Es un completo milagro publicar dos capítulos de éste serial en el mismo mes, pero bueno, no sé si se vuelva a repetir, pero sé que ustedes esperan con ansias éste hermoso serial y eso es algo que me pone muy feliz, muchas gracias por su apoyo y los hermosos comentarios :3
Y cómo siempre, éste fic va dedicado a mi querida amiga Mariandrea <3
Que lo disfruten ;3
Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan
Capítulo 25
*Yasuda Shota*
- Yoshi – lo nombro al salir del baño ya con mi pijama
puesta.
- ¿Sí?
- ¿Ya hiciste las reservas en el hotel?
- Si, ya las hice, pero casi que no consigo
habitaciones disponibles, dejamos pasar mucho tiempo para hacerlas.
- Teníamos que esperar si cuadraban nuestras
vacaciones para hacer las reservas y me alegro mucho de que todo haya salido
bien – digo acostándome al lado de mi esposo, siendo rodeado por sus brazos.
-Nuestras primeras vacaciones en familia – dice Yoshi
abrazándome con más fuerza.
- La primera de muchas – digo sonriente, ladeando un
poco mi rostro para besarlo - ¿crees que le gustará a los niños?
- Claro que les gustará, sobre todo a Yuya, es uno de
sus lugares favoritos y el mío también.
- ¿Por qué? – Pregunto al ver que su rostro se torna
triste.
- Allí fue donde conocí a mi esposa, en unas
vacaciones cuando fui con mi familia, éramos muy jóvenes todavía, pero sabíamos
desde ese momento que éramos el uno para el otro – dice mientras acaricia mi
cabello.
- En verdad que es muy especial – digo sintiendo
cierta tristeza en mi interior.
- ¿Y dónde conociste a la tuya?
- En el Instituto – suspiro nostálgico – se me declaró
un día de San Valentín y no dudamos en casarnos después de graduarnos, nuestros
padres se negaron al principio, pero no demoraron en aceptar.
- Después de que ella murió, nunca pensé que me
enamoraría de nuevo, pero al verte a ti en ese grupo de ayuda, supe que estaba
muy equivocado al pensar aquello – ríe abrazándome con ternura, acomodándose
poco a poco sobre mí.
- Yo también pensé lo mismo cuando te vi.
- ¿Y si el hilo rojo del destino siempre había estado
atándonos? – Pregunta besando mi frente.
- Eso es muy cursi – río divertido – ¿no crees que ese
tipo de cosas debería de decirlas yo?
- Pero puede ser una posibilidad, además ¿qué tiene de
malo ser cursi de vez en cuando?
- Ninguna, de hecho, me gusta – sonrío dándole otro
beso – igualmente será la primera vez para Yuri y Ryutaro, nunca antes habíamos
ido allá.
- Les encantará, no te preocupes
- Entonces les daremos la noticia mañana durante la
cena.
- Eso suena bien – dice ahora dirigiendo sus labios a
mi cuello – quiero hacerlo – suspira frustrado - pero cada vez que te toco
tengo miedo de que entre Ryutaro por la puerta y nos vea – aquel comentario ha
hecho que bote una carcajada – no te rías.
- Es que yo también siento el mismo temor, es
frustrante, no deberíamos de estar pagando hotel, teniendo una casa para hacer
el amor a gusto – digo sin poder aguantar mi risa, por más frustrante que sea,
no puedo negar que se me hace muy divertida nuestra situación.
- Me desquitaré cuando estemos allá – dice quitándose
de encima, abrazándome fuertemente por la espalda, tomando la posición de
cucharita.
- No creo poder aguantar tanto.
- Yo tampoco – vuelve a suspirar con resignación –
¿mañana después del trabajo te importaría si vamos a uno?
- Creo que si podré aguantar hasta mañana – río
nuevamente, tratando de dormir y de que se me baje un poco la calentura.
*Yuri*
Camino lentamente y sin hacer mayor ruido a la
habitación de mi novio, aprovechando que mis padres ya están dormidos y que mi
hermano a pesar de no estar de acuerdo con casi nada en la vida, ya ni se
molesta en decirme algo sobre mi relación. Llego hasta la puerta tomando la
perilla entre mis manos y de un solo movimiento la abro, asomo mi cabeza por
ésta, viendo a mi Yuyan durmiendo plácidamente sobre su cama.
- Se ha quedado dormido – susurro acercándome a él,
sentándome sobre el borde de la cama, acariciando su rostro, cuidando de no
despertarlo.
Hemos estado un poco distanciados últimamente a causa
de los exámenes finales y ésta vez el cansancio le ha ganado mientras me
esperaba, beso delicadamente su frente al mismo tiempo que me arrodillo en el
suelo, apoyando mis brazos sobre el borde de la cama.
- Pensé que no vendrías – dice haciéndome estremecer
del susto.
- Yo pensé que dormías.
- No estaba durmiendo, solo estaba descansando los
ojos – dice haciendo puchero.
- Mentiroso – digo sonriente, besándolo ahora en los
labios.
- No puedo dormir bien sin mi beso de buenas noches –
dice sonriente - ven, acuéstate a mi lado - dice corriéndose un poco para
hacerme espacio en la cama y sin dudarlo me acuesto a su lado, siendo rodeado
por sus brazos – aunque ésta noche quiero más que eso – dice besándome de
manera un poco más demandante.
- ¿Más que eso? – Pregunto fingiendo inocencia,
mientras rodeo su cuello con mis brazos, apegándome más a su cuerpo.
- ¿Puedo tocarte de manera indecente? – Pregunta
sonriendo con picardía, posicionando sus manos por debajo de la camisa de mi
pijama.
- ¿Puedo hacerlo yo contigo? - Reímos al notar la
situación en la que estábamos, pidiendo permiso para hacer algo que con tantas
ganas hemos esperado hacer – pero solo acariciarnos, si hacemos algo más, creo
que despertaríamos a todos en la casa.
- Guarda esos gritos para cuando estemos solos – dice comenzando
a besarme, tocando con desespero mi torso, mientras que yo me posiciono encima
de él, moviendo mis caderas al sentir cierta dureza en su entrepierna rozando
con la mía, jadeando entre besos para no ser escuchados – Yuri... – susurra
deteniendo mis movimientos al posar sus manos sobre mis caderas - quédate ésta
noche conmigo – sonrío de felicidad al escuchar tan bella propuesta, volviendo
a lo que estaba haciendo segundos antes, dejándonos llevar por el gran deseo y
amor que nos tenemos.
*Murakami Shingo*
- ¿Piensan ir a algún lado en éstas vacaciones? –
Pregunta Uchi, mientras desayunamos en mi apartamento como se ha hecho costumbre.
- No, mi papá dice que es un gasto innecesario – dice
Hikaru, recibiendo luego un palmetazo en
la cabeza de mi parte – Auch… ¿Pero qué?
- Por grosero – digo molesto.
- Pero no he dicho nada que no sea cierto – dice
sobándose la cabeza – deberías aceptar que eres un tacaño – dice para luego
esconderse detrás de Uchi.
- No soy tacaño, soy una persona ahorrativa, que es
muy diferente; mejor ve por tus libros, tenemos que irnos.
- Ya voy, ya voy – dice yendo rápidamente hasta su
habitación.
- Tengo celos de Mii-chan, con él si no eres tacaño –
dice haciendo puchero.
- ¿También me vas a molestar por eso?
- Sólo estoy bromeando – dice sonriente, levantándose
de su silla para acercarse a mí y darme un beso en los labios – espero que te
vaya muy bien en el trabajo – dice para luego darme otro beso.
- Bien, vámonos – dice Hikaru de repente, haciendo que
nos separemos estrepitosamente - ¿Qué pasó?
- Es que Murakami-san tenía una mugre en el ojo y le
estaba ayudando a quitárselo – dice Uchi nerviosamente, se ve tan lindo cuando
se pone así.
- Sí, una mugre en el ojo, gracias por tu ayuda
Uchi-san – digo rápidamente.
- Fue un placer – dice sonrojándose un poco.
- Hikaru, ve adelantándote, ya voy y te alcanzo.
- Está bien, nos vemos en la noche Uchi-san – dice Hikaru
despidiéndose alegremente.
- Hasta la noche Hikaru – dice Uchi-san también con la
misma alegría.
- Uchi – digo tomando las manos de mi novio – quizás y
nunca vaya a ningún lugar en especial para vacacionar, pero éste año, pasaré
las mejores vacaciones de mi vida, porque tu estas a mi lado – digo finalmente,
volviendo a juntar mis labios con los suyos y luego sin decirnos nada más,
salgo de mi apartamento alcanzando a mi hijo en el camino, sintiendo una enorme
felicidad dentro de mí.
*Ryutaro*
Tantas demostraciones de cariño me dan asco, en verdad
no entiendo cuál es la necesidad de estar casi todo el tiempo con una persona
¿es qué acaso no se aburren de verse todos los días? ¿Y más cuando viven en la
misma casa? No pude dormir bien pensando en las cochinadas que estaría haciendo
mi hermano con el bobo de su novio ¿es que acaso no tiene vergüenza? Sé muy
bien que por las noches se escabulle al cuarto de él, pero siempre llegaba como
a la hora, pero lo de anoche no tiene nombre.
- Al parecer se levantaron con muy buen humor – dice
el otro idiota, como si todo esto fuera lo más normal del mundo.
- Me dan nauseas – digo asqueado.
- Están enamorados, déjalos disfrutar.
- Yo no pedí tu opinión – digo fulminándolo con la
mirada.
- Pues yo tampoco pedí la tuya – dice levantándose de
la silla – yo me iré adelante ¿quieres que te espere en la estación?
- Si, en seguida voy – dice el bobo, mientras abraza a
mi hermano y el idiota sale de casa - ¿quieres que pase por ti a la salida del
Instituto?
- Eso me encantaría – dice mi hermano embobado.
- Entonces te veré allá, te amo.
- Yo también - dice mi hermano, besándolo nuevamente y
con esa sonrisa de estúpido su novio sale de la casa.
- Deberíamos de irnos también, se nos va a hacer tarde
– digo totalmente fastidiado de lo que he tenido que presenciar, tomando mi
mochila y caminando hasta la puerta.
- Ryu espérame – dice Yuri alcanzándome enseguida -
¿todavía sigues enojado?
- Yuri ¿cómo quieres que no lo esté? Pasaste toda la
noche con él haciendo quién sabe qué cosas ¿qué hubiese pasado si los
descubren? – Digo muy molesto.
- Sólo nos dimos unos cariñitos – dice desbordante de
felicidad – además tratamos de hacer el menos ruido posible para no molestar a
nadie – dice abrazándome.
- Suéltame – lo alejo un poco – tanta cursilería me
horroriza.
- No dirás lo mismo cuando te enamores.
- Si llega a suceder eso, me moriré del asco.
- No seas exagerado – dice ahora tomándome del brazo,
caminando juntos hasta el Instituto, esperando encontrarnos a Yuto en la
entrada, como siempre, pero no estaba allí.
- Que raro ¿le habrá pasado algo? – Pregunta Yuri
mirando a todas direcciones.
- ¿Y si está enfermo? – Pregunto preocupado.
- Voy a llamarlo – dice mi hermano sacando el móvil de
su bolsillo – no contesta – suspira resignado.
- Espero que no haya pasado nada grave.
- A lo mejor tuvo un problema familiar o algo, después
le preguntaremos – dice mi hermano volviendo a meter su móvil en el bolsillo,
en verdad espero que esté bien.
*Yuya*
- Por fin, vacaciones – digo emocionado al salir de la
última clase del día, dándome justo el tiempo perfecto para ir por mi novio al
Instituto.
- Yuya ¿ya te vas? – Pregunta uno de mis compañeros.
- Si ¿por qué?
- Es que vamos a ir todos al karaoke y nos
preguntábamos si querías ir con nosotros.
- Lo siento, pero pasaré el resto de la tarde con mi
novio.
- Entiendo, nos veremos después entonces, que te vaya
muy bien en tu cita – dice con una sonrisa.
- Lo mismo para ustedes, hasta luego – digo agitando
mi mano en modo de despedida.
No he dejado de pensar en lo sucedido anoche con mi
adorable novio, en sus besos, sus caricias, sus palabras de amor, su forma tan apetecible
de mover sus caderas, ok ya, si sigo pensando en eso se me va a despertar el
amigo y eso no es bueno, al menos no por ahora, pero en conclusión, nunca en mi
vida había estado tan feliz, lo amo demasiado.
- ¡Yuyan! – Exclama él casi corriendo al verme
acercarme a nuestro lugar de encuentro, abrazándome fuertemente.
- Te he extrañado mucho – dice haciendo puchero.
- Yo también y no sabes cuánto – digo estrechándolo un
poco más a mi cuerpo.
- ¿Y tú hermano? – Pregunto extrañado al no verlo.
- Ya se fue, dijo que ya había visto demasiado por hoy
– sonríe - ¿a dónde me llevarás hoy?
- Estaba pensando en ir al cine o quizás… - digo
acercando mi rostro al suyo, rozando nuestros labios – quisieras que termináramos
lo de anoche – susurro para luego besarlo de manera apasionada.
- Me encantaría lo segundo – dice totalmente sonrojado
– pero hoy tengo que hacer la cena, así que tenemos que llegar temprano – dice con
desilusión.
- Bien, al cine entonces – digo también decepcionado.
- No te pongas así – dice tomando mi rostro con sus
manos, dándome besitos en el rostro - en la noche te lo recompensaré.
- Te esperaré desnudo entonces – río ante lo que acabo
de decir, nos besamos nuevamente y luego tomándonos de las manos, comenzamos
nuestro camino al cine, mi amigo tendrá que aguantar un poco más para ser
atendido como es debido.
*Okura Tadayoshi*
- ¿Pero es que a todo Tokyo se le dio por tener sexo
hoy? – Pregunto totalmente frustrado, luego de salir del décimo hotel en el que
nos han negado hospedaje porque no hay habitaciones disponibles.
- Tranquilízate Yoshi – dice mi esposo tratando de
calmarme.
- ¿Por qué el mundo conspira contra nosotros? ¿Qué
hemos hecho para que nos suceda esto?
- Pues hoy inician las vacaciones para varias
personas, así que supongo que quieren celebrarlo de esa manera – dice apenado.
- Pero yo también quiero celebrarlo contigo y no creo
poder aguantar más.
- Yo tampoco creo poder aguantar – dice besándome de
manera anhelante en los labios – tengo una idea, pero creo que es algo
arriesgado.
- No importa, sea lo que sea lo intentaremos – digo sonriente.
- Entonces vamos – dice tomándome de la mano, yendo
juntos hasta un centro comercial.
- ¿Lo haremos acá? – Pregunto sorprendido.
- No lo digas en voz alta – dice avergonzado, llegando
ambos al baño de hombres que por suerte estaba vacío, entrando ambos a un
cubículo que estaba fuera de servicio – no es el lugar más elegante y bonito
para hacer aquello pero… - No dejo que termine lo que iba a decir ya que lo he
tomado entre mis brazos, besándolo con desenfreno, metiendo mis manos por
debajo de su ropa.
- No vayas a gritar mucho – digo bajándome los
pantalones junto con mi ropa interior.
- Trataré de no hacerlo – dice un poco agitado,
bajándose los suyos también. Me siento en el inodoro, seguido de él que se
sienta sobre mis piernas, iniciando una fricción deliciosa entre nuestros
miembros y sin dejar de besarnos, elevo un poco sus caderas para comenzar a
penetrarlo lentamente.
*Kota*
Escucho unos leves golpes provenientes de afuera de la
puerta de mi habitación, interrumpiendo mi agradable sueño, así que con pesadez
me levanto de mi cama y camino lentamente hasta ésta y al abrirla me encuentro
con Ryutaro, llevando un par de libros entre sus brazos.
- Detesto mucho tener que pedirte esto pero es que no
tengo otra opción y por más que me desagrade, desgraciadamente tú eres el único
que puede ayudarme – dice entrando sin siquiera yo darle autorización de
hacerlo.
- ¿Y se puede saber qué quieres?
- Te lo diré, pero ponte algo de ropa primero ¡pervertido!
– Exclama algo molesto.
- Pero no estoy desnudo – digo mirando que llevo mis bóxer
puestos.
- ¿Cómo puedes andar así por la casa?
- En primer lugar, ésta es mi habitación y ando por
ella cómo a mí se me dé la gana ¿entendido?
- ¿Sabes qué? Mejor olvídalo – dice caminando hasta la
puerta, pero lo detengo rápidamente tomándolo del brazo.
- ¿Te parece bien si me pongo al menos unos
pantalones?
- Lo que sea pero ponte algo – dice todavía molesto, así
que sin hacerlo esperar más voy hasta mi armario y saco un pantalón,
poniéndomelo de inmediato.
- ¿Y qué es lo que necesitas? – Pregunto acercándome
nuevamente a él.
- Son unos ejercicios de matemáticas que no entiendo.
- Ya veo, siéntate – digo señalándole la silla de mi
escritorio, a lo que él obedientemente se sienta sin titubear.
Nos quedamos un buen rato resolviendo y explicándole
al mismo tiempo el cómo se hacía cada ejercicio, notándolo un poco tenso, con
su mirada totalmente fija en los libros, sin voltear a mirarme ni una milésima
de segundo.
- ¿Te pongo nervioso? – Pregunto para molestarlo un
poco, de cierto modo, me gusta verlo con su cara enojada.
- ¿Ponerme nervioso? ¿Tú? – Dice por fin mirándome –
solo eres un flacucho, no tienes nada de interesante – dice tomando sus libros.
- ¿Ya te vas?
- Muchas gracias por explicarme, podré hacer esto solo
– dice dándome una última mirada, para luego irse de mi habitación.
- Si te puse nervioso – digo sin borrar mi gran
sonrisa del rostro.
*Yasuda Shota*
- Perdóname mi amor, yo no quería ser tan brusco –
dice por enésima vez mi esposo, durante el camino a casa, viendo cómo camino
con dificultad, me duele horrores el trasero.
- Está bien, no te preocupes – sonrío adolorido – yo
también estaba muy ansioso, así que era de esperarse.
- Por favor, perdóname – se reverencia nuevamente.
- No tienes por qué disculparte, estoy bien – digo dándole
un delicado beso en los labios.
Llegamos a casa siendo recibidos por nuestros hijos,
Yuri ya tenía la cena lista y servida en la mesa, estaban esperando nuestra
llegada para comenzar a cenar.
- Chicos, tenemos un anuncio importante que darles –
digo recibiendo la atención de todos en la mesa - ya hemos decidido el destino de
nuestras primeras vacaciones cómo familia.
- ¿A dónde iremos? – Pregunta Yuri con emoción.
- Que sea Okinawa, que sea Okinawa – susurra Yuya.
- Exacto Yuya, iremos a Okinawa – digo sonriente,
viendo las expresiones llenas de emoción de los chicos, hasta Ryutaro se ve un
poco emocionado por la noticia.
- Así que vayan haciendo todos sus deberes que nos
vamos dentro de una semana – dice finalmente mi esposo y luego de darnos un
dulce beso, comenzamos a cenar, conversando sobre nuestras tan ansiadas
vacaciones.
CONTINUARÁ...