1 oct 2018

Father's Love

Hola buenas tardes 💗
Se acabó septiembre y no publiqué pero aquí les dejo el nuevo capítulo 😅
Muchas gracias por los bonitos comentarios y por querer tanto éste fic, lo hago con mucho cariño y en lo personal adoro mucho escribirlo.
Espero les guste 💕
Y como siempre éste es dedicado a mi querida amiga Mari 💟


Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 46

*Yuto*

- Yuto – dice Ryosuke abrazándose un poco más a mi cuerpo, tan desnudo como el suyo.

- Dime – digo mientras acaricio sus cabellos.

- He estado pensando…

- ¿En qué?

- En que nunca he visto a la amante de mi papá.

- ¿¡Eh!?– Exclamo apartándome un poco de él.

- ¿Por qué reaccionas así? ¿Acaso sabes algo?

- No, es que… ¿A qué viene eso?

- Es que desde que estoy aquí no he visto nada fuera de lo normal.

- ¿A qué te refieres?

- A que siempre que sale mi papá es con mi tío Subaru, de hecho, casi todo el tiempo está con él.

- Pero si así ha sido siempre.

- Lo sé, pero pensé que se había divorciado de mi mamá por otra mujer y no veo que salga con alguna.

- A lo mejor y tu papá haya tenido otras razones – digo un poco nervioso, creo que todavía no es momento para decirle la verdad, aunque pienso que hay que persuadirlo poco a poco – pero si llegase a estar con otra persona más adelante… ¿lo aceptarías?

- Pues depende de quién sea la persona.

- Y si hipotéticamente esa persona fuera…

- ¡Yuto! ¡Ryosuke! ¿Están aquí? – Interrumpe mi tío Ryo al otro lado de la puerta.

- Sí señor – decimos ambos al unísono levantándonos rápidamente de la cama y vistiéndonos con la misma velocidad.

- ¿Necesitas algo papá? – Pregunta Ryosuke al abrir la puerta.

- Lo siento ¿interrumpí algo?

- No, ya terminamos lo que estábamos haciendo – dice mostrando un adorable sonrojo en su rostro – haciendo la tarea… ¿Sucede algo?

- Es que Subaru y yo hemos traído algo de cenar y ya que estamos todos podemos hacerlo juntos – dice sonriente.

- Claro papá ya en un momento bajamos.

- No demoren mucho – dice para luego dejarnos solos nuevamente.

- Menos mal papá no es de los que abren la puerta sin preguntar antes – suspira aliviado.

- Bajemos antes de que se enoje – digo tomando su mano, bajando hasta la cocina.


*Maruyama Ryuhei*

- Veo que te divierte hacer esto – digo mirándolo con ternura – a Daiki le aburre mucho hacer esto, por eso no insisto en que me ayude.

- Me pasa igual con el trabajo de mi papá, en esos casos lo ayuda Kei – dice apartando su mirada de los exámenes para verme.

- ¿Te gustaría ser maestro?

- Me encantaría, pero me gustaría serlo de música.

- No sabía que te gustara la música – digo sorprendido.

- Creo que lo he heredado de mi papá, él toca la trompeta, mi hermano el piano y yo la guitarra – dice felizmente, haciéndome recordar la que habíamos ido a comprar juntos, la que había escogido yo para él y la que no había tenido tiempo de preguntar si todavía la tenía.

- ¿Todavía la tiene? – Pregunto, sintiendo una enorme alegría dentro de mí ser al verlo asentir.

- Él tiene una desde hace mucho tiempo, creo que desde antes de que se casara con mi madre, es su más grande tesoro – dice haciendo que mi corazón de un vuelco - ¿por qué lo preguntas?

- Sólo curiosidad – sonrío.

- Mi papá es alguien genial, me hace muy feliz que ya tengan una relación más cercana.

- Sí, muy cercana…

- Maru-chan ¿Estás bien? Estás muy rojo.

- No es nada, no te preocupes – digo tratando de tranquilizarme  – creo que ya es hora de que vayas a dormir.

- Pero yo me quiero quedar más tiempo contigo, además todavía te falta mucho.

- No te preocupes por eso, ya lo terminamos juntos otro día ¿te parece?

- Sí señor – dice sonriente y luego de hacer una reverencia sale de mi cuarto rápidamente.


*Yokoyama You*

- Me resulta encantador lo mucho que quiere Keito a su profesor – dice Rika-chan sonriente, sentada cómodamente sobre uno de los muebles de la sala de estar.

- Sí, en verdad siente un cariño muy grande por él.

- ¿Y tú?

- ¿Yo qué?

- ¿Qué opinas sobre él?

- ¿Sobre Maruyama-san? Bueno… Se ve que es alguien muy agradable – digo nerviosamente.

- ¿Sólo eso? – Sonríe al mismo tiempo que me observa curiosa.

- ¿Qué quieres que te diga?

- No sé, pensé que habría algo más entre ustedes.

- ¿Por qué preguntas eso?

- No sé, es sólo que te conozco y siento que pasa algo... – Sonríe nuevamente – ansío mucho conocerlo…

- Buenas noches papá y mamá – dice entrando de repente a la sala Kei junto con Daiki.

- Hola hijo – dice Rika-chan levantándose y yéndose a abrazar a ambos – Dai-chan tu tan precioso como siempre.

- Gracias señora – dice sonrojado.

- No me digas señora que me haces sentir vieja, dime Rika-chan.

- Sí seño… Digo, Rika-chan.

- Así está mucho mejor – sonríe.

- ¿Vas a quedarte ésta noche Dai-chan? – Pregunto.

- Sí Yokoyama-san – dice todavía avergonzado.

- No tienes por qué sentirte apenado, ésta también es tu casa – digo haciendo que se avergüence más.

- ¡Papá! No digas esas cosas.

- Ya Yoko, no les hagas preguntas incómodas.

- Gracias mamá – dice Kei – nos vamos ya para mi habitación, tuvimos un día muy largo en la universidad.

- Que descansen chicos – dice Rika-chan sonriente.

- Buenas noches – dicen ambos al unísono haciendo una reverencia, saliendo luego de la sala.

- Creo que también me iré a dormir, tengo algo muy importante que hacer mañana.

- ¿Qué cosa?

- Es un secreto – sonríe – hasta mañana Yoko-chan – dice finalmente, quedándome solo en la sala, saco el móvil de mi bolsillo y marco el número de mi persona amada, esperando ansioso el escuchar su voz al otro lado de la línea.

- ¿No crees que es un poco tarde para que me llames?

- Oye, al menos saluda – digo haciendo un puchero – ¿o acaso te he despertado?

- No, estoy aquí calificando unos exámenes y hola.

- Hola – sonrío - ¿Y cómo está Keito?

- Lo he mandado a dormir, ya es tarde.

- Por cierto, Daiki va a quedarse ésta noche.

- Sí, ya lo sabía, me lo dijo antes de salir de casa – lo escucho reír - ¿sólo me has llamado para decirme eso?

- La verdad es que necesitaba escuchar tu voz.

- A mí también me agrada escucharte.

- Y también quiero aprovechar para invitarte a almorzar y no acepto un no como respuesta.

- Pero mañana tengo que trabajar.

- Pero no tienes clases después de mediodía, puedes pedir permiso.

- ¿Cómo es que sabes eso?

- Aiba.

- Ah.

- ¿Entonces qué dices? ¿Aceptas?

- Está bien, pero con una condición.

- La que quieras.

- Vayamos al restaurante de Subaru, quiero verlo y hablar con él.

- Justo lo llamé esta tarde para avisarle que iremos, incluso almorzará junto con nosotros y también Nishikido-san.

- Me parece perfecto.

- Aunque la verdad es que me hubiese gustado más que estuviéramos solos…

- Así está bien.

- Ni que te fuera a hacer algo que no te gustara.

- Creo que ya me está dando sueño, nos vemos mañana.

- Maru-chan.

- ¿Sí?

- Te amo, buenas noches.

- Yo igual – dice finalmente antes de colgar, haciéndome sonreír por tan adorable respuesta.


*Maruyama Ryuhei*

- Keito ¿ya estás listo?

- Sí señor – dice tomando su mochila alegremente, con su uniforme perfectamente puesto.

- ¿En serio no te molesta ir en transporte público?  

- Claro que no.

- Eres un chico tan humilde – digo enternecido.

Salimos de la casa rumbo al instituto, con la suerte de que pudimos tomar a tiempo el autobús que nos dejaría relativamente cerca a nuestro lugar de destino. Nos encontramos en el camino a Murakami-san que caminaba junto con su hijo, al parecer él no tiene ni idea de que su hijo anda con Keito porque ambos se saludaron muy formalmente.

- ¿Cómo estuvo tu fin de semana? – Pregunta Murakami-san.

- Muy bien, me la pasé calificando exámenes.

- Yo también estuve subiendo las calificaciones a la plataforma.

- No alcancé a hacer eso, en el transcurso de ésta semana lo haré.

- Por cierto… ¿Cómo le fue a mi hijo? – Pregunta en un susurro.

- Le fue muy bien, tienes un hijo muy listo – digo al mismo volumen de su voz.

- Desde que está con ese chico ha cambiado mucho, parece que es una buena influencia.

- Eso parece…

- Nos vemos luego – dicen ambos chicos al cruzar el portón del plantel, antes de irse como alma que lleva el diablo al edificio.

- Nunca había visto a chicos con tanto entusiasmo por estudiar – dice Murakami-san conmovido.

- En verdad no creo que sea eso…

- ¡Maruyama-sensei! ¡Maruyama-sensei!

- ¿Qué pasa Ninomiya-sensei?

- Alguien te está esperando en la sala de maestros desde muy temprano.

- ¿Quién?

- Es una mujer, pero no ha querido decirnos ni su nombre y no va a decirnos nada hasta que tú vayas a hablar con ella.

- Está bien, ya voy – digo un poco preocupado ¿una mujer? Camino rápidamente al salón de maestros, encontrándome con una bella mujer y muy elegante por cierto – buenos días.

- ¿Tú eres Maruyama-sensei? – Dice levantándose de su asiento con una sonrisa encantadora, su rostro me suena de algo, pero no logro saber qué.

- Sí, soy yo – digo haciendo una reverencia.

- Hasta que por fin tengo el gusto de conocerte, me han hablado mucho de usted y no podía aguantar más las ganas de venir a verlo.

- Disculpe ¿tú eres?

- Perdón, que maleducada soy – sonríe – yo soy Ishikawa Rika, madre de Keito y Exesposa de Yokoyama You.

- ¿Su Exesposa? – Susurro sintiendo una profunda tristeza en mi interior – no tenía idea.

- Sí, llegué hace un par de semanas.

- Ya veo…

- Pero la razón de mi visita además de conocerlo es que quiero hacerle una invitación.

- ¿Una invitación?

- Sí, quiero invitarlo a la cena de navidad, hacía tantos años que no estábamos todos juntos que he querido hacerla y como prácticamente Dai-chan y tú son parte de la familia me ha parecido buena idea invitarlos.

- Pero…

- Estaré esperándolos la próxima semana – dice sin dejar de sonreír – ha sido un gusto verlo por fin y que tenga un buen día – dice finalmente haciendo una reverencia y luego irse así como llegó, sintiéndome enojado con Yoko por no haberme dicho que su Exesposa está aquí.


*Yokoyama You*

Me arreglo el traje al bajarme del auto, con mi corazón acelerado por ver nuevamente a mi amado Maru-chan, pero al llegar a la entrada del edificio lo veo con el ceño fruncido y con los brazos cruzados, sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo al verlo con esa expresión.

- Sígueme – dice con autoridad, llevándome hacia un salón desocupado y cerrando la puerta con seguro.

- Qué… - No digo nada más al sentir una bofetada en mi rostro, quedando más desconcertado de lo que ya estaba.

- ¿Por qué no me dijiste que tu Exesposa estaba aquí?

- Cómo…

- Ha venido a verme y me ha invitado a la cena de navidad – dice molesto y también con sus ojos llorosos.

- Maru… - Digo acercándome a él y abrazarlo, me duele mucho verlo así – no es que no pensaba decírtelo, pero si tenía miedo de cómo ibas a reaccionar.

- Pero se está quedando en tu casa y…

- Es la madre de mis hijos, no voy a mandarla a un hotel, además no es que durmamos en la misma habitación.

- Pero es muy bonita… Y muy agradable.

- Rika-chan es una gran mujer – siento su cuerpo tensarse un poco – pero yo te amo y a la única persona que quiero tener en mi habitación y sobre todo en mi cama eres tú – digo sin apartar mis brazos de su cintura dirigiendo mis labios hacia los suyos, besándolo dulcemente, sintiendo sus brazos rodear mi cuello. Haciéndose el beso cada vez más intenso, sentándolo sobre uno de los pupitres, intensificando más mis caricias sobre su cuerpo.

- Yoko… Detente… Aquí no…

- ¿Quieres que vayamos a un hotel o algo?

- Sí… Digo ¡No! – Dice apartándome un poco – no podemos dejar a Nishikido-san y a Subaru plantados.

- Tienes razón, es mejor que nos vayamos ya – sonrío, dándole un dulce beso en la frente.


- Y una cosa más, no vuelvas a ocultarme este tipo de cosas – dice dándome un último beso antes de salir. 

CONTINUARÁ...