6 mar 2013

~Wander~

Holaaaaaaaaaaaaaaaa
Aquí yo nuevamente con un Oneshot que le debía a Hitomi-chan, varias de las que leyeron mi Drabble ~Waratte~ me pidieron que hiciera una continuación, pero este oneshot más bien no es eso, sino el principio de como se conoció esta pareja >w< el título nuevamente no tiene mucho que ver con este escrito XD es una canción de Kanjani8 que me gusta mucho y tiene una letra muy bonita *o* y ya no voy a demorarlas más así que disfrútenlo y espero sus comentarios ;D



Tema: ~Wander~
Extensión: Oneshot
Parejas: Inoobu
Autora: Akari-chan


Este era uno de los muchos viajes que hacía alrededor del país, esta vez me quedaría por 5 meses; como Arquitecto viajaba de ciudad en ciudad, en busca de nuevos proyectos en los cuales trabajar, no me preocupaba mucho el dinero ya que provenía de una familia acomodada, pero me gustaba mucho este trabajo, el único defecto que tenía es que no podía tener una relación formal con alguien ya que  se molestaban o se aburrían de tener que esperarme; y para saciar mis necesidades como hombre, optaba por tener relaciones sexuales con desconocidos, aquellos eran mis amantes de una sola noche.

Esa noche me encontraba en un club nocturno, en busca de alguien con quién pasar una agradable velada, miraba discretamente por todo el lugar, hasta que encontré a cierto chico que logró captar toda mi atención, bailaba sensualmente por aquella pista de baile, moviendo las caderas de una forma que me volvía loco; era un poco más alto que yo y de una silueta bastante delgada, pero aún así era atractivo, pude notar como encontrabas tu mirada con la mía, sonriéndome con picardía al mismo tiempo que tocabas sensualmente tu propio torso, en ese momento no había nadie más que tú en aquella pista, dándome un espectáculo que solo yo podía disfrutar. Sin dudarlo más me acerqué a ti, tomándote de la cintura, rosando nuestros labios, para después unirlos en un beso fogoso, al cual correspondiste con gusto.

Bailábamos muy cerca el uno del otro, sin dejar de besarnos y de rosar nuestros miembros a cada movimiento que hacíamos; para ser un completo extraño, esta era la primera vez que me sentía realmente cautivado por alguien, tenías algo que no sabía muy bien que era, pero me hacía sentir que eras especial. Fuimos hacía un lugar más apartado de la pista de baile, mientras nuestros besos y caricias se intensificaban con mayor rapidez, te acorralé contra una de las paredes, besando tu cuello y bajándote un poco los pantalones junto con tu ropa interior, para así masturbar tu miembro que ya estaba completamente erecto; jadeabas de puro placer muy cerca de mi oído, haciendo que me excitara cada vez más.

Bajé tu pantalón un poco más y desabrochando los míos, pedí que te giraras, ya que no aguantaba mis deseos de penetrarte, me besaste lascivamente para luego hacer lo que te pedía, abriendo un poco más las piernas, para darme mayor acceso a tu entrada, acomodé la punta de mi pene en ella y sin esperar mucho te penetré de una sola estocada; diste un quejido de dolor combinado con placer incentivándome a comenzar con las embestidas, tu entrada aprisionaba mi miembro de una manera completamente deliciosa, tanto placer me volvía loco. Teníamos varios espectadores alrededor de nosotros, disfrutando del espectáculo, al parecer eso te calentaba mucho más ya que jadeabas sin descaro alguno, salí de tu interior para voltearte, tomándote de las piernas y penetrándote nuevamente al mismo tiempo que nos besábamos entrelazando nuestras lenguas, luego de unas cuantas embestidas más me corrí en tu interior, mientras que tu manchaste con tu semen parte de mi camisa y también de la tuya.

Nos quedamos mirando por un buen rato, respirando ambos agitados por lo que acababa de ocurrir, pero aún así yo quería más y estaba seguro de que tú también lo deseabas. Te pusiste rápidamente el pantalón y me susurraste al oído – Vivo a tres cuadras de aquí, si quieres, podríamos continuar allá – sonriendo con malicia, yo solo asentí emocionado, me tomaste de la mano y salimos del Club.
Por todo el camino estuvimos besándonos y acariciando de vez en cuando nuestras partes íntimas, entre risas y murmullos, en verdad era la primera vez que me sentía tan a gusto con alguien que acababa de conocer, llegamos a un edificio, entrando enseguida en él y adentrándonos en el ascensor, continuando con nuestro juego de besos y caricias profundas. El aparato se detuvo en el sexto piso, caminamos hacia la puerta del que era tu apartamento, abriendo la puerta con dificultad ya que yo no dejaba de acariciar tu parte baja por encima de la tela del pantalón.

Al entrar, me guiaste hasta tu habitación y  lanzándome sobre la cama, comenzaste a desvestirte, mientras que yo hacía lo mismo y al quedar ambos completamente desnudos, te acostaste sobre mí, besando primero mis labios y luego descendiendo por mi cuello, hasta llegar a mi pecho en donde se encontraban mis tetillas, las cuales no dudaste en lamer y morder, sacándome fuertes gemidos de mis labios, volviste a subir para besarme nuevamente, aprovechando mi distracción para penétrame de una buena vez; no era la primera vez que alguien entraba en mí, pero aún así el dolor no dejaba de ser insoportable, te quedaste quieto por unos segundos, sonriéndome y acariciando mis cabellos húmedos por el sudor, esperando a que me acostumbrara, este acto hizo que mi corazón diera un vuelco extraño y sentía como levemente mis mejillas se enrojecían, no me podía explicar muy bien lo que sentía, pero fuese lo que fuese me hacía feliz.

Comenzaste a moverte lentamente dentro mí, al mismo tiempo que me susurrabas al oído que me relajara, mi corazón latía acelerado a cada palabra que me dedicabas, tus embestidas se hacían cada vez más rápidas y profundas, estaba realmente extasiado de tanto placer que sentía, entrelacé mis piernas en tus caderas, queriendo sentirte mucho más, cada beso, cada caricia y cada palabra que salía de tus dulces labios me volvía loco, luego de unos cuantos movimientos de tu parte, quedé arriba de ti saltando frenéticamente sobre tu miembro al mismo tiempo que con tus dedos estirabas y apretabas mis tetillas, era tanto el placer que ya sentía que pronto me correría y poco después lo hice manchando parte de tu abdomen y seguidamente lo hiciste en mi interior, me recosté sobre ti acomodando mi cabeza en tu agitado pecho, besaste tiernamente mi cabeza, quedando los dos profundamente dormidos.

Luego de aquella maravillosa noche, decidí quedarme a vivir contigo durante el tiempo que me quedaría en esta ciudad, proposición que aceptaste con gusto. Pasaban los días y aquello que había comenzado como una fuerte atracción, se convertía en algo más especial para los dos; trabajabas como administrador de un lujoso restaurante, el cual comencé a visitar a menudo para poder almorzar junto contigo, podíamos hablar de todo sin llegar a aburrirnos, en nuestros tiempos libres salíamos a pasear por la ciudad tomados de la mano muy acaramelados, aprovechando cada oportunidad que teníamos para toquetearnos sin importarnos que nos vieran; cuando tenía que pasar la noche en vela trabajando, siempre me brindabas una taza de té y me acompañabas en silencio hasta que decidieras irte a dormir, solías preocuparte mucho por mi salud y cuando enfermaba me regañabas como si fueras mi madre; poco a poco nos fuimos enamorando y así nuestra relación se hizo mucho más seria y agradable, pero toda esta felicidad tenía que terminar en algún momento, me había resultado un trabajo muy importante en un país extranjero y a pesar de que me apoyabas a que lo tomara, me causaba tristeza tener que dejarte, ya que serían 3 años los que me que me quedaría en ese país, tenía miedo de que te cansaras de esperarme y fueras a refugiarte en los brazos de otro.

El día de mi partida, me acompañaste hacía el aeropuerto, sosteniendo con fuerza mi mano, finas lágrimas salían de tus ojos, me preocupé al verte así, no quería que sufrieras; te besé dulcemente y luego nos abrazamos como si nunca más nos volviéramos a ver; ya era hora de irme y te hice la misma pregunta que te había hecho días atrás, -¿Me esperarás? – dije al mismo tiempo que comenzaba a sollozar, - Toda la vida si es necesario – brindándome una cálida sonrisa, nos besamos de nuevo, soltando dolorosamente tu mano y caminando sin mirar atrás, desbordándome en llanto y sabía que tu también estabas en la misma condición.

Quedé de llamarte apenas llegara y eso fue lo primero que hice, al parecer no habías parado de llorar, ya que podía escucharte hablar con dificultad, te decía cosas bonitas para que te tranquilizaras un poco, cosa que dio resultado. Al estar allá nos llamábamos a diario, a pesar de que el trabajo era agotador, el escuchar tu voz me hacía recobrar fuerzas para seguir adelante, mi mayor motivación era que este ya sería mi último viaje y que cuando volviera me quedaría por siempre contigo.

Ya habían pasado los tres agobiantes años sin ti, ahora me encontraba en el mismo lugar donde nos habíamos despedido, buscándote entre la multitud, me comenzaba a asustar al no verte por ningún lado, pero al sentir como unos cálidos brazos aprisionaban mi cuerpo supe que eras tú, volteé para verte, estás tan hermoso como siempre y sin esperar más nos damos un beso apasionado, transmitiendo en él lo mucho que nos habíamos necesitado, nos tomamos de la mano y caminamos buscando un lugar en donde satisfacer nuestras necesidades, tres años sin tocarnos ya nos estaba afectando.

Fin.


Muchas gracias :'D

2 comentarios:

  1. ¡Por fin me pude poner en el ordenador! xD
    Me encantó! >.<
    Que historia de amor tan bonita puede resultar de una noche de pasión. *_____*
    Lo amé, realmente escribes muy bien! >.<

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  2. Waaaa hasta ahorita >.< pero me encanto neechan asdjkjasl solo me imaginaba a Yabuu bailandooo e Inoo cayendo ajte el ahh Dios asdjkkkadjkl InooBu *--------* sigue asi <3 */////*

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