Hola hola!!!!
Primero que todo muchas gracias siempre por todo su apoyo y sus bellos comentarios.
Me alegra saber que a pesar de las adversidades seguimos adelante y en espera de que las cosas mejoren.
También le deseo pronta recuperación a nuestro querido Hikaru y sé muy bien que los chicos serán pacientes, lo esperarán y apoyarán durante ese proceso.
Respondiendo a los comentarios de Yojhannah Tomatito, siempre tengo algo de temor al escribir historias con una gran diferencia de edad entre los personajes porque entiendo que a mucha gente les causa repelús el tema, más si se involucran niños, pero en lo personal, muchas cosas de las que escribo no están ligadas a mi moral y creencias. Es solamente un gusto que tengo al leer y escribir, aunque si creo que me pasé bastante en una parte de "Seduciendo a mi profesor" pero no se preocupen que en ésta historia todos van a crecer (?) También quiero decir que no soy muy fan de escribir en el celular, menos un fanfic, pero admiro mucho a la gente que lo hace, es una habilidad grandiosa, así que mucho ánimo con tus escritos!!!!
Y para terminar, aquí les dejo las edades de los personajes principales que han salido hasta ahora:
Kota 25 años
Hikaru y Kei 22 años
Yuya 20 años
Daiki 12 años
Yuri y Yuto 8 años
Ryutaro 5 años
Nos leemos en el mes siguiente!!!!
Capítulo 4
*Yuri*
- Co… ¿Cómo te llamas
pequeño? – Pregunta el rey luego de haberse quedado en silencio por unos
segundos, agachándose un poco para quedar a mi altura, permitiéndome apreciar
mucho mejor su hermoso rostro, sintiéndome inquieto ante aquello.
- Yu… Yuri… - Respondo
nerviosamente, ocultando mi rostro tras las ropas del señor Kota.
- ¿Yuri? Qué bonito
nombre – dice con una amable sonrisa – yo me llamo Yuya, es un gusto conocerte
– dice acercándome su mano.
- Yo… El gusto también es
mío… – digo acercando tímidamente mi mano a la suya, juntándolas finalmente,
recibiendo un tierno beso sobre ésta, haciendo que me estremezca un poco.
- ¿Puedo pedirte un
favor?
- Cla… Claro…
- ¿Puedes salir un
momento al pasillo? Necesito hablar con Hikaru y Kota en privado.
- Sí… Sí señor – digo
apartando mi mano de la suya rápidamente.
- Hitomi, por favor
permanece a su lado hasta que lo vuelva a llamar.
- Sí su majestad – dice
una señora acercándose a mí – ven conmigo pequeño, te mostraré el jardín – dice
dulcemente, volteo a ver al señor Kota y al señor Hikaru en busca de su
aprobación.
- Ve con ella – dice el
señor Hikaru sonriente, mientras el señor Kota asiente sin cambiar la expresión
seria de su rostro. Así que haciendo caso a la petición del rey, salgo de aquel
lugar junto con aquella señora, no sin antes hacer una reverencia ante los
presentes.
*Kota*
- ¡¿QUÉ HICIERON QUÉ?! –
Exclama nuestro rey y amigo completamente sorprendido, diría que casi en Shock.
- Lo… Lo que acaba de
escuchar su majestad – dice Hikaru nerviosamente.
- ¿Tienen idea de lo
peligroso que hubiese sido si algo salía mal?
- Lo entendemos su
majestad, pero no podía dejar a ese niño indefenso a manos de algún degenerado.
- ¿Y crees que los demás
presentes no pensaron lo mismo de ustedes?
- Pues quizás… pero eso
no me preocupa, lo importante es que pudimos salvar a Yuri del cruel destino
que le esperaba.
- Hikaru, yo sé que eres
alguien de buen corazón, pero inclusive en el pasado te acompañé un par de veces
a ese lugar y nunca te habías sentido conmovido ni siquiera por un niño.
- Pero es que ésta vez es
diferente…
- ¿Y qué es lo que lo
hace diferente?
- Siento que él es
especial – dice con firmeza.
- No será que… - Dice
mientras dirige su mirada hacia mí – ¿No será que ese niño es hijo tuyo Kota?
- ¡¿QUE?! ¡Claro que no!
– Exclamo molesto ¿por qué tienen que pensar eso?
- Bueno, es que ya sabes…
- ¿Podrían dejar de
pensar ambos que soy un pervertido e irresponsable? ¿Además por qué piensas eso
de mí y no de Hikaru?
- Es que míralo, es
Hikaru – dice con obviedad.
- ¡Oye! – Exclama el
recién nombrado con molestia – más respeto hacia tus mayores.
- Eso debería decirte yo
– digo con burla – además con la única persona que deseo tener hijos es con mi
amadísimo Ryutaro y si no es con él no sucederá.
- En todo caso, Kota no
es el papá, ni yo tampoco, pero…
- ¿Pero? – Dice el rey
expectante - ¿Qué intenciones tienen con ese niño?
- Queremos criarlo como
nuestro hijo, que viva aquí en el castillo, que sea educado a la par con los
príncipes, claro, si su majestad lo permite.
- ¿Eso es lo que quieren?
– Pregunta el rey con seriedad.
- Sí su majestad – digo
mirándolo fijamente – por favor permita que Yuri sea criado bajo nuestra
custodia, le prometemos que no causará ningún problema.
- Bueno, no parece ese
tipo de niño, igual si se trata de traviesos ya tenemos a Daiki – dice el rey
sonriente.
- Eso es verdad, es un
niño muy inquieto, pero también muy inteligente – dice Hikaru.
- Hitomi dijo que
llevaría al niño al jardín, tráiganlo de vuelta.
- ¿Eso quiere decir que
aceptas que se quede? – Pregunta Hikaru con ilusión.
- Sí, pero que no vuelva
a suceder – dice demandante.
- Muchas gracias su
majestad – dice Hikaru yendo a abrazarlo en agradecimiento.
*Yuri*
- ¡Es enorme! – Digo
mirando el jardín asombrado, tan verde y lleno de flores de muchísimos colores.
- ¿Te gusta? – Pregunta
la señora Hitomi con una amable sonrisa.
- Es precioso – digo sin
dejar de sonreír – me gustan mucho las flores, en mi antigua casa solía plantar
margaritas junto con mi mamá… - Digo en casi un susurro, sintiendo un dolor en
mi pecho, estaba tan concentrado en otras cosas que había olvidado por completo
a mis padres.
- ¿Qué te sucede querido?
– Pregunta la señora al verme llorar.
- Mamá y papá… - Digo
entre sollozos, siendo abrazado por ella.
*Hikaru*
- ¿Qué sucede? – Pregunto
al escuchar a Yuri sollozar, acercándome más a ellos, siendo de inmediato
abrazado por éste – ya mi niño ¿por qué lloras?
- De repente comenzó a
hablar de su madre y se puso a llorar – dice doña Hitomi preocupada por la
situación - Lamento si hice mal en traerlo acá.
- Tranquila doña Hitomi –
digo sonriente - éste pequeñín ha tenido que pasar por muchas cosas en tan poco
tiempo – digo alzándolo en brazos, acariciando suavemente su espalda para
tratar de calmarlo.
- Extraño a mi mami… -
Dice bajito.
- Lo sé mi niño – digo
con dulzura, me duele verlo en ese estado – está bien llorar cuando se
necesita, pero te tengo una muy buena noticia – digo viendo como el pequeño se
aparta un poco, todavía con sus ojos llorosos.
- Que… ¿Qué cosa?
- Que el rey ha aceptado
que te quedes con nosotros – digo felizmente.
- ¿De verdad? – Dice
comenzando a limpiarse las lágrimas con sus tiernas manitas.
- Claro que es verdad,
creo que le caíste muy bien – sonrío.
- El rey es muy bueno –
dice con un ligero sonrojo en sus mejillas, sorprendiéndome un poco por ello.
- ¿Ya te sientes mejor?
- Sí, un poco…
- Vamos nuevamente a
dónde se encuentra el rey, quiere hablar contigo – digo comenzando a caminar
hacia dicho lugar, cargando a Yuri entre mis brazos. Encontrándonos al llegar a
los dos príncipes mirándonos con curiosidad.
*Yuri*
- ¿Quiénes son? – Pregunto
en un susurro que sólo pudo escuchar el señor Hikaru.
- Son los hermanos del
rey, los príncipes Daiki y Yuto – responde también en un susurro cerca de mi
oído.
- Quiero bajar.
- A sus órdenes – dice
con una sonrisa, dejándome en el suelo con cuidado, encontrándome nuevamente
frente a frente con el rey.
- ¿Estuviste llorando? –
Pregunta con preocupación, acercándose para mirarme mejor – tienes los ojos un
poco rojos.
- Sí… - Respondo tímidamente,
bajando la mirada ante su cercanía.
- Kota me estuvo hablando
de lo ocurrido y me siento muy apenado por todo lo que tuviste que pasar, en
verdad lo lamento mucho – dice acariciando levemente mis cabellos.
- No tiene que
preocuparse por mí su majestad…
- Mi trabajo como rey es
el de velar por el bienestar de todos los habitantes de mi reino ¿si no puedo
hacer eso qué clase de rey sería? - Pregunta elevando mi rostro para que pueda
verlo fijamente, sonriéndome dulcemente.
- Me siento agradecido
por su amabilidad – digo desviando un poco la mirada, me siento un poco
nervioso ante su presencia.
- Con quienes tienes que
estar agradecido siempre es con Kota y Hikaru que han sido los que te han
sacado de ese lugar.
- Sí su majestad – digo
volteándome un poco para ver a mis salvadores, no me alcanzará la vida para
agradecerles todo lo que han hecho por mí.
- ¿Ya podemos acercarnos?
– Pregunta el niño más grande, rompiendo el ambiente que se había creado entre
el rey y yo.
- No seas impaciente
Daiki – dice el rey con un poco de molestia – por favor, cuando crezcas no seas
como él – dice bajito - quiero presentarte a mis hermanos, ellos a partir de
hoy serán tus compañeros en éste castillo – dice haciendo señas para que se
acerquen, cosa que hicieron de inmediato, apoyando sus curiosas miradas sobre
mí.
- Yo soy Daiki, encantado
de conocerte – dice el más grande con una gran sonrisa.
- Y yo soy Yuto – dice el
menor también sonriente - ¿Cómo te llamas?
- Mi nombre es Yuri.
- ¿Qué edad tienes? –
Pregunta el mayor.
- Ocho años – respondo.
- Tenemos la misma edad –
dice el menor con alegría.
- ¿Es verdad eso de que
eres hijo de Kota y Hikaru? – Pregunta el chico llamado Daiki, mirándome
expectante.
- ¡DEJEN DE DECIR COSAS
EXTRAÑAS! - Exclaman los recién nombrados con molestia.
- Ni en mis peores
pesadillas quisiera tener hijos con alguien como él – dice el señor Hikaru
asqueado.
- Lo mismo pienso – dice el
señor Kota – no es nuestro hijo de sangre, pero a partir de hoy será parte de
nuestras familias, así que os ruego que puedan llevarse bien.
- Puedes confiar en ello –
dice Daiki – aunque veo que el más emocionado por el nuevo integrante es Yuto.
- Vamos a ser amigos por
siempre – dice Yuto con emoción mientras toma mis manos y da pequeños saltitos –
¿podemos ir a jugar? – Pregunta mirando con súplica al rey quién lo mira con
ternura.
- Está bien, pero
recuerden venir a tiempo para la cena – dice dedicándole una sonrisa a su
hermanito – hoy la cena será en honor al pequeño Yuri – dice fijando su mirada
en mí, siendo arrastrado de inmediato por Yuto hacia algún lugar del castillo.
*Hikaru*
Al llegar la hora de la
cena no pude evitar sentirme aliviado de ver a Yuri tan contento al lado de los
príncipes, conversando sobre por qué a éste no le gustan las berenjenas, riendo
todos los presentes al ver su rostro arrugarse al verlas tan de cerca. Pensando
en que todo esto hará mucho más fácil el que se adapte rápidamente a su nueva
vida en éste reino.
- Por cierto ¿dónde va a
dormir Yuri? – Pregunto tiempo después de terminada la cena al ver al príncipe
Yuto y a Yuri cabeceando por el sueño que tienen.
- Pues lo de menos es que
se le asigne una habitación, pero pienso que lo mejor es que por ahora duerma
contigo, bueno, si no tienes algún problema con ello – dice el rey.
- No hay ningún problema,
de hecho justo estaba pensando en lo mismo, el pobrecillo ha tenido que pasar
por tanto, no quiero dejarlo solo al menos por un tiempo – digo tomando al
pequeño Yuri en brazos, mientras el rey hace lo mismo con su hermano más
pequeño.
Nos despedimos de camino
a nuestras habitaciones, siendo acompañado al final por Kota, ya que su cuarto
queda seguido al mío, entrando a éste y acomodando a Yuri sobre mi cama, cobijándolo
con mucho cuidado de no despertarlo.
- Parece un angelito –
digo sonriente.
- Lo es – dice Kota
acariciando los cabellos de éste – si ocurre algo no dudes en avisarme.
- No va a pasar nada –
digo entre risas, es gracioso verlo como un padre preocupado – pero tendré en
cuenta tu propuesta.
- Buenas noches – dice mientras
hace una pequeña reverencia, la cual correspondo de la misma manera, viéndolo
salir de mi habitación.
CONTINUARÁ...