Lamento el retraso pero es que estaba de viaje y en éstos primeros días estaba resolviendo pendientes que tenía, pero ya estoy aquí de vuelta con un capítulo más de su serial favorito 💘
Aquí las cosas comienzan a desenvolverse un poco más 😉
Espero les guste y muchas gracias por todo el amor y los comentarios 😘
Y cómo siempre éste fic está dedicado a Yojhannah Tomatito 💕
Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan
Capítulo
5
*Yuri*
Al
entrar a casa, corro rápidamente hacia mi habitación, con mi corazón tan
acelerado como una locomotora. Sin duda había pasado la mejor tarde de mi vida
y junto a alguien que hacía que mis sentimientos salieran a relucir al estar
cerca de él.
-
Yuya – sonrío al recordar el roce de sus labios con los míos, el cómo me
rodeaba con sus brazos, haciéndome sentir tan pequeñito pero a la vez tan
protegido, tan amado.
Voy
hacía el espejo para mirarme en él, sonrojado hasta el último rincón de mi
cuerpo, todavía no puedo comprender todo lo que está pasando, pero me gusta.
*Ryosuke*
-
No puede ser… - Digo sintiendo un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.
-
¿Dónde? – Pregunta Keito preocupado.
-
No llegó a casa al salir de la escuela, la policía ha interrogado a todos sus
compañeros de clase pero ninguno da razón de ella – Dice Hikaru.
-
Y en situaciones cómo en la que estamos no es lo más prudente pensar que se ha
escapado con un noviecito – Dice Keito.
-
Preferiría que fuera eso – digo sintiéndome un poco mareado por la angustia.
-
La policía ya está haciendo su parte, es mejor comenzar nosotros con la nuestra
antes de que ocurra alguna tragedia – Dice Hikaru.
-
¿Pero dónde comenzar a buscar?
-
Esa es una gran pregunta, si tuviéramos a Dai…
-
¡No lo nombres! – Exclamo molesto.
-
Ryosuke no creo que sea momento de rivalidades con tu hermano ¡esto es muy
serio! – Dice Hikaru molesto.
-
Pues si no te gusta puedes irte – digo completamente molesto, saliendo de la
oficina.
*Keito*
-
¿Por qué las cosas tienen que ser así? – Pregunta Hikaru.
-
Hay heridas en el corazón que son imposibles de borrar Hikaru.
-
Entiendo todo lo que ha sufrido Ryosuke, pero estamos hablando de la vida de
personas inocentes.
-
Igual Daiki no está aquí y si lo estuviera nuestro jefe no lo va a permitir,
así que no tenemos de otra que hacer todo por nuestra cuenta – digo dando un
suspiro.
-
¿Pero no te parece injusto todo esto?
-
Sí, pero si no queremos ocasionar una guerra entre nosotros es mejor hacerle
caso.
-
Siempre eres muy condescendiente con Ryosuke.
-
Sólo quiero que no sufra más de lo que lo ha hecho.
-
¿Pero las víctimas? ¿Ellas no tenían derecho a ser felices también?
-
Ya encontraremos una solución a todo y espero que sea pronto – digo dándole una
suave palmada en el hombro.
*Yuya*
-
Veo que ya te estás divirtiendo – digo al entrar a la habitación de mi
compañero, luego de escuchar unos gemidos provenientes de ésta, el cual penetra
fuertemente a la hermosa chica debajo de él,
-
¿No crees qué es preciosa? – Pregunta sonriendo pícaramente sin dejar de hacer
lo suyo.
-
Es muy bonita – digo sentándome a un costado de la cama.
-
¿No quieres acompañarnos? – Pregunta lamiendo la mejilla de la chica.
-
No estoy interesado.
-
¿Es por ese niño? – Sonríe con malicia – parece que te ha cambiado mucho.
-
Después de probar sus labios ningún otro que pudiera besar podría compararse
con ellos.
-
No puedo creer que seas así de romántico.
-
¿Por qué te sorprende?
-
Porque nunca te vi realmente interesado románticamente en alguien.
-
Yuri es un caso especial, me enloquece su sola existencia – sonrío – si no me
hubiese contenido hoy ya estaría envuelto con él entre las sábanas – me muerdo
el labio de tan solo pensarlo - ¿Ya vas a acabar? Tengo mucha hambre.
-
Ya falta poco… - dice dando las últimas embestidas antes de correrse dentro de la
joven quién gemía extasiada – te encanta arruinarme la diversión – dice
saliendo de ella.
-
Creo que ya te divertiste demasiado – digo viendo los moretones en el cuerpo de
la chica.
-
Ha perdido la razón – ríe dejándola tirada en la cama.
-
Me parece bien, no me gustan los gritos – digo mordiendo su cuello
salvajemente, succionando la sangre que corre por su cuerpo.
*Daiki*
-
Pensé que no ibas a insistir más después de lo que hablamos ayer – digo
sentándome en mi sitio en el tren, que casualmente coincide con el del lado del
jefe de la policía.
-
He de decir que soy un hombre impaciente – sonríe – y más con lo de la
desaparición de ayer.
-
¿Ha desaparecido otra chica? – Pregunto preocupado.
-
Ayer en la tarde, estas son las horas y todavía no ha aparecido – suspira – así
que espero tu respuesta y en lo posible que sea ahora mismo – dice serio.
-
Aceptaré su propuesta, pero por favor, por nada en el mundo Ryosuke debe de
enterarse que los estoy ayudando.
-
Cuentas con mi total silencio y me alegra mucho que hayas tomado la decisión
correcta.
-
Sólo quiero que acabe todo esto de una buena vez y que no hayan más víctimas.
-
Yo también lo deseo.
*Yuri*
-
¿Ryosuke no llegó anoche? – Pregunto al ver que no está en la sala del comedor
para desayunar como todos los días.
-
No, Joven Yuri – dice la sirvienta sirviéndome el desayuno.
-
De seguro tiene mucho trabajo – digo tomando un poco de jugo.
-
¿Hoy vuelve el Joven Daiki cierto?
-
Sí, voy a ir a recibirlo a la estación – digo sonriente.
-
¿Podría hacerme un favor Joven Yuri?
-
Claro – respondo sonriente.
-
¿Podrías llevarle éstas galletas? Son las favoritas del Joven Daiki.
-
Estará muy feliz de probarlas – digo tomando la bolsita en dónde se hallaban y
las meto de una vez a mi bolso.
-
Muchas gracias Joven – dice ella sonriente.
Luego
de desayunar salgo rápidamente de la casa para tomar un carruaje que fuera
directo a la estación del tren, llegando a ésta justo a tiempo para ver a mi
hermano bajar del tren de dónde venía, junto a un hombre que se me hace
conocido pero no logro recordar de dónde.
-
¡Yuri! – Exclama mi hermano desde lo lejos, a lo que yo corro hacía él,
fundiéndonos en un amoroso abrazo.
-
Me hiciste mucha falta Daiki – digo alegremente.
-
A mí también – dice abrazándome con más fuerza.
-
Un gusto verte Yuri – dice aquel hombre con una hermosa sonrisa.
-
Tú eres…
-
Creo que nunca nos hemos presentado – sonríe – yo soy el jefe de la policía,
Fujigaya Taisuke.
-
Es un gusto – digo sonriente, separándome de mi hermano para darle la mano.
-
Yuri…
-
¿Sí?
-
¿Has cambiado tu perfume?
-
¿Eh? No ¿Por qué?
-
Es que hueles mucho a Lavanda.
-
No sé – lo miro confundido – en la escuela hay un sector dónde hay flores de
lavanda y pues quizás se me pegó el olor de éstas – digo pensativo.
-
No te preocupes – sonríe – sólo me pareció curioso.
-
Por ahora me tengo que retirar – dice Fujigaya-san – en un momento te haré
llegar toda la información en la iglesia.
-
Gracias – dice mi hermano.
-
Fue un gusto conocerte Yuri, espero que nos volvamos a ver pronto.
-
Sí señor – respondo alegremente.
-
Nos vemos – dice con una sonrisa y haciendo una reverencia se va alejando de
nosotros, perdiéndose entre la multitud.
-
¿Cómo te fue en el viaje? – Pregunto comenzando a caminar junto a mi hermano
por la estación.
-
Me fue muy bien, de hecho he traído varios regalos para ti.
-
Gracias – sonrío – por cierto, Keiko-san te ha mandado éstas galletas – digo
sacando la bolsita de mi bolso.
-
Dile que muchas gracias – dice probando alegremente una de ellas.
CONTINUARÁ...