Hola hola a tod@s!!!!
En el día de hoy les traigo por fin el capítulo 15 de éste serial!!!!
Que como ya he dicho en publicaciones anteriores, ya está en su recta final, pero de aquí a que termine todavía falta X'D Por ahí durante el transcurso del primer semestre del 2021, todavía quedan cosillas por aclarar de esta historia.
Pero lo que más me tiene pensando es cuál va a ser el serial que vendrá al terminar éste, estoy entre 2 opciones que todavía no me decido, pero lo comentaré en otro momento.
También quiero invitarlos a que lean un mini serial en el que estoy trabajando, de la pareja Leorio x Kurapika o Leopika para los amigos (?) Éste contará con sólo 6 capítulos y he publicado el primero hace poco, espero puedan leerlo y me encantaría saber sus opiniones, les dejaré el link al final de éste capítulo.
Muchas gracias a todos por sus lindos comentarios, en verdad no saben lo feliz que me hace leerlos, me motivan muchísimo a traerles más historias!!!!!
Y como siempre éste fic está dedicado a Yojhannah Tomatito!!!!
Capítulo
15
*Yuri*
-
Muchas gracias por haberme invitado Fujigaya-san – digo al estar ya ambos fuera
de la cafetería. Había comenzado de repente a llover y tuvimos que esperar a
que escampara para salir.
-
Es todo un placer Yuri, de vez en cuando es bueno distraerse y tener una charla
amena con alguien.
-
La verdad es que era algo que necesitaba – sonrío – hablar contigo me ha
sentado muy bien.
-
Me alegra mucho escuchar eso y no dudes en hablar conmigo cuando lo necesites –
dice tomando mi mano – para mí siempre será un gusto escucharte – dice besando
dulcemente el dorso de ésta.
-
Muchas gracias…
-
Yuri, mi amor – dice Yuya apareciendo de repente, apartándome de Fujigaya-san
con algo de brusquedad.
-
Yuya, no esperaba verte hoy – digo sintiéndome un poco nervioso por el ambiente
algo tenso que se está formando.
-
Sólo pasaba por aquí y te vi salir de ésta cafetería, así que vine a saludarte
– dice besando mi mejilla, tomándome entre sus brazos.
-
Es grato verlo nuevamente Takaki-san – dice Fujigaya-san haciendo una pequeña
reverencia.
-
Ojalá pudiera decir lo mismo – dice con una sonrisa burlona, haciendo que la
tensión incremente.
-
Sólo trataba de ser amable – responde sonriente - bueno, tengo que irme, fue
realmente genial pasar la tarde contigo Yuri – dice mirándome con cierta
ternura - espero volvamos a vernos
pronto.
-
Sí – respondo nerviosamente, viendo cómo Fujigaya-san se aleja de nosotros
rápidamente.
*Fujigaya*
-
Ese tipo no me agrada – digo caminando rumbo a la estación de policía – puede
ser muy el novio de Yuri, pero no tiene ningún derecho de tratarlo así tan
bruscamente.
-
¡Fujigaya-san! ¡Fujigaya-san! – Exclama uno de mis oficiales corriendo
rápidamente hacía donde estoy.
-
Nikaido-san ¿Pasó algo? – Pregunto preocupado al ver su rostro completamente
pálido.
-
Han aparecido los cuerpos de las dos mujeres desaparecidas.
-
¿En dónde?
-
En las cercanías del río – dice con voz agitada – ya han sido enviados algunos
de nuestros hombres al lugar liderados por Miyata-san.
-
Me parece perfecto ¿Ya le avisaron a los cazadores?
-
Sí señor y ya van en camino al lugar.
-
Muy bien, entonces vamos.
*Yuri*
-
¿Qué tanto estabas haciendo con él Yuri? – Pregunta mi novio comenzando a caminar
mientras me toma del brazo.
-
Sólo me invitó a merendar – digo viendo su rostro expresando una gran molestia,
llevándome en seguida a la entrada de lo que parece ser un hotel, entrando de
inmediato a éste y pidiendo una habitación para los dos. Sintiendo algo de temor
al verlo así tan enojado, es la primera vez que lo veo de esa manera.
-
¿Estás seguro de que ese hombre no tiene segundas intenciones contigo? –
Pregunta al estar ya dentro de la habitación, comenzando a desvestirme y a
besar mi cuello con fiereza.
-
¿Pero qué dices? Fujigaya-san es un amigo de la familia – digo dejándome hacer
por él, notando que ya estoy completamente desnudo y sobre la cama.
-
Mi Yuri – dice acomodándose entre mis piernas al estar también desnudo,
sintiendo su miembro completamente duro rozar con el mío, sacándome un fuerte
gemido – me molesta tanto que otros hombres de cortejen – dice besando mis
labios – que aprecien lo hermoso y gentil que eres.
-
Yuya… - Doy un quejido de dolor al sentir un par de sus dedos dentro de mí –
du… duele…
-
Ya pronto pasará – dice besando mis labios de manera demandante, acariciando mi
cuerpo con intensidad, sintiéndolo realmente molesto, pero no puedo hacer más
que corresponder.
*Daiki*
-
Esto es terrible – digo al bajar del carruaje junto a mis amigos, viendo a la
distancia los dos cuerpos inertes en la orilla del río, uno de los habitantes
del pueblo dio aviso a la policía al encontrarlos mientras pescaba.
-
No entiendo esa manía de esos tipos de dejar los cuerpos a la orilla del río –
Dice Hikaru.
-
Esto se nos está saliendo de las manos – dice Ryosuke chasqueando la lengua.
-
En verdad lo siento – digo bajando la mirada - por no poder ser de ayuda
-
No te preocupes Daiki, tú nos has ayudado muchísimo – dice Keito – es sólo que
estos miserables son astutos y las condiciones en las que se encuentran los
cuerpos no son las más favorables.
-
Demasiado, no dudaría en que saben el buen olfato que tiene Daiki y tratan de
ocultar su olor con otra cosa – dice Ryosuke.
-
Es lo más probable – dice Hikaru, acercándonos a dónde se encuentran los
cuerpos, quedando a pocos metros de éstos.
-
Chicos, los estábamos esperando – dice Miyata-san acercándose a nosotros.
-
Lamentamos un poco la demora – dice Ryosuke.
-
No se preocupen – dice Miyata-san sonriente.
-
¿Y Fujigaya-san? – Pregunta Ryosuke.
-
Ya debe estar viniendo para acá – responde Miyata-san – bueno, al parecer no
tendremos que esperar tanto por él.
-
¡Siento mucho la tardanza! – Exclama a lo lejos Fujigaya-san corriendo hacia
nosotros – se me presentó algo importante y pues no podía dejarlo pasar – dice jadeante,
buscando recuperar el aire perdido.
-
Tranquilo, acabamos de llegar – respondo.
-
¿Han averiguado algo sobre las víctimas? – Pregunta dirigiéndose a Miyata-san.
-
Pues sus apariencias concuerdan con las descripciones de las dos mujeres
desaparecidas dadas por sus familiares.
-
Entonces no hay duda de que son ellas – dice Fujigaya-san preocupado.
-
Lamentablemente así parece – dice Miyata-san.
-
Por favor manda a uno de nuestros hombres para que vaya a darle aviso a los
familiares para que más tarde vayan a reconocer los cuerpos a la morgue.
-
Sí señor – dice Miyata-san haciendo una reverencia, para luego retirarse.
-
Al parecer no llovió por éste lado – dice Keito – eso es muy conveniente para
Daiki.
-
Lo es, pero primero hay que ver en qué estado se encuentran los cuerpos, de
estar completamente descompuestos no servirá de nada.
-
Eso es cierto – dice Keito apenado.
-
¿Podemos ver los cuerpos? – Pregunto a Fujigaya-san.
-
Por supuesto, había dado órdenes de que si los encontraban esperaran a que
ustedes lo revisaran para hacer el levantamiento de estos.
-
Me parece bien – digo caminando rápidamente hacia los cuerpos, viendo que éstos
no se encuentran en tan mal estado.
-
Pareciera que hubiesen muerto hace unas cuantas horas – dice Fujigaya-san.
-
Son unos asquerosos – dice Ryosuke, viendo con repulsión la escena, en la que
los signos de violación y tortura se hacen demasiado visibles.
-
Ni que lo digas… - Dice Hikaru con pesar.
Me
agacho lentamente para estar más cerca de los cuerpos, sintiéndome de lo peor
al pensar que si ya los hubiéramos encontrado estas chicas inocentes no
hubiesen pasado por tan cruel destino. Acerco mi rostro hasta quedar a pocos
centímetros del primer cuerpo, percibiendo por primera vez un olor distinto a
las veces anteriores un suave y sutil olor a vainilla.
-
¿Percibiste algo? – Pregunta Keito curioso.
-
Un olor a vainilla – digo todavía sorprendido del descubrimiento.
-
Posiblemente ese es el olor que usa para camuflarse – dice Ryosuke serio.
-
¿Y el otro cuerpo? – Pregunta Fujigaya-san.
-
Ya lo reviso – digo poniéndome de pie, acercándome de la misma manera al
segundo cuerpo, sintiendo un escalofrío al percibir ese olor que últimamente me
mantiene desconcertado, levantándome rápidamente del miedo comienzo a sentir.
-
¿Qué sucede Daiki? – Pregunta Keito preocupado.
-
Sí ¿qué sucede? Te has puesto pálido – Dice Hikaru.
-
¿A qué huele? – Pregunta Ryosuke.
-
A lavanda – digo casi en un susurro.
-
¿No te gusta ese olor? – Pregunta Hikaru.
-
Hikaru, no es momento de bromear – regaña Ryosuke.
-
Lo siento – dice avergonzado.
-
Es que… - titubeo un poco, podría ser una simple coincidencia, pero algo dentro
de mí dice que no lo es – ¿Podemos volver al pueblo? necesito encontrar a
alguien.
-
¿A quién? ¿Qué pasa? – Pregunta Keito.
-
A Yuri, necesito hablar con él.
-
¿Qué tiene que ver Yuri con todo esto? – Pregunta Ryosuke preocupado.
-
Se los contaré más adelante – digo tratando de tranquilizarme – pero primero
que todo debemos de encontrarlo – digo caminando hacia el carruaje que nos
espera.
-
Voy con ustedes – dice Fujigaya-san – antes de venir me encontraba con él y
aunque prometí no decir nada, si tengo que decirles algo importante.
-
Hablémoslo en el carruaje – dice Ryosuke subiendo a éste, tengo los nervios
completamente de punta y rezando porque no sea lo que estoy pensando.
*Yuya*
-
Lamento mucho si llegué a lastimarte – digo besando dulcemente su espalda.
-
No te preocupes, no estoy molesto contigo – dice sin voltear a verme.
-
Yuri, te amo demasiado y el pensar que pueda perderte me vuelve loco.
-
Yo también te amo y mucho, pero no deberías de dudar así de mí.
-
No pude evitar sentirme así, menos al ver cómo ese hombre te mira – digo
acariciando sus piernas por debajo de las sábanas. De tan sólo pensar que Yuri
pueda ser de otro me molesta, no quiero dárselo a nadie más.