Hola Hola!!!!!
Primero que todo, espero que éste primer mes del año haya empezado bien para todas y si en parte no es así, les mando un super fuerte abrazo y espero que éste capítulo les saque una sonrisa.
También quería comentarles que la noticia del hiatus de Hikaru me ha tenido un poco triste, pero si es por su salud lo mejor es que se concentre en su tratamiento y espero que pueda volver pronto con los chicos, me va hacer mucha falta pero desde acá le mando los mejores deseos y pronta recuperación.
Y bueno para no alargarme mucho más, aquí les dejo el primer capítulo del año 2022, espero les guste mucho y como siempre muchas gracias por sus comentarios y el amor que reciben mis obras.
Capítulo 3
*Kota*
- Vamos a comprar la ropa
para Yuri – digo dejando los cubiertos sobre la mesa, fastidiado por la gente
que mira con desprecio al pequeño niño, haciéndolo sentir incómodo ante tantas
miradas.
- Sí, es lo mejor – dice
Hikaru - ¿Ya terminaste Yuri? – Pregunta amablemente al pequeño, mientras éste
asiente un poco apenado
Salimos del restaurante y
subimos nuevamente al carruaje, pidiéndole al chofer que nos lleve a la zona
comercial, más específicamente a una tienda de ropa que en ocasiones anteriores
había visitado para comprarle las mejores prendas a mi preciado Ryutaro.
- Buenas tardes ¿en qué
puedo ayudarle? – Pregunta la encargada mientras acomoda unos vestidos – oh, señor
Kota, que alegría verlo nuevamente por aquí – dice al verme, acercándose un
poco y haciendo una reverencia.
- El gusto también es mío
señora Susana – digo correspondiendo a su reverencia.
- ¿Viene a comprar algo para
su prometido señor Kota? – Pregunta la señora entusiasmada – he estado
guardando los mejores modelos para su amado desde la última vez que tuvimos el
honor de atenderlo.
- Gracias mi señora –
sonrío - pero ésta vez vengo para comprarle algo de ropa a éste pequeño – digo mirando
a Yuri quién se esconde detrás de Hikaru – no me pregunte los detalles, pero
como siempre espero que me brindes lo mejor.
- Por supuesto que sí
Señor Kota – dice acercándose al niño, mirándolo con atención – es un niño
precioso – dice alegremente - ¿Qué edad tienes cariño? – Pregunta.
- Ocho… - Dice con algo
de timidez.
- ¿Ocho? – Pregunta
sorprendida – vaya, eres un poco más pequeño de lo normal, pero no te
preocupes, tengo muchas prendas que te harán lucir más hermoso de lo que ya
eres – dice yendo rápidamente por ésta, trayendo toda una montaña de ésta,
incluido zapatos.
Comenzando así un pequeño
desfile de modas en el que el único modelo era el pequeño Yuri, quién se ve avergonzado por la situación.
Pero sin duda toda esa ropa lo hacía lucir como un príncipe, a la altura de los
de mi reino, Yuto y Daiki. Eligiendo al final más de diez conjuntos para éste.
- Esto… Kota… ¿No
habíamos acordado que serían uno o dos conjuntos de ropa? – Dice Hikaru mirando
lo escogido con asombro.
- A mí me parece que está
bien así – digo sin preocupación alguna.
- Lo estás mimando
demasiado – dice con burla.
- Pues tú eras el más
emocionado escogiendo la ropa que nos estamos llevando – digo mirando a mi
amigo.
- Bueno, es imposible
evitarlo – sonríe – creo que nuestro encuentro con Yuri ha sido obra del
destino.
- ¿Del destino?
- Sí, creo que él ha
llegado a nuestras vidas para bien – dice con una enorme sonrisa.
- Puede ser – digo
mirando al niño que se ha sentado en una silla, cansado del largo rato en el
que había estado de pie - por cierto señora Susana – digo haciendo que ella me
mire mientras sigue con su labor de empacar – también me llevaré lo que has
guardado para mi prometido – digo sonriente.
- Claro que sí mi señor –
dice la señora alegremente, continuando con su trabajo.
*Daiki*
- Por favor ya no más –
digo estampando mi cara sobre el libro que estaba leyendo, cansado de ver
tantas letras y números.
- Joven príncipe, sólo un
poco más – dice mi maestra mirándome con desaprobación - recuerda que mañana
tienes examen.
- Lo sé, pero para qué
tengo que rendir un examen ¿de qué me sirve eso?
- Es para medir sus
conocimientos joven príncipe.
- ¿Pero para qué?
- Por favor príncipe…
- ¿Qué sucede? – Pregunta
de repente el consejero del reino, acercándose a nosotros - ¿el príncipe está
rebelde de nuevo?
- Sí, dice que ya no
quiere seguir, pero no llevamos ni dos horas en la lección de hoy.
- Pero es que todos los
días es lo mismo, quiero ir a jugar con Yuto – digo haciendo un puchero.
- Entonces te propongo un
trato – dice el consejero con una amable sonrisa – si pasas el examen de mañana
podrás jugar todo lo que quieras con tu
hermanito durante una semana.
- ¡Pero señor Kei! –
Exclama mi maestra sorprendida.
- ¿Lo dices en serio? –
Pregunto dudoso, aunque tratándose de Kei sé que él no me mentiría con algo
así.
- Te lo prometo – dice
levantando una de sus manos, en forma de juramento.
- Pero señor Kei, el rey…
- No te preocupes por eso
maestra Sayuri, yo hablaré con su majestad y dudo que vaya a negarse.
- ¡Gracias Kei! – Exclamo
levantándome de mi asiento para abrazarlo, siendo correspondido al instante –
eres el mejor – digo alegremente.
- No es nada – dice
apartándome un poco de su lado – así que sé buen chico y hazle caso a tu
maestra – dice mientras revuelve mis cabellos, haciéndome sonrojar.
- ¡Sí señor! – Exclamo
volviendo a sentarme, comenzando a leer con entusiasmo el libro que tengo al
frente.
*Hikaru*
- ¿Y qué es lo que
piensas regalarle a Ryutaro? – Pregunto luego de subirnos nuevamente al
carruaje, esperando a que el chofer termine de guardar los paquetes. Mirando a
mi amigo expectante, él siempre suele darle regalos un tanto ostentosos a su
prometido.
- Un caballo – responde
sin titubear.
- ¿Un caballo? – Pregunto
sorprendido – ¿vas a permitir que tu novio de cinco años se suba a un caballo?
- Claro que no estúpido –
dice molesto – voy a comprarle un potrillo, quiero que crezca junto con él.
- Oh, entiendo – sonrío –
los caballos pueden vivir hasta treinta años, ¿no te parece increíble?
- Por eso he pensado en regalarle
uno – dice sonriente.
- De verdad que es un
regalo muy lindo – digo pensando en lo emocionado que estará el pequeño
Ryutaro.
Mientras salíamos del
pueblo hicimos una breve parada en un establo, en dónde habíamos visto desde el
carruaje a un precioso potrillo blanco que caminaba cerca de éste, siendo ese
el elegido por mi amigo, quién no dudó ni un segundo en pagar las más de cien
mil peras que pedían por éste.
- Bien, ya podemos volver
al reino – dice Kota después de entrar ambos al carruaje, viendo a nuestro Yuri
durmiente en el asiento frente a nosotros.
- Ha sido un día bastante
movido para él, es obvio que esté agotado – digo poniendo una manta sobre su
cuerpo - Estoy ansioso porque todos en el castillo lo conozcan.
- Sí – sonríe – ahora hay
que pensar que le vamos a decir a Yuya.
- Pues la verdad – digo
sin preocupación alguna – Yuya no es un rey tirano, estoy seguro de que
entenderá nuestros motivos.
- Puede ser, pero ya
sabes cómo es él – suspira - es un poco impredecible en ocasiones.
- Apenas vea lo adorable
que es Yuri no dudará en aceptarlo en el castillo – digo con seguridad.
- Por cierto… ¿En verdad
vamos a criarlo como nuestro hijo? – Pregunta serio.
- Pues por mi parte si
pienso hacerlo – digo decidido – pero creo que debí consultarlo contigo primero
antes de decirle eso a Yuri, puede que tu no…
- Está bien, acepto ser
el padre de éste niño.
- ¿En serio? – Pregunto
sorprendido - ¿No te dirá nada la familia de Ryutaro?
- Yo me encargo de hablar
con ellos, no creo que haya mucho problema con eso.
- Bueno, es que no vayan
a pensar que es fruto de alguna aventurilla que tuviste por ahí – digo con
burla - porque te recuerdo que antes de tu compromiso eras un mujeriego y
¿hombreriego? – Pregunto pensativo ¿existirá esa palabra siquiera?
- ¿Sabes? Me sorprende la
gran imaginación que tienes para decir cosas tan absurdas – dice molesto.
- ¿Pero no era verdad?
- No así como lo dices –
dice avergonzado.
- Bueno, lo importante es
que ahora eres un hombre fiel y dedicado a tu prometido – digo dando palmaditas
en su espalda – estoy realmente sorprendido ante tal cambio.
- Hikaru, mejor ya
cállate que vas a despertar al niño – dice acomodándose en su asiento mientras
yo hago lo mismo a su lado, disfrutando de ver sus reacciones.
*Yuri*
Abro mis ojos con
pesadez, viendo en el asiento del frente al señor Kota durmiendo y al señor
Hikaru leyendo lo que parece un libro.
- Oh, veo que despertaste
– dice el señor Hikaru con una sonrisa.
- ¿Dónde estamos? –
Pregunto tomando asiento, tratando de acomodar mis ropas, percatándome de que
tenía una manta sobre mi cuerpo.
- Ya estamos llegando al
reino – responde – de hecho, ya comienzo a ver el castillo desde acá.
- ¿En serio? ¡Quiero ver!
– Exclamo emocionado, siendo tomado de la cintura por el señor Hikaru,
alzándome un poco para que pueda ver el castillo a través de la ventana - ¡Es hermoso!
- ¿Qué es tanto
escándalo? – Pregunta el señor Kota frotándose los ojos.
- Le estaba mostrando el
castillo al pequeño Yuri y se ha emocionado al verlo – dice el señor Hikaru.
- Lo… lo siento – digo apenado
por haberlo despertado.
- Tranquilo, sólo me
asusté un poco – dice acariciando mis cabellos - ¿Ya vamos a llegar? – Pregunta
todavía somnoliento.
- Sí y justo antes de que
comience a anochecer – dice el señor Hikaru – hemos tenido mucha suerte el día
de hoy.
- Ni que lo digas – dice el
señor Kota.
- Esto… - Susurro
interfiriendo en la conversación que mantenían ambos - ¿Cómo se llama su reino?
– Pregunto curioso.
- Que mala educación de
nuestra parte decirte que te llevaríamos a nuestro castillo y no decirte el
nombre del reino – dice el señor Hikaru avergonzado.
- Se llama Nasuland –
Responde el señor Kota.
- ¿Nasuland? Que nombre
tan raro.
- Bueno, eso se debe a
que nuestro mayor producto de exportación son las berenjenas – dice el señor
Hikaru.
- ¿Las berenjenas? –
Pregunto sorprendido – no me gustan las berenjenas… - Digo recordando el
horrible sabor que tienen, escuchando una escandalosa carcajada por parte del
señor Hikaru.
*Yuya*
- Hitomi ¿Sabes si Kota y
Hikaru ya llegaron? – Pregunto mientras camino hacia el salón principal, en
dónde se haya el trono real.
- Todavía no han llegado
su majestad, pero creo que no demoran en hacerlo…
- ¡SU MAJESTAD! ¡HEMOS
LLEGADO! - Grita Hikaru al pasar por la
enorme puerta, acompañado de Kota.
- Ya era hora – digo un
tanto molesto, pero aliviado de verlos nuevamente, ir hacia la frontera era muy
riesgoso y más para dos nobles como ellos – por favor no es necesario que
grites Hikaru y tampoco tienes por qué llevarte al tesorero a tu búsqueda de
hierbas.
- Lo siento, es que me emocioné
de estar nuevamente en casa y perdón por llevarme a Kota sin su consentimiento –
dice con algo de nerviosismo, eso no es algo habitual en él, sobre todo porque
no es la primera vez que se lleva a alguien así de la nada ¿habrá pasado algo?
- ¿Cómo les fue en su
viaje?
- Muy bien señor, sí
señor – dice Hikaru aún más nervioso, mientras que Kota se mantiene en
silencio.
- ¿Por qué siento que me
están ocultando algo? – Pregunto
curioso, percatándome de que algo pequeño está detrás de Kota ¿un niño?
Me acerco rápidamente a éste,
viendo al pequeño niño que se aferra a sus ropas, mirándome temeroso y a la vez
curioso, quedándonos en ese estado por unos segundos, que para mí fueron casi
eternos.
CONTINUARÁ...
Holaaa que tal!!
ResponderEliminarLa verdad que fue un capitulo muy tierno, el Yabuhika es muy adorable con el pequeño Yuri, el Inoodai me dejó enamorada se nota el cariño que le tiene Kei a Daiki y el primer encuentro del Takachi está muy emocionante :).
La verdad que lo del hiatus de Hika me tomo desprevenida ya que no estaba tan pendiente últimamente del grupo, hace 3 días recien que me enteré, ojalá qué se recupere pronto .
~Rou chan~
Antes de leer el capítulo, la neta yo también me agüite mucho cuando dijo que hiatus, pero dije, Hikachan ama a Jumps así que siento que el si volverá (claro si su salud se lo permite) pero luego de una lloradita necesaria pues ya aquí andamos pensando hacerle un foco prontamente, aunque ya tengo uno medio cutre xD que pues ya colgué en Wattpad no.
ResponderEliminarEn fin UuU vengo cuando ya culmine el capítulo para comentar
Por cierto últimamente eh descubierto lo fascinante que es escribir en el móvil aunque siento que me hace falta mi lap, pero :v no me detendrá la pobreza jejejejeje ahora bien con el capítulo.
EliminarNoooo!!!!no me digas que será un Takachii? Nooombre este Yuya hasta a mí me dio miedo no, pero lo que más me encantó fue la plática de Daiki con Kei, no sé siempre verlos con una brecha de edad considerable me parece tierno aunque, sabes una cosa 🤔 actualmente eso está muy mal visto xD en fin a mí me vale porque nací en la partición de los siglos jsjsjs solo quería decirlo, en fin, a mí me encantó este capítulo la verdad