28 feb 2025

COMPASS ROSE - Capítulo 37

 Hola, hola!!!! 

¿Cómo están todos? Espero que muy bien y si no es así les mando un súper fuerte abrazo de oso y espero que éste nuevo capítulo les saque una gran sonrisa. 

Ésta vez si hago la entrada rapidita porque tengo que empezar a trabajar!!!! 

Muchas gracias por su cariño a mis historias y esperen a mediados de marzo la tercera parte de Heat, agarrénse bien esos calzones jajajajaja



Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan


Capítulo 37

*Daiki*

Nuestro viaje de vuelta resultó ser más ameno y placentero a comparación del de ida y ahora más al saber que mis sentimientos por Kei fueron hermosamente correspondidos, pudiendo sentir cuerpo y mi mente mucho más ligeros que antes y aunque por ahora tengamos que mantenerlo en secreto por diversas razones, me encargaré de hacerlo plenamente feliz.

- Ya desde aquí se ve el castillo – dice Kei con una hermosa sonrisa.

- Por fin en casa – digo dándole un dulce beso en la mejilla.

- ¿Te sientes nervioso?

- No, para nada y menos ahora que estamos juntos – digo tomando su mano para besar el dorso de ésta – espero puedas permitirme escabullirme hacía tus aposentos en las noches – digo con picardía, disfrutando de ver su rostro sonrojado.

- Bueno, no creo que eso sea una novedad – ríe apenado – de todos modos siempre lo has hecho.

 - Sí, pero ahora lo haré por otros motivos mucho más interesantes – digo acariciando una de sus piernas.

- ¿Dónde está el tierno príncipe del que me enamoré?

- Sigo estando aquí – río rozando la punta de mi nariz con la suya – te amo – digo rodeando su cintura con mis brazos.

- Yo también te amo mi príncipe – dice abrazándome de vuelta, sintiendo un reconfortante calor al estar entre sus brazos, esto es más de lo que había deseado antes.


*Kei*

Luego de varios minutos más llegamos finalmente al castillo, siendo recibidos con alegría por todos los habitantes de éste, viendo cómo mi príncipe es secuestrado por los más jóvenes después de saludar al Rey.

- ¿Cómo estuvo su viaje? – Pregunta el rey con una gran sonrisa mientras nos encaminamos rápidamente junto con Kota y Hikaru a su despacho - ¿pudieron concretar todos los asuntos pendientes?

- Claro que sí su majestad, las negociaciones fueron todo un éxito, el príncipe Daiki hizo un gran trabajo.

- Me alegra escuchar eso, me sentía un poco preocupado porque se sintiera abrumado por una responsabilidad tan grande.

- El rey Junmyeon fue bastante amable con el príncipe y todos en el palacio lo fueron  – sonrío alegre – he de decir que también me sentía un poco preocupado por su desempeño, pero lo hizo todo perfectamente, inclusive su dominio del idioma fue bastante alabado por los residentes del reino.

- ¿Entonces todo salió cómo se esperaba? -  Pregunta Kota con una gran sonrisa en su rostro, mientras me mira expectante y aprieta un poco su agarre en mi hombro.

- Sí… Mejor de lo que crees – digo apartándome un poco de su lado, sintiendo mi rostro enrojecer de ser consciente de a lo que se refiere.

- Felicidades a ambos por haber culminado con éxito su misión – dice dando un par de palmadas en mi espalda.

- ¿De qué tanto hablan ustedes? – Pregunta Hikaru curioso.

- De nada en especial, ya sabes cómo es Kota de metiche en ocasiones.

- Esa es una gran verdad – dice Hikaru asintiendo totalmente de acuerdo.

- Lo dices como si no fueras el mayor de los metiches – dice Kota desafiante.

- Lo soy – dice Hikaru orgulloso – pero tú no te quedas atrás.

- Estoy muy feliz de que les haya ido muy bien en Cottonland – dice el rey interrumpiendo nuestra conversación - Junmyeon siempre ha sido un hombre muy recto y amable, no dudo que su estadía haya sido muy reconfortante.

- Sí, es un gran hombre y me alegra mucho que le esté dando una nueva oportunidad al amor, el príncipe Sehun se ve que es una muy buena persona y que lo ama con devoción.

- Ha de estar muy emocionado por su boda – dice Hikaru con ilusión – estoy seguro de que Minseok hará un trabajo espléndido en los preparativos de ésta.

- ¿Y cómo está Kyungsoo? – Pregunta el rey.

- Sigue siendo un imprudente  – río – no sé cómo su esposo puede soportarlo todo el tiempo.

- No creo que sea tan malo – dice Hikaru dejando pasar a dos empleadas que traen bandejas con té y galletas, las preferidas del rey.

- Pero su hijo es adorable, espero no le aprenda las malas mañas – digo haciendo que todos rían por mi comentario.

- Era divertido verlos discutir de pequeños – dice Kota divertido.

- Hace tantísimo que no se celebra una boda en éste castillo – dice Hikaru pensativo.

- Ha éste paso dudo que vaya a haber una pronto – dice Kota mirando discretamente al rey – a no ser… - dice dirigiendo su mirada hacia mí.

- Hablando de la boda del rey Junmyeon, han pedido que mandemos nuestra confirmación por medio de una carta y también el nombre de quién será nuestro acompañante en caso de que lo haya.

- ¿El rey irá con alguien en especial? – Pregunta Hikaru curioso y bastante expectante por la respuesta de éste y he de decir que Kota y yo también lo estamos.

- Sí, iré con Yuri, él será mi acompañante.

- ¿Yuri? – Pregunta Kota levantándose de su asiento sorprendido y se puede decir que algo molesto.

- ¿Tiene algo de malo que vaya con él? – Pregunta el rey.

- No, no tiene nada de malo su majestad – dice Hikaru haciendo que Kota se siente nuevamente – es sólo que pensábamos que quizás ibas a invitar a alguien más, quizás alguien ajeno al castillo.

- ¿Por qué lo haría?

- Por nada en especial - dice Hikaru - me parece lindo y un gran honor que consideres a mi hijo para que te acompañe a un evento de tal magnitud.

- Yuri también es mi hijo y el ahijado del rey Junmyeon, está más que invitado a esa boda, no es necesario que sea el acompañante de su alteza – dice Kota bastante serio, haciéndome sentir un poco de escalofríos.

- Lo sé perfectamente, pero mi decisión ya está tomada – suspira - además se lo he prometido a Yuri con anterioridad y pienso cumplir con mi palabra.

- Sí, pero…

- Ay no te alteres Kota – dice Hikaru - ¿Qué tiene de malo que Yuri vaya con el rey?

- Claro que no tiene nada de malo, es sólo que me tomó por sorpresa.

- Ni que se fueran a casar después de eso – digo entre risas, recibiendo una mirada asesina de parte de Kota.

- ¿Interrumpo? – Pregunta Yuri entrando al despacho, cortando la tensión que se había creado en el lugar.

- Claro que no hijo, estábamos hablando de cómo había ido el viaje – dice Hikaru con una enorme sonrisa, levantándose de su asiento haciendo que Kota haga lo mismo – pero ya es momento de volver a nuestras ocupaciones, así que nos retiramos – dice halando a Kota hasta la salida después de despedirse de nosotros.

- ¿Y cómo les fue durante mi ausencia?

- Nos fue muy bien, Yuri es un chico muy responsable y diligente – responde el rey.

- Siempre hago lo mejor que puedo su majestad – sonríe Yuri halagado – pero sin duda alguna la presencia del señor Kei es indispensable y de verdad que nos hiciste mucha falta.

- Gracias por reconocer mi arduo trabajo Yuri.

- ¿Quieres galletas? – Pregunta el rey, acercándole la bandeja a Yuri, quién esboza una tierna sonrisa mientras asiente, tomando unas cuantas con sus manos y probarlas de inmediato, notando claramente que se miran con total devoción, ignorando mi presencia. Haciéndome cuestionar seriamente si con anterioridad había notado este tipo de comportamiento entre los dos.

- ¿Necesitan que les ayude en algo? – Pregunto mirando la pila de papeles que están sobre el escritorio.

- No es necesario, creo que por hoy puedes descansar, acabas de llegar de un viaje bastante largo – dice el rey con voz amable.

- Estoy bien – sonrío – puedo trabajar perfectamente.

- Mejor ve y descansa – dice ahora con tono serio, como si se tratara de una orden - ya mañana puedes venir a cumplir con tu trabajo habitual.

- Está bien, está bien – digo resignado – pero cualquier cosa que necesiten no duden en avisarme.

- Lo haremos – responde Yuri con una linda sonrisa. Y sin objeción alguna de mi parte, hago una reverencia ante el rey y me despido del joven ayudante antes de retirarme del despacho, con un montón de dudas formándose en mi cabeza con respecto a ellos dos – debe ser el cansancio por el que comienzo a pensar en cosas que no son – digo negando al mismo tiempo con la cabeza, mientras camino con prisa hacía mi habitación.


*Ryosuke* 

- ¿Y cómo te fue? ¿Avanzaste en algo con el señor Kei? – Pregunto al momento en que Yuri y Yuto abandonan la habitación para volver con sus actividades, emocionado por saber cada detalle, bueno, no tanto detalle llegado el caso.  

- Sí – dice asomándose un muy intenso color rojo en sus mejillas – dimos demasiados pasos a la vez en Cottonland.

- ¿Cómo cuáles? – Pregunto curioso y emocionado. 

- No creo que sea correcto que lo sepas, es… Muy íntimo…

- Lo… ¿lo hicieron? - Pregunto sorprendido, mientras mi amigo asiente avergonzado -  ¿y dolió?

- Bueno, no realmente, pero a Kei sí… - Responde todavía con la cara roja de la pena.

- Ya veo, eres del tipo que da – digo entre risas, recibiendo un golpe en mi brazo de su parte.

- Mi intimidad no debería ser motivo de burla.

- Lo siento, es que de verdad me ha sorprendido – río, sobando la zona anteriormente golpeada – pero me alegro mucho por ambos.

- Muchas gracias por tus buenos deseos – sonríe.

- Han dado un muy gran paso, más rápido de lo que pensé – río divertido – ni con Hikaru he llegado a ese nivel y eso que llevamos mucho más tiempo siendo pareja.

- ¿Todavía no?

- No, pero en mi defensa es él el que se escabulle – río divertido

- Me sorprende que siendo todo un adulto se comporte de esa manera.

- Pero no voy a negar que el que haga eso me parece adorable, me divierte seducirlo y ver hasta dónde puedo hacer que ceda a mis deseos.

- En ocasiones me das miedo – ríe - pero espero que pronto puedas hacerlo caer en tus redes.

- Eso espero también, ya me ha hecho esperar mucho.

- Sobre mi relación con Kei lo hemos hablado y está de acuerdo en que de momento la mantengamos en secreto hasta que lo discutas con tu hermana.

- Muchas gracias – suspiro – en verdad no es nada fácil enfrentarme a ella, está demasiado ilusionada con que me case con alguno de ustedes. 

- Lo entiendo – dice apoyando una mano en mi hombro, consolándome.

- En verdad lamento mucho las molestias.

- No te preocupes por eso, Kei también le tiene miedo a mi hermano, por eso aceptó tan fácilmente el ocultar nuestra relación.

- Entonces estamos a mano.

- Eso parece – sonríe dulcemente, bostezando de repente.

- Debes estar agotado por el viaje, será mejor dejarte descansar.

- Muchas gracias, eso haré - dice volviendo a bostezar, haciendo que yo haga lo mismo, riendo ambos.

- Nos vemos más tarde – digo levantándome del mueble, viendo como mi amigo se dirige a su cama, tumbándose sobre ésta.

- Nos vemos – dice antes de quedarse dormido en cuestión de segundos.

- Vaya, eso fue muy rápido – río arropándolo con una de las sábanas, saliendo de su cuarto sin hacer el más mínimo ruido - ¿debería buscar a Hikaru? – Pregunto para mis adentros, pensando en que quizás siga en el despacho del rey, pero mientras sigo con mi camino hacía dicho lugar, lo veo al protagonista de mis pensamientos junto con el señor Kota, caminando rápidamente tomados de la mano, haciéndome sentir un poco celoso por tal cercanía y más sabiendo desde hace un tiempo y por boca del mismo Hikaru que estuvo mucho tiempo enamorado de él. 

Sé que no debería sentirme molesto por eso, ya que él ahora está conmigo y que su enamoramiento por el señor Kota nunca fue correspondido, pero de cierto modo siento envidia por la relación tan cercana que tienen, además de que comparten un hijo en común, aunque adoptivo, pero su hijo igualmente. Su más grande adoración.

- ¿Debería seguirlos? – Vuelvo a preguntar para mí mismo, negando de inmediato con la cabeza por pensar en aquella idea tan absurda, tengo que confiar en mi pareja, pero igualmente quiero saber qué pasó, Hikaru se veía algo molesto ¿habrá ocurrido algo malo? ¿Qué hago? - Voy a echarlo a la suerte – digo sacando una moneda de mi bolsillo – sello – digo lanzándola al aire, viendo que ha caído justo ese, dirigiendo mi caminar hacia dónde va mi amado.


*Hikaru* 

- ¿Qué fue eso? – Pregunto cerrando la puerta de mi habitación al estar ambos dentro de ésta.

- No sé de qué estás hablando – dice desviando la mirada. 

- No te hagas el tonto Kota, te conozco muy bien – digo molesto - ¿por qué reaccionaste de esa manera? ¿Qué tiene de malo que el rey desee ir con Yuri como su acompañante a la boda?

- No tiene nada de malo, es sólo que…

- ¿Qué?

- No me lo esperaba para nada, además… - Dice quedándose en silencio por varios segundos, desesperándome más de lo que ya lo estoy.

- Por Dios Kota no me dejes las frases a medias.

- Me sentí celoso, eso es todo.

- ¿Celoso? ¿Pero por qué? – Pregunto tratando de no reírme de su expresión preocupada.

- Porque todavía es difícil hacerme a la idea de que algún día Yuri encuentre a alguien con quién casarse y nos abandone.

- No creo que Yuri vaya a hacer eso – río con ternura de verlo haciendo un pucherito – y si llegase a ocurrir aquello, pues es parte de la vida – digo acercándome para darle un abrazo, dándome éste uno de vuelta.

- Lo sé, pero no dejo de verlo como el niño dulce que rescatamos de ese lugar horrible.

- Yo también lo sigo viendo como nuestro bebé, pero hay que aceptar que ya está en edad de que se enamore y quiera formar una familia con alguien, no podemos arrebatarle eso – digo dándole suaves palmaditas en su espalda – además debes de considerar todo un honor que el rey lo aprecie tanto, así como todos en el castillo y en el reino.

- Eso es verdad – sonríe – perdón por comportarme como un idiota.

- Que lo hagas de vez en cuando está bien – sonrío, apartándome lentamente de él – pero algo más te pasa, te he sentido extraño desde ésta mañana, así que espero que lo sueltes o te lo sacaré a la fuerza.

- No quiero hablar de eso – dice volviendo a desviar la mirada como si se tratase de un niño malcriado, tan grande y tan tonto.

- ¿Pasó algo con Ryutaro? – Pregunto notando cómo aprieta un poco los labios - ¿Se han peleado?

- Por supuesto que no – dice con firmeza, volviendo su mirada hacia mí – no es con él el problema.

- ¿Entonces?

- Va a venir un amigo suyo, del reino en el que estuvo viviendo hace unos años.

- ¿Estás preocupado de que sea algún pretendiente de Ryutaro? – Pregunto tratando inútilmente de no soltar una carcajada.

- ¡No te rías! – Exclama molesto.

- No deberías preocuparte por esa tontería – río divertido – que inseguro te has vuelto ¿dónde está el Kota seguro de sí mismo y hombreriego que conocí?

- Créeme que no me sentiría inseguro si no hubiesen veinte años de diferencia entre los dos.

- Si sigues pensando así Ryutaro te va a dejar en serio – digo recibiendo una mirada fulminante de su parte - ¿y dentro de cuando llega?

- En una semana – suspira – quiere traerlo al castillo también para que nos conozca a todos.

- Entonces será más que bienvenido – digo sonriendo ampliamente, ganándome un ligero golpe en la cabeza.

- Tengo muchísimas cosas que hacer todavía – dice acercándose a la puerta – nos vemos en la cena - dice abriendo ésta, sonriendo de repente – te buscan – dice saliendo de mi habitación, dejando la puerta abierta, entrando rápidamente mi pequeño tormento, cerrándola de inmediato.

- ¿Qué haces aquí? ¿Me estabas espiando? – Pregunto curioso y un tanto preocupado por si alguien lo ha visto entrar aquí.

- Sólo quería verte – dice acercándose y darme un beso en los labios.

- No está bien espiar a las personas – digo rodeando su cintura con mis brazos - ¿estabas celoso? – Pregunto viendo cómo su semblante cambia a uno de total desagrado, mi Ryosuke es tan fácil de leer.

- Sólo un poquito…

- No debí contarte que él me gustaba – digo besando su mejilla con ternura - ¿crees que si siguiera sintiendo lo mismo por él  así estaría contigo?

- ¿Estás molesto? – Pregunta mirándome notablemente arrepentido - no era mi intención espiarlos, es sólo que te vi molesto y quise saber qué pasaba.

- No es nada de lo que debas preocuparte – digo volviendo a besar sus labios – eran sólo asuntos familiares – sonrío - ¿Qué tanto escuchaste?

- Creo que todo – dice apenado – lamento haber sido tan entrometido.

- No lo lamentes, eso ya lo he notado con anterioridad – río divertido al ver su expresión de molestia - ¿y por qué querías verme con tanta urgencia?

- ¿Acaso necesito una excusa para ver al hombre que amo? – Pregunta, rodeando mi cuello con sus brazos, besándome con intensidad por un largo rato.

- Ryosuke… Por favor… - Digo apartándolo un poco – aquí no por favor, Yuri podría entrar en cualquier momento.

- Ven ésta noche a mi cuarto – dice con súplica – prometiste que lo harías, pero no me has dicho cuándo y yo estoy muy ansioso de estar contigo – dice volviendo a besarme.

- Ryosuke…

- Por favor – dice mirándome de esa manera tan tierna que me es casi imposible no car ante ella.

- Está bien, iré ésta noche – digo dándole otro beso en los labios, queriendo estar así con él todo el tiempo si se me permitiera.

- Entonces, te estaré esperando – sonríe - ¿a eso de la medianoche te parece bien? – Pregunta emocionado.

- Me parece bien – respondo besando finalmente su frente antes de salir ambos de mi habitación, cuidando de que no haya alguien que pudiese vernos.


CONTINUARÁ...


 

2 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAHH RYOSUKE Y HIKARU ME MUEEEEROOOOO
    Creo que Kota ya sospecha que el Rey y Yuri sienten algo, yo no digo nada y lo digo todo
    Ay no, la quiero saber cómo va a reaccionar Yuya cuando se entere quién es el dueño del corazón de Daiki, con cada capítulo se pone más y más interesante

    ResponderEliminar
  2. Te juro que jamás imaginé que todo avance tan rápido, cada que leo un capítulo nuevo mi corazón se me acelera y ya hasta se me había olvidado el amigo de Ryu ¿Quién será? Quiero saber jajaja ya quiero descubrir quien le dará un heredé al trono primero jajaja ok no, me encanta. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar