Hola, hola!!!!!
¿Cómo están todos? Espero que muy bien y si no es así les mando un super fuerte abrazo de oso y espero que éste nuevo capítulo les saque una sonrisa.
Primero que todo, feliz navidad y segundo les deseo un bonito y próspero año 2024.
Muchas gracias a todos por acompañarme un año más, leyendo mis ocurrencias, lo digo todo el tiempo pero no puedo evitar estar agradecida con todo el amor que le dan a mis escritos y el saber que al menos leerlos les da algo de felicidad me calienta mucho el corazoncito, en verdad que no tengo palabras para agradecerles lo feliz que me hacen.
Tal y como lo dije en la publicación anterior, me tomaré unas vacaciones en enero, así que no habrá nuevo capítulo sino hasta febrero del próximo año, pero para enero les estaré publicando el segundo y último especial de Seduciendo a mi profesor, ya está terminadito, así que espérenlo con ansias.
Que disfruten de éste último capítulo del año!!!!
Capítulo 26
*Hikaru*
- Hikaru, no esperaba verte tan temprano – dice Kota acercándose al
encontrarnos en el pasillo.
- Yo tampoco pensaba hacerlo tan pronto, pero los chicos insistieron en que
los acompañara al pueblo y pues la verdad no pude negarme.
- Es verdad, el príncipe Ryosuke estaba muy entusiasmado de ir a los
campos.
- Sí, se veía muy interesado…
- ¿Vas al despacho del Rey?
- Sí, no lo he saludado hoy.
- Entonces te acompaño, justo voy para allá también – sonríe mientras
retomamos el camino hasta dicho lugar.
- ¿Se puede saber dónde estabas Kota? – Pregunta Kei al poner un pie en el
despacho – Dijiste que nos ayudarías con el trabajo en el lugar de Yuri.
- Sí, lo dije, pero yo también tengo trabajo que hacer – digo mostrándole
la montaña de papeles que llevo en las manos.
- Ya Kei, no le riñas, ya falta poco para terminar por hoy – sonríe el Rey mientras
dirige su mirada hacia nosotros – Hikaru, que gusto verte.
- Igualmente su majestad – digo haciendo una reverencia – quería venir a
saludarle y a decirle que los príncipes y los demás chicos han regresado con
bien al castillo.
- ¿Viniste con ellos?
- Sí señor – sonrío – ya están todos en el gran salón celebrando la llegada
del príncipe de Ichigoland, el príncipe Daiki espera que todos podamos asistir.
- Ya en un momento bajamos – dice el rey estirando un poco sus brazos -
¿cómo te fue en los campos? ¿Pudieron solucionar lo de la plaga?
- Sí su majestad, esperamos que mañana ya se note alguna mejoría, tengo que
ir todos los días a checar cómo va progresando.
- Está bien, si necesitas cualquier otra cosa por favor pídelo.
- Muchas gracias su majestad – sonrío agradecido – de momento iré a mi
habitación para cambiarme e ir a la fiesta.
- Aquí te esperaremos para bajar todos juntos.
- Entonces trataré de no tardar demasiado – digo haciendo una nueva
reverencia antes de retirarme con cierta prisa del lugar.
En realidad preferiría no asistir porque he tenido un día muy agotador en
el campo, lo cual es verdad, pero también quisiera poder evitar estar cerca del
príncipe Ryosuke ya que su sola presencia me hace sentir muy nervioso y no
quisiera que alguien lo notara, pero tampoco quiero que piensen que lo odio o
algo.
- Ni cuando estaba interesado en Kota era tan complicado – digo
desordenando un poco mis cabellos ¿Qué me está haciendo ese muchacho?
*Keito*
- ¡Esto está delicioso! – Exclama el príncipe Yuto mientras prueba una de
las tartaletas, se ve tan lindo - ¿quieres probar? – Pregunta ofreciéndome un
poco de la suya.
- No tienes por qué molestarte príncipe, yo puedo tomar otro – río
nerviosamente.
- Pensé que querías de la mía, como no me despegabas la mirada – ríe
divertido.
- ¿Tan obvio estoy siendo? – Murmuro.
- ¿Dijiste algo? – Pregunta curioso.
- No, no es nada príncipe – digo mientras tomo una de las tartaletas,
llevándola hacía mi boca y degustándome completamente de su sabor – ¡Está muy rica!
– Exclamo también asombrado.
- ¿Ves? Te lo dije – dice con una amplia sonrisa, haciéndome sonrojar por
lo bello que es.
- Chicos, vamos a bailar – dice el príncipe Daiki mientras va de la mano
con el príncipe Ryosuke hacía el centro del salón, comenzando a bailar
sonrientes, esta podría ser una gran oportunidad para acercarme un poco más a
él.
- Príncipe…
- ¡Yuri vamos a bailar! – Dice yendo hacia el más pequeño de todos,
llevándole entusiasmado a la pista de baile.
- Creo que sólo quedamos nosotros – dice Ryutaro con una amable sonrisa –
¿bailamos? – Pregunta extendiéndome una de sus manos, la cual tomo con
delicadeza, yendo hacia donde están los demás.
*Kei*
- Su majestad, no me lo vaya a tomar a mal, pero me sorprende mucho que
quiera asistir a la fiesta – dice Hikaru mientras vamos de camino al gran
salón.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque casi siempre prefieres seguir trabajando, inclusive hay que
llevarte casi a rastras para que asistas
a tu propia fiesta de cumpleaños – dice Kota.
- ¿Acaso no son ustedes los que me dicen que debería salir más de mi
despacho? – Pregunta mirándonos confundido.
- No tiene nada de malo que lo hagas, estamos muy sorprendidos y felices de
que te tomes un tiempo para descansar y despejar un poco tu cabeza de tantas
obligaciones – digo esbozando una sonrisa.
- Igual considero que es un poco exagerado hacer una fiesta para tan pocas
personas – dice Kota.
- Eso fue porque el príncipe Daiki no quería que el príncipe Ryosuke se
sintiera incómodo si había gente que no conocía - digo recordando aquella
conversación sobre la fiesta que había tenido con mi príncipe.
- Además tranquilo, la organicé de manera en que no quedemos en la
bancarrota cuando finalice – dice Hikaru orgulloso – aunque lo más costoso fueron
las rosas, pero no te preocupes por ello, eso fue por mi cuenta.
- Me sorprende tanta amabilidad con el príncipe de Ichigoland – dice Kota
mirándolo con curiosidad.
- Lo hice por el príncipe Daiki, porque fue muy amable de pedirme que lo
ayudara.
- Si tú lo dices…
- ¿Qué tanto murmuran ustedes? – Pregunta el Rey.
- Nada su majestad – decimos al unísono, llegando por fin al gran salón,
viendo a los chicos danzando alrededor de éste, sintiendo una ligera molestia
en todo mi ser al ver a mi príncipe bailando con aquel otro príncipe.
- Que no se te noten los celos - dice Kota cerca de mi oído.
- ¿Cómo puedes decirme eso cuando tu prometido está bailando con otro? ¿No
te dan celos a ti también?
- No, para nada, si Ryutaro quiere estar a mi lado lo decidirá él – dice
con una sonrisa, viendo como el recién nombrado deja a su pareja de baile para
acercarse a mi amigo con una amplia sonrisa de oreja a oreja.
*Yuya*
- Hermano viniste – dice Daiki acercándose junto con los demás presentes,
haciendo todos una ligera reverencia.
- No sean tan formales conmigo – digo con una amable sonrisa – esta fiesta
es para el príncipe Ryosuke, así que él tiene que ser el centro de atención.
- Muchas gracias su majestad, me conmueve tanta amabilidad de parte de
todos, pero tú eres la máxima autoridad en éste reino, así que como tal te
debemos respeto.
- Espero que estés disfrutando de ésta.
- Por supuesto que sí, todo es muy agradable.
- Me alegra escuchar eso – sonrío – nuevamente te digo que espero que
disfrutes de tu estadía.
- Claro que lo haré su majestad, muchas gracias – dice volviendo junto con
mi hermano a donde estaban antes para seguir bailando.
- Yo iré a comer – dice Kei seriamente, siendo acompañado por Hikaru.
- Su majestad ¿no piensa bailar? – Pregunta Yuri al quedar sólo nosotros
dos.
- ¿Quieres que bailemos? – Pregunto sonriente.
- Me encantaría – dice con una hermosa sonrisa adornando su rostro.
- De momento puedes seguir con lo que estabas haciendo y en un rato bailaré
contigo, quiero probar los bocadillos primero.
- Está bien su majestad, lo estaré esperando – dice reverenciándose antes
de retirarse y volver a como estaba antes con mi hermano Yuto.
Me encamino directamente hacia la mesa, tomando uno de los apetitosos
bocadillos para llevarlo a mi boca, maravillándome del delicioso sabor que
tiene, dirigiendo luego mi mirada hacia la pista de baile, en donde Kota ha
comenzado a bailar junto a su prometido, mientras que Hikaru y Kei me acompañan
en la mesa.
- ¿No piensan bailar ustedes también?
- Estoy algo cansado del trabajo en el campo – dice Hikaru, tomando una de
las sillas para sentarse.
- Y yo pues… No tengo ganas por ahora – dice Kei sin apartar la mirada de
la pista de baile.
- Yuri se ha convertido en un precioso jovencito – dice Hikaru mirando con
orgullo a su hijo, a lo que yo asiento levemente, posando mis ojos en él quién
sigue bailando con mi hermano, haciéndome sentir algo extraño – no sé si
debería decir esto, pero tal parece que el joven príncipe está interesado en
Yuri.
- ¿Eso crees? – Pregunta Kei sorprendido.
- Tal parece, pero también puedo estarme equivocando, estoy pensando en
hablar con él a ver si es cierto.
- No lo vayas a hacer si no estás completamente seguro.
- Sí, su majestad, por eso no lo he hecho todavía.
- ¿Y Yuri sabe algo? ¿Está interesado también? – Pregunto un tanto curioso.
- Si te soy sincero, creo que si está interesado en alguien, pero no creo
que sea el príncipe.
- Ya veo… - Susurro pensativo ¿Por qué debería de interesarme?
- Sea quién sea esa persona debería considerarse afortunada– dice Kei.
- Eso es verdad, Yuri es un chico asombroso y no lo digo porque sea mi hijo
– sonríe – ha traído mucha felicidad a este castillo.
- En eso tienes toda la razón – digo mirando enternecido al pequeño que
baila con una enorme sonrisa en su rostro. ¿Quién podría ser aquel que capta la
atención de Yuri? Suspiro profundamente sintiéndome algo extraño por esos
pensamientos que rondan por mi cabeza y de repente mi cuerpo comenzó a moverse
por sí solo y cuando quise darme cuenta, ya estaba en medio del salón, frente a
los dos jóvenes quienes se detuvieron para mirarme sorprendidos.
- ¿Necesitas algo hermano? – Pregunta Yuto con curiosidad.
- Siento si los interrumpo…
- No te preocupes – sonríe – justo estaba hablando con Yuri de cambiar de
parejas, Keito ha quedado solo y pues me da algo de pena verlo así – dice
mirando hacia el chico que está en una esquina del salón.
- ¿Entonces no hay problema si quiero bailar con Yuri?
- Claro que no – ríe divertido – de hecho él estaba esperando por ti.
- ¡Yuto! – Exclama Yuri avergonzado.
- Nos vemos en un rato – dice escabulléndose rápidamente hacía donde está
el solitario chico.
- ¿En serio esperabas por mí?
- Un poco… - Susurra desviando un poco la mirada.
- ¿Me concederías ésta pieza? – Pregunto extendiendo mi mano, siendo tomada
por la de él.
- Encantado su majestad – dice con una gran sonrisa, pudiendo notar un leve
color rosa en sus mejillas. En verdad que Yuri es un jovencito precioso – ¿Si
pudieron terminar con el trabajo de hoy?
- Sí, tu padre ayudó un poco – sonrío mientras comenzamos a movernos
lentamente – pero pudimos terminar a tiempo para venir aquí.
- Me alegro tanto – sonríe.
- Aunque he de decir que siempre que no estás me haces mucha falta – digo,
avergonzándome luego por decir aquello.
- Y en cambio yo no dejo de pensar en que quisiera poder ayudarte – ríe al
mismo tiempo que su sonrojo se intensifica un poco más.
- ¿Podríamos no hablar de trabajo al menos por lo que queda de la noche? –
Pregunto sosteniendo con un poco más de firmeza su cintura, mientras él asiente
animadamente sin borrar aquella bella sonrisa, haciéndome sentir completamente
a gusto a su lado.
*Daiki*
- Pensé que ibas a invitarlo a bailar – dice Ryosuke burlonamente mientras
seguimos bailando.
- Y en verdad quería hacerlo, pero se ve algo molesto – digo volviendo a
mirar hacia donde está él, con su ceño
levemente fruncido - ¿estará molesto por algo?
- ¿Por qué no le preguntas? Ustedes son muy cercanos ¿cierto?
- Lo somos, pero hay ocasiones en las que siento que él me evita, por
alguna razón.
- De igual manera pienso que deberías invitarlo a bailar a ver si cambia un
poco su semblante terrorífico.
- No digas eso, él no es terrorífico – digo inflando un poco mis cachetes –
él es una muy buena persona, es muy amable y atento.
- Si tú lo dices – suspira profundo.
- Que él no te haya mostrado su mejor faceta, no quiere decir que sea malo.
- Espero que en algún momento podamos acercarnos un poco más.
- Y de seguro lo harán, sólo dale tiempo – digo sonriente – así que por
ahora, seguiré tu consejo y le invitaré a bailar ¿Qué piensas hacer mientras
tanto?
- Pues… - Suspira – quisiera agradecerle al señor Hikaru por lo de la
fiesta, le invitaría a bailar, pero lo veo bastante agotado.
- Entonces vamos juntos – digo mientras lo tomo del brazo para dirigirnos
hacia la mesa en donde se encuentran ambos hombres.
- ¿Están disfrutando de la fiesta? – Pregunta el Señor Hikaru para luego
bostezar un poco, Ryosuke tiene razón, se ve muy cansado.
- Sí, ha quedado todo tal y como lo esperaba – sonrío – muchas gracias
señor Hikaru.
- No es nada príncipe – sonríe - ¿te gustaron las rosas?
- Sí, son hermosas – dice mi amigo sonriente.
- Bueno, los dejaré para que puedan hablar tranquilamente – digo yendo con
prisa hacía donde está el Kei, hablando con la señora Hitomi.
- Señor Kei – digo al llegar hacia donde está él, tomándolo del brazo
posesivamente, sonriendo al sentir el pequeño sobresalto que acaba de dar por
la sorpresa.
- Pri… Príncipe… ¿Sucede algo?
- Quiero bailar contigo – digo mirándolo con mis ojitos de cachorrito que
tanto he ensayado frente al espejo durante años.
- Pero… ¿No estabas ocupado con el príncipe Ryosuke?
- Sí, pero ya no – sonrío – quiero bailar contigo, por lo que resta de la
noche si es posible.
- Príncipe…
*Kei*
- Por favor, baila conmigo ¿sí? – Dice añadiendo un tierno puchero a su
hermoso rostro.
- Está bien, está bien – digo dejándome llevar por sus encantos – lamento
que nuestra conversación se viera interrumpida señora Hitomi.
- No pasa nada mi señor – sonríe dulcemente – ve a bailar tranquilo con el
príncipe.
- Muchas gracias señora Hitomi – dice mi príncipe antes de llevarme a la
pista de baile, en donde comenzamos a bailar de inmediato – Kei ¿por qué
estabas molesto hace un rato? Desde que llegaste tienes cara de pocos amigos.
- Lamento que me viera en un estado tan deplorable príncipe – río nervioso
– pero no estaba molesto, sólo un poco estresado por el trabajo de hoy – cosa
que en parte es verdad, pero obviamente no puedo decirle que estaba celoso de
verlo bailando con ese príncipe.
- Entonces ¿Ya te sientes mejor? ¿No estás enojado?
- Ahora estoy mucho mejor príncipe – sonrío completamente embelesado de
estar tan cerca de mi príncipe, teniendo en primer plano su bella sonrisa, la
cual hace que mi corazón se acelere y no desee nada más en estos momentos.
*Ryosuke*
- Quería agradecerte personalmente por lo de la fiesta – digo tomando
asiento a su lado – Daiki me dijo que le habías ayudado con ella.
- No podía negarme ante la petición del príncipe, se veía muy entusiasmado
– dice mientras da un gran bostezo, recostando su cabeza en mi hombro de
repente, haciéndome estremecer por tal cercanía.
- Hika…
- Sólo un par de minutos – dice con su voz totalmente cansada, mientras que
yo trato de no hacer ningún movimiento para no incomodarlo, notando luego que
se ha quedado profundamente dormido.
- ¿Tuviste un día muy agotador? – Pregunto más para mí mismo, acomodándonos
de manera en la que pueda recostar su cabeza sobre mí regazo y así verlo dormir
tan hermosa y plácidamente, mientras acaricio sus cabellos.
CONTINUARÁ...