dejaba de latir rápidamente -.

Seguimos bebiendo y platicando agradablemente, hasta ya sentirme mareado, pero aun así un poco consciente de lo que pasaba a mi alrededor, en cambio tú, si te veías mucho peor que yo. En un momento comencé a sentir como acariciabas mi pierna de una manera no muy inocente, sabía que estaba mal que hicieras eso pero no quería desaprovechar tan agradable caricia; poco a poco, acercabas cada vez más tu rostro al mío, hasta llegar al punto de que nuestros labios estuvieran a pocos milímetros de rozarse, en ese momento quise alejarme, pero tú ya me habías tomado por el cuello, para así unirlos en un demandante beso, en realidad no sabía cómo reaccionar a eso así que delicadamente traté de alejarlo un poco.

- ¿Pero qué haces? – dije inmediatamente después de tomarlo por los hombros, separándome del beso -.

- Pues, besándote – sonriendo -.

- Si, lo sé, pero eso no está bien – dije tratando de apartarme, pero me habías rodeado completamente el cuello con tus brazos -.

- ¿No te gusto? – Preguntando melosamente – a mi si me gustas – lamiendo mi mejilla, no sabía que responder a eso, me tenía totalmente bajo su dominio, volviste a besarme y esa vez no me resistí, te abracé por la cintura, siguiendo el juego que nuestras lenguas estaban comenzando, probando el sabor a licor que provenía de tu boca –

- Ustedes dos, si piensan en  hacer cochinadas aquí, mejor lárguense para otro lado – nos separamos al escuchar la voz enojada del dueño del lugar, fuimos sacados casi a rastras, pero no sin antes pagar la cuenta -.

- Yuyan, ¿a dónde vamos ahora? – Dijo mientras me tomaba de la mano, tambaleándose un poco de lo ebrio que estaba -.

- Pues, te llevaré a casa – tomándote de la cintura para evitar que cayeras -.

- Pero no quiero ir a mi casa – haciendo puchero – reí al ver esa expresión tan tierna -.

- Entonces, ¿a dónde quieres ir?

- A un Love Hotel – diciendo bastante entusiasmado -.

- No voy a llevarte a un lugar así – ya me estaba comenzando a poner nervioso, pero debía de admitir que la propuesta era bastante tentadora -.

- Vamos Yuyan – poniéndome cara de cachorrito -.

- Que no, si no quieres ir a tu casa entonces te llevaré a la mía.

- Yuyan pervertido, te quieres aprovechar de mí.

- Claro que no – aunque la verdad es que si quería hacerlo – además tú eras el que estaba proponiendo ir a un Love Hotel, tú eres el pervertido -.

- Es que Yuyan me gusta – rodeando nuevamente mi cuello con sus finos brazos – y además – sonrojándose – tengo una erección -.

- ¿Cómo es que estás así? – En verdad no me lo podía creer -.

- No sé, es tu culpa.

- Vamos a mi casa, con una ducha bien fría se te pasará - alzándolo como si se tratara de una princesa lo llevé hasta el estacionamiento en donde se encontraba mi motocicleta, nos subimos los dos en ella y mientras me sujetabas lo más fuerte que podías, encendí la maquina, llevándonos rápidamente al lugar en donde vivía -.

Al llegar a mi humilde apartamento, hice que te sentaras en el sofá de mi pequeña sala, pero como siempre, me tropecé quedando encima de ti con el rostro muy cerca al tuyo, tanto que hasta podía sentir como nuestras respiraciones se mezclaban.

- Yuyan ¿tú me quieres? – dijiste casi en un susurro -.

- Si, te quiero y no sabes cuánto – ya no había marcha atrás, si tenía que pasar algo, pues que sucediera -.

- Entonces, hazme el amor – no pude decir nada más ya que nuestros labios se volvieron a encontrar -.

Lentamente con mis manos acariciaba tu cuerpo por encima de la ropa, sentía como te estremecías bajo mi contacto, de hecho esa era mi primera vez y no tenía mucha idea de lo que debía de hacer, pero haría lo posible por complacerte, seguíamos besándonos y cada vez aquel beso se hacía mucho más intenso, solo nos separábamos para tomar un poco de aire y así continuar con lo que hacíamos. No supe exactamente en qué momento nos habíamos desnudado y cambiado de posiciones.

Dejaste mis labios para así dirigirte a mi cuello, besabas, lamías y mordías cada parte de mi piel que se encontraba a tu alcance, sacándome leves gemidos, mientras enredaba mis dedos en tus cabellos, seguiste bajando hasta llegar a mis tetillas, las cuales mordiste suavemente, di un quejido de dolor ante tal acto, sonreíste y volviste a bajar hasta encontrarte con mi miembro que estaba casi erecto, volviste a sonreír mirándome a los ojos y sin esperar más lo introdujiste en tu boca.

Lo succionabas como si de un dulce se tratara, acariciando mis piernas y al llegar al glande lo mordías un poco haciéndome enloquecer de placer, sentía que pronto llegaría la hora de correrme, pero de un momento a otro sacaste mi pene de tu boca y sonriéndome de manera pervertida te sentaste sobre este, empalándote de una sola vez. El placer de estar dentro de ti era demasiado para mi, estaba tan apretadito y húmedo ahí dentro, que tenía unas ganas incontrolables de embestirte, moví un poco mis caderas, al hacerlo diste un jadeo de placer, comenzando a moverse de arriba abajo sobre él, mientras posaba sus manos sobre mi pecho y las mías apretando suavemente sus nalgas. Luego de un rato, volví a estar encima de ti, embistiéndote tanto como quería, disfrutando de ver tus expresiones llenas de placer, sentí que ya no podía aguantar más y dando un par de embestidas más me corrí en tu interior y unos segundo más tarde lo hiciste manchando con tu semen nuestros abdómenes; salí de tu interior y acomodando mi cabeza sobre tu pecho me quedé profundamente dormido, alcanzando a escuchar un casi inaudible “Te quiero”.

Me desperté, encontrándome con que ya no estabas, busqué por todos los rincones de mi apartamento y ningún rastro de ti, no le di más vueltas al asunto ya que se me hacía tarde para ir a trabajar, me tomé una ducha rápida, me vestí y me fui directo a la empresa. Llegué justo a tiempo y sin más comencé a trabajar, de vez en cuando traté de buscarte con la mirada pero no te encontraba, y si ¿sólo estaba jugando conmigo? Al parecer en verdad era solo eso, un juego, me resigné y me concentré en lo que tenía que hacer.

Llegó la hora del almuerzo y fui hasta la cafetería para comprar algo, al hacerlo busqué una mesa vacía, me acomodé en ella y comencé a comer, no había comido la noche anterior y mucho menos desayunado esa mañana, así que estaba totalmente hambriento.

- Takaki-san – casi me atraganté al escuchar su inesperada voz -.

- Inoo-san ¿por qué te fuiste sin decirme nada? – no dudé en preguntar, tenía que saberlo -.

- Necesitaba cambiarme de ropa – sonriendo -.

- ¿Y por qué no me despertaste? Te hubiera llevado a casa.

- Es que te veías tan lindo durmiendo que no quise despertarte – noté un leve sonrojo en tus mejillas, eso me hizo sonreír -.

- Sobre lo de anoche ¿Qué va a pasar ahora?

- Pues – sonriendo con picardía – no estaría mal si lo repetimos nuevamente – me quedé atónito con esa respuesta, pero y ¿su novio? – no te preocupes por él esto es solo un secreto entre nosotros dos, dijo para después acariciar dulcemente mi mejilla y sin decirme nada más se fue, dejándome totalmente confundido -.

FIN 

Muchas gracias :'D

1 abr 2013

~Seduciendo a mi profesor~

Hola Hola :D
Después de pasar una semana difícil ya que estuve enfermita y luego de curarme, pasé por un agotamiento mental y pues no tenía ganas de escribir D: por fin les traigo el capítulo 8 de este lindo fic :'D
Como siempre va dedicado a Mabe-chan, espero les guste y gracias por los lindos comentarios que me dejan, me alegra saber que les gusta...


Tema: ~Seduciendo a mi profesor~
Extensión: Serial
Parejas: Takachii/Inoodai/Yamajima
Autora: Akari-chan


Capítulo 8

Corrimos lo más rápido que podían nuestras piernas, llegando totalmente agitados a la oficina de mi padre que estaba en una camilla siendo atendido por el médico del establecimiento.

- ¿Qué pasó? – pregunté preocupado y con voz agitada de tanto correr -.

- Acaba de sufrir un infarto, lo llevaremos directamente al Hospital – escuché decir al Doctor al mismo tiempo que se llevaban a mi padre en la camilla -.

- Ve – me dijo Takaki al mismo tiempo que me daba unas cuantas palmadas en el hombro – yo les diré a tus alumnos que no podrás asistir a la clase.

- Gracias – sonreí y salí del lugar dejándolo solo -.


El resto de la tarde transcurrió normalmente, de vez en cuando llamaba a Inoo para saber si su padre estaba bien, pero me decía que no había mejoría, me preocupaba mucho que estuviera así, más tarde iría a visitarlo. Estaba alistando mis cosas para irme cuando mi hermosa pesadilla entraba por esa puerta y se abalanzaba sobre mí haciéndome caer al suelo con él encima.

- Onii-chan vine a despedirme – decías sonriente, para luego comenzar a besarme, no pude contenerme y correspondí, sus besos me sabían tan dulces que me era difícil aguantar las ganas de querer besarlo. Tomó mis manos y las dirigió a sus nalgas, haciendo que yo las apretara y masajeara, creando así una deliciosa fricción entre nuestros miembros, haciéndonos gemir  -.

- Yu…ri detente – dije al separar mis labios de los tuyos -.

- Ya me voy – haciendo puchero – solo quería besarte antes de irme.

- Pues ya lo hiciste, ahora vete.

- Lo haría, si quitaras las manos de mi trasero – me sonrojé y quité rápidamente mis manos de ahí, levantándome rápidamente, mientras tú solo reías -.

- Pareces un tomate – seguías riendo, cosa que me hizo avergonzarme mucho más -.

- No es cierto – cruzándome de brazos, inflando mis mejillas, parecía un niño comportándome de esa manera -.

- Te amo onii-chan – dijiste para luego darme un beso en la mejilla – espero que sueñes conmigo esta noche – pasando su mano por mi entrepierna, haciendo que me estremeciera y con una sonrisa triunfante saliste de mi oficina -.


Pasaban las horas y mi padre no reaccionaba, mis hermanos ya venían en camino y eso me tranquilizaba un poco, pero algo más me faltaba, en ese momento se me vino a la cabeza el ser más especial para mí. Miré mi reloj y ya eran las 06:45 pm, estaba tan preocupado por lo de mi padre que me olvidé completamente de nuestra cita, tomé mi teléfono para así poder llamarlo y decirle que no podíamos salir.


Me sentía nervioso, esta sería le primera vez que tendría una cita con Inoo-san y quería que todo saliera perfecto, no sabía muy bien que ropa ponerme, así que opté por unos pantalones negros y una camisa manga larga roja; me estaba arreglando el cabello cuando escuché el sonido de mi móvil y  me apresuré a contestar.

- Dai-chan – me alegré al escuchar su voz, pero sonaba algo apagada -.

- Inoo-san ¿te sucede algo? – pregunté preocupado -.

- Mi padre tuvo un infarto esta tarde y estás son las horas y todavía sigue inconsciente, lo siento Dai, pero no podremos salir esta noche – me quedé en silencio por unos segundos, aquella noticia era bastante fuerte para mi, le tenía un gran aprecio al padre de Inoo y me preocupé al acordarme de lo que me dijo esa tarde, suspiré profundo, saber esto me hacía sentir terriblemente mal -.

- ¿Puedo ir? No quiero que estés solo y quiero estar cerca de mi suegro – dije al mismo tiempo que mi rostro se enrojecía -.

- ¿Suegro? – escuché como reías -.

- Cuando esté allá te cuento – sonreí apenado -.

- No sabes cuanta falta me haces en estos momentos, por favor, te necesito aquí conmigo – me dijiste dulcemente 
– te enviaré a mi chófer para que te traiga.

- No es necesario Inoo-san, puedo ir solo.

- Ya es tarde y no quiero que vengas solo, te podría pasar algo, espera a mi chófer que ya va en camino a tu casa.

- Está bien – suspiré, él siempre estaba cuidando de mi -.

- Dai-chan, te amo – me puse tan rojo como un tomate al escuchar esas hermosas palabras -.

- Y yo a ti Inoo-san – dije tratando de sonar lo más normal posible -.

- Te espero acá, adiós.

- Adiós – colgué al terminar la llamada, sentándome en el sillón de la sala, esperando a que llegara el chófer. Luego de unos cuantos minutos más, tocaron a la puerta, salí y vi al señor abriendo la puerta trasera del auto, permitiéndome así entrar, luego la cerró y comenzó a conducir rumbo al Hospital.


Nos bajamos del taxi al llegar a nuestro destino, tomándote de la mano para así entrar juntos y encontrarnos con nuestro hermano. Subimos por el ascensor hasta el octavo piso, saliendo de este y de inmediato verte sentado en uno de los sillones de la sala de espera.

- Kei, ¿cómo está papá? – dije al llegar hacia donde tú estabas -.

- Kota… Hikaru… - nos abrazamos entre los tres, hace algunos meses que no nos veíamos, sería un encuentro alegre de no ser por la razón por la que estábamos allá -.

- Papá se pondrá bien, de eso estoy seguro – dijo Hikaru, brindándonos una gran sonrisa-.

- ¿Ustedes son los familiares del señor Sanada? – preguntó el Doctor que atendía a nuestro padre -.

- Sí, somos sus hijos ¿cómo está?

- El señor Sanada ya se encuentra bien, solo necesita descansar un poco, pero tendremos que internarlo unos días.

- ¿Podemos verlo ahora?

- Por el momento estamos practicándole unos exámenes, más tarde podrán hacerlo, por el momento me retiro.

- Muchas gracias – haciendo una reverencia -.

- Lamento interrumpir su luna de miel, pero esto es serio, creo que ya es hora de que el Instituto cambie de Director, papá ya está muy viejo y necesita descansar – dijo Kei, sentándose en el sillón -.

- No nos queda otra opción, esta vez papá tendrá que aceptarlo.

- Kota desde que éramos pequeños siempre has querido ser el Director del Instituto, así que creo que eres el más indicado.

- Sí, hazlo Kou-chan.

- Está bien, seré el nuevo Director – sonreí, papá siempre había sido muy descuidado con su salud y en verdad ya era hora de que alguien ocupara su lugar -.


Me sentía feliz de que mi hermano hubiera aceptado el cargo, Hikaru y yo no nos sentíamos capaces de hacernos cargo de algo tan grande e importante, así que Kota era el más indicado, seguimos conversando, hasta que vi llegar a la persona que estaba esperando, acercándose a nosotros tímidamente.

- Dai-chan – abrazándote dulcemente – necesitaba tanto verte – besando tu frente – me alegra que estés aquí.

- Tiempo sin verte Dai-chan – dijo Hikaru para luego abrazar a mi novio – estás mucho más lindo -.

- Gra…gracias Yaotome-san – sonrojándose, se veía tan tierno, pero me molestaba que mi hermano lo abrazara de esa manera y creo que a Kota también le incomodaba -.

- Ya suéltalo Hika lo vas a romper – dijo con cierto tono de fastidio, mientras que yo tomaba de la mano a mi novio -.

 - No te pongas celoso Kou-chan, yo solo tengo ojos para ti – abrazándolo por el cuello – además no cambiaría por nadie a mi amado esposo.

- Los familiares del señor Sanada ya pueden ir a visitarlo – dijo una enfermera, al mismo tiempo que nos indicaba que camino debíamos de seguir -.


La mano de Inoo-san se sentía tan cálida, eso hacía que mi corazón latiera con fuerza y podía notar que ver de nuevo a sus hermanos lo hacía muy feliz, él me había contado que no eran hermanos de sangre, su padre solo quería adoptar a Yabu-san, pero al ver que Inoo y Yaotome-san no se querían separar de su amigo, optó por adoptarlos a los tres y desde entonces se criaron como hermanos, por eso el apellido de cada uno es diferente.

- ¡Papá! – Dijeron los tres al unísono, abrazando al señor que se hallaba recostando en la cama, a pesar de haber pasado por lo que pasó se veía radiante, pareciera que nada de eso hubiera pasado y yo solo podía sonreír ante tan tierna escena -.

- Dai-chan acércate – me decía el señor -.

- Me alegro de que ya estés bien su…suegro – todavía no me acostumbraba a llamarlo así -.

- Verte aquí me hace sentir mucho mejor – sonriéndome -.

- Espero que mis visitas lo hagan sentirse cada vez mejor.

- Y así será.


Papá desde que conoce a Dai-chan siempre lo ha querido mucho, le he preguntado el por qué, pero siempre me dice que se parece mucho a alguien que conoció hace mucho tiempo, quisiera saber más pero siempre evade el tema, durante el tiempo de visita, le comentamos lo que minutos atrás mis hermanos y yo habíamos decidido, mi padre al principio no quería aceptar, pero gracias a la ayuda de Dai pudimos convencerlo, luego salimos del Hospital ya que el tiempo de visita había acabado, Kota y Hikaru se fueron primero a casa y yo acompañé a Dai a la suya, quedando en la entrada de la casa.

- Visitaré a tu padre durante el tiempo que dure internado – me sonreíste, verte así hacía que mi corazón latiera acelerado -.

- Estará feliz de que lo hagas – acariciando su mejilla – lamento que nuestra cita se cancelara.

- No te preocupes Inoo-san, pasar el tiempo con ustedes fue bastante agradable.

- Pero yo quería estar a solas contigo – haciendo puchero, tú solo reías de verme así -.

- Otro día será – rodeando mi cuello con tus brazos para así besarme dulcemente, correspondí de igual manera, tomándote de la cintura para acercarte más a mi cuerpo, hubiéramos continuado a no ser que alguien sorpresivamente abría la puerta desde dentro, haciendo que nos separáramos bruscamente -.

- Daiki, ¿qué son estás horas de llegar? – Era su madre -.

- Lo siento señora Arioka, estábamos en el Hospital ya que mi padre cayó enfermo y Arioka-san quería ir a visitarlo, espero que no le moleste.

- Claro que no Sensei, de que mi hijo esté con usted no hay ningún problema, lamento mucho lo de su padre ¿cómo está?

- Ya se encuentra mejor, muchas gracias.

- Espero que se recupere pronto ¿quieres pasar a tomar té?

- No, gracias: ya tengo que irme, fue un gusto verla señora Arioka.

- El gusto es mío.

- Nos vemos mañana Arioka-san.

- Hasta mañana Sensei.

Y así sin más me fui de la casa de mi novio, él me sonreía agitando su mano en señal de despedida, le dediqué una sonrisa y me subí al auto, pidiéndole al chófer que me llevara a casa, viendo como entrabas por esa puerta en compañía de tu madre.

CONTINUARÁ…


Muchas gracias :)