Hola Hola!!!!!
Por fin he llegado a fin de mes con un nuevo capítulo de ésta historia.
¿Cómo han estado? Espero que bien!!!! Si no están pasando por un buen momento les mando un super fuerte abrazo y muchos ánimos 💕
Pasé un muy agradable cumpleaños junto a mi familia, muchas gracias por sus felicitaciones y buenos deseos 💖
Con referente al capítulo de hoy éste viene siendo el Antepenúltimo de ésta historia, espero sea de su agrado y en verdad muchas gracias por todo el amor y apoyo que ha recibido, tengo en mente muchas historias más que espero también amen!!!!
Y como siempre éste fic va dedicado a Yojhannah Tomatito y le mando un saludo especial a Rou-chan.
Capítulo
23
*Yuri*
-
¿Eh? ¿Pero qué dices? – Digo tratando de apartarme de su agarre sin éxito
alguno.
-
Lo que acabas de escuchar ¿No quieres ser cómo yo? La pasaríamos tan bien juntos
– dice volviendo a besar mi mejilla, dando luego una lamida sobre ésta,
haciéndome sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo.
-
¿Ser como tú? – Pregunto con algo de temor - ¿deseas que sea un vampiro?
-
Sí – sonríe ampliamente – mi mayor deseo es que tú y yo estemos juntos por
siempre ¿no te parece maravilloso?
-
Sería maravilloso… Pero no puedo aceptar algo así… – Digo temeroso y más al ver
una expresión de disgusto en su rostro.
-
¿Acaso no me amas lo suficiente como para aceptar una eternidad a mi lado? –
Pregunta molesto, tomándome fuertemente de los hombros.
-
¡Claro que te amo! – Exclamo algo adolorido – te amo muchísimo… Pero no puedo
dejar de pensar en todo el daño que has causado y no quiero hacerlo yo también
si me convierto en vampiro.
-
¿Y qué es lo que propones? – Dice suavizando un poco el agarre – porque a eso
viniste ¿cierto?
-
Quiero que cambies, que no lastimes a nadie más, no sé mucho sobre vampiros
pero supongo que hay otros medios por los cuales se pueden alimentar y…
-
Presentía que me dirías una estupidez como esa – dice con burla.
-
¿Acaso no es verdad?
-
Claro que estás en lo correcto amor mío – sonríe, liberándome de su agarre –
incluso supe de un vampiro que bebía la sangre de gente enferma o totalmente
desahuciada, incluso sé de algunos que beben sangre de animales.
-
Entonces si es posible… – suspiro aliviado de pensar que hay alguna posibilidad
-
Pero nada de eso es divertido.
-
¿Divertido? ¿Te divierte hacer lo que haces con las personas?
-
Por supuesto que sí – sonríe ahora de manera siniestra – me encanta el hecho de
ver sus rostros llenos de terror, escuchar sus corazones bombear con frenesí,
justo como tú en éste momento – dice acercando su rostro al mío, haciéndome
estremecer por el miedo – pero a ti no te lastimaría Yuri, al menos no de esa
manera.
-
¿Qué quieres decir con eso?
-
No es nada de lo que debas preocuparte – sonríe besando mis labios.
-
¿Y no hay manera de que cambies de opinión?
-
¿Por qué insistes tanto con eso? Ya te dije que eso no me causa diversión.
-
Pero mi hermano me prometió…
-
¿Qué te prometió? ¿Que no me harán daño siempre y cuando haga lo que ellos
digan? Nada bueno se puede esperar de los cazadores.
-
Mi hermano Daiki es una persona amable y justa, si él me dio su palabra es
porque es verdad.
-
¿Y en verdad crees en eso?
-
Por supuesto que lo hago, es mi hermano y sé que él nunca me traicionaría –
digo con plena confianza.
-
Ay mi querido Yuri – dice entre risas - ¿No lo sabes verdad?
-
¿Saber qué? – Pregunto, mirándolo confundido.
-
¿Pensaste que eras el primero en tu familia en enredarse con un vampiro?
-
¿Cómo así? – Pregunto desconcertado.
-
Para no hacértelo tan largo, sólo diré que tu hermano, el que está allá afuera
– dice en un susurro, como si me estuviera contando un secreto - tuvo una relación con un vampiro y el otro
hermano que tienes lo mató frente de sus ojos.
-
¡Eso no es cierto! – Exclamo horrorizado ¿En serio Ryosuke hizo eso?
-
Oh, claro que lo es – sonríe – por eso no se puede confiar en los cazadores, no
dudan ni un segundo en dar la apuñalada en la espalda.
-
No te creo… ¡Estás mintiendo!
-
Deberías preguntarle a tu hermanito cuando salgas, fue un gran acontecimiento –
dice tomándome nuevamente entre sus brazos - pero antes - besa mi mejilla - tengo que convertirte.
-
¿Eh? Pero si ya te he dicho que no quiero… - Digo completamente asustado,
temblando entre los brazos de éste, sin opción de huir.
-
Aquí el que decide eso soy yo y si no se puede por las buenas, tendré que
hacerlo por las malas, ya luego me lo agradecerás – dice acercando su rostro a
mi cuello, tengo miedo…
*Daiki*
-
¿Cuánto tiempo ha pasado? – Pregunta Hikaru muy preocupado.
-
Unos diez minutos – digo mirando mi reloj de bolsillo.
-
¿Habrá sido buena idea dejar a Yuri a solas con ese loco? – Pregunta Fujigaya,
igual o más preocupado que Hikaru, aunque la verdad no los culpo, yo también
tengo los nervios de punta.
-
Ya sea buena idea o una muy mala, ya no hay por donde retroceder – suspiro - Yuri
quería esto y lo menos que podía hacer era cumplir con mi palabra, aun sabiendo
lo peligroso que podría ser para él.
-
¿Crees que lo convenza de que se rinda? – Pregunta Hikaru.
-
Si te soy sincero, no lo creo…
-
¡DAIKI! – Mi cuerpo comenzó a moverse al momento de escuchar ese desgarrador
grito y seguido por mis compañeros tumbamos la puerta de un solo intento,
viendo a aquel vampiro a unos pocos milímetros de morder el cuello de mi
hermano, así que con gran agilidad me acerco a ellos dejando el filo de mi
guadaña casi rozando el cuello de éste.
-
¡Alto ahí monstruo! – Grita Fujiaya apuntando hacia el vampiro – si te mueves
aunque sea un milímetro no dudaré en clavarte una de estas en tu cabeza – dice con
fiereza, nunca había visto así a nuestro jefe de la policía.
-
No me hagas reír – dice soltando una carcajada – pensé que ya te habías rendido
oficial, Yuri me pertenece y así te quieras hacer el héroe no conseguirás nada
con él.
-
La verdad eso me importa muy poco, lo único que quiero es que dejes de hacer de
las tuyas.
-
Suelta a Yuri – digo seriamente – si no lo haces, ya sabes lo que podría pasar –
digo amenazante, viendo cómo éste deja ir a Yuri.
-
Yuri ¿estás bien? – Pregunto mirándolo de reojo.
-
Hermano…
-
¿Te alcanzó a morder? – Pregunto sin apartar mi vista del vampiro.
-
No…
-
Está bien, ve a dónde Hikaru para que te revise y luego de eso váyanse rápidamente
de aquí.
-
Ni lo pienses, no vamos a dejarte aquí solo con éste – dice Fujigaya.
-
Estoy de acuerdo con Fujigaya-san – dice Hikaru.
-
Muy bien, hagan lo que mejor les parezca, siempre y cuando se mantengan a salvo,
así que ve con Hikaru – le digo a mi hermanito brindándole una sonrisa.
-
Prométeme que vas a estar bien – dice con lágrimas cayendo por sus mejillas,
todo esto debe ser muy difícil para él.
-
Lo estaré, no te preocupes por eso – acaricio su cabeza, para luego ver como se
dirige hacia dónde está mi amigo.
*Yuri*
Corro
rápidamente entre sollozos hacia donde está Hikaru, siendo abrazado protectoramente
por él.
-
Tranquilo, ya estás a salvo, Daiki se encargará de todo – dice dando suaves
palmadas sobre mi espalda.
-
¿Te encuentras bien Yuri? – Pregunta Fujiaya-san acercándose a nosotros, sin apartar
la vista de dónde estaban Yuya y mi hermano, apuntado su ballesta hacia el
primero.
-
Sí, estoy bien… - Digo en un susurro, enterrando mi rostro en el pecho de
Hikaru, sintiendo el frenético latido de su corazón, igual que el mío, no
quiero que mi hermano resulte lastimado por mi culpa, aunque una parte de mí
tampoco quiere que Yuya sea herido o peor aún, termine muerto.
*Daiki*
-
¿Quieres que te ayude? – Pregunta Fujigaya, quién no había abandonado su
posición inicial.
-
Conmigo bastará – digo, esquivando un ataque sorpresa del enemigo, quién
aprovechó la oportunidad al ver que mi compañero había bajado la guardia.
-
Eres bastante rápido – ríe - pensé que estarías oxidado.
-
La verdad es que nunca dejé de entrenar – sonrío.
-
Me encanta escuchar eso, me siento honrado de encontrarme contigo.
-
Creo que no deberías de estarlo, dadas las condiciones en las que te encuentras
– digo volviendo a amenazar su cuello con el filo de mi guadaña.
-
Ya entiendo por qué Inoo se fijó en ti, eres precioso - dice tranquilamente – y
un tanto altanero.
-
¿Lo conociste? – Pregunto sin dejar de estar alerta a todo movimiento que hace.
-
Por supuesto que sí ¿cómo podría olvidar a tremenda belleza?
-
Estoy seguro de que te mandó a volar apenas te conoció – río con sorna,
disfrutando de ver su rostro un poco molesto.
-
¿Cómo puedes estar seguro de eso?
-
Eres todo lo que Kei odiaba, por eso puedo estar completamente seguro.
-
Es una pena que ya no esté en éste mundo – sonríe – me hubiese gustado tanto verlo
una última vez – suspira - ¿no te gustaría acompañarlo? – Dice tomando la
guadaña por el palo de ésta – ¿y darle un saludo de mi parte?
-
Dudo mucho que él quiera recibir algún saludo tuyo ¿por qué no mejor le mandas
una carta desde el infierno? – Digo tomando con fuerza mi guadaña, tratando de
quitársela, es más fuerte de lo que calculé.
-
Bueno, al parecer si estás algo oxidado – dice tirándome junto con la guadaña
al suelo y con una velocidad imperceptible a mis ojos, toma mi arma y con ésta
corta una de mis piernas, haciéndome retorcer del dolor.
CONTINUARÁ...