23 nov 2014

♥~Kiss me slowly~♥

Holaaa!!! :3... si lo se me aparezco cada año, pero hoy les traigo la segunda parte de kiss me slowly ^w^ (Yey!!!!!) así que espero les guste, gracias por seguir visitando el blog.
Mientras leen este fic, no olviden escuchar Bon Bon de Hey Say Jump!!!!



Tema: ♥~Kiss me slowly~♥
Parejas: Yamajima e Inoodai
Extensión: Twoshot
Genero: Waff, Shonen~ai 
Autora: Lylyan As



Parte 2

♥~ El mundo se ha olvidado de que la inocencia es la lluvia sin nubes y con el sol resplandeciente, sin olvidar el infinito arcoíris que se dibuja en el oriente que lleva a un solo resultado… el amor verdadero~♥ (obachan)

Daiki aún seguía esperando con la última gota de esperanza que había en su corazón, que Yamada apareciera y lo eligiera, sabía que era imposible ya habían pasado 5 horas de su vuelo, no quedaba más que esperar, tenía que abordar ese avión. Su rostro era un total desastre lleno de lágrimas y unos cuantos mocos, y aun así lucia adorable, se sentía mareado y aturdido; y no era para menos si le acababan de romper el corazón. A pasos lentos y con gran pesadez jalaba su maleta, hacia el avión, no podía arrepentirse, era mejor olvidar todo, la caminata por el pasillo hacia el avión se le hizo una eternidad y los recuerdos no dejaban su cabeza en paz, lo que más le gustaba de Ryosuke era su cara adorable al sonreír, era tan tierno al sonrojarse y que hablar de lo responsable y amable que era, recordaba cuando jugaban y cuando corrían por el jardín de su casa o como olvidar el día en que solo comieron chocolate… y entonces una sola pregunta giraba en su cabeza ¿Sería capaz un día de olvidarlo, de volverlo a ver y no sentir nada?...

22 nov 2014

Musekinin Hero

Hola a tod@s
Aquí les traigo rápidamente el capítulo 13 de este fic que ya está en su recta final, espero que les guste y comenten bonito y como siempre, va dedicado a Mimi-chan y Wen-chan :3




Tema: Musekinin Hero
Extensión: Serial 
Parejas: Takanoo y otras...
Autora: Akari-chan


Capítulo 13

Cada día que pasaba era como un hermoso sueño para mí, estaba con la persona que más amaba y en verdad no había nada mejor que aquello y estaba esperando al momento indicado para decírselo a mis amigos que de seguro se pondrían felices por la noticia.
- ¡Yuyan! – gritó Daiki abalanzándose sobre mí, cayendo ambos al suelo -.
- ¿Qué sucede Dai-chan? – Dije un poco adolorido -.
- ¿Es cierto lo que he estado escuchando por los pasillos de la empresa? – preguntó emocionado -.
- ¿Sobre qué? – Pregunté sin entender a qué se refería -.
- Sobre lo tuyo con Inoo-san ¿es verdad que ya están saliendo?
- Es cierto – dije sin evitar sonrojarme -.
- Me alegro mucho por ti – dijo abrazándome mucho más fuerte -.
- Que bueno que te alegre, no he tenido tiempo para reunirme contigo y con los demás para decirles.
- Es mejor que Yuri no se entere todavía.
- ¿Eh? ¿Por qué Yuri no se puede enterar? – pregunté -.
- Ya sabes cómo es él, además de que Inoo-san no le cae muy bien, así que procura no ser tan cariñoso con él dentro de la empresa, ya vez que está corriendo muy rápido el rumor y no queremos ver a Yuri enojado.
- En eso tienes razón – dije pensativo, Yuri era un buen chico, pero a veces se comportaba de manera muy extraña - creo que deberíamos de ponernos de pie – dije al ver que los demás trabajadores se nos quedaban mirando -.
- Si – dijo levantándose él primero y luego darme la mano para ayudarme – ¿estás libre?
- En estos momentos sí.
- Perfecto, tengo que hablar de algo importante contigo y con los demás también, pero como eres mi mejor amigo, lo tienes que saber tu primero – dijo emocionado, yendo de inmediato a la cafetería de Okura-kun, pidiendo un café para ambos -.
- ¿Y qué es eso tan importante de lo que quieres hablarme?
- Ya encontré al dueño del anillo – dijo emocionado y a la vez sonrojado -.
- ¿En serio? – pregunté sin todavía creerlo -.
- Si y lo he tenido tan cerca estos últimos meses.
- ¿Quién es?
- Es Yamada-sama, él es la persona que todo este tiempo anduve buscando.
- Por algo dicen que el mundo es un pañuelo, felicidades – dije dándole unas palmaditas en su hombro, me sentía muy feliz por él -.
- Yo tengo a Yamada-sama, tú a Inoo-san y Hikaru a Okamoto-kun, solo falta que Yuri encuentre a alguien a quién amar, aunque eso lo veo complicado.
- ¿Por qué lo dices? De seguro Yuri ya tiene a alguien que le gusta.
- Si, de seguro que si… bueno, tengo que irme ya a trabajar, mi jefecito me espera – dijo finalmente para luego pagar la cuenta y salir del establecimiento, yo también pagué lo mío y me fui, tenía trabajo que hacer -.

Me quedé pensando en Yuri durante mi recorrido hacía la oficina del Presidente, Yuya no tenía ni idea de que la persona que le gustaba a Yuri era él, pero como era bien tonto y despistado no se había dado cuenta, me preocupaba que al enterarse hiciera una locura.
- ¿Por qué traes esa cara? – Preguntó Ryosuke al verme, estaba tan sumido en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que ya estaba dentro de la oficina -.
- No es nada, son solo preocupaciones mías.
- Tus preocupaciones son mis preocupaciones, así que puedes contarme – dijo indicándome que me sentara sobre sus piernas -.
- Pero prométeme que no le contarás a nadie – dije sentándome sobre sus piernas como si fuera un niño pequeño -.
- Puedes confiar en ello – dijo sonriente, acariciando mi mejilla -.
- Lo que me preocupa es mi amigo Yuri ¿si sabes a quién me refiero?
- ¿Chinen-kun? ¿El asistente de Yuto?
- Si, él.
- ¿Y qué es lo que pasa con él?
- Como sabes, él y yo, junto con Yuyan y Hika-chan, somos amigos desde muy pequeños.
- Si, eso tengo entendido.
- Y lo que sucede es que desde entonces, Yuri siempre ha estado enamorado de Yuyan, pero nunca ha tenido el valor de decírselo y a pesar de que lo he animado para que lo haga, termina por no hacerlo.
- Eso es un problema, bueno, aunque con nosotros pasó algo similar.
- Y ahora que Yuyan está de novio con Inoo-san, me preocupa que haga algo tonto cuando se entere.
- No creo que vaya a hacer algo malo.
- Se nota que no lo conoces.
- Lo siento, no puedo opinar sobre alguien que no conozco muy bien.
- No pasa nada, gracias por escucharme – dije besándolo con dulzura – quisiera que él se enamorara de otra persona y pudiera olvidarse de ese amor no correspondido.
- Ya verás que sí, aunque no le guste el pretendiente que tiene.
- ¿Quién? – pregunté extrañado, Yuri no me había comentado sobre eso -.
- ¿No lo sabes? Nakajima Yuto, el Vicepresidente está interesado en él.
- Yo no creo que sea un buen pretendiente para mi amigo – dije, había escuchado que era un tipo muy sinvergüenza, como por así decirlo -.
- Puede parecer una mala persona, pero en el fondo es muy buena, lo digo porque lo conozco de toda la vida.
- Pues lo que he escuchado sobre él, no me hace pensar lo mismo.
- Él lo quiere, aunque se niegue rotundamente a admitirlo.
- Si tú lo dices – dije acurrucándome sobre su pecho, sintiendo como acariciaba dulcemente mis cabellos, esperaba que Yuri se olvidara de sus sentimientos por Yuyan y fuera feliz con otra persona -.

- ¡Keito! – escuché que decían mi nombre al mismo tiempo que sentía a alguien abrazarme por la espalda, era Hika-chan -.
- ¿Qué… qué sucede? – Pregunté con voz temblorosa, ya que algunos trabajadores nos miraban de manera extraña -.
- Primero vamos a mi oficina y te contaré – dijo, tomando mi mano sin importarle que los demás nos miraran, llegando ambos a su oficina -.
- ¿Y qué es lo que quieres decirme?
- Ya escogí el lugar en donde tendremos nuestra primera vez – dijo emocionado, abrazándome fuertemente -.
- ¿En serio? – Pregunté sorprendido y posiblemente más rojo de lo que ya estaba -.
- Si y será dentro de dos semanas – dijo mientras me daba leves besos en una de mis mejillas -.
- ¿Dos semanas? Pero… ¿y el trabajo?
- No te preocupes por eso, ya sabes que tengo mis influencias, así que logré que ambos tuviéramos ese fin de semana solo para nosotros dos – dijo mirándome con esa mirada pervertida que me hacía sentir muy nervioso -.
- Con esas miraditas que me hechas, a veces dudo de que en verdad seas virgen.
- Eso es porque se trata de ti – dijo mirándome dulcemente, mientras acariciaba mi rostro – nunca había tenido interés en tener sexo con una persona, hasta que te vi por primera vez.
- ¿Y a dónde iremos?
- No lo sabrás hasta que estemos allá – dijo con una enorme sonrisa, para luego besarme dulcemente en los labios -.

Con cada día que pasaba, se me hacía más difícil controlar mis impulsos y menos si se trataba de Yuri, teniendo esa enorme necesidad de besarlo, abrazarlo y hacerlo completamente mío y no, en verdad que no estaba enamorado de él, o eso era lo que pensaba.
- ¿Qué te tiene tan pensativo? – Preguntó de repente Yasuda-san, haciéndome dar un saltito por el susto que me había dado -.
- No me asustes así Yasuda-san.
- Lo siento, pero es que verte así de serio me causa mucha curiosidad.
- No es nada que te importe.
- ¿Tiene que ver con Yuri-chan? – Dijo sonriente, totalmente seguro de lo que decía y en verdad que tenía toda la razón -.
- Tengo mejores cosas en que pensar además de él.
- Oh ¿en serio? Ese sonrojo me dice lo contrario.
- ¡No estoy sonrojado! – exclamé molesto -.
- Pues velo por ti mismo – dijo sacando un pequeño espejo de su bolso, poniéndolo en frente de mí y era cierto, estaba totalmente sonrojado -.
- Esto… yo…
- Vamos admítelo, te gusta Yuri-chan.
- Bueno… si me gusta… pero solo porque me lo quiero llevar a la cama, no más.
- Si claro, eso no te lo crees ni tú.
- Pues cree lo que quieras.
- Me recuerdan tanto a Tadayoshi y a mí antes de que comenzáramos a salir.
- ¿Tú también lo acosabas?
- No, claro que no, era él quién lo hacía.
- ¿Y cómo es que terminaron juntos? – pregunté curioso -.
- Él al ver que no le hacía caso a sus intentos de conquistarme, dejó de hacerlo por un tiempo, hasta que fui yo quién lo buscó y ya sabes el resto.
- ¿Y crees que eso pueda funcionar con Yuri?
- No lo sé, pero no estaría de más intentarlo, además veo que a Yuri-chan también siente algo por ti.
- ¿De verdad? – Pregunté, sintiendo una extraña felicidad dentro de mí -.
- Si mi sexto sentido no me falla, de eso puedes estar seguro.
- Muchas gracias Yasuda-san - dije finalmente para luego seguir con mi camino -.
Así que haciendo caso a lo que me había dicho Yasuda-san, me propuse a dejar de acosar a Yuri, tratándolo como lo que era realmente, mi asistente y aunque fuera difícil para mí ignorar todo eso que me provocaba Yuri, tenía el presentimiento de que aquel plan funcionaría y me convencía más de eso al ver lo molesto que se ponía solo por tratarlo como a un empleado normal, eso simplemente me divertía.

- ¿Quieres que te ayude en algo más? – Preguntó Takaki-kun al terminar de organizar algunos papeles que le había encargado -.
- Puedes ayudarme con esto – dije, tomándolo del cuello de su camisa y así darle un fogoso beso -.
- Por mí no hay ningún problema – dijo, volviendo a unir sus labios con los míos, haciéndome sentir realmente bien, con cada beso que me daba -.
- Por cierto Takaki-kun…
- ¿Si?
- No sé si sea muy pronto para decir esto, pero…
- ¿Pero?
- ¿Te gustaría irte a vivir conmigo?
- ¿EH? ¿Vi… vivir contigo?
- Si, es que he pensado en cambiar de apartamento, a uno que quede más cerca de la empresa, además no me gustaría quedarme solo y pues no me molestaría compartirlo contigo – dije sonrojado, pero aun así con una voz completamente seductora -.
- ¿Lo dices en serio?
- Si ¿no te gustaría dormir conmigo en la misma cama?
- ¿En… la misma cama? – dijo completamente sonrojado y nervioso, se veía tan lindo -.
- Es una sencilla, pero si quieres podemos comprar una matrimonial y así tener más espacio para hacer cositas.
- ¿Cositas? ¿Qué cositas?
- Ya sabes, dormir y lo que tenemos pendiente – dije, acordándome de aquella noche -.
- Si, si quiero irme a vivir contigo – dijo abrazándome fuertemente, me sentía tan feliz de que aceptara mi propuesta -.
- Te amo Takaki-kun.
- Y yo a ti, pero de ahora en adelante llámame Yuya, ya que vamos a vivir juntos como pareja, quiero que me llames por mi nombre.
- Claro que si Yuya, así que tú también llámame Kei.
- De acuerdo, te amo Kei.
- Te amo Yuya – dije realmente feliz - Entonces vamos a celebrarlo, yo invito – dije, tomándolo de la mano, saliendo ambos de mi oficina -.
- ¿Y a dónde iremos?
- A comer, tengo mucha hambre – dije, dándole un dulce beso en sus labios, sin importarme que alguien pudiera vernos -.

Caminaba por uno de los pasillos de la empresa, sosteniendo un vaso de café con una de mis manos, había tenido que salir a comprarlo, ya que a Nakajima-sama se le había antojado beber uno, pensando en todo lo ocurrido en esa semana, sintiéndome molesto por el simple hecho de que él me ignoraba, aunque no entendía porque me molestaba si eso exactamente era lo que quería, que me tratara como a un empleado normal, pensé que al llegar ese día estaría más feliz y tranquilo, pero no, era todo lo contrario ¿acaso ya se había aburrido de mi o ya le gustaba otra persona? Moví mi cabeza tratando de ignorar aquellos pensamientos, pero entre más quería dejar de hacerlo, solo estaba Nakajima Yuto dentro de mi cabeza.
- Te amo Kei – escuché de repente, buscando con mi mirada el lugar de donde provenía esa voz, arrepintiéndome de inmediato de haberlo hecho, viendo como la persona que más quería en el mundo se besaba con otro que no era yo -.
En esos momentos no pensé en otra cosa que no fuera en correr, olvidándome por completo de lo que estaba pensando segundos antes, sintiendo como mis lágrimas bajaban por mi rostro y en como mi corazón se partía en mil pedazos ¿Por qué no podía ser yo? Esa pregunta se repetía en mi cabeza, lo había amado desde niño y por más que quisiera nunca pude decirle lo que sentía, porque sabía cuál sería su respuesta, pero aun así nunca me resigné a lo que sentía por él, realmente había sido un tonto por retener esos sentimientos en mi corazón, aun sabiendo que jamás serían correspondidos.
Corrí hasta llegar a un lugar poco concurrido de la empresa, sentándome sobre el frío suelo, entregándome completamente al llanto.
- ¿Yuri?

CONTINUARÁ...

9 nov 2014

Musekinin Hero

Muy buenas tardes a todos :D

Lamento mucho la demora, pero he estado bastante ocupada últimamente, pero realmente feliz por cosas que me han pasado, entre ellas la confirmación del NaruHina, aunque ya vivía resignada, me alegré demasiado y todavía tengo esa sonrisa de Idiota XD
Y para no alargarme más, aquí les traigo el nuevo capítulo de Musekinin Hero que ya prácticamente le quedan pocos, espero terminarlo para antes de navidad y muchas gracias por leerlo y dejar sus comentarios no saben lo mucho que me alegra y cómo siempre este capítulo va dedicado a Wen-chan y Mimi-chan y también espero que les guste el nuevo diseño del blog a cargo de mi queridísima Lyly que espero que vuelva pronto con sus fics que me encantan y que lo disfruten :D



Tema: Musekinin Hero
Extensión: Serial 
Parejas: Takanoo y otras...
Autora: Akari-chan


Capítulo 12

Nos besamos y acariciamos levemente, sin llegar a nada sexual, aunque tuviéramos unas ganas enormes de hacerlo, no era conveniente ya que no quería que abrieran las puertas de ese ascensor y nos vieron haciendo esas cosas, pero al salir tendríamos todo el tiempo del mundo para entregarnos como era debido.
- Te amo, te amo, te amo – decía entre besos, en verdad que no podía creer todo lo que pasaba en esos momentos, tenía a Daiki nuevamente entre mis brazos, y me amaba a mí, sólo a mí -.
- Yo también – dijo para después volver a capturar mis labios – quiero hacerlo – decía de manera seductora -.
- Cuando salgamos de aquí, iremos a donde quieras y lo haremos todas las veces que nuestros cuerpos resistan – dije de la misma manera, apretando sus nalgas, a lo que él asintió gustoso -.
Seguimos así hasta que escuchamos como abrían la puerta, nos apartamos rápidamente, aunque en verdad no queríamos hacerlo, pero teníamos que mantener las apariencias.
- Yuyan – dijo Daiki, abrazando a su amigo –.
- Me alegra que estés bien – dijo aliviado – pero Inoo-san también y el Técnico – agregó -.
- Muchas gracias – dijo y luego me abrazó – vámonos – dijo al mismo tiempo que lamia el lóbulo de mi oreja -.
- Tenemos que hacer algo importante, muchas gracias – dije haciendo una reverencia y luego tomar de la mano a Daiki, bajando juntos por las escaleras, teníamos un asunto pendiente que atender -.
Llegamos al Hotel que quedaba más cercano a la empresa, pidiendo una habitación y luego subir al ascensor llegando rápidamente a ésta, mientras nos devorábamos a besos, la espera se nos había hecho demasiado larga y no queríamos desperdiciar ni un segundo más.
- Te amo – dije para después arrojarlo sobre la cama, acomodándome sobre él, acariciando su miembro por encima de la tela del pantalón, estaba completamente duro y eso era algo que me calentaba mucho más -.

Me desvestía poco a poco, besando cada rastro de piel que quedaba al descubierto, aunque ya habíamos hecho esto en dos ocasiones, ésta vez se sentía diferente, sin estar en estado de embriaguez y tampoco como una aventura de una sola noche, sino que estaba a punto de hacer el amor con la persona que amaba y estaba en mis cinco sentidos para entregarme completamente a él.
No quería quedarme atrás, así que me dispuse primeramente a quitarle el saco y luego desabotonar rápidamente su camisa, toqueteando su bien formado abdomen, al mismo tiempo que aquel que estaba sobre mí suspiraba por cada caricia que le brindaba. Tomé su rostro entre mis manos, besándolo nuevamente en los labios, profundizando cada vez más el beso, entrelazando mis piernas alrededor de su cadera, sintiendo esa dureza chocar con la mía, mordí su labio inferior, aprovechando esa distracción para dar un giro, quedando encima de él, sentándome sobre su cadera, dando saltitos sobre su miembro que se encontraba todavía preso entre sus pantalones.
Comencé a quitarle primero el cinturón y luego bajé lentamente el cierre de su pantalón, disfrutando de ver su rostro sonrojado, acariciando su miembro por encima de su ropa interior, sacándole leves gemidos de su boca, quitando por completo esa estorbosa prenda junto con sus pantalones, dejándome ver ese pedazo de carne totalmente despierto, me relamí los labios y me acomodé, dejando mi rostro frente a aquel miembro por el que me sentía ansioso de saborear y sin esperar ni un momento más lo introduje en mi boca, succionándolo con fuerza.
- Da… Dai… me… ven… go – decía entre jadeos, al mismo tiempo que sentía ese líquido blanco y viscoso entrar en mi boca, disfrutando de su sabor -.
- Me encantas – dije poniéndome de pie por unos momentos para quitarme lo que me quedaba de ropa, bajo la intensa mirada de mi acompañante -.
- No me molestaría que fueras así a mi oficina todos los días – dijo mientras se sentaba sobre el borde de la cama y me tomaba de la cintura, lamiendo mi abdomen, al mismo tiempo que tomaba mi miembro con una de sus manos y lo masturbaba -.
- Si no hubiera tanta gente de por medio, de seguro que si lo haría – dijo seductoramente -.
- Pues en mi casa podrías hacerlo sin tener que preocuparte de que la gente te vea – dijo apretando una de mis nalgas, para luego acostarse sobre la cama, abriendo sus piernas, se notaba que estaba loco por ser penetrado por mí, pero ese día tenía otros planes -.

- ¿Sabes por qué esa noche fue tan especial para mí? – preguntó Daiki, con un leve sonrojo que lo hacía ver mucho más hermoso de lo que ya era -.
- No ¿Por qué?
- Porque a pesar de que ya había estado con varios chicos antes de ti – decía al mismo tiempo que se sentaba sobre mí, dejando cada una de sus piernas a un lado de mi cadera, tomando mi miembro entre sus manos, volviendo este a ponerse duro – me prometí a mí mismo que solamente una persona tendría tal privilegio y tú has sido el primero y el único que me ha penetrado – dijo finalmente, aprisionando lentamente mi miembro dentro de su entrada, sintiendo ese placer indescriptible que hacía varios años quería volver a sentir -.
Veía como sus lágrimas bajaban, habían pasado muchos años desde aquella vez y era obvio que sin preparación previa, aquello sería doloroso, así que tomé su miembro con una de mis manos comenzando a masturbarlo, mientras que con la otra acariciaba una de sus tetillas, esperando que con eso pudiera relajarse y no pensara en el dolor, cosa que dio resultado ya que poco a poco comenzaba a moverse, lo tomé de la cintura para ayudarlo, entrando muchísimo más en él, hasta sentir como se corría sobre mi pecho, tomando un poco con uno de mis dedos y saborearlo.
- Está delicioso – dije sonriendo lascivamente, cambiando de posición, quedando él debajo de mí, volviéndolo a penetrar, pero esa vez con mucha más fuerza, sacándole gritos de placer, besando y mordiendo su cuello, deleitándome de todo su ser, hasta por fin correrme en su interior, besándolo apasionadamente -.
Salí de su interior, acomodando mi cabeza en su pecho, escuchando los agitados latidos de su corazón, me sentía completo y con una felicidad que no se me quitaría con nada, levanté un poco mi rostro para ver el suyo.
- Te amo – dije tomando una de sus manos y luego lo besé dulcemente -.
- Te amo y ni creas que te vas a escapar de mi tan fácilmente – dijo sonriente, volviéndonos a besar y reiniciando de nuevo ese apasionado encuentro, recuperando el tiempo perdido -.

Después de rescatar al Presidente y a su asistente que habían quedado atrapados dentro del ascensor, volvimos a nuestros respectivos trabajos y como siempre, Takaki-kun se había ofrecido a ayudarme con el papeleo que tenía en mi oficina, aprovechando que tenía algo de tiempo libre en esos momentos, me sentía muy feliz y a la vez nervioso de tenerlo tan cerca de mí y más por los sentimientos que afloraban desde hacía un buen tiempo, quería estar con él de otra manera muy distinta a la de ser amigos, teniendo en infinidad de veces la necesidad de contarle lo que había pasado esa noche en mi apartamento y ese día no era la excepción.
- Takaki-kun ¿te puedo preguntar algo? – pregunté sin retirar la vista de los papeles que tenía en mis manos -.
- Sí, claro – respondió -.
- ¿Qué pasaría si te enteras de algo que hiciste pero que no recuerdas?
- ¿Así como cuando te secuestran los extraterrestres, experimentan contigo y te borran la memoria?
- No exactamente…
- Era broma – dijo sonriente – Pero… ¿a qué se debe esa pregunta?
- No es nada, es solo curiosidad – dije volviendo a lo que estaba haciendo, no tenía el suficiente valor para decirle aquello -.
- Pues últimamente he pensado en algo similar.
- ¿En qué?
- Es algo tonto, pero tengo esa sensación de que debo de recordar algo, algo importante.
- ¿Cómo qué?
- Te he dicho que es solo un presentimiento, uno que viene cada vez que pienso o veo a cierta persona.
- ¿Y puedo saber de quién se trata?
- No te lo puedo decir, es… vergonzoso…
- Vamos, dímelo.
- Pero si te lo digo quizás ya no querrás hablar conmigo – dijo algo triste -.
- No te preocupes, no creo que sea algo tan grave como para dañar nuestra amistad.
- Pero puede que lo haga.
- Ya verás que no.
- Esa persona, esa persona… eres tú Inoo-san – dijo sonrojándose completamente, haciéndome sentir algo cálido dentro de mí al escuchar aquello -.
- ¿Y en qué piensas cuando me ves?
- Eso es lo vergonzoso – dijo apenado - pienso en cosas que no debería de hacer con alguien que solo me ve como un amigo.
- Ya veo – dije, sintiendo en lo profundo de mi ser una felicidad inmensa – Eso quiere decir que… ¿Te gusto? – pregunté ansioso por su respuesta -.
- Te amo – dijo mirándome fijamente, podía ver aquella sinceridad en sus ojos – y si después de esto ya no quieres ser mi amigo, pues lo entenderé – dijo levantándose de su asiento dispuesto a irse -.
- No te vayas – dije poniéndome de pie, acercándome a él -.
- ¿Pero para qué me quedo? si igual sé que me vas a rechazar.
- ¿Y por qué piensas que te rechazaré?
- Porque sé que todavía amas a Yabu-sama.
- Eres un tontito, Yabu y yo tuvimos mucho tiempo de relación, pero después de sus desplantes y de enterarme de que me era infiel, ese amor que sentía ya no está.
- Pero no se pueden olvidar esos sentimientos de la noche a la mañana.
- lo sé y créeme que yo pensaba igual, pero cierta persona se encargó de que creyera en lo contrario – dije tomando su rostro con mis manos y así besarlo por fin, quería demostrarle que mis sentimientos por él eran sinceros y no había mejor manera que esa -.
- ¿Qué fue eso? – preguntó al momento de separarnos por la falta de aire -.
- Lo que haremos de ahora en adelante, como novios – dije volviéndolo a besar, siendo correspondido inmediatamente por él -.

Me sentía totalmente agotado, además de trabajar como asistente de Nakajima-sama, también trabajaba como modelo, por petición de Yasuda-san que me insistió varias veces hasta que por fin logró convencerme, además los únicos que sabían que yo en realidad era un chico eran ellos y mis amigos.
- Terminamos – dijo Nakajima-sama y de inmediato me fui al camerino para cambiarme de ropa – quedaste precioso – dijo éste entrando como si nada -.
- Voy a cambiarme, así que vete – dije molesto -.
- Por eso vine – sonrió – para ver cómo te cambias la ropa, si quieres, prometo no tocarte – dijo al mismo tiempo que se sentaba en uno de los muebles, mirándome de una manera no muy sana -.
- Muchas gracias, pero no te voy a dar ese gusto.
- ¿Y a tu amiguito si?
- Ya te he dicho que eso no te incumbe y si fuera así, estaría gustoso de que fuera él quien me viera desnudo.
- Pero no creo que él desee eso – dijo levantándose de su asiento – tu eres solo su amigo y por lo que sé, él está interesado en otro.
- Tú no sabes nada – dije, sintiendo como mis lágrimas amenazaban con salir, él tenía razón, Yuya jamás se hubiese fijado en mí -.
- Oh mi Yuri, sabes lo que quiero – dijo acercando su rostro al mío – y si aceptas, te prometo que te haré tocar el cielo, además siente como me tienes – dijo tomándome de la cadera y bruscamente juntar su entrepierna con la mía, sintiendo su miembro que estaba completamente duro debajo de su pantalón, sacándome un gemido, para luego besarme, adentrando su lengua en mi boca, quería resistirme pero mi cuerpo se negaba a responder, pero tenía que hacer algo -.
- Eres de lo peor – dije, empujándolo con fuerza, para después darle un fuerte golpe en el estómago, derrumbándolo de inmediato – óyeme bien Nakajima Yuto – tomando mis cosas – juro que jamás me acostaré contigo y que eso te quede muy claro.
- Si tanto me odias… ¿por qué no renuncias? – dijo todavía en el suelo, totalmente adolorido -.
- Porque no quiero huir como un cobarde – dije finalmente, saliendo del camerino, volviendo a buscar un lugar en donde cambiarme y en donde hacerme cargo de lo que tenía entre mis piernas -.

Nos encontrábamos en mi oficina, aprovechando nuestro tiempo de descanso para besarnos y acariciarnos profundamente, con la parte superior de nuestros cuerpos totalmente al descubierto, mientras tenía a Keito sobre mi escritorio, llevábamos tres meses de novios, en los cuales éramos muy felices, pero todavía no habíamos tenido sexo y eso aunque sonara tonto, me preocupaba un poco el hecho de que ambos éramos vírgenes y por ende no quería hacer algo mal.
- Hikaru ¿en qué piensas? – preguntó Keito al verme tan sumido en mis pensamientos -.
- En nosotros – dije dándole un corto beso – en lo que hacemos en estos momentos – pasando uno de mis dedos a lo largo de su pecho, haciéndolo estremecer –.
- Yo también he pensado mucho en eso – dijo sonrojado – en que deberíamos llegar a algo más.
- Ya que será la primera vez de ambos, tenemos que hacer que sea especial, en un lugar adecuado.
- Cualquier lugar está bien, siempre y cuando sea contigo.
- Lo sé – dije besando su frente – pero déjame esto a mí.
- Está bien, espero que sea pronto.
- De eso puedes estar seguro – dije volviendo a lo que estábamos, pensando en qué lugar sería el indicado para ese acontecimiento tan importante -.

Me sentía completamente feliz y a la vez avergonzado por todo lo que había pasado en ese día, oficialmente era el novio del gran amor de mi vida y de tan solo pensar en aquello ya era suficiente para mantener una gran sonrisa durante el resto del día y lo que me avergonzaba era que Inoo-san me había contado lo sucedido aquella noche que me embriagué y de la cual no me acordaba nada, sintiéndome tan apenado de haber hecho esas cosas, pero eso ya no importaba, ahora estaba con Inoo-san y lo haría la persona más feliz del mundo.

CONTINUARÁ...