16 ago 2025

BEATING HEARTS

Hola, hola!!!!

¿Cómo están todos? espero que muy bien y si no es así les mando un súper fuerte abrazo de oso y espero que éste nuevo Oneshot les saque una gran sonrisa.

Primero que todo quiero desearle un muy Feliz Cumpleaños a una amiga muy querida del Fandom EXO-L y a la que adoro un montón, mi linda Pau que está el día de mañana de Cumpleaños, éste Oneshot fue creado como regalo por su graduación que fue el año pasado, en verdad lamento muchísimo la demora, pero entre una cosa y otra al fin pude terminarlo, espero le guste y que pase un cumpleaños muy feliz!!!!

Se supone que ésto iría para Wattpad, pero últimamente me estoy cuestionando si seguir publicando en dicha plataforma o publicar todos mis escritos que no sean del Fandom de JUMP aquí ¿Ustedes qué opinan?

Mientras lo sigo considerando de momento publicaré éste Oneshot aquí.

Muchas gracias a todos por su constante apoyo y esperen para finales de éste mes el capítulo 42 de Compass Rose.



Tema: BEATING HEARTS
Extensión: Oneshot 
Parejas: BaekSoo
Autora: Akari-chan





*Baekhyun*

- ¿Qué tanto miras? – Pregunta mi amigo Chanyeol sentándose a mi lado en nuestro habitual lugar en la cafetería de la universidad.

- Nada en especial – digo volviendo mi mirada al plato de pasta del que ni siquiera he dado el primer bocado.

- ¿Es ese chico otra vez? ¿El que te gusta?

- No sé de qué estás hablando – digo revolviendo la pasta sin apartar la vista de ésta.

- No tienes que mentirme Baek, somos amigos desde el kínder, sé muchas cosas sobre ti y muy vergonzosas.

- Por eso mismo no quiero decirte nada, te vas a burlar de mí.

- No es cierto – dice seguramente haciendo un puchero – sólo me preocupo por ti y no es un secreto para mí que siempre estás mirando a ese chico Doh Kyungsoo.

- ¡No lo digas en voz alta! – Exclamo nervioso, avergonzándome al notar que las personas a nuestro alrededor nos están mirando – Lo… Lo siento – digo apenado, viendo que todos vuelven a lo que estaban haciendo.

- Espero que se trate de él y no de Kim Jongin porque te advierto de una vez que yo lo vi primero – dice mirándome desafiante.

- ¿Pero qué dices? – Río ante su extraña reacción – no lo estoy mirando para nada, no te preocupes por eso.

- Entonces, si es a Doh Kyungsoo – ríe divertido.

- Así es – respondo finalmente resignado, Chanyeol es demasiado insistente si se lo propone y la verdad no creo que haya caso en ocultárselo.

- ¿Y ya has hablado con él?

- No, no he tenido el valor – digo sin dejar de remover mi comida.

- ¿Por qué? Parece un chico amigable.

- Pues porque siempre está con ese grandulón.

- ¿Y qué tiene? Jongin es un buen tipo, al menos eso he podido notar con lo poco que hemos hablado en el equipo de baloncesto.

- Porque pienso que si me acerco quizás los incomode o interrumpa algo.

- ¿Piensas que son pareja? – Ríe divertido.

- ¿Sabes algo al respecto? – Pregunto curioso, preparándome para que me diga que efectivamente lo son y que estoy perdiendo el tiempo en éste amor unilateral que tengo por un chico del que sólo me sé su nombre, que su cumpleaños es el 12 de enero, es Capricornio, tiene 22 y que está cursando su último año de Ingeniería Civil.

- Lo único que he podido averiguar es que son amigos de la infancia así como nosotros, pero porque estén juntos todo el tiempo no quiere decir que sean pareja, recuerda que la gente supone lo mismo de nosotros.

- Tienes razón – suspiro – y pienso que no hay nada más terrorífico que el sólo hecho de pensar siquiera en salir contigo de esa manera.

- ¿Qué tengo de malo? – Pregunta fingiendo estar ofendido – lastimas mi corazón – dice mientras se toca el pecho dramáticamente.

- De todos modos no tengo valor para acercarme – suspiro profundamente – además no sé si valdrá la pena el esfuerzo.

- Pues no vas a saber si valdrá la pena si no lo intentas – dice dando unas suaves palmaditas en mi hombro – por cierto…

- ¿Sí?

- ¿Te vas a comer eso? – Pregunta señalando la pasta que está hecha casi un puré por todo el rato que la he estado revolviendo.

- Creo que no – digo pasándole el porta comida junto con el tenedor.

- Muchas gracias – dice comenzando a devorar como una bestia, suspirando profundo y volviendo mi mirada discretamente al chico que me tiene embelesado.


*Kyungsoo*

- Allá está otra vez ese chico de Música mirando hacia acá – dice Nini divertido, desde hace un tiempo ha estado molestándome con eso.

- ¿Seguro que no te está mirando a ti?

- Estoy completamente seguro, puedo ver perfectamente que su mirada viene hacia ti directamente.

- No bromees con eso – digo volviendo mi mirada a las ecuaciones que tengo en mi cuaderno, un número mal y se va al carajo la construcción aunque sea ficticia.

- ¿Por qué bromearía con eso? Eres muy lindo, es normal que la gente quiera mirarte.

- Dices que soy lindo, pero no creo serlo tanto como tú, deslumbras demasiado…

- Brillarías muchísimo más si no fueras tan tímido – sonríe – pero aun así eso te hace lindo y te puedo asegurar que ese chico es tu admirador.

- No estoy muy convencido de eso…

- ¿Cuál es el miedo? Te gusta ¿verdad?

- ¿Cómo me puede gustar alguien con quién ni siquiera he cruzado una palabra?

- No creo que no se pueda – sonríe - ¿por qué no intentas hablarle?

- ¿Estás loco? No tengo tiempo para eso – digo volviendo a mis cálculos.

- No me puedes engañar Kyungsoo – dice pinchando mi mejilla izquierda con uno de sus dedos – te he visto mirándolo de reojo cada que nos lo cruzamos en los pasillos.

- Eso no tiene nada que ver.

- Eres tan necio – dice ahora estirando mis mejillas.

- Ya deja de hacer eso – digo molesto, pero sin decirlo muy alto. Odio que éste tonto me conozca tan bien y la verdad es que ese chico ha captado mi atención desde la primera vez que lo vi en una actividad deportiva que compartimos en la universidad. No hablamos ni nos acercamos en ningún momento, pero desde ese día no he dejado de pensar en lo animado y competitivo que estaba ese día junto a su amigo el mastodonte, casi acaban con todo el campo.

- ¿Vas a hacer algo después de almuerzo?

- Tengo clase ¿y tú?

- Voy a práctica de Baloncesto – dice estirando sus brazos - pero tengo pereza de ir.

- Jongin, eres el capitán del equipo, no puedes faltar.

- Eso es verdad, pero… - dice abrazándose a mi cintura, siempre ha hecho eso desde que éramos pequeños - ¿podemos faltar? – Pregunta mirándome con sus ojos de cachorrito.

- No – suspiro – yo no puedo faltar porque justo tengo examen ahora y tú tampoco deberías faltar a lo tuyo – digo revolviendo sus cabellos – pero si quieres cuando termine el día podemos ir a algún sitio a comer o incluso al cine ¿qué te parece?

- Me parece perfecto – responde Nini con una gran sonrisa.

- Entonces así quedamos – digo mientras comienzo a guardar mis cosas en el bolso – si quieres puedes ir comprando las entradas online, escoge la película que desees.

- Está bien – dice sin dejar de sonreír.

- No vayas a escoger esa de Terrifier, sé lo asustadizo que eres y no te quiero en mi habitación abrazándome como un oso, ya no eres un bebé.

- Tranquilo, no lo haré – dice haciendo un puchero.

- Nos vemos más tarde – digo volviendo a revolver sus cabellos, despeinándolo por completo, recibiendo un gesto molestia en su rostro.


*Jongin*

- Park Chanyeol ¿puedo hablar contigo un momento? – Pregunto al grandulón sentado en la banca de los vestidores mientras se cambia los zapatos, aprovechando que los demás miembros del equipo se habían ido, quedando sólo nosotros dos para poder hablar tranquilamente.

- Si… Sí claro – dice prestándome total atención.

- Quería hablar sobre tu amigo ¿Byun Baekhyun es que se llama?

- Sí, así se llama ¿Qué quieres de él? – Pregunta curioso.

- ¿Yo? De él nada, pero mi amigo tal vez si quiera algo del tuyo.

- ¿Doh Kyungsoo?

- Ese mismito, me alegra que lo conozcas.

- Compartí una clase de francés con él hace un par de semestres ¿y sobre qué es lo que quieres hablar?

- Tal vez no debería entrometerme, pero ya estoy harto de que el necio de mi amigo no haga nada al respecto, así que si no lo hace él, lo haré yo pero con tu ayuda.

- ¿Es sobre lo mucho que se observan? ¿Entonces a Doh le gusta Baek? - Pregunta divertido.

- ¡Exacto! ¿No es muy obvio a estas alturas?

- Totalmente lo es, pero Baek es más terco que una mula y no quiere aceptar lo que es obvio ¿acaso tienes algo en mente?

- Sí, por eso necesito tu ayuda – sonrío ampliamente, ante lo que se me estaba ocurriendo para ayudar a mi querido amigo.


*Baekhyun*

- ¿Qué mosco le habrá picado a Chanyeol para invitarme al cine tan de repente? – Pregunto para mis adentros mientras camino hacia el lugar acordado, sintiéndome todavía extrañado por la tan repentina invitación de mi impredecible amigo, sintiéndome tenso de repente al ver a lo lejos al dueño de mis suspiros, Doh Kyungsoo - ¿estará esperando a alguien? – Digo mientras me escondo detrás de una máquina de dulces, viendo cómo éste mira cada tanto el reloj en su muñeca – será mejor esperar a Chanyeol aquí – digo sintiéndome un idiota por no tener el valor de acercarme a él.

Saco mi celular del bolsillo delantero de mi pantalón para jugar LOL un rato mientras espero, mientras miro de vez en cuando de reojo al chico que me gusta, mostrándose después de un largo rato la notificación de un mensaje de Chanyeol, abriéndolo de inmediato.

“Baek!!!! Lo lamento mucho, pero no podré ir a ver la película contigo.

Pronto tendremos un partido importante así que el entrenador nos ha pedido que entrenemos hasta tarde hoy, en serio lo siento.

Pero como compensación te he comprado la entrada, en un momento te mando el QR y también te mando dinero a tu cuenta para que compres las chucherías que quieras mientras ves la película.

Disfrútala en mi honor”.

- Éste tonto ¿para qué me invita entonces? - Río divertido mientras termino de jugar mi partida, notando que Kyungsoo ya no se encuentra en la entrada del cine ¿habrá llegado la persona que esperaba?


*Kyungsoo*

- Nini nunca dejará de ser un despistado – sonrío guardando mi celular en el bolsillo después de leer el mensaje de mi mejor amigo, disculpándose por no poder venir a ver la película conmigo – me pregunto cuál habrá escogido – digo mirando por medio del QR el nombre de ésta, una llamada #Manhole, creo que he escuchado hablar de ella antes, tiene buenas referencias.

Guardo mi celular y me dirijo a la confitería para comprar mis nachos con buen queso y una gaseosa, riendo un poco al recordar lo raro que es para mis allegados que yo pida nachos en lugar de crispetas como lo hace la mayoría de la gente, pero no me importa, de que me gusten a mí, es lo que verdaderamente importa.

Camino rápidamente hacia la sala, todavía falta para que comience la película, pero me gusta mucho ver los trailers de las que se vienen más adelante, así que procuro siempre entrar a la sala con anticipación para no perderme de nada. Entro a ésta buscando de inmediato mi asiento, encontrándolo rápidamente y sentándome con cuidado de no tirar la comida que traigo en la bandeja, apagándose las luces minutos después de haberme acomodado, prestándole toda mi atención a lo que se muestra en pantalla.

- Disculpa, creo que ese es mi asiento – escucho una voz un tanto familiar, haciendo que voltee mi cabeza un poco para verlo mejor a pesar de que la única luz en el lugar es la de la enorme pantalla de la sala, sintiendo mi corazón golpear contra mi pecho frenéticamente al ver al dueño de dicha voz.

- E… ¿En serio? – Pregunto levantándome luego de unos segundos de estar procesando tal coincidencia, notando que efectivamente me había equivocado de asiento – Lo siento mucho – digo apenado, sentándome ahora si en el lugar correcto, a un lado del anterior.

- Tranquilo, no pasa nada – sonríe, sentándose a mi lado, poniendo una enorme cubeta rebosante de crispetas sobre sus piernas – Eres Doh Kyungsoo ¿no es así?

- Sí – respondo tratando con todo mí ser de no mostrarme nervioso ante su cercanía – y tú eres Byun Baekhyun ¿cierto? – Pregunto viendo cómo asiente animadamente - es la primera vez que estamos tan cerca el uno del otro, inclusive compartiendo más de dos palabras diferentes a “Buenos días” o “Buenas tardes” dado el caso, pero al mismo tiempo pienso en que es demasiada casualidad que ambos estemos justo aquí y ahora, sobre todo cuando desde un inicio se había contemplado que iba a venir con mi mejor amigo ¿será parte de algún plan maléfico de su parte? Aunque no tiene nada de malo si ha logrado que la persona que me gusta esté aquí a mi lado, creo que debería considerar agradecerle o maldecirle dependiendo de cómo concluya éste “casual” encuentro…

- ¿Sucede algo? – Pregunta mirándome con algo de preocupación, haciéndome dar un pequeño brinco del susto.

- No, sólo estaba pensando en lo buen actor que es el protagonista de ésta película – digo removiéndome un poco sobre mi asiento - así que me siento un poco ansioso por ver cómo se desempeñará en éste personaje.

- Nakajima Yuto ¿verdad?

- Sí, tengo entendido que es Idol también, pero no he explorado mucho esa faceta suya.

- ¿Te gusta venir al cine seguido? – Pregunta con curiosidad – lo digo porque parece que te gusta mucho.

- Sí, vengo aunque sea una vez a la semana – respondo sonriente - ya sea solo o con mi amigo Jongin ¿lo conoces?

- Sí, es el capitán y compañero del equipo de baloncesto de mi amigo Chanyeol.

- ¿Park Chanyeol? Creo que he compartido un par de clases con él, es agradable pero también muy escandaloso.

- Eso no te lo niego – ríe divertido ante el comentario que he hecho de su amigo - pero es un buen chico, te lo puedo asegurar.

- También lo creo.


*Baekhyun*

De repente la película comenzó y todo se hizo silencio en la sala, quedando embobado unos segundos por el hermoso perfil de Kyungsoo que mira atento hacia la pantalla, pensando en que quizás no sea buena idea interrumpirle, así que fijo toda mi atención en ésta, mientras que de vez en cuando miro de reojo hacía él, con la esperanza de seguir hablando al terminar la función.

- Creo que he desbloqueado el miedo a caer dentro de una alcantarilla – digo temblando un poco de sólo pensarlo.

- Sí, ha de ser muy aterrador y más si no tienes esperanzas de salir de ahí – dice con una sonrisa – aunque ese plot twist no lo vi venir realmente.

- ¿Cierto? Fue totalmente inesperado – digo emocionado.

- En verdad que lo fue – sonríe – también ha sido agradable verla en tu compañía.

- Para mí también ha sido muy agradable… - Digo nerviosamente, viendo cómo éste mira hacia la pantalla de su celular.

- Byun…

- ¡Por favor llámame Baekhyun! – Exclamo rápidamente ante su mirada de sorpresa, sintiéndome apenado por mi repentina acción, pero él sólo sonríe con amplitud.

- En ese caso puedes llamarme Kyungsoo, Baekhyun – dice con total dulzura, sintiendo que esa voz tan profunda atraviesa mi corazón como si se tratara de una lanza.

- ¿Querías decirme algo antes de eso? – Pregunto después de haberle interrumpido tan abruptamente.

- Ah eso… - Susurra desviando un poco la mirada – me preguntaba si tenías tiempo para ir a beber algo, un café…

- ¡Claro que me encantaría! – Exclamo con total alegría, volviéndole a interrumpir, pero éste sólo sonríe.

- Está bien, conozco una cafetería muy buena cerca de aquí – dice haciendo un gesto en señal de que lo siga, comenzando así a caminar lado a lado, con la esperanza de que momentos así se vuelvan a repetir para siempre, porque me encargaría de que así fuera.


*Chanyeol*

- Ay, en verdad quería ir a espiarlos – dice Jongin haciendo un puchero mientras estamos en los vestidores del gimnasio – estaba tan concentrado en mi plan que se me olvidó que tendríamos entrenamiento hoy.

- No te preocupes, a mí también se me había olvidado – río – pero espero que haya resultado como lo esperamos - digo mientras termino de amarrarme los zapatos.

- Eso espero, Kyungsoo no puede decepcionarme – dice totalmente convencido, sacando su celular del bolso al escuchar un sonido de notificación - ¡Es un mensaje de Kyungsoo!

- ¿Y qué dice? – Pregunto expectante.

- Dice “Gracias”.

- ¿Sólo eso?

- Sí, eso significa que salió todo tal y como lo esperábamos – dice emocionado.

- Creo que deberíamos ir a celebrarlo – digo viendo esto como la oportunidad perfecta para pasar más tiempo con él.

- Eso estaría bien – sonríe amplio, haciendo que mi corazón lata fuertemente, espero que éste sea el inicio de algo bueno.

FIN

27 jul 2025

COMPASS ROSE - Capítulo 41

 Hola hola!!!!!

¿Cómo están todos? espero que muy bien y si no es así les mando un super fuerte abrazo de oso y espero que éste nuevo capítulo les saque una gran sonrisa. 

Ésta vez si hago la entrada rapidita porque tengo que irme a trabajar jajajaja

Muchas gracias a todos por sus lindos comentarios y apoyo a éste Fanfic, nos leemos en el siguiente mes. 





Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan



Capítulo 41

*Yuya*

Desde hace un tiempo para acá tengo el mismo sueño…

Un sueño tan vívido, casi tan real que me hace avergonzar de los deseos tan impuros que desconocía que se albergaban en mi corazón. Pero al mismo tiempo no puedo negar que lo disfruto, que disfruto de una manera inexplicable cada vez que en estos tengo a Yuri entre mis brazos.

Abro los ojos lentamente luego de escuchar unos leves sonidos provenir de alguna parte, como voces, una dulce voz que poco a poco se me hacía más dulce y demasiado conocida para mis sentidos; sonriendo ampliamente al encontrarme con el protagonista de mis sueños a un lado de mi cama.

- ¿Yuri? – Pregunto después de agarrar firme y dulcemente la mano de éste, en un intento de cerciorarme que ya no estaba soñando y que el chico a mi lado era el verdadero.

- Su majestad, es mejor que descanses – dice con voz temblorosa, nervioso, como alguien que está siendo descubierto en medio de una fechoría - su cena está sobre el escritorio, me preocupé un poco al saber que no habías bajado a comer y…

- Discúlpame por hacerte preocupar – digo sonriente, afianzando un poco más el agarre de mi mano sobre la suya, deseando desde lo más profundo de mi ser mantenerlo a mi lado.

- No, no tienes por qué disculparte su majestad yo… - Y haciendo caso a mis crecientes deseos interrumpo su hablar para atraerlo a mi cama, a mi cuerpo, rodeando su cintura con mis brazos, aferrándome a él, sintiendo un calor agradable al contacto de sus manos sobre mi pecho.

- ¿Qué me has hecho Yuri? – Pregunto mirándolo con curiosidad, tratando de descifrar a través de sus ojos el porqué de todos estos sentimientos que comienzan a emerger.

- ¿Hacer qué? – Pregunta en casi un susurro, sin apartar su mirada de la mía, sintiendo su cuerpo temblar un poco, como si fuera un animalito indefenso al frente de un posible depredador.

- Lo que estoy sintiendo ahora… - Digo también en un susurro, apoyando mi frente sobre la suya.

- ¿Qué estabas soñando? – Pregunta de repente, haciendo que me aparte un poco, completamente apenado.

- No creo que quieras saberlo – digo agradeciendo que estuviese un poco oscuro en mi habitación para que Yuri no pueda ver el muy notable sonrojo que posiblemente adorna mi rostro.

- ¿Era algo vergonzoso? – Pregunta curioso, como con cierta inocencia, haciéndome sentir un poco peor de lo que ya estaba, como un degenerado.

- La verdad no sé cómo decirlo – digo avergonzado – pero estabas ahí y cuando desperté y te vi tan cerca pensé por un momento que seguía soñando – sonrío – aunque pienso que esto se siente mucho mejor que un sueño, excepto por… - me detengo, pensando en si será correcto dejar que mis palabras fluyan con naturalidad

- ¿Excepto por?

- No sé si deba decirlo, no creo que deba aprovecharme – susurro preocupado, temeroso, no quiero aprovecharme de mi posición como Rey para obligarlo a hacer algo que quizás no desee, ablandando sólo un poco el agarre de su cintura entre mis brazos ¿sería correcto llevar a cabo lo que cruza por mi mente?

- ¿Y si te doy el permiso de hacerlo? – Pregunta con decisión en su mirada, llevando la mía a sus hermosos labios entre abiertos, tan rosas, sintiéndome hipnotizado por ellos, como si me llamasen a probarlos… Y eso es lo que definitivamente hago, un fugaz y dulce beso que me estremece por completo.

- Lo siento mucho yo… - Digo avergonzado de lo que acabo de hacer ¿Y si no era esto lo que Yuri esperaba? ¿Va a odiarme ahora? ¿He malinterpretado todo? Pregunto todavía para mis adentros, queriendo apartarme, pero como una respuesta a todas las preguntas que fluyen como ríos en mi cabeza, Yuri toma mi rostro con una dulzura que hace que todo el caos en mi interior se disipe, volviendo a unir nuestros labios de manera torpe y desordenada, pero se siente tan bien.

- Lo amo su majestad…

- Yo también te amo – digo sonriendo con amplitud al darle por fin un nombre a todo esto que siento, volviendo a fundirme en sus labios, disfrutando de sus caricias sobre mi pecho desnudo, llevando mis manos a sus piernas, acariciándolas por encima de la ropa, dejándonos llevar quizás demasiado…

- Su majestad… – Murmura Yuri, apartándose por completo de mi lado, acostándose boca arriba sobre mi cama, abriendo sus piernas mientras hace una seña para que yo pueda acomodarme en medio de ellas, volviendo a besarnos con desesperación, sintiendo cómo ahora acaricia mi espalda, haciendo que nuestros cuerpos estén mucho más cerca el uno del otro, obedeciendo cada sutil petición que me hace, cambiando de posición luego de un largo rato besándonos, con Yuri ahora sobre mí, provocando una deliciosa fricción entre nuestros miembros casi a punto de despertar, comenzando a quitarse lentamente los primeros botones de su camisa…

- Será mejor que lo dejemos así – digo sentándome con dificultad aún con Yuri sobre mí, ante su mirada confundida.

- ¿Hice algo mal? – Pregunta con preocupación.

- No, no – sonrío, dándole dulces besos sobre su rostro – claro que no.

- ¿Entonces por qué? – Dice haciendo un puchero mientras rodea mi cuello con sus brazos.

- Porque considero que estamos yendo muy rápido y no creo que sea correcto.

- Yo no lo veo así – dice dándome un corto beso en la mejilla, pasando nuevamente sus manos por mi pecho – no tengo problema con entregarme a su majestad si así lo desea…

- Yuri…- Suspiro tomando una sábana para cubrir la desnudez de mi pecho volviendo a enredar mis brazos alrededor de su cintura – es la primera vez que me siento así por alguien y la verdad estoy muy abrumado, son muchas cosas que procesar – río avergonzado por cómo me estoy comportando después de que hace unos instantes estábamos casi que devorándonos a besos, pero Yuri es alguien muy especial, no quiero que piense que lo único que deseo de él es eso.

- Siento mucho si he hecho que se sienta así – ríe apenado, retirándose de mi regazo, abotonando nuevamente los botones que había alcanzado a soltar – por favor no vayas a pensar que soy un indecente.

- No pienso nada de eso – sonrío - aquí el único indecente soy yo, fui el primero en arrastrarte a mi cama – digo acariciando suavemente su mejilla derecha – y te besé – digo uniendo nuevamente nuestros labios en un casto beso – sonriendo como tontos al separarnos – creo que deberíamos comenzar a estudiar.

- No quiero… – Dice haciendo un pucherito.

- Pero quedamos en que íbamos a estudiar el idioma de Cottonland – río divertido al ver su expresión, besando su frente y bajándome de la cama para buscar una nueva camisa y ponérmela.

- Está bien – murmura resignado, bajando de la cama también – pero primero hay que cenar su majestad – dice mirando hacia donde está la cena que había traído para mí – no es bueno estudiar con el estómago vacío.

- Tienes razón – sonrío - primero a cenar y luego si a estudiar – digo acercándome al escritorio en dónde mi adorado había dejado la bandeja con la comida, comenzando a comer, disfrutando de ésta en su compañía.


*Yuri*  

Luego de acompañarlo mientras cenaba nos dirigimos nuevamente hacía el despacho, en dónde habíamos acordado que se llevarían a cabo nuestras clases impartidas por él mismo, iniciando de inmediato con ésta al estar allí ya que habíamos iniciado un poco más tarde de lo establecido, dudando un poco en si podré concentrarme plenamente después de nuestra reciente confesión.

- ¿Desde cuándo? – Pregunta de repente, recibiendo una mirada confusa de mi parte.

- ¿Qué cosa?

- ¿Desde cuándo sientes esto por mí? – Pregunta con seriedad, pero también un tanto ansioso por saber lo que tengo que decir.

- Desde el primer momento en que lo vi – río acordándome como si hubiese sido ayer tal primer encuentro, dejándome embelesar por el gran aura de grandeza que pude percibir aquella vez y que aún a día de hoy me es muy perceptible – bueno, era un niño en ese entonces así que quizás no pueda considerar eso como amor – sonrío - era más como un sentimiento de admiración, pero a medida que iba creciendo, al igual lo hacían mis sentimientos hacia usted y supe que lo que quería era estar a su lado, no como un simple asistente o el niño que fue gentilmente recibido en el castillo, sino como algo más.

- ¿Por eso decidiste ayudarme en el despacho desde tan pequeño? – Pregunta curioso, pero con una dulce sonrisa que hace que me derrita a cada instante.

- No creas que es sólo por eso – sonrío – en verdad lo hago porque estoy muy agradecido con todo lo que he recibido de éste reino y de alguna manera he querido contribuir – digo tomando suavemente su mano, entrelazándola con la mía – pero no voy a hacerme el tonto con eso, adoraba verlo cada mañana al llegar al despacho y quedarme embobado por momentos admirando lo hermoso que se ve trabajando.

- ¿Me observabas tanto?

- Más de lo que estaría dispuesto a aceptar… –  Río nerviosamente.

- No puedo creer que sintieras todo aquello desde hace tanto tiempo y yo ni en cuenta – dice apenado – en verdad lo lamento mucho…

- No tienes por qué lamentarte su majestad – sonrío - ahora podemos recobrar todo ese tiempo que perdimos – digo llevando mis labios a los suyos, queriendo no separarme de estos por un buen rato, pero lastimosamente tengo que respirar - ¿Y su majestad desde cuándo? – Pregunto luego de terminar el beso, curioso por su respuesta.

- No lo sé exactamente – suspira – pero de un momento a otro comencé a disfrutar de tu compañía de una manera un poco más íntima, de los leves roces entre nuestras manos y lo muy celoso que me ponía al verte tan cercano con mi hermano o cualquier otro joven que se te acercase.

- ¿Con Yuto? – Pregunto extrañado mientras que el rey asiente suavemente, apenado - ¿Estuviste celándome todo éste tiempo con él? – Digo ahora en un tono divertido - es imposible que entre Yuto y yo haya algo más – río levemente – sólo somos amigos.

- Eso lo sé, pero siempre han sido muy cercanos y pues varios en el castillo me han dicho que hacen muy linda pareja, además no puedo negar que mi hermano es joven y muy apuesto.

- Pero tú eres mucho más apuesto – digo acercándome a su lado, dándole un beso en la mejilla antes de sentarme sobre su regazo - ¿no te ha quedado claro lo mucho que deseo estar contigo? – Pregunto de manera coqueta

- Muy claro – responde nervioso, con un leve rubor en sus mejillas – pero por eso mismo pienso que debemos hacer las cosas bien y en orden.

- ¿En orden?

- Sí, tengo que hablar muy seriamente con tus padres.

- ¿Con mis padres? – Pregunto con preocupación.

- Por supuesto, pedir su permiso para formalizar nuestra relación, organizar un baile para presentarte como mi prometido y…

- ¿Quieres que sea su prometido? – Pregunto, conteniendo parte de la felicidad que siento y se acumula cada vez más en mi interior.

- ¿Acaso no quieres? – Pregunta con decepción en su mirada.

- Claro que sí quiero su majestad – digo llenando de besos cada parte de su rostro - ¿pero no estaría mejor esperar un poco para eso?

- ¿No quieres que formalicemos? – Pregunta confundido.

- Claro que sí – digo con una gran sonrisa – no sabes lo feliz que me hace saber que me considera para ser su pareja, pero siento que vamos muy rápido – río ahora nervioso, todo esto es demasiado para mi corazón.

- ¿Ahora eres tú el que piensa que vamos rápido? – Ríe acariciando mis cabellos – Yuri, lo que quiero contigo es muy serio, por eso estoy dispuesto a dar cada paso como se debe, aunque hoy nos saltamos muchos de ellos – dice esto último con algo de vergüenza – pero si deseas que nos tomemos un tiempo más antes de informarlo a todos, estaré dispuesto a aceptarlo.

- Se lo agradezco mucho su majestad – digo volviendo a depositar un besito sobre su mejilla izquierda - además recuerda lo mal que se puso mi padre con lo de mis pretendientes, no creo que sea bueno que se entere ahora.

- Es verdad, no le importaría matarme aún si soy el rey – dice burlonamente, pero también con algo de temor. Mi padre es un muy buen hombre, pero hay ocasiones en las que sí parece demasiado temible.

- Así que por mí está bien esperar e ir estrechando nuestra relación un poco más antes de llegar a algo mucho más serio – digo con una sonrisa, encantado con saber que el Rey desea que en un futuro sea su esposo – por cierto su majestad ¿sería correcto para mí llamarle por su nombre? ¿Al menos en privado?

- ¿Por qué no sería correcto? Claro que puedes hacerlo – Sonríe tiernamente, dándome su total aprobación con un beso.

- Yuya – digo con dulzura, notando su rostro completamente ruborizado, robándole otro beso, volviendo mi mirada hacía el libro que tengo a mi lado, con mi corazón palpitando enloquecido.

Nos quedamos estudiando hasta pasada la media noche, entre palabras nuevas en el diccionario y uno que otro beso fugaz y apasionado, sintiéndome sobre una nube por todo lo ocurrido durante éste día en el que supe que mis sentimientos por el Rey eran completamente recíprocos.

- No debió molestarse, Yuya… - Digo en voz muy bajita al llegar a la puerta de mi habitación, siendo acompañado por mi ahora novio quién insistió tanto en traerme, manteniendo una cierta distancia entre los dos por si alguien pudiese vernos.

- Nunca sería una molestia – responde con el mismo volumen de voz, cuidando que mis padres que están en las habitaciones vecinas puedan escucharnos – aunque no voy a negar que puede ser algo peligroso.

- Lo más posible es que mis padres te acusen de explotador laboral - reímos tratando de no hacerlo tan fuerte.

- No quiero irme – dice con algo de tristeza, acercándose un poco más a mi cuerpo, abrazándome suavemente – quiero quedarme así contigo todo el tiempo.

- Yo también – susurro emocionado – pero por ahora tenemos que mantener la distancia, al menos para los demás.

- Va a ser muy difícil, pero haré lo mejor que pueda – sonríe resignado – que pases buena noche – dice apoyando su frente cobre la mía.

- Buenas noches, Yuya – respondo, mientras él me regala un último beso antes de despedirnos, con algo de pesar por tener que separarnos, pero con la promesa de que nos veríamos al día siguiente.


CONTINUARÁ...


10 jun 2025

COMPASS ROSE - Capítulo 40

 Hola, hola!!!! 

¿Cómo están todos? espero que muy bien y si no es así les mando un súper fuerte abrazo de oso y espero que éste nuevo capítulo les saque una gran sonrisa. 

Hago ésta entrada rapidita porque tengo que ir a agarrar la pala, pero no quiero hacerlo sin antes desearle nuevamente un muy feliz cumpleaños a mi querida Choco, que estuvo de HBD el domingo que pasó, así que éste capítulo va dedicado a ella, espero les guste!!!!

Muchas gracias a todos por sus lindos comentarios y nos leemos prontamente!!!!



Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan


Capítulo 40

*Hikaru*

- ¿Qué tanto me miras? - Pregunto sonriente, luego de mirar de reojo a mi novio por unos segundos, mirándome con total fascinación, como si estuviese haciendo algo increíble, pero la verdad es que sólo estoy cultivando papas.

- ¿Acaso no puedo mirar al hombre que me gusta? – Pregunta con una sonrisa, esa que tanto me emboba.

- ¿No te cansas de mirarme?

- No – sonríe - ¿por qué lo haría? ¿Te molesta?

- No, no me molesta – suspiro - es sólo que no estoy acostumbrado a que me observen tanto.

- Pero me gusta hacerlo, pienso que te ves muy atractivo – dice mordiéndose levemente el labio inferior.

- Deja de hacer eso que me pones nervioso – digo dejando lo que estoy haciendo para mirarlo de frente, desafiante, pensando por unos momentos que él aún con ropa vieja y algo sucia se sigue viendo muy  hermoso.

- ¿Te pongo nervioso? – Pregunta coquetamente.

- Muchísimo – sonrío algo resignado, es imposible negar a estas alturas lo mucho que me gusta y se ha intensificado más desde que comenzamos a tener intimidad.

- Quiero besarte… - Dice en un susurro mirando hacia los alrededores, notando que todavía hay campesinos en el lugar, haciendo un tierno puchero de frustración por no poder acercarse como desea.

- Podemos hacerlo más tarde – sonrío con intención de volver a mis quehaceres.

- Pero quiero hacerlo ahora… - Dice sin todavía borrar aquel puchero de sus labios, mirándome con súplica, pero también con anhelo.

- Ryosuke… - Susurro agachándome de nueva cuenta, indicándole en un gesto que haga lo mismo y al tener nuestros rostros lo suficientemente cerca lo beso fugazmente en los labios, disfrutando de ver su expresión de total sorpresa.

- Hika…

- ¿Estás bien con eso por ahora? – Pregunto, dándole otro fugaz beso, volviendo a mis actividades agropecuarias.

- Sí… - Responde con una preciosa sonrisa en su rostro, sin dejar de observarme.


*Yuri* 

- Bueno, esto es todo por hoy de mi parte – dice el señor Kei terminando de acomodar los libros en los estantes después de haber estado todo el día revisándolos.

- Muchas gracias por tu arduo trabajo, ya puedes retirarte – dice el rey.

- Es un gusto su alteza – dice el señor Kei mientras hace una reverencia – ¿piensas quedarte un rato más?

- Sí, quiero terminar hoy con estos documentos.

- Entiendo – sonríe - ¿También vas a quedarte Yuri?

- Sí, hay cosas que tengo que terminar y no creo conveniente dejarlo para mañana.

- Está bien, pero no se queden hasta tan tarde ¿entendido? – Dice con seriedad, como si fuera una orden a acatar.

- Sí, señor – respondemos ambos al unísono, viendo como éste nos da una última mirada antes de retirarse, volviendo su majestad y yo a nuestras obligaciones.

 

- Y si en algún momento tus padres no están en el castillo puedes ir a dormir conmigo si lo deseas.

 

Me estremezco de nueva cuenta cada que recuerdo aquellas palabras de mi rey, sonriendo como tonto al pensar que puedo tomarme tal atrevimiento ¿podría darse a cabo aún si mis padres están en el castillo?

- ¡Yuri! – Doy un pequeño brinco al escuchar la imponente voz de su majestad, mirándome preocupado.

- ¿Sucede algo su alteza? – Pregunto nervioso.

- Es que te estaba llamando desde hace rato y no me prestabas atención.

- ¡Lo siento muchísimo! – Exclamo avergonzado.

- ¿Hay algo que te preocupe? Estás muy pensativo y distraído últimamente – dice levantándose de su asiento para acercarse a mi lado.

- No es nada su majestad, es sólo que…

- ¿Es por lo de la conversación del otro día?

-¿Eh?

- Has estado actuando raro desde entonces – sonríe amable – si te he incomodado de alguna manera por favor pido que me disculpes.

- No, no me ha incomodado para nada su majestad – digo con firmeza – es sólo que no dejo de pensar en que es un gran honor para mí ser invitado a sus aposentos – digo sintiendo mi rostro enrojecerse ¿está bien ser tan directo?

- No creo que sea para tanto – ríe divertido.

- Lo es para mí su majestad – digo mirándolo fijamente a los ojos - ¿y qué querías decirme antes de esto? – Pregunto curioso.

- Sobre eso… - Dice desviando su mirada – estaba pensando en que ya que Kei ha regresado de su viaje, podemos ir viendo lo de practicar el idioma de Cottonland.

- Es verdad – sonrío – pensé que lo había olvidado.

- ¿Por qué iba a olvidarme de algo tan importante?

- Bueno, es que usted está siempre tan ocupado…

- Siempre tendré tiempo para ti – dice con una dulce sonrisa, acariciando mi mejilla derecha suavemente, haciendo que tiemble un poco por su repentina cercanía, aunque la verdad deseo disfrutar más de ella.

- Me hace muy feliz saber que de cierto modo soy importante para su majestad – digo sintiendo mi corazón acelerarse por la alegría.

- Yuri… - Susurra todavía sin apartar su mano de mi mejilla, posándola suavemente en ésta - ¿en dónde quieres que lo hagamos?

- Ha… ¿Hacer qué cosa? – Pregunto nervioso, con mi rostro seguramente más rojo que una manzana.

- Lo de estudiar – dice con suavidad.

- Dónde prefieras su majestad – digo apartándome un poco, sintiendo que mi corazón va a explotar de seguir tan cerca de él.

- ¿Te parece bien aquí? ¿Después de cenar?

- Me parece bien… - Respondo todavía nervioso.

- Bien – sonríe, apartando su mano de mi mejilla – iré a descansar un rato y nos encontramos aquí después de la cena ¿te parece bien?

- Sí, su majestad – respondo con una sonrisa, anhelando volver a sentir el calor de su mano.

- Entonces, nos vemos más tarde – dice abriendo la puerta del despacho, invitándome a salir primero seguido de él, tomando cada uno su propio camino, esperando con ansias volverlo a ver más tarde.

 
*Yuya*

- Dios… – Digo llevando mi mano al pecho, sintiendo mi corazón palpitar acelerado.

Entro a mi habitación con prisa, quitándome la parte superior de mis vestimentas, dejando todo mi torso al descubierto, tumbándome sobre la cama, con mi vista al techo y la cabeza dando vueltas en un asunto que me tiene un tanto preocupado y es que últimamente me he sentido extraño con respecto a Yuri, extraño de una manera que no logro descifrar, una necesidad casi que incontrolable de estar cerca de él, de pasar todo el tiempo que me sea posible a su lado, unas tremendas ganas de acariciarlo e inclusive de be…

- ¿Pero qué estoy pensando? – Pregunto para mí mismo, frustrado, apoyando el dorso de mi diestra sobre mi frente, cerrando mis ojos lentamente, viniendo a mí una y otra vez la imagen de Yuri. Sonriendo como un tonto de sólo pensar en su hermosa sonrisa, su cuerpo tan menudo, pero a la vez tan fuerte a pesar de su apariencia, recordando lo suave que es su piel a mi tacto, sintiendo un pequeño cosquilleo en mi parte baja, haciéndome sentir avergonzado por dónde se estaban dirigiendo mis pensamientos – mejor voy a dormir – digo tratando de ignorar aquella reacción de mi cuerpo, consiguiéndolo a los pocos segundos, disipando así aquellos pensamientos, por ahora.

 
*Yuto*

- Yuto ¿podemos descansar un poco? – Pregunta Ryutaro luego de estar bastante rato caminando por los alrededores del castillo, enseñándole a nuestra visita cada rincón posible de éste.

 - Claro que sí – sonrío apenado – ¿deseas descansar también Rihito?  – Pregunto, dándome cuenta hasta entonces de que no había soltado su mano en ningún momento – lo siento – digo apartando rápidamente mi mano de la suya.

- No se preocupe – sonríe tímido – no fue desagradable en lo absoluto.

- Casi le arrancas el brazo Yuto – dice Ryutaro burlonamente.

- Ryu, eso no es verdad – dice el más pequeño reprochándole a nuestro amigo.

- Sólo estaba bromeando – dice sin parar de reírse – Yuto siempre es así de cercano con todos.

- Ya veo… - Dice poniendo una expresión pensativa.

- ¡Yuri! – Exclama Ryutaro, dirigiendo nuestras miradas al recién nombrado, quién se acerca a nosotros con una sonrisa.

- Hola chicos ¿todavía están recorriendo el castillo?

- Sí, Yuto está totalmente decidido a mostrarle cada rincón de éste a Rihito – responde Ryutaro.

- Yuto es muy intenso cuando se lo propone – ríe Yuri.

- Por favor… - Digo sintiéndome más avergonzado de lo que estaba hace segundos.

- Yo pienso que eso es muy agradable de su parte – dice Rihito con una bella sonrisa, sintiendo mi rostro enrojecerse un poco por la belleza de ésta.

- ¿Ya terminaste de trabajar por hoy? – Pregunto desviando por completo el tema.

- Sí – responde – de hecho me estaba dirigiendo a descansar un rato a mi habitación.

- ¿Y piensas hacer algo después? - Habla Ryutaro – por si deseas unirte a nosotros más tarde.

- Me gustaría mucho acompañarles pero tengo un asunto importante que atender más tarde.

- ¿Un asunto importante? – Cuestiona Ryutaro.

- Me imagino que ese asunto importante tiene que ver con mi hermano ¿no es así? – Pregunto para nada sorprendido por la respuesta que vaya a dar.

- Efectivamente – sonríe ampliamente.

- ¿No crees que el Rey te está esclavizando? – Pregunta Ryutaro preocupado.

- ¿Cómo puedes pensar algo así? – Pregunta Yuri desconcertado – no es nada de eso – ríe divertido – me gusta mucho ser de ayuda para el rey.

- Bueno, si tú lo dices – dice Ryu con una sonrisa.

- En verdad lamento mucho no poder acompañarlos.

- No te preocupes, ya estamos acostumbrados – digo resignado ¿por qué a Yuri le gusta estar siempre cerca de mi hermano?

- Prometo que trataré de pasar el tiempo con ustedes un día de estos – sonríe - ¿cuánto tiempo piensas quedarte Rihito?

- La verdad no lo sé todavía – sonríe – pero espero que sea el tiempo suficiente para poder conocerlos a todos – dice mirándome de reojo por unos segundos, haciéndome sentir algo nervioso, volviendo su mirada a Yuri.

- Me parece bien – dice sonriente - entonces con su permiso me retiro a descansar – haciendo una reverencia ante mí para después irse camino hacía su habitación, continuando con nuestro recorrido después descansar por un rato, volviendo a tomar suavemente la mano de nuestro visitante.


*Yuri* 

Después de tomar una pequeña siesta, me preparo rápidamente para ir a cenar, con la esperanza de encontrarme a su majestad en el comedor e ir junto con él al despacho en dónde iniciaríamos nuestras clases privadas de idiomas, pero mi sonrisa se desvaneció un poco al no verlo y pensando que en algún momento llegaría me dispuse a cenar lentamente, pero no sucedió, haciéndome preocupar un poco.

- Señora Hitomi ¿el rey ya bajó a cenar? – Pregunto pensando en que tal vez ya había venido.

- No, todavía no – responde.

- Que raro… - Susurro para mis adentros, asomándose una idea por mi mente - ¿Me harías el favor de darme una bandeja con su cena? De seguro está en el despacho y no me parece bien que se esté saltando comidas.

- Si lo deseas podría mandar a una de las chicas para que…

- No – interrumpo – yo quiero hacerlo, por favor.

- Está bien joven Yuri, espera aquí un momento – dice con una sonrisa, yendo con prisa hacia la cocina, volviendo minutos después con ésta sobre una lujosa bandeja.

- ¿Seguro que puedes llevarla? Pesa un poco.

- Podré con ello – respondo tomando la bandeja, recibiendo una discreta risa burlona de parte de la señora Hitomi al ver que he hecho un gesto al sentir la bandeja más pesada de lo que esperaba.

- ¿En serio no quieres que te acompañe?  

- No, está bien – sonrío, comenzando a caminar lento pero seguro hacía el despacho, llegando a éste finalmente, encontrándome con la sorpresa de que no está - ¿Dónde estará? – Pregunto extrañado mientras miro por cada rincón del despacho - ¿Todavía se encontrará en su habitación? – Cuestiono mientras considero la posibilidad de ir a buscarlo a ésta, pero no creo que sea apropiado hacerlo - ¿Qué debería hacer?

Me quedo pensando por un buen rato en el camino a tomar ¿Y si está durmiendo todavía? ¿Haría mal si voy a despertarlo? ¿Se enojaría conmigo si lo hiciese? Pero si no lo hago podría también molestarse.

- ¿Qué hago? ¿Qué hago? – Pregunto dando un largo suspiro – iré por él – digo decidido, tomando nuevamente la bandeja entre mis manos, llegando a la habitación del rey dejando ésta en el suelo mientras toco la puerta sin recibir respuesta, tomando la manija de la puerta, notando que está sin seguro, volviendo a cuestionarme si debería hacerlo…

Abro la puerta con cuidado, viendo al rey durmiendo sobre su cama, tomando la bandeja de nuevo y dejándola sobre el escritorio que está en la habitación con cuidado de no hacer mucho ruido, cerrando luego la puerta para acercarme a éste, con intención de despertarlo, sintiéndome avergonzado de verlo con su pecho al desnudo.

- Su majestad… - Susurro suavemente al estar a unos cuantos centímetros de su cama, viéndolo dormir tan apacible, deleitándome con la hermosa vista y luchando con las tremendas ganas de tocar su piel al descubierto – creo que será mejor dejarlo descansar – sonrío permitiéndome acariciar un poco su cabello…

- Yuri… - Susurra de repente el rey, haciéndome dar un pequeño brinco del susto, notando que está durmiendo todavía ¿estará soñando conmigo? – Yuri… - vuelve a susurrar pero de una manera extraña, como casi un ¿gemido?

Curioso me acerco un poco más, viendo cómo se remueve levemente sobre la cama, admirando con devoción esa piel que pareciera que me llamara a tocarla, tentado completamente en hacerlo, pero desvío la mirada rápidamente, dispuesto a irme pero de repente una mano sujeta la mía, haciéndome temblar de la impresión.

- ¿Yuri? – Pregunta el rey con una voz ronca y a mi parecer bastante sensual, esto no le está haciendo bien a mi poca cordura.

- Su majestad, es mejor que descanses – digo tratando de soltarme de su agarre, pero no lo logro – su cena está sobre el escritorio, me preocupé un poco al saber que no habías bajado a comer y…

- Discúlpame por hacerte preocupar – dice con una dulce sonrisa, afianzando el agarre de su mano sobre la mía.

- No, no tienes por qué disculparte su majestad yo… - Mis palabras son interrumpidas por la acción de ser arrastrado por el rey hacía su lecho, siendo rodeado por sus brazos, posando casi que inconscientemente mis manos sobre su pecho desnudo.

- ¿Qué me has hecho Yuri? – Pregunta mirándome con curiosidad, como si tratara de buscar alguna respuesta con sólo ver mi rostro.

- ¿Hacer qué? – Pregunto confundido, con mi cuerpo temblando por aquella cercanía.

- Lo que estoy sintiendo ahora… - Susurra apoyando su frente sobre la mía.

- ¿Qué estabas soñando? – Pregunto en un intento de cambiar el tema.

- No creo que quieras saberlo – ríe nervioso.

- ¿Era algo vergonzoso?

- La verdad no sé cómo decirlo – dice avergonzado – pero estabas ahí y cuando desperté y te vi tan cerca pensé por un momento que seguía soñando – sonríe – aunque pienso que esto se siente mucho mejor que un sueño, excepto por…

- ¿Excepto por?

- No sé si deba decirlo, no creo que deba aprovecharme.

- ¿Y si te doy el permiso de hacerlo? – Pregunto sin saber a qué se refiere, pudiendo ganarme una gran decepción después, pero el que no arriesga no gana, dice mi papá Hikaru, recibiendo sorpresivamente y con mucha emoción un dulce y corto beso como respuesta.

- Lo siento mucho yo… - Murmura asustado, queriendo apartarse pero aún con mi corazón y mis sentidos aturdidos por la sorpresa, tomo su rostro entre mis manos y vuelvo a juntar nuestros labios de una manera más demandante, siendo correspondido con la misma torpeza con lo que lo estoy haciendo.

- Lo amo su majestad. 


CONTINUARÁ...