6/4/16

Father's Love

Hola a tod@s
Ya llevaba casi un mes sin publicar (como casi siempre) y en verdad lo lamento mucho porque este fic va un poco pa largo, además de que tiene varias parejas y es la primera vez como podrán notar que escribo un fic con esa magnitud y que trato de darle en lo posible protagonismo a todas las parejas, pero bueno, me siento muy contenta de escribirlo y me alegra mucho que les guste, en verdad sus comentarios me hacen muy feliz >3<
También el diseño del blog cambió y para mi se ve precioso *w* (Gracias Lyly-chan) aunque la imagen de Jump arriba la hice yo n.nU espero que les haya gustado también.
Y bueno, para no alargarme más este fic va dedicado a mi querida Mari <3
Que lo disfruten :)



Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 20

*Ryutaro*

- Ryutaro, no debiste hacer eso – dice mi hermano un poco molesto, mientras que los otros dos caminan detrás de nosotros.

- Solo quería despedirme, pero no pensé que los encontraría haciendo eso… - digo avergonzándome de tan solo recordar lo visto minutos antes.

- ¿Es que acaso no te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar? – Dice el mayor de todos, Kota, haciendo que me detenga por unos momentos.

- Eso a ti no te importa ¡Imbécil! – Digo mirándolo con furia, para luego seguir caminando ahora más rápido, seguido por mi hermano ¿quién se ha creído ese tonto para decirme eso?


*Kota*

- Kota, no lo provoques – dice mi hermano.

- Él es el que se la pasa de metiche en la vida de nuestros padres, yo solo estoy diciendo la verdad – digo ahora molesto.

- Pero recuerda que tú te auto invitaste a ésta salida, no me quejo porque así puedo pasar tiempo con Yuri ¿pero tú que quieres con esto? ¿En qué te beneficia a ti?

- Solo quiero distraerlo para que puedas estar con tu novio.

- ¿Lo dices en serio? – Pregunta mi hermano con ilusión.

- Así es.

- Gracias hermanito, eres el mejor de todos – dice alegremente, mientras que yo no quito los ojos de encima de Ryutaro.


*Ryosuke*

Me miro en el espejo una y otra vez, desde que me levanté no he dejado de estar nervioso e inclusive creo que ya me he puesto más de diez atuendos distintos, buscando uno que me haga ver realmente guapo, no puedo perder contra Ryutaro y menos cuando por fien he podido aclarar mis sentimientos por Yuto.

- ¡Listo! Éste me queda perfecto – digo sonriente, dándome una última mirada en el espejo, yendo luego al baño para arreglarme el cabello y ponerme algo de perfume.

Al estar ya listo tomo mi bolso y salgo de inmediato de casa, viendo a Yuto salir al mismo tiempo de la suya, nos quedamos viendo por unos segundos hasta que él decidió tomar el primer paso y acercarse hasta donde yo estoy, haciéndome sonrojar con su sola cercanía.

- Buenos días Ryosuke – dice brindándome su mejor sonrisa.

- Buenos días Yuto – digo desviando mi mirada de la suya, no sé porque tengo que sentirme así ahora.

- Si nos vamos ahora llegaremos justo a tiempo – dice para luego comenzar a caminar, a lo que yo comienzo a seguirlo, quedando al lado de él, notando la gran diferencia de altura que tenemos ¿cómo es posible que él sea tan alto si su Papá es casi de la misma altura del mío?

- Que envidia… - digo en un susurro.

- ¿Dijiste algo? – Pregunta Yuto deteniéndose, haciendo que yo también lo haga.

- No, no dije nada – digo nervioso, sintiendo luego su mano sujetar la mía, haciéndome sonrojar más de lo que estoy.

- Si no nos apuramos llegaremos tarde – dice sonriente, caminando más rápido, sin soltarme en ningún momento.


*Yokoyama You*

Corría rápidamente por las pobladas calles de Kyoto, buscando con mi mirada la figura de mi novio, me sentía tan feliz, tan emocionado, tan ansioso. Hacía más de un mes que no lo veía y el saber que ese día por fin podía estar con él me llenaba de un gozo enorme, no había nada más en el mundo que amara más que a él.

- Llegas tarde, como siempre – dijo mi amado un poco molesto.

- Lo siento… - dije agitado, había corrido al menos diez cuadras.

- ¿Además por qué te vienes corriendo? Pudiste haber venido en tu carro.

- No estaba tan lejos, además estaba tan emocionado de verte – dije al fin recobrando el aliento y de una buena vez lo beso dulcemente en los labios.

- Yoko… no en frente de todos – dice alejándome un poco, con sus mejillas sonrojadas.

- Te amo Maru-chan – digo volviéndolo a besar, haciendo caso omiso a sus reclamos.
Recuerdo con mucho cariño aquel momento, la primera de tantas citas que tuvimos, mientras lo miro a lo lejos detrás de una cabina telefónica, tomándose un café esperando a quién sería su acompañante éste día, me gustaría tanto ser yo el que esté en su lugar, poder tener nuevamente una cita amorosa con él.

- Yoko-chan – dice Aiba abrazándome por la espalda.

- ¡Suéltame! – Exclamo molesto – ¡Me asustaste!

- Lo siento, es que te ves tan concentrado – dice burlonamente, me volteó para verlo, quedándome sorprendido por su vestimenta.

- Aiba ¿acaso vas para un funeral? – Pregunto al verlo totalmente vestido de negro.

- Que grosero eres Yoko-chan – dice haciendo puchero – no voy para un funeral, es mi ropa de espía.

- ¿Ropa de espía? – Pregunto todavía incrédulo.

- No venimos aquí a hablar sobre mi ropa – dice molesto - ¿Ya llegó? – Dice mirando a la dirección que yo estaba viendo minutos atrás – Pero que guapo se ve, demasiado para ser solo una salida de amigos.

- No digas tonterías Aiba – digo irritado.

- Ya llegó – dice Aiba sonriente, señalándome al recién llegado que por cierto no me llega ni a los talones.

- ¿Ese enano? – Digo mirándolo detenidamente, viendo luego como mi amado le sonríe tan alegremente.

- Pues ese enano es el Director y por él fue que Maruyama-san entró a trabajar en el Instituto, deberías de estar agradecido, de no ser así no lo hubieras vuelto a ver nunca – dice mi amigo en modo de regaño, aunque de cierto modo tiene razón.

Nos quedamos espiando por un buen rato, siguiendo cada movimiento que ambos hacían, viendo con detenimiento y amor la bella sonrisa de mi Maru-chan, aunque no deja de molestarme que le sonría a otra persona, debí de monopolizar su sonrisa hace mucho tiempo, pero de todos modos no veo algún movimiento extraño por parte de él, solo es una simple salida de amigos, así que de cierto modo puedo estar tranquilo, pero de un momento a otro mi tranquilidad se va al carajo cuando veo que ese enano toma la mano de mi amado ¿quién se cree para darse esos privilegios?

- Ese idiota… - susurro molesto.

- Yoko-chan, cálmate – dice Aiba tomándome del brazo para evitar que vaya a romperle la cara a ese tipo.

- ¿Cómo quieres que me calme? ¿Acaso no estás viendo lo mismo que yo?

- Si, lo veo, pero no tienes que comportarte como un salvaje – dice sosteniéndome con más fuerza - ¿Qué te parece si nos acercamos? – Pregunta con picardía.

- No creo que eso sea buena idea.

- Claro que lo es, además tengo hambre y por lo que veo han entrado a aquel restaurante – dice señalando el lugar que acababa de nombrar.

- Pero de todos modos sigo pensando que es una mala idea.

- Vamos, no seas tímido, no creo que vaya a armar un escándalo estando Ohno y yo ahí – dice tomándome firmemente del brazo, llevándome casi a rastras a ese lugar.


*Okura Tadayoshi*

Cruel, lo que acaba de hacerme mí amado esposo fue cruel, arrebatarme así mi inocencia y mi posición de “Dominante” en la relación, mi dignidad como hombre, jamás me había sentido tan humillado y adolorido y más al pensar que todo eso que me hizo me gustó, realmente me gustó.

- Yoshi… - susurra mi esposo, entrando a la ducha, abrazándose a mi espalda - ¿cómo te sientes? – Pregunta dándole un dulce beso a mi espalda, al mismo tiempo que acaricia mi pecho, haciéndome estremecer por lo ocurrido minutos antes.

- Estoy… bien – digo nervioso y más al sentir que su mano baja un poco más.

- ¿Fui muy brusco? – Pregunta con tono de preocupación, bajando su mano hasta donde se encuentra mi miembro.

- Yasu… - suspiro al sentir como lo masajea lentamente.

- Lamento mucho si lo fui, pero aun así me siento muy feliz de haberlo hecho, es como si por fin ambos nos perteneciéramos completamente – dice dando dulces besos en mi espalda, sin dejar de masajear mi miembro que ya se encuentra totalmente erecto, simplemente no puedo enojarme con él y mucho menos al decirme aquellas palabras tan bonitas.

- Pero debiste de haberme pedido permiso para que lo hicieras – digo tratando de sonar molesto, retirando su mano de mi miembro, para así quedar frente a frente con él.

- Lo siento – dice mirándome con ojos de cachorrito ¿cómo puede ser tan lindo?

- Disculpa aceptada, pero no vuelvas a hacer eso sin mi autorización.

- No lo haré – dice sonriente, volviéndome a abrazar - ¿eso quiere decir que podré hacértelo de nuevo?

- Bueno… sí, pero yo te diré cuándo – digo para después besarlo, tomando su mano para dirigirla a mi miembro nuevamente – pero de todos modos recibirás un castigo por eso.

- Si es lo que estoy pensando, no creo que sea un castigo – dice apretando mi miembro, volviendo a juntar sus labios con los míos en un beso más fogoso.

Me dejo llevar completamente por él, toqueteando cada parte de su cuerpo como tantas veces ya lo he hecho, no podemos desaprovechar el hacer el amor en nuestra propia casa y más si los niños no están en ella.


*Kota*

- ¡Ryosuke! – Exclama alegremente Yuri, al mismo tiempo que corre y abraza al nombrado ¿entonces eso quiere decir que el otro es ese tal Yuto?

- ¿Por qué lo abraza así? – Dice Yuya en un susurro con algo de tristeza.

- Es un amigo que no ve desde hace mucho, no te pongas triste – digo tratando de alentar a mi hermano – además Yuri al que quiere es a ti.

- ¡Yuyan! ¡Kota! Él es mi amigo Ryosuke – dice Yuri acercándose a nosotros junto con él.

- ¿Cómo así que Yuyan? – Pregunta Ryutaro molesto.

- Okura Yuya, mucho gusto en conocerte – dice mi hermano sonriente.

- Y yo soy su hermano, Okura Kota – digo también esbozando una sonrisa.

- Un gusto igualmente, soy Nishikido Ryosuke.

- Shibutani Yuto, es un gusto también – dice al acercarse a nosotros – Yuri habla tanto de ustedes que me sentía muy ansioso de conocerlos.

- Yo también lo estaba – digo sonriente, por fin conozco al chico por el que tanto sonríe Ryutaro.

- En serio lo siento mucho Yuto, yo no quería que ellos vinieran – dice Ryutaro haciendo una reverencia.

- No tienes por qué disculparte por eso, entre más seamos muchísimo mejor – dice su amigo Yuto muy alegre.

- Pero ellos son unos metiches – dice Ryutaro.

- En primer lugar aquí el metiche es otro ¿o se te olvida lo de ésta mañana? ¿O lo de la otra vez?

- Tú mejor cállate – dice sacándome un poco la lengua.

- Entonces no hables así de nosotros y menos en nuestra presencia – digo mirándolo desafiante.

- Pues yo hablo cómo a mí se me dé la gana.

- ¿En serio con esa boquita comes?

- Eres un…

- Ya, muchachos, de por Dios cálmense – dice Yuri metiéndose en medio de nosotros.

- Pero él empezó – dice Ryutaro.

- El que empezó fuiste tú.

- ¡Que ya! – Dice Yuri muy enojado – dejen de comportarse como niños malcriados, vinimos aquí a pasar tiempo de caridad como la familia que ahora somos, así que si vuelven a pelear los golpearé hasta que mueran.

Nos quedamos en silencio por un buen rato, mirándonos los unos a los otros, es la primera vez que lo veo así de enojado y por como dijo lo que dijo, es alguien de temer.

- ¿Qué les gustaría hacer primero? – Pregunta el tal Ryosuke, acabando con el silencio incómodo que se había formado entre nosotros.

- Vayamos a comer algo y luego si montamos en las atracciones – dice Yuya.

- Esa es una buena idea Yuyan – dice Yuri sosteniéndose del brazo de mi hermano.

- ¡Yuri! – Exclama Ryutaro con molestia.

- Dije que nada de peleas – dice Yuri haciendo que se nos erice la piel del miedo que nos provoca.

- Pero…

- ¿A dónde quieres ir a comer? – Pregunta Yuri sonriente a mi hermano, que en vez de verse asustado, se encuentra maravillado ¿será cierto eso que el amor es ciego?

- La cafetería de este parque es sensacional ¿te gustaría ir?

- Claro que si Yuyan, vamos – dice sonriente, comenzando a caminar junto con mi hermano, notando la mirada furibunda de Ryutaro al verlos alejándose así de juntos.

- Yuri traidor – susurra Ryutaro con molestia - ¿Y tú qué me miras?

- Creo que de ahora en adelante le tendré más miedo a Yuri que a ti – digo burlonamente, comenzando a caminar tras mi hermano y su novio, definitivamente me encanta hacer enojar a mi querido hermanastro, de cierta forma se ve tan adorable.


*Ryutaro*

- ¿Ryu-chan? ¿Estás bien? – Pregunta Yuto preocupado.

- Son unos tontos – digo tratando de evitar que mis lágrimas salgan de mis ojos, me siento tan impotente.

- No te amargues tanto, ellos no parecen malas personas – dice brindándome una cálida sonrisa, de esas que me reconfortan de inmediato.

- Gracias Yuto – Digo sonriendo levemente, dándole un fuerte abrazo.

- Así me gusta verte, vamos tras ellos – dice para finalmente tomarme de la mano y caminar rápidamente, seguidos por Ryosuke.


*Ryosuke*

Amo ver esa faceta de: “Quiero hacerlos felices a todos” de Yuto, pero me molesta demasiado que sea así de especial y cariñoso con Ryutaro y me molesta mucho más que lo tome tan campante de la mano y lo peor de todo es que lo haga en mi presencia. Pero no voy a permitir que las cosas se queden así, lucharé por el amor de Yuto cueste lo que me cueste, así tenga que enfrentarme con Ryutaro.


*Maruyama Ryuhei*

Hacía mucho tiempo que no salía así con un amigo y me alegro mucho de haber aceptado ésta invitación de Ohno-san, de seguro hoy será un día fantástico.

- ¿En qué tanto piensas? – Pregunta Ohno-san al verme tan sumido en mis pensamientos.

- Pensaba en que me hacía mucha falta salir con alguien que no fuera mi hijo, aunque eso no quiere decir que no me guste salir con mi hijo, porque de hecho me encanta, pero supongo que entiendes a qué me refiero.

- Claro que te entiendo – dice dándole otro sorbo a su bebida – ¿Y cómo te has sentido en el Instituto? ¿Hay algo que no te agrade y qué quizás podamos solucionar?

- La verdad es que no, está todo muy bien – digo sonriente, aunque lo único malo es saber que ese idiota es el Padre de mi alumno más querido – me encanta trabajar ahí, muchas gracias por haberme dado ésta oportunidad – sonrío.

- No tienes que agradecerme nada y me alegra mucho escucharte decir eso, eres un gran maestro y los alumnos te adoran.

- Por favor, no digas eso – sonrío avergonzado.

- ¡Ohno-san! Qué casualidad encontrarte por acá – dice Aiba-san llegando repentinamente a nuestra mesa.

- ¡Aiba! ¿Y esa ropa? ¿Quién se murió? – Pregunta Ohno-san asombrado.

- No se ha muerto nadie – dice cruzándose de brazos, haciendo un puchero.

- Es que pareciera que llegaras de un funeral.

- Eso mismo le dije yo.

Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo al escuchar esa voz detrás de mí, negándome totalmente a voltearme para ver si se trataba de mi imaginación o si en verdad se trataba de él, pero no fue necesario hacerlo, ya que él se pone justo al frente de nosotros ¿Por qué de todas las personas que hay en ésta ciudad, tengo que encontrarme con él?

CONTINUARÁ...

4 comentarios:

  1. Y llego antes que nadie ea ea.

    Pues que te digo en primera la foto jump quedo gloriosa, lo segundo es que oh dios mio muero por ver mas Takachii como NakaYama, me encanta que Ryosuke planee pelear contra Ryutaro waaa esto toma un tono interesante aunque Yabu Dios saca sonrisas haciendo enojar a Ryu, tú tomate tu tiempo para terminarlo y continuarlo que va excelente

    ResponderEliminar
  2. Parece que habrá guerra por Yuto hahaha
    Me está gustando mucho ~ espero conti pronto *A*

    ResponderEliminar
  3. ¡Sí, pelea de ukes! (Ryutaro vs Ryosuke) xD

    Jajaja, espero que la intromisión de Aiba ayude a mejorar la relación de Maru y Yoko. Por cierto, morí de risa con lo de la ropa de espía xD
    Estoy ansiosa por leer el siguiente. Ánimo y tómate tu tiempo ^^

    ResponderEliminar
  4. Ryosuke unete a Yabu para separar a Yuto y Ryutaro! xDD
    Okura perdió su orgullo de hombre Ajajajaj xD

    Gracias por el capitulo *w*

    ResponderEliminar