Dejo esto rápido por aquí que tengo que trabajar XD
Espero que les guste y muchas gracias por sus lindos comentarios *____*
Y como siempre este fic va dedicado a Wen-chan y Mimi-chan :D
Tema: Musekinin Hero
Extensión: Serial
Parejas: Takanoo y otras...
Autora: Akari-chan
Capítulo 9
- Yo me quedo
aquí – dije al llegar a mi lugar de trabajo, acompañado por Takaki-kun -.
- Que tengas un
buen día Inoo-kun – dijo dedicándome una hermosa sonrisa, acto que hizo que mi
corazón diera un vuelco -.
- Lo mismo
Takaki-kun – reí nerviosamente y entré rápidamente a la oficina, sin ni
siquiera esperar a que se fuera, sintiendo como mi corazón latía rápidamente,
me sentía demasiado extraño, hacía tanto que no me sentía así y menos con Kota,
que era mi novio -.
Respiré profundo
y me senté sobre la silla del escritorio, llevando una de mis manos a mis
labios, acariciándolos lentamente, sintiendo todavía ese calor que emanaban sus
labios sobre los míos, recordando lo sucedido la noche anterior.
Flashback
Quedé realmente
sorprendido por lo que estaba sucediendo en esos momentos, Takaki-kun me estaba
besando, mientras que yo me quedaba quieto, sin hacer movimiento alguno, debido
a la impresión, pero luego de unos segundos volví en sí y lo aparté
delicadamente.
- ¿Pero qué
haces? – Pregunté de inmediato, no era que me sintiera enojado o algo parecido,
sino que algo muy dentro de mí necesitaba saberlo -.
- Porque me...
gustas – dijo entrecortadamente, mi corazón comenzó a latir rápidamente y más
al volver a sentir sus labios besando los míos, pero esa vez si le correspondí
-.
No sabía si era
por efecto del alcohol o porque me sentía tan necesitado de amor, de ese amor
que Kota ya no me daba, pero simplemente me dejaba llevar, además no podía
negar que Takaki-kun de cierta forma me atraía. Me recostó suavemente sobre el
sofá, besándome con tanta inocencia y torpeza, hasta me hacía pensar que nunca
había besado a alguien, sonreí entre besos, entrelazando mis brazos en su
cuello, profundizando más el beso, tratando de meter mi lengua en su cavidad
hasta por fin lograrlo y enredarla con la suya.
- Te quiero –
susurró muy cerca de mi oído, haciéndome estremecer, intenté acomodarme mejor,
pero terminé dando un mal movimiento y giramos ambos, cayendo estrepitosamente
del sofá, quedando encima de él que se quejaba del golpe que se había dado en
la espalda -.
- Lo… lo siento
mucho – dije intentando levantarme -.
- No lo hagas –
dijo Takaki-kun, tomándome de la cintura, ocasionando un suave roce entre
nuestros miembros que todavía estaban presos por nuestros pantalones, gimiendo
ante tal acción. No me pude contener mucho tiempo y volví a besarlo, pero esa
vez en su cuello, lamiendo y succionando cada rincón de éste, mientras
desabotonaba lentamente su camisa, hasta dejar su pecho al descubierto -.
Me relamí los
labios, al mismo tiempo que lentamente acariciaba la piel de su pecho
descubierto, me sentía tan excitado y no dudé en comenzar a probarlo, pasando
mi lengua por éste, mordiendo ambas tetillas, sacándole jadeos llenos de
placer, en verdad que se me hacía tan adorable. Bajé mi rostro hasta su entre
pierna, pudiendo ver aquel bulto que comenzaba a asomarse por debajo de su
pantalón, acariciándolo con una de mis manos, sacándole más y más gemidos.
Bajé la
cremallera de su pantalón, junto con su ropa interior, visualizando aquel
pedazo de carne que quedaba libre ante mis ojos, tomándolo con una de mis
manos, masajeándolo suavemente, sintiendo como cada vez más se endurecía, lamiendo
solo la punta, sin apartar la mirada de su rostro totalmente sonrojado.
- Inoo…san –
jadeó -.
- Llámame Kei –
dije de manera seductora, introduciendo su miembro por completo en mi boca -.
- Kei… - de
inmediato comenzó a jadear mucho más fuerte, mientras que yo succionaba y
disfrutaba del sabor de su miembro, perdiendo toda la cordura que me quedaba,
hasta sentir su semen recorrer el interior de mi boca, tragándolo con gusto -.
- Eres tan lindo
– sonreí, volviendo a acomodarme encima de él para volver a besarlo -.
- Te amo y
quiero que mi primera vez sea contigo – dijo de repente -.
- ¿EH? – Exclamé
- ¿Tu primera vez? Dime que esto es una broma – dije al mismo tiempo que me
ponía de pie, recobrando por fin la cordura, eso no me podía estar sucediendo
-.
- ¿Dije algo
malo? – Dijo Takaki-kun, intentando levantarse pero debido a lo ebrio que
estaba, se le dificultaba mucho -.
- Respóndeme
¿eres virgen? – pregunté, esperando que fuera solo un mal entendido, pero al
ver su mirada llena de sinceridad, lo confirmé –.
Suspiré profundo
y luego lo ayudé a levantarse, sentándolo nuevamente sobre el sofá,
acomodándole la ropa, bajo la mirada llena de tristeza y de confusión que me
brindaba.
- Lo… siento…
yo…
- No tienes por
qué preocuparte, la culpa es mía, yo fui quién te hizo todas esas cosas – dije
sonrojado, recordando lo ocurrido minutos antes -.
- Pero yo te
besé, es mi culpa.
- No es tu culpa
– dije acariciando sus cabellos – yo soy el que está mal, tengo novio y lo
estoy traicionando, no soy una buena persona – dije sintiendo como unas
lágrimas comenzaban a escaparse de mis ojos -.
- No llores –
dijo, mirándome con súplica, limpiando mis lágrimas con sus dedos -.
- Mejor duerme,
mañana hablaremos – dije, besando dulcemente su frente y apartándome de su lado
-.
- Tú… ¿me
quieres? – Preguntó, antes de quedarse profundamente dormido, cosa que me
alegró un poco -.
- Te quiero,
pero no creo ser la persona que merezcas, además – suspiré – tengo a otra
persona en mi corazón – dije en un susurro, para luego irme a mi habitación,
tomar una de mis cobijas que estaban en el armario e ir a arroparlo con una,
volviendo de inmediato a mi cuarto y finalmente acostarme en mi cama, pensando
en lo sucedido, me sentía tan confundido y asustado, que mis lágrimas volvieron
a salir, mojando todo a su alrededor -.
Fin
del Flashback
Lloré hasta
quedarme dormido y aunque me alivió un poco que Takaki-kun no se acordara de lo
que había pasado aquella noche, no podía dejar de sentirme triste y no estaba
realmente seguro de si contárselo o no y menos cuando no sabía muy bien cuáles
eran mis sentimientos hacia él.
- Buenos días –
entró de repente Kota, haciendo que saliera de mis pensamientos -.
- Kota, buenos
días – respondí, levantándome del asiento y abrazarlo fuertemente, intentando
besarlo, pero él apartó su rostro - ¿Cómo te fue en el viaje?
- Muy bien – sonrió
-.
- Me alegro
mucho – sonreí nerviosamente, no sabía por qué, pero me sentía un poco fuera de
lugar -.
- Por cierto,
Kei, yo… - en ese momento comenzó a sonar su celular, el cual contestó
rápidamente - ¿Si?... ok… de inmediato voy para allá -.
- ¿Quién era? –
pregunté -.
- Tengo que
atender a unos clientes que dejé pendientes antes de viajar – dijo, sacando
unos papeles de su escritorio – Nos vemos luego – dijo, besando mi frente -.
- Que te vaya
bien… - respondí, sintiendo un gran vacío dentro de mi -.
Caminaba hacía
mi lugar de trabajo, bajo las miradas asombradas de los trabajadores de la
empresa, como si nunca hubieran visto a alguien con la mejilla inflamada.
- ¿Yuto? ¿Pero
qué te pasó? – preguntó Ryosuke, preocupado -.
- Lo de siempre
– dije, entrando ambos a su oficina -.
- ¿Heridas de
amor? – dijo casi en una carcajada -.
- No te rías –
dije molesto -.
- Está bien
¿ahora que le hiciste?
- Nada, sólo lo
besé y después me golpeó, pero que beso – dije recordando aquel momento, aunque
me dolía mi rostro horrores y por mucho que haya usado hielo y cremas para la
inflamación, ésta solo había bajado solo un poco, pero a pesar de todo, había
valido realmente la pena -.
- ¿Estás seguro
de que no estás enamorado de él?
- No digas
tonterías, yo… no lo amo.
- Entonces ¿por
qué te sonrojas?
- No estoy
sonrojado – dije un poco alterado – cambiando de tema ¿cómo sigues con
Arioka-san?
- No va nada
bien, me dijo que está enamorado de otra persona – suspiró -.
- Y si está
enamorado de otro ¿Por qué se acuesta con desconocidos? – pregunté -.
- A lo mejor no
le corresponde, pero eso me tiene muy mal – dijo desanimado -.
- Será mejor que
te olvides de él.
- Quizás eso sea
lo mejor, aunque lo vea todos los días, siendo mi asistente.
- Ya verás que
todo saldrá bien – sonreí – bueno, se me hace tarde y Yuri debe estar
buscándome, nos vemos a la hora del almuerzo – dije para luego salir de la
oficina, sintiendo las miradas de todos nuevamente sobre mí -.
Me encontraba
sacando unas fotocopias a unos documentos importantes, me valía de cualquier
cosa para no estar cerca de mi jefe, que gracias al cielo y a las palabras que
le había dicho la noche anterior, por fin se había resignado a querer algo más
conmigo, aunque por otro lado, me sentía mal, así que saqué el anillo que
estaba siempre en mi bolsillo, sonriendo al verlo, me producía tanta paz.
- Me pregunto
¿dónde estarás? o más bien ¿quién eres? – dije mientras sostenía aquel anillo
entre mis manos, queriendo recordar quién era esa persona que me había tomado
esa noche en la que bebí tanto, podía recordar vagamente sus caricias y besos,
pero no su rostro y eso era lo que más me mortificaba y de un momento a otro
pasó por mi cabeza el rostro de mi jefe, recordando aquella vez que estuvimos
juntos, sintiendo como mi cuerpo se estremecía de tan solo pensarlo, pero tenía
que olvidarme de él, no había tenido buenas experiencias con mis antiguos
jefes, con los que tuve relaciones amorosas, a excepción de Yokoyama-sama que
con él todo era meramente de trabajo, por eso me había quedado trabajando ahí,
además él ya tenía a alguien a quién amaba -.
- Siempre que te
encuentro, estás con ese anillo en la mano – dijo Yuyan, acercándose a donde
estaba -.
- Sabes que es
muy importante para mí – sonreí, guardando el anillo en su lugar de costumbre
-.
- ¿Sigues
pensando en esa persona?
- Sí, aunque es
difícil recordar a alguien a quién no sabes cómo es su rostro.
- Pero creo que
es más difícil el hecho de que estás enamorado de él.
- Es posible –
me quedé mirándolo por unos segundos, viendo algo extraño en su cuello -.
- Yuyan ¿qué te
pasó ahí? – pregunté, señalando el moretón que se encontraba en la parte baja
de su cuello -.
- Ah eso, creo que
me lo hice con la caída de anoche.
- ¿Caída? – Pregunté
no muy convencido de lo que estaba escuchando -.
- Bueno, yo no
me acuerdo, pero Inoo-san me dijo que me caí intentando caminar hacía el baño -
dijo inocentemente -.
- ¿Estuviste
anoche con Inoo-san?
- Si, fuimos a
beber a su casa.
- Ya veo…
- ¿Sucede algo?
- No, nada, de
hecho ya me tengo que ir – dije tomando las copias de la fotocopiadora – ten más
cuidado cuando estés ebrio, no sea y te des un golpe más fuerte.
- Trataré de no
hacerlo – sonrió – que tengas un buen día.
- Gracias –
respondí y comencé a caminar, tenía que hablar con Inoo-san lo más pronto
posible -.
- ¡Yuri-chan! –
exclamó Yasuda-san, al mismo tiempo que me abrazaba, como si yo fuera un
peluche -.
- Hola
Yasuda-san – dije intentando deshacerme del abrazo, pero fue en vano -.
- Vengo a
mostrarte el primer ejemplar de lo que será la primera revista de ropa y
accesorios de Strawberry Kiss – dijo mientras me soltaba y me mostraba el
borrador -.
- ¿Tan pronto?
- Es solo un
borrador, todavía hay que cambiarle algunas cosas.
- ¿Y por qué me
lo muestras a mí?
- Para que veas
lo hermoso que quedaste en las fotos – dijo sonriente, tomé la revista,
abriéndola y viendo las fotos -.
- No parezco yo –
dije sonriente, me veía totalmente distinto, aunque era obvio, ya que estar
vestido de chica hacía mucha diferencia, pero además de sentirme un tanto
avergonzado, me emocionaba ver lo bellas que habían quedado las fotos -.
- Nakajima-sama
es un gran fotógrafo ¿no te perece?
- Si, aunque la
mayoría de las veces sea un pesado – dije con molestia -.
- Eso es porque
te quiere – dijo muy cerca de mi oído - le iba a responder, pero en ese momento
llegó el nombrado en la conversación, arrebatándome la revista que tenía en mis
manos -.
- Me tengo que
ir, nos veremos luego – dijo Yasuda-san, despidiéndose de ambos y caminando lo
más rápido posible -.
- ¿Qué habrá
querido decir con eso? – dije casi en un susurro -.
- ¿Decir qué? –
Preguntó Nakajima-san, sin retirar su mirada de la revista -.
- Nada que te
interese.
- ¿Sabes? Te ves
muy bien vestido de chica, aunque preferiría verte desnudo – dijo seductoramente
cerca de mi oído y aprovechando que no había nadie alrededor intentó besarme,
pero lo aparté bruscamente de un empujón -.
- Si no quieres
que deje tu otra mejilla a la par con la otra ¡Déjame en paz! – Dije, alejándome
de él, sintiendo como mi corazón latía aceleradamente -.
- Inoo-san
¿tienes un momento? Es que necesito decirte algo – dije al verlo en uno de los
pasillos de la empresa -.
- Sí claro ¿qué
necesitas?
- Si no te
molesta, puede ser en un lugar más privado, es algo personal.
- Sígueme –
dijo, comenzamos a caminar hasta llegar a la oficina de Yabu-sama -.
- ¿No hay nadie
cierto?
- Claro que no,
Yabu-san a atender unos clientes importantes, respondió, abriendo la puerta de
la oficina - ¿Y qué es eso tan importante que tienes que decirme? – preguntó al
estar ya ambos adentro -.
- Muy bien –
suspiré – iré a grano ¿Qué pasó anoche entre tú y Yuyan? Y no me digas que se
tropezó y cayó, porque yo sé muy bien cómo se hacen esas marquitas en el cuello
– dije, viendo su rostro realmente asustado -.
- ¿Sospecha
algo? – preguntó preocupado -.
- No, Yuyan es
muy inocente, así que si le dicen que le cayó un meteorito él se lo cree.
- Ya veo…
- Igualmente
acabas de afirmarme que sí pasó algo – sonreí victorioso -.
- Por favor no
le digas.
- Pues eso es
algo entre ustedes dos, pero si llegado el caso no le dices, lo haré yo – dije para
después acercarme a la puerta – por cierto, él te quiere, no, mejor dicho, te
ama, así que trata de no lastimarlo – dije, para después salir de la oficina,
ya había hecho lo que tenía que hacer, solo era esperar a que las cosas
fluyeran positivamente -.
CONTINUARÁ…