Hago esta entrada rapidita para publicar el capítulo 38 de este hermoso serial 💖
Este capítulo y el 39 serán dedicados al cumpleaños de Maru-chan, Yuri y Hikaru 😉
Espero les guste y como siempre este fic va dedicado a mi querida amiga Mari 😘
Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan
Capítulo 38
*Shibutani Subaru*
Nos separamos bruscamente
al escuchar la voz de mi hijo, quién se encuentra entre el marco de la puerta,
mirándonos con sus ojos totalmente abiertos, llenos de sorpresa.
- ¡Yuto no es lo que
parece! – Dice Ryo rápidamente con una notable angustia en su rostro.
- ¿No es lo que parece?
Pues yo vi muy claramente que se estaban besando- dice cruzándose de brazos,
mirándonos con desaprobación.
- Nosotros…
- Lo siento hijo – digo
antes de que Ryo dijera algo, tomando dulcemente su mano, pienso que ya no
tiene caso el seguir ocultándolo – en verdad no quería que te enteraras de esta
manera.
- ¿Enterarme de qué? ¿De
qué son amantes?
- Podemos explicarlo –
digo armándome de valor para decir lo que siento, aunque la angustia también
empieza a consumirme, no pensé que Yuto lo fuera a tomar así.
- Entonces explíquenme –
dice sin apartar su vista de nosotros.
- Ryo y yo hemos estado
enamorados desde niños – digo mirando dulcemente a mi amado.
- ¿Han sido amantes desde
entonces?
- No, de hecho comenzamos
nuestra relación cuando me divorcié de tu madre – suspiro – ya no podía
soportar el estar sin él y quise arriesgarme, quise saber si él correspondía a
mi amor y fue en verdad maravilloso cuando fui aceptado – digo dándole un dulce
beso en la mejilla.
- ¿Entonces tío Ryo se
divorció por ti? – Asentimos – vaya que problema – dice cambiando su semblante
a uno más sereno – la verdad es que… - Sonríe – siempre he pensado que ambos se
ven muy lindos juntos.
- ¿¡Eh!?- Exclamamos
ambos al unísono, sintiendo un gran peso quitarse de encima, ¿Es en serio lo
que está diciendo mi hijo?
- Desde un tiempo para
acá he notado que la relación entre ustedes iba mucho más allá de una amistad,
pero al final terminaba pensando que solo era eso, una amistad y muy fuerte –
sonríe.
- ¿No estás enojado? –
Pregunto todavía incrédulo.
- Claro que no, en verdad
estoy muy feliz por ustedes – dice acercándose para abrazarnos fuertemente.
- Gracias hijo.
- Aunque creo que a
Ryosuke no le va a gustar esto…
- Eso es seguro – suspira
Ryo entristecido.
- Sé que quizás será
difícil pero algo haremos para que lo acepte y yo me encargaré de eso – dice
Yuto animadamente, volviendo a abrazarnos - por cierto, yo también tengo algo
muy importante que decirles – dice ya tornándose algo serio.
- ¿Sobre qué? –
Preguntamos ambos un poco preocupados por su expresión.
- Bueno… No sé cómo
decirlo… - Dice bajando la mirada y sonrojándose un poco, creo que puedo
hacerme una idea de lo que quiere decir.
- ¿Estás con Ryosuke
verdad? – Pregunto viendo como mi hijo asiente con su rostro todavía más rojo,
ante la mirada sorprendida de mi amado.
- ¿Están cómo? – Pregunta
mi amado todavía sin entender.
- Somos novios – dice
nervioso, agachando su cabeza, quizás esperando una mala reacción de nuestra
parte, pero en vez de eso, sonreímos como padres orgullosos.
- Que noticia más
maravillosa – dice Ryo abrazando a mi hijo con fuerza – ustedes se ven muy
lindos también.
- Gracias.
- Espero que en su relación
todo vaya muy bien – digo abrazándolo también.
- Tenemos que celebrar
esto – dice mi hijo con una gran sonrisa en el rostro, volviéndonos a abrazar.
*Yokoyama You*
- Papá debemos de hacer
algo para el cumpleaños de Maru-sensei – dice Keito emocionado – de seguro se
pondrá muy feliz.
- De verme a mí quizás
no.
- Pero me dijiste que se
habían besado y que no te golpeara es un gran avance.
- Sí pero…
- Pero nada, no podemos
permitir que Ohno-san se salga con la suya, se le nota a leguas que le gusta
Maru-sensei.
- Lo sé y en verdad que
me enfurece mucho, pero aunque tu plan suene descabellado, en verdad tienes
razón.
- ¿Cómo es eso de que Maruyama-san
y tú se han besado? – Pregunta mi hijo mayor entrando a mi estudio junto con su
novio, con sus rostros llenos de confusión.
- ¿Hay algo que debamos
saber? – Pregunta ahora Daiki.
- ¿Y ustedes qué hacen
escuchando por detrás de la puerta? Yo no te he criado para escuchar
conversaciones ajenas.
- Pues íbamos pasando y
de repente escuchamos el nombre de mi papá…
- ¡Pero no nos cambien el
tema! – Dice Kei ya un poco molesto.
- Primero tienes que calmarte
– digo ya serio – pensaba en decírtelo en un momento más idóneo, pero ya que
insistes y aprovechando que Daiki está también, creo que ya no hay motivo para
ocultarlo.
*Murakami Shingo*
- Vamos Hina, creo que
este sería un regalo perfecto para Hikaru – dice Uchi-san mirando el objeto que
se ve por la vitrina de aquella tienda.
- Sí, pero es muy caro,
yo no quiero pagar tanto por eso.
- Pero ya te he dicho que
lo pagaremos entre ambos.
- Pero aun así es
costoso.
- Es verdad lo que dice
Hikaru, eres muy tacaño – dice con una risa burlona.
- No soy tacaño, solo
gasto en lo necesario y esto que quieres que compremos ya me parece un abuso.
- Pero a Hikaru le
encantará.
- Pero es muy caro.
- Pero a Mii-chan si le
has comprado de todo.
- Pero eso es diferente,
en ella no hay que invertir tanto.
- Por favor Hina – dice haciendo
pucherito, de esos que tanto me gustan.
- Está bien, en verdad
que se lo merece, este año no entiendo que fue lo que le pasó que se ha
convertido en un estudiante ejemplar y eso me enorgullece.
- Muchas gracias – dice abrazándome
dulcemente, besando mi mejilla, entrando ambos a la tienda.
*Daiki*
- Así que… Era por eso –
digo tratando de asimilar todo lo que había escuchado esa noche, sintiendo
tristeza por todas las cosas que habían tenido que sufrir ellos al estar separados.
- Con razón no quería que
Daiki y yo estuviéramos juntos – suspira mi novio – de cierto modo piensa que
yo le haré lo mismo a Dai-chan, dice sujetando suavemente mi mano.
- Así que quiero
disculparme con ambos, porque por mi culpa su relación no ha sido completamente
aceptada por Maru – digo haciendo una leve reverencia.
- No te preocupes papá,
entendemos que fue una decisión muy difícil para ti, si yo hubiese estado en la
misma situación, creo que hubiese hecho lo mismo, el abuelo era un tirano.
- Gracias hijo.
- Y cuenten con nosotros
para lo que necesiten – digo animadamente.
*Maruyama Ryuhei*
- Papá, ¿quieres que
vayamos a cenar en tu cumpleaños? – Pregunta mi hijo al sentarse junto a mí en
el sofá.
-
¿Cumpleaños? Pero si falta… - Comienzo a hacer cuentas, sorprendiéndome de que
en verdad estamos a pocos días de él – es el domingo – digo pensando en que por
esa razón fue que Ohno-san me pidió salir con él.
-
¿Te habías olvidado de tu cumpleaños?
-
Eso parece… - Estúpido Kimitaka, por estar pensando en él se me había olvidado
eso tan importante.
-
¿Y está bien si preparamos una cena especial para ese día? – Dice animadamente.
-
Bueno, ese día tengo una salida con Ohno-san así que para la cena podemos estar
juntos – digo sonriente.
-
Está bien, le diré a Kei para que asista también.
-
¿No podemos cenar los dos solos? Últimamente pasas más tiempo con él que
conmigo – digo haciendo un puchero.
-
Pero tú también pasas más tiempo con Keito y no te he dicho nada – dice
haciendo un puchero también, riendo al vernos así – Keito también está
invitado.
-
Está bien, creo que un cumpleaños se disfrutar mejor en compañía – digo sonriente,
recibiendo un abrazo por parte de mi hijo.
*Maruyama Ryuhei*
- Feliz cumpleaños
Maruyama-san – dice Ohno-san al llegar al lugar de nuestro encuentro, en la
cafetería de siempre, llevando consigo una pequeña caja entre sus manos.
- Feliz cumpleaños Ohno-san
– digo haciendo una reverencia – pero yo no te he traído regalo – digo un tanto
apenado.
- No te preocupes, con tu
presencia en este día tan especial es más que suficiente – sonríe.
- Pero tú si me has traído.
- Ya te he dicho que no
pasa nada, entremos que está comenzando a hacer frío.
- Si – digo entrando
ambos en la cafetería, acomodándonos en la mesa que queda junto a la ventana.
- Primero que todo,
lamento mucho el incidente de hace unos días, no pretendía ser grosero – dice
Ohno-san inclinando un poco su cabeza en modo de disculpa.
- Te disculpo, pero no lo
vuelvas a hacer, Keito es como un hijo para mí – digo todavía un poco molesto,
no me gusta que traten así a uno de mis pequeños.
- Lo siento – dice
notablemente apenado – abre el regalo.
- En verdad no debiste
molestarte.
- No es molestia – dice
mientras abro con cuidado la cajita, viendo un bonito reloj dentro.
- Que hermoso – digo
maravillado de verlo – gracias, pero cuando pueda te compraré un regalo.
- Está bien – sonríe.
- ¿Desean pedir algo? –
Pregunta la adorable mesera.
- Por ahora quiero una
gran taza de chocolate caliente – digo tiritando un poco del frío.
*Yokoyama You*
- Keito, en verdad sigo
pensando que esto no es buena idea – digo caminando junto con mi hijo por las
calles de la ciudad, buscando el lugar en el que se encontraría Maru-chan con
el cara de pez.
- Es que el Rector no me
cae bien que digamos y puedo jurar que le gusta Maru-sensei.
- Entiendo – suspiro – ¿y
es necesario que Aiba venga también? – Pregunto girando un poco mi rostro,
viendo a mi amigo caminar a unos metros detrás de nosotros, vestido
completamente de negro como la vez anterior.
- Nos será de mucha ayuda
por si se complica la situación.
- ¿Y por qué tendría que
complicarse?
- No te alteres, confía
en mi – dice haciendo un guiño con su ojo derecho.
Seguimos caminando hasta
llegar a una pequeña cafetería, notando por el gran ventanal de ésta a mi
querido Maru-chan, tan bello y sonriente como me gusta contemplarlo, aunque
quisiera que solo esa sonrisa me la dedicara a mí.
*Maruyama Ryuhei*
- Ohno-san…
- ¿Sí?
- ¿Por qué en este día
tan especial has querido pasarlo solamente conmigo? No me malinterpretes pero
pienso que hay personas mucho más interesantes que yo. – digo un poco apenado
por lo que estoy diciendo, espero y no lo tome a mal.
- Es que eres especial –
dice mirándome fijamente – para mí nadie es tan maravilloso y divertido como tu…
- ¡Maru-sensei! ¡Feliz
cumpleaños! – Dice de repente Keito, abalanzándose sobre mí para abrazarme.
- Gracias Keito – sonrío –
pero ¿qué haces por aquí?
- Feliz cumpleaños
Maruyama-san – dice Kimitaka acercándose a la mesa en donde estamos, haciendo latir
mi corazón fuertemente.
- ¡Feliz cumpleaños a
ambos! - Llega Aiba-san con un traje bastante colorido, como si fuera a ir a un
carnaval.
- ¿Tú también? – Pregunta
Ohno-san algo fastidiado.
- Discúlpame
Maruyama-san, pero me voy a llevar a Ohno-san – dice alegremente.
- Yo no quiero ir contigo
a ningún lado y menos vestido así.
- Pero te va a encantar
la sorpresa que te hemos preparado en casa de Ninomiya-san.
- Pero yo no quiero…
- Vamos, será divertido –
dice comenzando a llevárselo casi a rastras – nos vemos mañana en el Instituto,
que pasen buen día – dice saliendo de la cafetería y subiendo rápidamente a un
taxi junto con Ohno-san.
- Aiba tan exagerado como
siempre – dice Kimitaka avergonzado.
- Ya vengo, voy al baño –
dice Keito yendo rápidamente hacia él.
- ¿Esto es idea tuya? –
Susurro molesto, a lo mejor todo esto es a propósito para amargarme el día.
- Claro que no, ya sabes cómo
es Keito y en cuanto te vio cruzó la calle corriendo.
- ¿Por qué siempre tienes
que aparecer cuando estoy con Ohno-san?
- Porque me pone celoso
verte con él.
- Pues no deberías de
celarme, no somos nada.
- Pero podríamos volver a
serlo todo – dice mirándome con una calidez que no había visto en mucho tiempo –
por hoy, olvídate de todo y disfruta de éste día como si no te hubiese causado
tal tristeza.
CONTINUARÁ...