30 jun 2024

COMPASS ROSE - Capítulo 31

Hola hola!!!!!

¿Cómo están todos? Espero que muy bien y si no es así les mando un super fuerte abrazo de oso y espero que éste nuevo capítulo les saque una gran sonrisa. 

Primero que todo, felicidades a Dai-chan por su matrimonio, es que ya han pasado las semanas y todavía no me lo creo X'D pero la verdad me siento muy muy feliz por él, que sea muy feliz en ésta nueva etapa que va a pasar junto a la mujer que ama, por favor Doña Mayu cuida muy bien de él. 

También en éste mes fue mi cumpleaños número 33, pasé un día tranquilo y agradable con mi familia y también recibí mucho amor de mis seres queridos, me siento muy agradecida por ello. 

Como podrán ver le he cambiado la imagen al Blog, espero les guste y si no pues di todo de mí X'D

Y finalmente, como si aquí su servidora ya no tuviese muchas historias en su cabeza, he de decir que en un futuro (próximo espero) publicaré un Spin off de ésta historia con los habitantes del castillo de Cottonland, no más pensaba nombrarlos, pero mientras escribía pensé en que sería buena idea hacerlo jajajajajaja 

Bueno, eso es todo por ahora, que disfruten del capítulo y nos leemos en el siguiente mes. 



Tema: COMPASS ROSE
Extensión: Serial 
Parejas: Varias
Autora: Akari-chan


Capítulo 31

*Kota*

- ¿Seguro que no quieres ir a Cottonland? Todavía estás a tiempo – dice el rey durante un pequeño receso de la reunión que tenemos entre los dos.

- Totalmente seguro, con el príncipe Daiki y Kei es más que suficiente.

- Pero eres un gran amigo del rey Junmyeon ¿no quisieras verlo?

- Lo veré en otra ocasión, además quedé de que me haría cargo de Ryutaro mientras sus padres están de viaje – suspiro - ¿por qué insistes tanto en que vaya?

- No es por nada – sonríe - es sólo que me pareció algo extraño, siempre que hay viaje para ese reino eres el primero en decir que sí.

- Igualmente ya estoy invitado a la boda del rey que será dentro de unos meses, así que ya estoy adelantando todo mi trabajo para poder asistir.

- Cierto que se va a casar con el príncipe Sehun – digo pensativo - ¿irás con Ryutaro?

- Efectivamente, sus padres ya me han dado el permiso de llevarlo – sonrío - ¿Vas a ir también?

- No estoy muy seguro, quizás mande a alguien en representación mía.

- Será mejor que vaya su majestad, recuerda que con el reino de Cottonland hay una estrecha amistad de muchísimos años.

- Haré todo lo posible por asistir, pero no prometo nada igualmente.

- Me alegra mucho escuchar eso – suspiro - todos se casan excepto usted – sonrío ligeramente, más al ver su expresión de ligero fastidio - ¿en serio no tienes a alguien en mente? ¿Alguien que te guste aunque sea un poco?

- No tengo tiempo para eso Kota, ya lo he dicho muchas veces.

- Lo entiendo su majestad – suspiro – había quedado de no decirte esto, pero sus súbditos ya están pidiendo por un heredero, a no ser que usted prefiera que alguno de sus hermanos se le adelante.

- No me molestaría realmente que alguno de los dos lo hiciera, de todos modos es algo válido en éste reino.

- Es verdad, pero además de eso, me preocupa un poco que estés solo.

- No estoy solo, los tengo a ustedes, a mi reino…

- Sí ¿pero no sientes que te hace falta algo más? ¿Una pareja por ejemplo?

- Kota, ya hemos hablado de esto – dice serio – cuando esté interesado en alguien serás el primero en saberlo ¿de acuerdo?

- Como usted desee su majestad – digo haciendo una leve reverencia.

- ¿Hay algo más de lo que tengamos que hablar? – Pregunta seriamente - Que no sea sobre mi vida amorosa por favor.



*Ryutaro* 

- Príncipe Ryosuke ¿puedo hablar con usted un momento? – Pregunto después de llevar mucho tiempo observando al príncipe mientras éste leía un libro en el jardín del castillo.

- Claro ¿qué deseas preguntarme? – Pregunta ofreciendo que me siente a su lado sobre la banca.

- Bueno es que… No sé cómo decir esto…

- Aún si es algo pequeño está bien – sonríe amablemente.

- ¿Cómo le hiciste?

- ¿Hacer qué? – Pregunta mirándome confundido.

- Lo que haces con el señor Hikaru – digo viendo cómo su rostro se enrojece.

- Ryutaro yo… Lamento si te incomodamos…

- No, no te preocupes por eso, he guardado su secreto con mucho recelo – sonrío – pienso que hacen una linda pareja.

- Gracias – dice sonriendo ampliamente - ¿Y sobre qué quieres hablar conmigo?

- Cierto – río nervioso, sentándome por fin a su lado – sé que quizás no somos tan cercanos, así como lo eres con los príncipes y los demás chicos del castillo, pero no pude pensar en alguien más que en usted para que me pueda dar un consejo.

- ¿Y en qué deseas que te aconseje?

- Sabes que Kota y yo estamos comprometidos ¿no es así?

- Lo sé perfectamente, fue casi de las primeras cosas que me dijeron cuando llegué por primera vez a éste castillo ¿ocurrió algo con él?

- No exactamente…

- ¿O quieres que ocurra algo? – Pregunta haciéndome sonrojar – con que es eso – ríe divertido.

- Bueno, la verdad es que sí quiero – digo desviando la mirada un poco avergonzado – pero aunque le dije lo que quería él no hizo caso a mi petición.

- ¿Y qué le pediste?

- Que me besara – digo sintiéndome todavía un poco molesto - después de eso no le he dirigido la palabra desde ésta mañana – digo contándole lo que había ocurrido horas antes.

- Entonces es bastante grave – me mira con sorpresa, sonriéndome con ternura luego.

- ¿Crees que hago mal con enojarme?

- No creo que esté mal, pero si deberías disculparte cuando lo veas, por lo que puedo notar él te respeta y quiere mucho ¿tú lo quieres?

- Como no tienes idea – digo sintiendo mi rostro enrojecer.

- Con Hikaru también me sucede eso – sonríe – hay momentos en los que quisiera un poco más de él, pero muy amablemente se niega, diciéndome que ya habrá tiempo para eso y aunque me frustre un poco sé que lo hace por mi bien, no siempre es bueno apresurarse a las cosas – suspira – así que pienso que lo mejor será que dejes que las cosas fluyan cuando sea el momento de hacerlo, quizás el señor Kota está igual de ansioso que tú.

- ¿En verdad lo crees?

- Por supuesto, así que sólo ten paciencia y cuando menos te lo esperes ocurrirá lo que tanto deseas – sonríe – pero también podrías intentar acercarte un poquito más a él.

- ¿Acercarme? – Pregunto confundido.

- Sí – sonríe ampliamente – tener un poco más de contacto físico cuando estén a solas, tomar su mano, acariciar su cabello, abrazarlo, cosas así, pero sólo si te nace hacerlo, no te fuerces si no quieres.

- No voy a negar que sí deseo hacer esas cosas – sonrío nerviosamente – pero haré lo mejor que pueda.

- Sólo tómalo con calma, no creo que a él le moleste que quieras ser más cariñoso y si te sientes cómodo también permítele serlo contigo.

- Muchas gracias por escucharme príncipe – digo sintiendo que se me ha quitado algo de peso encima.

- Al contrario, muchas gracias a ti por tener la confianza de contarme esto, puedes contar conmigo para lo que necesites.

- Lo haré – asiento firmemente.

- ¿Qué vas a hacer ahora? – Pregunta mirando su reloj.

- Pensaba ir a la Biblioteca a leer algo.

- ¿Quieres acompañarme a tomar el té con los príncipes? Ayer quedamos en que lo haríamos.

- ¿Está bien que vaya sin haber sido invitado?

- Claro que estás más que invitado, sabíamos que vendrías hoy, por eso vamos a reunirnos.

- No tenía idea, lo siento.

- Tranquilo, tenías otras cosas en la cabeza – sonríe - ¿vamos? – pregunta a lo que yo asiento emocionado, levantándonos de la banca para ir hacia el lugar de encuentro.


*Kota* 

Después de la reunión con el rey me dirijo rápidamente a buscar a Ryutaro, sintiéndome preocupado de pensar en si seguirá molesto por lo de ésta mañana.

- Buenas tardes – digo haciendo una reverencia al verlo caminar junto al príncipe Ryosuke.

- Buenas tardes – responden ambos al unísono, notando que Ryu desvía la mirada ¿sigue molesto? Pregunto para mis adentros, sintiendo un pinchazo de dolor en mi corazón.

- ¿Van hacia algún lado?

- Vamos a tomar el té con los príncipes – responde el príncipe Ryosuke.

- Ryu ¿podemos hablar?

- Sí – responde sin todavía dirigirme la mirada.

- ¿Te molestaría si me llevo a Ryutaro por unos minutos?

- Por supuesto que no – sonríe – te estaremos esperando Ryu – dice el príncipe antes de retirarse con prisa.

- Por favor perdóname si te hice sentir mal por lo de ésta mañana – digo al quedar solos en medio del pasillo – pero me tomaste totalmente por sorpresa ¿todavía estás molesto conmigo?

- No, no lo estoy – dice mirándome finalmente – perdóname por haber sido tan descortés, aun cuando me hablaste tan gentilmente.

- Estabas en todo tu derecho de estar molesto – sonríe mientras acaricia una de mis mejillas con suavidad, haciendo que mi corazón se acelere - ¿me perdonas?

- No tengo nada que perdonarte – sonríe al mismo tiempo que me abraza con fuerza, por largo rato, correspondiendo de la misma manera a éste, sintiéndome reconfortado por su calor.

- Te quiero tanto – dice Ryutaro apartándose un poco, con su rostro enrojecido.

- Yo también te quiero, muchísimo – digo dándole un beso en la frente – ve a tomar el té con los príncipes, no es bueno que los hagas esperar tanto.

- Quiero estar un ratito más así contigo – dice haciendo un lindo puchero, volviendo a abrazarme pero con más delicadeza, haciéndome estremecer de repente al sentir un leve roce de sus labios sobre mi cuello.

- Nos vemos luego – dice apartándose rápidamente de mi lado para salir corriendo en busca de sus amigos, dejándome con una sonrisa de completo idiota enamorado en aquel solitario pasillo.


*Yuya*

 - ¿Por qué esa cara larga Kei? ¿No te hace feliz viajar a Cottonland y ver a tu amigo Kyungsoo?

- Claro que me hace feliz su majestad – dice dejando lo que está haciendo para mirarme – es sólo que pensé que iría Kota.

- Pensé que lo mejor sería que Daiki fuera contigo ya que ambos tienen una buena relación ¿te molesta acaso?

- No, claro que no, es sólo que… No es nada, sólo me pareció inesperado.

- Pero si no quieres podría…

- No, así está bien, yo viajaré con el príncipe, no se preocupe por eso – sonríe – además aprovecharé para ir a felicitar personalmente a Kyungsoo por el nacimiento de su hijo ¿debería ir a comprarle algún obsequio?

- Pues si quieres puedes ir ahora mismo.

- ¿Cómo se le ocurre su majestad? No pienso dejar el trabajo tirado.

- Ve con confianza, hoy no es de esos días ajetreados de trabajo, Yuri y yo podemos valernos muy bien solos ¿no es así Yuri?

- Claro que sí su majestad – sonríe dulcemente, haciendo que sonría de la misma manera.

- ¿Ves? Puedes salir tranquilamente.

- Está bien, sólo lo hago porque tú lo ordenas – dice terminando de acomodar los libros en el librero.

- Con su permiso su majestad – dice haciendo una reverencia antes de retirarse.

- Me gustaría mucho conocer Cottonland.

- ¿Kota no te ha llevado antes?

- La primera vez que íbamos a ir me enfermé – sonríe – y las otras veces no me ha llevado porque al tratarse de asuntos de trabajo dice que no tiene sentido que lo acompañe si no va a pasar el tiempo conmigo.

- Ya veo… - Digo pensativo – dentro de unos meses será la boda del rey.

- Sí, mi padre me comentó sobre eso, piensa asistir a ésta con Ryutaro.

- ¿Y te molesta que no te lleve?

- Claro que no – ríe – Ryu es su pareja, es adecuado que vaya junto con él, además en la invitación dice que pueden ir con un acompañante, ahí no podría entrar yo.

- Yo también he sido invitado – digo volviendo mi mirada hacia los papeles que tengo en mis manos, tratando de armarme de valor para lo que quiero decirle.

- ¿Sucede algo su majestad?

- ¿Eh? ¿Por qué lo dices?

- Es que se ha quedado en silencio mirando a la nada de repente.

- Ah, no, no es nada – río nerviosamente - es sólo que estaba pensando en que el lugar de mi acompañante está libre.

- ¿Y ya has pensado en alguien? Podrías ir con alguno de tus hermanos…

- Me gustaría mucho que ese lugar lo ocuparas tú – digo rápidamente, mirándolo fijamente y con total decisión.

- ¿Desea que vaya con usted? – Pregunta mirándome con sorpresa.

- Sí, aunque si no quieres está bien, no hay problema.

- Claro que me encantaría ir con usted su majestad, nada me honraría más que eso.

- Nos quedaremos por algunos días, así que tendremos tiempo para pasear por los alrededores.

- Muchas gracias su alteza – dice brindándome esa sonrisa sincera que tanto me gusta y luce mucho más hermosa al ser acompañada por el brillo de sus ojos.

 
*Kei*

- Ha llegado la hora – digo dando un largo y profundo suspiro al salir de mi habitación, viendo como unos empleados llevan mi equipaje hacia el carruaje.

Por un lado me siento muy feliz por éste viaje, hace mucho que no viajo a Cottonland, además de que soy un gran amigo del consejero del rey de dicho reino, pero por el otro me preocupa demasiado lo que pudiese ocurrir al estar tanto tiempo a solas con mi príncipe ¿será acaso una señal divina de que debería de intentar algo? ¿Y si hago algo estúpido y lo asusto y luego no me quiere ver nunca más en su vida? ¿Y si me acusan con el rey y termino siendo desterrado?

- Señor Kei, buenos días – dice acercándose sonriente el motivo de mis tormentos.

- Buenos días mi príncipe ¿listo para el largo viaje de cinco días de ida y cinco de vuelta?

- Eso creo – sonríe – aunque siendo sincero no dormí muy bien anoche que digamos.

- ¿En serio? ¿Y eso?

- Es la primera vez que voy a ese reino y me pone un poco ansioso.

- Es un reino precioso – sonrío – y los residentes del castillo son muy buenas personas, estaremos bien.

- Me tranquiliza saber eso y mucho más si eres mi acompañante en éste viaje.

- Me alegra saber que me consideras una buena compañía.

- En verdad lo eres, la mejor de todas – dice aferrándose a uno de mis brazos, haciéndome sentir plenamente nervioso.

- ¿Ya están listos? – Pregunta el rey al vernos llegar a la entrada principal del castillo, siendo acompañado solamente por Kota ya que es muy temprano todavía.

- Sí, su majestad – respondo al mismo tiempo que mi príncipe se aparta de mi lado para reverenciarse ante su hermano.

- Muy bien, les espera un viaje muy largo – dice sonriente – les doy permiso para que se queden una semana, así que estarán fuera de Nasuland alrededor de medio mes.

- Gracias hermano – dice mi príncipe con una gran sonrisa.

- Por favor cuídense mucho y saludos a todos por allá – dice dándonos un abrazo a cada uno.

- Cuidaré muy bien del príncipe, puedes confiar en eso – digo con seriedad, aunque me muera de los nervios ahora, mi prioridad siempre será el bienestar de mi príncipe.

- Confío plenamente en eso – dice sonriente.

- Que les vaya muy bien, saluden al rey de mi parte dice Kota reverenciándose ante el príncipe y luego abrazarme con más fuerza de la acostumbrada – por favor no lo arruines – dice en un susurro cerca de mi oído, alejándose de inmediato mientras me regala una de sus cálidas sonrisas ¿qué me quiso decir con eso? 


CONTINUARÁ...