Se acabó septiembre y no publiqué pero aquí les dejo el nuevo capítulo 😅
Muchas gracias por los bonitos comentarios y por querer tanto éste fic, lo hago con mucho cariño y en lo personal adoro mucho escribirlo.
Espero les guste 💕
Y como siempre éste es dedicado a mi querida amiga Mari 💟
Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan
*Yuto*
- Yuto – dice Ryosuke
abrazándose un poco más a mi cuerpo, tan desnudo como el suyo.
- Dime – digo mientras
acaricio sus cabellos.
- He estado pensando…
- ¿En qué?
- En que nunca he visto a
la amante de mi papá.
- ¿¡Eh!?– Exclamo
apartándome un poco de él.
- ¿Por qué reaccionas
así? ¿Acaso sabes algo?
- No, es que… ¿A qué
viene eso?
- Es que desde que estoy
aquí no he visto nada fuera de lo normal.
- ¿A qué te refieres?
- A que siempre que sale
mi papá es con mi tío Subaru, de hecho, casi todo el tiempo está con él.
- Pero si así ha sido
siempre.
- Lo sé, pero pensé que
se había divorciado de mi mamá por otra mujer y no veo que salga con alguna.
- A lo mejor y tu papá
haya tenido otras razones – digo un poco nervioso, creo que todavía no es
momento para decirle la verdad, aunque pienso que hay que persuadirlo poco a
poco – pero si llegase a estar con otra persona más adelante… ¿lo aceptarías?
- Pues depende de quién
sea la persona.
- Y si hipotéticamente
esa persona fuera…
- ¡Yuto! ¡Ryosuke! ¿Están
aquí? – Interrumpe mi tío Ryo al otro lado de la puerta.
- Sí señor – decimos
ambos al unísono levantándonos rápidamente de la cama y vistiéndonos con la
misma velocidad.
- ¿Necesitas algo papá? –
Pregunta Ryosuke al abrir la puerta.
- Lo siento ¿interrumpí
algo?
- No, ya terminamos lo
que estábamos haciendo – dice mostrando un adorable sonrojo en su rostro –
haciendo la tarea… ¿Sucede algo?
- Es que Subaru y yo
hemos traído algo de cenar y ya que estamos todos podemos hacerlo juntos – dice
sonriente.
- Claro papá ya en un
momento bajamos.
- No demoren mucho – dice
para luego dejarnos solos nuevamente.
- Menos mal papá no es de
los que abren la puerta sin preguntar antes – suspira aliviado.
- Bajemos antes de que se
enoje – digo tomando su mano, bajando hasta la cocina.
*Maruyama Ryuhei*
- Veo que te divierte
hacer esto – digo mirándolo con ternura – a Daiki le aburre mucho hacer esto,
por eso no insisto en que me ayude.
- Me pasa igual con el
trabajo de mi papá, en esos casos lo ayuda Kei – dice apartando su mirada de
los exámenes para verme.
- ¿Te gustaría ser
maestro?
- Me encantaría, pero me
gustaría serlo de música.
- No sabía que te gustara
la música – digo sorprendido.
- Creo que lo he heredado
de mi papá, él toca la trompeta, mi hermano el piano y yo la guitarra – dice
felizmente, haciéndome recordar la que habíamos ido a comprar juntos, la que
había escogido yo para él y la que no había tenido tiempo de preguntar si
todavía la tenía.
- ¿Todavía la tiene? –
Pregunto, sintiendo una enorme alegría dentro de mí ser al verlo asentir.
- Él tiene una desde hace
mucho tiempo, creo que desde antes de que se casara con mi madre, es su más
grande tesoro – dice haciendo que mi corazón de un vuelco - ¿por qué lo
preguntas?
- Sólo curiosidad –
sonrío.
- Mi papá es alguien
genial, me hace muy feliz que ya tengan una relación más cercana.
- Sí, muy cercana…
- Maru-chan ¿Estás bien?
Estás muy rojo.
- No es nada, no te
preocupes – digo tratando de tranquilizarme – creo que ya es hora de que vayas a dormir.
- Pero yo me quiero
quedar más tiempo contigo, además todavía te falta mucho.
- No te preocupes por
eso, ya lo terminamos juntos otro día ¿te parece?
- Sí señor – dice sonriente
y luego de hacer una reverencia sale de mi cuarto rápidamente.
*Yokoyama You*
- Me resulta encantador
lo mucho que quiere Keito a su profesor – dice Rika-chan sonriente, sentada
cómodamente sobre uno de los muebles de la sala de estar.
- Sí, en verdad siente un
cariño muy grande por él.
- ¿Y tú?
- ¿Yo qué?
- ¿Qué opinas sobre él?
- ¿Sobre Maruyama-san?
Bueno… Se ve que es alguien muy agradable – digo nerviosamente.
- ¿Sólo eso? – Sonríe al
mismo tiempo que me observa curiosa.
- ¿Qué quieres que te
diga?
- No sé, pensé que habría
algo más entre ustedes.
- ¿Por qué preguntas eso?
- No sé, es sólo que te
conozco y siento que pasa algo... – Sonríe nuevamente – ansío mucho conocerlo…
- Buenas noches papá y
mamá – dice entrando de repente a la sala Kei junto con Daiki.
- Hola hijo – dice
Rika-chan levantándose y yéndose a abrazar a ambos – Dai-chan tu tan precioso
como siempre.
- Gracias señora – dice
sonrojado.
- No me digas señora que
me haces sentir vieja, dime Rika-chan.
- Sí seño… Digo,
Rika-chan.
- Así está mucho mejor –
sonríe.
- ¿Vas a quedarte ésta
noche Dai-chan? – Pregunto.
- Sí Yokoyama-san – dice
todavía avergonzado.
- No tienes por qué
sentirte apenado, ésta también es tu casa – digo haciendo que se avergüence
más.
- ¡Papá! No digas esas
cosas.
- Ya Yoko, no les hagas
preguntas incómodas.
- Gracias mamá – dice Kei
– nos vamos ya para mi habitación, tuvimos un día muy largo en la universidad.
- Que descansen chicos –
dice Rika-chan sonriente.
- Buenas noches – dicen
ambos al unísono haciendo una reverencia, saliendo luego de la sala.
- Creo que también me iré
a dormir, tengo algo muy importante que hacer mañana.
- ¿Qué cosa?
- Es un secreto – sonríe
– hasta mañana Yoko-chan – dice finalmente, quedándome solo en la sala, saco el
móvil de mi bolsillo y marco el número de mi persona amada, esperando ansioso
el escuchar su voz al otro lado de la línea.
- ¿No crees que es un poco
tarde para que me llames?
- Oye, al menos saluda –
digo haciendo un puchero – ¿o acaso te he despertado?
- No, estoy aquí
calificando unos exámenes y hola.
- Hola – sonrío - ¿Y cómo
está Keito?
- Lo he mandado a dormir,
ya es tarde.
- Por cierto, Daiki va a
quedarse ésta noche.
- Sí, ya lo sabía, me lo
dijo antes de salir de casa – lo escucho reír - ¿sólo me has llamado para
decirme eso?
- La verdad es que
necesitaba escuchar tu voz.
- A mí también me agrada
escucharte.
- Y también quiero aprovechar
para invitarte a almorzar y no acepto un no como respuesta.
- Pero mañana tengo que
trabajar.
- Pero no tienes clases después
de mediodía, puedes pedir permiso.
- ¿Cómo es que sabes eso?
- Aiba.
- Ah.
- ¿Entonces qué dices?
¿Aceptas?
- Está bien, pero con una
condición.
- La que quieras.
- Vayamos al restaurante
de Subaru, quiero verlo y hablar con él.
- Justo lo llamé esta
tarde para avisarle que iremos, incluso almorzará junto con nosotros y también
Nishikido-san.
- Me parece perfecto.
- Aunque la verdad es que
me hubiese gustado más que estuviéramos solos…
- Así está bien.
- Ni que te fuera a hacer
algo que no te gustara.
- Creo que ya me está
dando sueño, nos vemos mañana.
- Maru-chan.
- ¿Sí?
- Te amo, buenas noches.
- Yo igual – dice finalmente
antes de colgar, haciéndome sonreír por tan adorable respuesta.
*Maruyama Ryuhei*
- Keito ¿ya estás listo?
- Sí señor – dice tomando
su mochila alegremente, con su uniforme perfectamente puesto.
- ¿En serio no te molesta
ir en transporte público?
- Claro que no.
- Eres un chico tan
humilde – digo enternecido.
Salimos de la casa rumbo
al instituto, con la suerte de que pudimos tomar a tiempo el autobús que nos
dejaría relativamente cerca a nuestro lugar de destino. Nos encontramos en el
camino a Murakami-san que caminaba junto con su hijo, al parecer él no tiene ni
idea de que su hijo anda con Keito porque ambos se saludaron muy formalmente.
- ¿Cómo estuvo tu fin de
semana? – Pregunta Murakami-san.
- Muy bien, me la pasé
calificando exámenes.
- Yo también estuve
subiendo las calificaciones a la plataforma.
- No alcancé a hacer eso,
en el transcurso de ésta semana lo haré.
- Por cierto… ¿Cómo le
fue a mi hijo? – Pregunta en un susurro.
- Le fue muy bien, tienes
un hijo muy listo – digo al mismo volumen de su voz.
- Desde que está con ese
chico ha cambiado mucho, parece que es una buena influencia.
- Eso parece…
- Nos vemos luego – dicen
ambos chicos al cruzar el portón del plantel, antes de irse como alma que lleva
el diablo al edificio.
- Nunca había visto a chicos
con tanto entusiasmo por estudiar – dice Murakami-san conmovido.
- En verdad no creo que
sea eso…
- ¡Maruyama-sensei!
¡Maruyama-sensei!
- ¿Qué pasa Ninomiya-sensei?
- Alguien te está esperando
en la sala de maestros desde muy temprano.
- ¿Quién?
- Es una mujer, pero no
ha querido decirnos ni su nombre y no va a decirnos nada hasta que tú vayas a
hablar con ella.
- Está bien, ya voy –
digo un poco preocupado ¿una mujer? Camino rápidamente al salón de maestros,
encontrándome con una bella mujer y muy elegante por cierto – buenos días.
- ¿Tú eres
Maruyama-sensei? – Dice levantándose de su asiento con una sonrisa encantadora,
su rostro me suena de algo, pero no logro saber qué.
- Sí, soy yo – digo haciendo
una reverencia.
- Hasta que por fin tengo
el gusto de conocerte, me han hablado mucho de usted y no podía aguantar más
las ganas de venir a verlo.
- Disculpe ¿tú eres?
- Perdón, que maleducada
soy – sonríe – yo soy Ishikawa Rika, madre de Keito y Exesposa de Yokoyama You.
- ¿Su Exesposa? – Susurro
sintiendo una profunda tristeza en mi interior – no tenía idea.
- Sí, llegué hace un par
de semanas.
- Ya veo…
- Pero la razón de mi
visita además de conocerlo es que quiero hacerle una invitación.
- ¿Una invitación?
- Sí, quiero invitarlo a
la cena de navidad, hacía tantos años que no estábamos todos juntos que he querido
hacerla y como prácticamente Dai-chan y tú son parte de la familia me ha
parecido buena idea invitarlos.
- Pero…
- Estaré esperándolos la
próxima semana – dice sin dejar de sonreír – ha sido un gusto verlo por fin y
que tenga un buen día – dice finalmente haciendo una reverencia y luego irse
así como llegó, sintiéndome enojado con Yoko por no haberme dicho que su
Exesposa está aquí.
*Yokoyama You*
Me arreglo el traje al
bajarme del auto, con mi corazón acelerado por ver nuevamente a mi amado Maru-chan,
pero al llegar a la entrada del edificio lo veo con el ceño fruncido y con los
brazos cruzados, sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo al verlo con esa
expresión.
- Sígueme – dice con autoridad,
llevándome hacia un salón desocupado y cerrando la puerta con seguro.
- Qué… - No digo nada más
al sentir una bofetada en mi rostro, quedando más desconcertado de lo que ya
estaba.
- ¿Por qué no me dijiste
que tu Exesposa estaba aquí?
- Cómo…
- Ha venido a verme y me
ha invitado a la cena de navidad – dice molesto y también con sus ojos
llorosos.
- Maru… - Digo
acercándome a él y abrazarlo, me duele mucho verlo así – no es que no pensaba
decírtelo, pero si tenía miedo de cómo ibas a reaccionar.
- Pero se está quedando
en tu casa y…
- Es la madre de mis
hijos, no voy a mandarla a un hotel, además no es que durmamos en la misma
habitación.
- Pero es muy bonita… Y
muy agradable.
- Rika-chan es una gran
mujer – siento su cuerpo tensarse un poco – pero yo te amo y a la única persona
que quiero tener en mi habitación y sobre todo en mi cama eres tú – digo sin apartar
mis brazos de su cintura dirigiendo mis labios hacia los suyos, besándolo
dulcemente, sintiendo sus brazos rodear mi cuello. Haciéndose el beso cada vez
más intenso, sentándolo sobre uno de los pupitres, intensificando más mis
caricias sobre su cuerpo.
- Yoko… Detente… Aquí no…
- ¿Quieres que vayamos a
un hotel o algo?
- Sí… Digo ¡No! – Dice apartándome
un poco – no podemos dejar a Nishikido-san y a Subaru plantados.
- Tienes razón, es mejor
que nos vayamos ya – sonrío, dándole un dulce beso en la frente.
- Y una cosa más, no
vuelvas a ocultarme este tipo de cosas – dice dándome un último beso antes de
salir.
CONTINUARÁ...