He querido traerles una sorpresa hoy y se trata del primer capítulo de mi nuevo serial que llevará por nombre "Amor Carmesí"💖
Estoy muy feliz de traerles por fin ésta historia, ya que lleva muchísimos años en mi cabeza, inclusive desde antes de publicar mi primer Fanfic, pero siempre lo estuve posponiendo hasta que por fin llegó el día de sacarlo a la luz💪
Espero que les guste y de una vez les digo que éste será muy diferente a todo lo que he publicado antes y pues éste fic se lo dedicaré a Yojhannah Tomatito 💗
Tema: Amor Carmesí
Extensión: Serial
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan
Capítulo 1
-
“El día que yo muera ¿Qué harás? – pregunté, mirando fijamente al ser que
estaba delante de mí, me miró tan dulcemente y luego de besar mi frente
respondió:
-
Dejaría de existir en el mismo instante en el que cierres tus ojos para no despertar
jamás”
Otra vez ese sueño, el
mismo de todos los días, despierto empapado por un sudor frío, no pudiendo evitar
que mis lágrimas salgan al recordar aquello, su ausencia me mortifica, pero ya
no puedo hacer nada, sólo me queda esperar morir para ver si aunque sea en la
eternidad volvería a estar junto a él, pero solo sabe Dios cuándo me llegará la
hora, aunque ya prácticamente estoy muerto en vida.
*Yuri*
Me despierto al sentir
los rayos del sol sobre mi rostro, sonriendo al recordar que el día de hoy no
tengo que ir a la escuela, así que aprovecharía para salir y visitar a mí
hermano Daiki. Me voy rápidamente al cuarto de baño y luego de ponerme la ropa,
bajo a desayunar, encontrándome con mi hermano Ryosuke, que ya está sentado en
su asiento habitual.
- Buenos días – digo al
entrar a la sala del comedor, sentándome de inmediato sobre la silla que me
corresponde, al mismo tiempo que una de las empleadas pone mi desayuno sobre la
mesa.
- Buenos días, Yuri –
responde mi hermano - ¿Para dónde vas tan temprano? Que yo sepa, hoy no tienes
clases.
- Iré a visitar a Daiki y
luego a dar un paseo por ahí – respondo.
- Pero si ya lo visitas
todos los días, por un día que no vayas no creo que pase algo – dice con algo
de molestia.
- Si él viviera con
nosotros no tendríamos este problema.
- Pues él es el problema
– dice levantándose de su asiento – procura no llegar muy tarde, he escuchado
que han desaparecido personas últimamente.
- No te preocupes, sé
cuidarme solo.
- Lo digo por si acaso –
dice finalmente saliendo de la sala, dejándome solo.
Después
de desayunar salgo de la casa, respirando el aire fresco de la mañana, hace un
buen tiempo para caminar y no dudo en hacerlo. Desde que tengo uso de razón he
vivido siempre en éste pueblo, mis padres murieron cuando tenía cinco años,
quedando a cargo de mis hermanos mayores Daiki y Ryosuke, ambos son mellizos y
diez años mayores que yo, pero por alguna razón que desconozco aún, ellos están
peleados y realmente son pocas las veces en las que nos reunimos los tres, pero
cada vez que intentamos hacer una reunión termina entre golpes e insultos.
Sonrío
al ver que ya estoy cerca de mi destino, así que entro apresuradamente a ese
lugar completamente lleno de gente, buscando un lugar en donde sentarme, pero
es realmente inútil, así que tengo que quedarme de pie hasta que de por
finalizada la ceremonia.
-
¡Yuri! – Grita mi hermano al verme después de que la mayoría de la gente se ha
ido, para luego abrazarme fuertemente, él siempre es así de cariñoso conmigo.
-
Lamento haber llegado tarde a la misa – digo en modo de disculpa.
-
No te preocupes, de que hayas venido es lo importante – dice revolcando mis
cabellos.
-
Creo que ser el hermano menor del Sacerdote del pueblo no es garantía de que
llegue siempre temprano.
-
No sabes lo mucho que me alegra que vengas.
-
Lo haré todos los días sin falta, aunque preferiría que volvieras a vivir con
nosotros – digo haciendo puchero.
-
Ya sabes que eso es imposible, no quiero que vivas en un ambiente de guerra.
-
¿Por qué se odian tanto?
-
Eso es algo que no te puedo responder.
-
Los dos siempre me dicen lo mismo – digo desilusionado.
-
Es sólo un problema entre nosotros dos y no tienes nada que ver con eso.
-
Está bien – respondo con resignación.
-
¿Ya desayunaste?
-
Sí, antes de venir lo hice, aunque no me importaría merendar algo – digo
sonriente.
-
Entonces ayúdame a limpiar la iglesia y vamos a la cafetería que queda cerca,
venden unos postres riquísimos.
-
Claro que sí – digo sin dejar de sonreír, quiero tanto a mi hermano, el mayor
de los tres, comenzando a limpiar junto con éste, con la ayuda de su
monaguillo, Ryutaro.
-
Ryu-chan, si viene alguien dile que estaré aquí de nuevo al medio día.
-
Sí, Padre.
-
¿Quieres que te traiga algo?
-
No, así está bien, que la pasen bien – dice haciendo una reverencia.
-
Entonces vámonos – dice mi hermano, yendo ambos a la cafetería.
Mi
hermano tenía razón, los postres son deliciosos y el café exquisito, nos
quedamos hablando por un buen rato, hasta que llegó la hora de volver a la
iglesia, quedando mi hermano en ésta, ya que tenía muchos compromisos que
atender, nos abrazamos y después de despedirnos, seguí con mi camino.
Almorcé
en mi restaurante favorito y me pasé toda la tarde en la Biblioteca, me encanta
el silencio que habita en ésta y por eso es de mis lugares preferidos para ir
en mis días libres. Al ver que ya se ha hecho de noche, tomo prestados unos
libros que necesito y me dispongo a salir, tengo que llegar temprano o mi
hermano Ryosuke se molestará.
-
Disculpa, se te cayó esto – escucho a alguien hablar detrás de mí, así que
volteo para verlo, quedando totalmente embelesado por lo hermoso que es.
-
¿Eh?
-
Que se te cayó esto – sonríe nuevamente mostrándome el libro que tenía en su
mano.
-
Gra… gracias – digo entrecortadamente, tomando el libro rápidamente ¿por qué me
comporto así?
-
Debes tener más cuidado, perder un libro es algo terrible – sonríe.
-
Si y más cuando el encargado de la Biblioteca es un monstruo – río nerviosamente
– muchas gracias – digo haciendo una reverencia, dispuesto a salir de allí.
-
Espera, no me has dicho tu nombre.
-
No creo que sea necesario que te lo diga.
-
¿Por qué? – Pregunta curioso - quizás nos volvamos a ver en algún momento –
dice sonriente, haciéndome sentir cierto escalofrío.
-
¿Eres nuevo en el pueblo? Jamás te había visto.
-
Si, llegué hace dos meses – sonríe - no evadas mi pregunta, me encantaría saber
el nombre de tan precioso muchacho – dice haciendo que me sienta más nervioso
de lo que estoy.
-
Arioka Yuri, ese es mi nombre.
-
Takaki Yuya, espero verte pronto, Yuri – dice tomando mi mano, dándole un
delicado beso, acto que me hace sonrojar demasiado.
-
Yo… yo también – digo nerviosamente, saliendo casi corriendo de la Biblioteca.
Camino
lo más rápido que puedo, sintiendo como mi corazón late rápidamente,
sintiéndome un estúpido por sentirme así con alguien que acabo de conocer y del
que no sé absolutamente nada a excepción de su nombre. Llego a casa con la
respiración agitada, siendo recibido por mi hermano.
-
Pensé que ya no ibas a llegar, iba a salir a buscarte – dice molesto.
-
Pero tampoco es que sea muy tarde – digo mirando el reloj, son las 8:00 p.m.
-
Mejor vete a dormir que mañana tienes que ir a clases – dice subiendo las
escaleras, entrando a su habitación.
-
Si, mamá – digo de manera burlona.
Subo
hasta mi habitación, quitándome la ropa para darme un relajante baño y después
ponerme mi pijama, acostándome sobre mi cómoda cama, teniendo solo un
pensamiento en mi cabeza.
-
Takaki Yuya…
CONTINUARÁ...