Se suponía que este fic sería mi regalo de navidad para ustedes, pero como ven ya es 2 de enero XD pero lo importante es que por fin lo terminé XD espero les guste y este oneshot va dedicado a Luz Pamela, que la quiero mucho y le gusta esta pareja n.n y prepárense por que se acerca el primer capi de mi nuevo serial, espero tenerlo listo pronto >w<
muchas gracias por sus lindos comentarios y Feliz navidad y Feliz año nuevo (atrasado)
- Ryosuke, creo que deberíamos de terminar - decía el que hasta en esos momentos era mi novio -.
- ¿Qué? - pregunté sorprendido ante lo que acababa de escuchar -.
- Que debemos terminar, no puedo más con esto.
- Pe... pero ¿por qué? ¿hice algo mal? - mis lágrimas comenzaban a bajar por mi rostro, al mismo tiempo que la blanca y fría nieve caía desde el cielo -.
- No, de hecho eres una persona maravillosa, pero el problema soy yo, conocí a alguien y comenzamos a salir en secreto, lo siento mucho, pero no puedo mentirte más, estoy enamorado de esa persona - dijo haciendo una reverencia y sin más se fue dejándome solo en aquel lugar -.
Mis lágrimas no demoraron en salir con más fluidez, me acababa de abandonar mi novio, mi primer amor, aquel por el que estaba dispuesto a darlo todo, me abandonaba aquel 24 de Diciembre.
Ya había pasado un año desde aquella vez, fue la peor Navidad de mi vida y por la cual comencé a detestar esa fecha, odiaba ver a todas esas parejas felices alrededor ¿por qué yo no podía tener algo así? ¿qué mal había hecho para merecerme eso? no lo sabía y en esos momentos no quería ni saberlo, y estaba a pocas semanas de que esa fecha tan detestable volviera, haciéndome enojar y entristecer a la vez.
Caminaba sin rumbo fijo por la calle, había salido de casa para no ahogarme en mi desesperación, pero ni fuera de ella me podía sentir mejor, todo me lo recordaba a él y eso me hacía sentir cada vez peor, seguía caminando cada vez más rápido sin ni siquiera fijarme en las personas que caminaban a mi alrededor, sintiendo de un momento a otro un fuerte dolor, cayendo al suelo estrepitosamente.
- Lo siento mucho - oí la voz de un chico al acercarse a donde había caído, al parecer era el causante de mi repentino accidente - ¿estás bien? - preguntó preocupado -.
- ¿Qué pasó? - pregunté ya que ni yo mismo sabía que había sucedido segundos antes -.
- Te atropellé con mi bicicleta - dijo nerviosamente, mientras me ayudaba a levantarme - ¿te duele algo?
- Me duele la pierna - dije adolorido, viendo como la sangre comenzaba a brotar por encima de la tela de mi pantalón -.
- ¿Quieres que te lleve al Hospital?
- No creo que sea necesario - dije tratando de aparentar ser fuerte -.
- Pero te veo muy mal, ven, yo te llevo - dijo el chico y sin pedir mi opinión, me ayudó a subirme a su bicicleta, me sostuve fuertemente a su cintura, al mismo tiempo que él comenzaba a pedalear con cuidado de no ir tan rápido -.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que llegamos al Hospital, el joven sin escuchar lo que le decía me cargó en su espalda al entrar ambos al lugar, no entendía por qué era tan amable con un descocnocido, pero de cierto modo esa calidez me hacía sentir a gusto.
- Yuya - dijo de repente, acercándose a un doctor -.
- ¿Yuto? ¿qué haces aquí?
- Yuya, necesito tu ayuda, lo acabo de atropellar con mi bicicleta y quiero asegurarme de que está bien.
- ¿Es muy grave?
- No lo sé, pero me duele mucho y está sangrando - dije -.
- Lo revisaré apenas termine de atender a un paciente ¿vale? por el momento vayan a la sala de radiografías, les escribiré una orden para que se la hagan de inmediato una radiografía en la pierna y luego vayan a mi consultorio ¿sabes donde es?
- Claro que si - y sin esperar más me llevó hasta aquella sala, en la cual limpiaron mi herida antes de hacerme la radiografía, después de eso nos dieron una silla de ruedas, en la cual el chico me sentó con cuidado, llevándome hasta el consultorio, al entrar se puso al frente de mi y me quedé mirándolo detenidamente, por todo el alboroto no había tenido tiempo de apreciar lo guapo que era ese muchacho -.
- Nakajima Yuto, ese es mi nombre - dijo al mismo tiempo que me dedicaba una tierna sonrisa -.
- Yamada Ryosuke - dije un tanto nervioso, no entendía porqué me sentía así por alguien que apenas acababa de conocer -.
- Yuya es mi primo y un gran médico, así que estarás en buenas manos.
- Gracias - dije bajito -.
Nos quedamos en silencio, no por que no tuviéramos de que hablar, pero me sentía tan nervioso que las palabras no salían de mi boca y por alguna razón presentía que el chico que estaba sentado a mi lado lo sabía de cierto modo y por eso no trataba de iniciar conversación, nos quedamos así por un buen tiempo, pero el silencio se fue al abrirse la puerta del consultorio, dejando entrar al Doctor.
- ¿Todavía te duele? - preguntó mientras miraba con cuidado mi pierna -.
- ¡Auch! - exclamé ante el dolor -.
- Al parecer no hay fractura - dijo mientras miraba los resultados de la radiografía - así que no hay de que preocuparnos por ese lado, pero si tienes una herida bastante grande, pero no es nada grave tampoco, así que tendré que cogerte unos cuantos puntos, para cerrarla - dijo y de inmediato llegó una enfermera con los implementos para cerrar la herida, cosa que dolía horrores, pero el muchacho que me había llevado sostenía fuertemente mi mano y con la otra acariciaba mi cabeza, para que me tranquilizara -.
- Listo - dijo al terminar, levantándose y dándome un papel - estos son unos medicamentos para el dolor y la inflamación y no te preocupes por los gastos, esto irá por cuenta mía - dijo al mismo tiempo que me sonreía -.
- Gracias Yuya.
- No es nada Yuto y ten más cuidado al conducir tu bicicleta. no sea y pa la próxima le partas la pierna a alguien.
- Tendré más cuidado - sonrió - ¿Quieres que te lleve a casa? - me preguntó -.
- No quiero ser una molestia - dije, ya había hecho mucho por mi -.
- No es ninguna molestia - sonrió, su sonrisa era demasiado hermosa -.
- Si quieres te presto mi auto para que vayan más cómodos - dijo el Doctor dándole unas llaves a mi acompañante -.
- Muchas gracias, te lo devolveré mañana.
- Eso espero.
Luego de unas cuantas indicaciones más y que cuidados debía de tener, nos despedimos del Doctor y fuimos directo al estacionamiento del Hospital, subiéndonos a un auto, no tan lujoso pero en sí era muy bonito.
- No sé donde vives, así que tendrás que indicarme a donde tengo que ir - dijo todavía sonriente -.
- ¿Por qué sonríes tanto? - dije en voz alta sin querer, cosa que me hizo avergonzar mucho -.
- Por que eres lo más bonito que me ha pasado en este día - dijo sin retirar su vista de la carretera -.
- ¿Te parece bonito, atropellarme con la bicicleta y hacerme una herida tan grande?
- Por lo menos es más bonito a que te despidan del trabajo - dijo con un tono triste, cosa que me hizo sentir terriblemente mal -.
- Lo siento.
- No te preocupes, la agencia en donde trabajaba no le ha ido muy bien últimamente y tuvieron que hacer recorte de personal, así que me tocó la mala suerte de ser uno de los tantos despedidos.
- ¿En qué trabajabas?
- Soy fotógrafo, trabajaba en una agencia de modelaje.
- ¿Y tú? ¿trabajas? ¿estudias?
- Por el momento trabajo de mesero en un restaurante, estoy reuniendo dinero para así más adelante estudiar para ser chef - dije sonriente, ese era mi más grande sueño desde que era pequeño -.
Seguimos hablando durante todo el trayecto, indicándole por donde tenía que seguir el recorrido hacía mi casa, a pesar de lo todo lo que había pasado aquel día, por primera vez en mucho tiempo me sentía realmente feliz, olvidándome por esos momentos de aquela persona que tanto me había hecho sufrir. Llegamos a mi casa, mis padres estaban de viaje así que no había nadie más adentro de ella.
- Muchas gracias - dije al momento en que él me había dejado sentado sobre la cama de mi habitación -.
- No es nada - sonrió - ya es tarde, así que tengo que irme ya a casa - dijo acariciando suavemente mis cabellos - hasta pronto - dijo para después salir de mi habitación y posteriormente de la casa -.
Luego de ese día, Yuto comenzó a ir diario a mi casa, seguía preocupado por mi pierna, pero ésta se recuperaba rápidamente, él había conseguido un nuevo trabajo en otra agencia no tan reconocida pero le pagaban muy bien, nos hicimos muy amigos al pasar de los días, haciéndome olvidar por competo de lo sucedido con mi ex-novio.
Y por fin había llegado el día que tanto detestaba que llegara, pero a diferencia de aquella vez, ese año estaría acompañado por Yuto y eso de cierta modo me emocionaba, no entendía que pasaba conmigo, pero estar a su lado me resultaba maravilloso, sintiendo esas mariposas que hacía mucho no sentía en mi estómago, pero tenía miedo de que pasara lo mismo que aquella vez, por eso trataba de ignorar esos sentimientos.
- ¿Quieres comer algo? tengo hambre - dijo Yuto haciéndome pucherito, se me hacía tan adorable que se comportara de esa manera -.
- Si, ya hemos caminado mucho, un pequeño descanso no nos hará daño - dije, para después entrar ambos en una cafetería, sentándonos en el primer sitio libre que encontramos -.
- Yuto, Yama-chan que gusto de verlos - nos saludó Takaki-kun, él también había estado muy pendiente de mi recuperación, era una persona bastante amable -.
- Hola Takaki-kun - lo saludé de manera animada -.
- Hola Yuya ¿también vienes a comer? - preguntó Yuto -.
- De hecho estoy esperando a mi novio - dijo sonriente -.
- ¿Va a venir? - dijo Yuto bastante emocionado -.
- Si, hoy estamos cumpliendo nuestro primer año de novios - sonrió - de hecho ya viene hacía acá - dijo para después alejarse de nosotros, volteé para ver de quién se trataba, pero me llevé una gran sorpresa -.
- Chicos, este es mi novio - dijo presentando a la persona que menos esperaba ver en esos momentos -.
- Hola - dijo nerviosamente al verme, se podía notar que también se sentía desconcertado -.
- ¿Sucede algo? - preguntó Takaki-kun debido al silencio tan repentino entre los dos -.
- ¿Por él me dejaste? - pregunté ignorando a los dos que estaban viéndonos confundidos -.
- Ryosuke... - decía en un susurro, toda esa ira y tristeza estaba volviendo a mi y sin ser consciente de lo que hacía le di una fuerte bofetada -.
- ¡TE ODIO! - le grité para luego irme de ese lugar, no quería saber nada de él ni de nadie -.
- Me las va a pagar - decía mi primo al ver lo que acababa de pasar, decidido a perseguir a Ryosuke -.
- No vayas - decía Chinen en un hilo de voz - no te enojes con él, yo me lo merecía - dijo empezando a llorar -.
- ¿Por qué? - preguntamos mi primo y yo al unísono, todo eso se nos hacía muy extraño -.
- Cuando comencé a salir con Yuyan, yo estaba de novio con Ryosuke y fue hoy hace un año que terminé con nuestra relación - dijo entre sollozos -.
- ¿Entonces era él? - preguntó Yuya, al mismo tiempo que lo abrazaba -.
- ¿Tú lo sabias? - pregunté -.
- Sabía que Yuri tenía novio en ese entonces, pero hasta hoy supe de quién se trataba, el mundo es un pañuelo - dijo sin dejar de abrazar a su novio -.
- Iré a hablar con él - dije saliendo de una vez del lugar en su búsqueda -.
Me subí a un taxi, pidiéndole al conductor que me llevara lo más rápido posible hacia mi casa, ese era el único lugar en el cual me podía sentir seguro en esos momentos, aunque también estuviera lleno de recuerdos amargos para mi, en unos momentos sonó mi celular, viendo el nombre de Yuto en la pantalla, dudé un poco en si contestaba o no, pero decidí hacerlo.
- Ryosuke ¿dónde estás? - se escuchaba agitado, al parecer estaba corriendo -.
- Estoy en un taxi, voy a casa - respondí -.
- Perfecto, espérame allá cuando llegues - dijo para después colgar, sonreí al saber que Yuto estaba preocupado por mi, aunque me sentí mal por haberlo dejado ahí sin explicación alguna -.
Llegué a casa y me llevé la sorpresa de que Yuto ya estaba en la entrada esperándome y al lado tenía su bicicleta, eso explicaba el cómo había llegado antes que yo, aunque tvo que haber sido peligroso debido a la nieve que había en el suelo, pero mis pensamientos se detuvieron cuando se acercó a mi y me abrazó.
- Lo siento - dijo de repente, dejándome un poco confundido -.
- ¿Por qué te disculpas? si tu no tienes nada que ver con lo que pasó.
- Si, si tengo que ver - suspiró para luego mirarme de frente - yo fui quien le presentó a Yuri a mi primo.
- ¿Eh? ¿tú conocías a Yuri de antes? pero si él nunca me habló de ti.
- Nosotros fuimos compañeros en la secundaria - respondió - pero como decidimos estudiar en Institutos diferentes, nos dejamos de ver.
- Ahora entiendo por qué no sabia de ti.
- Pero hace más de un año nos encontramos en una fiesta, en la que fui con mi primo y al vernos allá se lo presenté y hubo como una especie de conexión entre ellos ya que no se separaron en toda la noche, pero no sabía que en ese entonces Chinen tenía novio, así que no vi nada de malo en que ellos dos salieran - dijo mientras me volvía a abrazar - fue mi culpa - empezando a sollozar - de no haberlos presentado, tú no estarías sufriendo, lo siento - dijo mientras me abrazaba más fuerte -.
- No tienes por que disculparte - dije al mismo tiempo que correspondía a su abrazo - soy yo el que debería de hacerlo, me he comportado como un idiota, por lo menos Yuri fue sincero conmigo, he sido yo el que no lo ha superado - mis lágrimas comenzaban a salir, haciendo que Yuto se separara de mi, tomando mi rostro entre sus manos y sin esperar mi aprobación, me besó con mucha ternura -.
- Yuto... - susurré al separarnos del beso -.
- Te amo - dijo para volver a juntar sus labios con los míos, se sentía tan bien así que correspondí de la misma manera, quedándonos así hasta que el aire nos comenzó a hacer falta -.
- ¿Y eso? - pregunté confundido por lo que acaba de pasar, sonrojándome hasta las orejas -.
- Te amo Ryosuke, sé que es muy pronto para que te diga esto, pero no puedo dejar de pensar en ti, quiero estar contigo y cuidarte - dijo al mismo tiempo que también se sonrojaba -.
- Yuto... yo... - no sabía que decir en esos momentos, se me estaba confesando y es más, yo también le correspondía, pero tenía miedo -.
- Si no quieres, no hay problema, esperaré - dije sin poder ocultar ese tono de tristeza -.
- Yo también - dije de repente, aunque tenía algo de miedo, tenía que arriesgarme, podía ser que él era lo que en verdad estaba buscando y no quería perderlo - yo también quiero estar contigo.
- ¿Lo dices en serio? - preguntó emocionado -.
- Si, pero vayamos poco a poco - dije para después darle un corto beso en los labios -.
- No te arrepentirás - me volvió a abrazar con fuerza, repartiendo besos por mi rostro, eso realmente me hacía feliz -.
- ¿Quieres entrar? - le pregunté al ver que comenzaba a caer la nieve desde el cielo, Yuto asintió y entramos juntos a mi casa, a partir de ese día comenzaríamos a vivir nuestra historia de amor -.
Fin
